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Inferencia probable



Inferencia probable

112. Inferencia probable
Al tratar el tema de las falacias formales vimos una, llamada 'afirmación del antecedentes', que nos hacía pasar de las premisas.
Si esta medicina es eficaz me curo pronto
Es así que me curo pronto
a la conclusión
Esta medicina es eficaz
Dijimos en ese entonces que tal forma de razonamiento no es válida, pues las premisas no son suficientes para afirmar la verdad de la conclusión. No obstante, es indudable que si yo me veo en la situación descrita en las premisas me sentiré fuertemente inclinado a aceptar la verdad de la conclusión. De hecho, es precisamente porque la gente que toma medicinas se cura pronto que llega a inferirse que las medicinas que se toma son eficientes. sCómo explicar esa discrepancia entre el valorlógico del razonamiento y la fe que usualmente depositamos en este procedimiento deductivamente inválido? Para aclarar este problema debemos pedir un poco más información sobre el asunto que describen las premisas.


Supongamos dos situaciones distintas: en la primera, se trata de una 'medicina' que me recetó el brujo del pueblo; en la segunda, de una medicina que me recetaron en la unidad sanitaria local. Podemos muy bien decir que en el primer caso la 'deducción' es una falacia; pero en el segundo se trata más bien de un procedimiento de inferencia no deductiva, y por lo tanto no infalible, pero que en el cual es justificado depositar nuestra confianza. Lo podemos llamar inferencia probable. Si las condiciones en que me recomiendan las medicinas son tales que infunden respeto por la seriedad de las personas o instituciones involucradas, el que me cure pronto hace más probable de lo que fuera en el otro caso que la medicina es eficiente; pero desde antes de tomar la medicina era ya probable, por otras razones, que la medicina fuera eficiente. Mi experimento agrega algo, aunque sea muy poco, a la probabilidad de la conclusión; incluso permite a mi médico anotar 'un caso favorable más' a una lista de control que la casa fabricante de la medicina le haya encomendado mantener como parte de un programa de investigación sobre la eficacia de su producto. No obstante, nada impide que en el próximo caso los resultados de la aplicación de la medicina sean desastrosos; el médico-investigador anotará entonces en su lista un caso desfavorable más, lo que bajará la probabilidad de que la medicinasea eficaz.
113. La inducción
sQué es lo que ha pasado aquí? Evidentemente estamos pisando un terreno mucho menos firme que el de la lógica deductiva, donde necesariamente de la verdad de las premisas se sigue la verdad de la conclusión. Sin embargo, es también claro que mediante estos nuevos procedimientos de inferencia se obtiene algún conocimiento; es más, conocimiento muy útil para el bienestar y progreso de la especie humana, por ejemplo en las ciencias médicas. Vamos a llamar a este nuevo método de inferencia inducción, contraponiéndolo a la deducción ya estudiada. Entre los dos métodos hay muchas diferencias, y algunos parecidos, todo lo cual debemos tratar de aclarar.
La inducción y la deducción se parecen en que ambas son métodos de conocimiento de tipo mediato: mediante cualquiera de ellos podemos pasar de ciertas proposiciones a otras, que aceptamos como dignas de nuestra creencia porque las primeras lo son. En esto las dos se distinguen del conocimiento inmediato, o sea, aquel que adquiero por la simple acción de mis sentidos, por ejemplo el conocimiento que tengo de que estoy escribiendo ahora. Se parecen también en que ambos métodos tienen reglas que nos dicen cuándo el procedimiento es sano y cuándo su aplicación resulta falaz. Se diferencian, en cambio, en otros puntos. Ante todo, la inducción no permite afirmar que la conclusión sea tan seguramente verdadera como las premisas; solo permite afirmar que la conclusión es verdadera con cierto grado de probabilidad. Así, en el ejemplo de la medicina, un gran número de casos favorables y la ausencia absoluta de casosdesfavorables produce un alto grado de probabilidad para la conclusión correspondiente. Decimos entonces que la conclusión o hipótesis está muy confirmada. Pero si en cambio hay todavía pocos casos favorables, si la medicina ha sido ensayada muy pocas veces, decimos que la hipótesis de que sea eficaz necesita todavía ser confirmada. Por otra parte, los casos desfavorables desconfirman la hipótesis, o sea, la hacen menos probable. Si, finalmente, cualquiera que sea el número de casos favorables, surgen casos desfavorables en número suficiente para compensar cualquier error de apreciación, entonces la hipótesis no solo es desconfirmada sino refutada, y debemos desecharla.
114. Confirmación
Decimos pues del método inductivo que es un procedimiento de inferencia que, como el deductivo, nos permita pasar de unas proposiciones a otras; que, a diferencia del deductivo, nos permite afirmar las conclusiones únicamente con cierto grado de probabilidad, las más de las veces no especificable en términos cuantitativos (decimos de una hipótesis que está confirmada más o menos que otra, que está muy poco confirmada; pero no podemos generalmente decir que está confirmada con 87 unidades de confirmación).
A las proposiciones que integran el proceso de una inducción podemos, por supuesto, llamarlas premisas y conclusión; no obstante, para diferenciarlas de sus contrapartes en el proceso deductivo, es más conveniente llamar a la conclusión hipótesis y a las premisas inductivas su respaldo. Igualmente, podemos llamar inferencia al movimiento que va de las premisas a la conclusión; sin embargo, preferiremosgeneralmente hablar aquí de confirmación de unas proposiciones para otras. Así como en la deducción se dice que ciertas premisas permiten inferir cierta conclusión, en la inducción diremos que cierto respaldo permite confirmar, o confirma, cierta hipótesis.
115. Respaldo
El respaldo de una hipótesis es algo un poco más complicado que las premisas de una conclusión deductiva. Ante todo, consiste generalmente de muchísimas proposiciones, no de dos o tres como en la deducción; la lista del médico-investigador, por ejemplo, puede contener cinco mil líneas que especifiquen otros tantos resultados de la aplicación del medicamento en sendos casos de la enfermedad que trata. Cada caso favorable o desfavorable debe ser representado como una proposición, aunque esta proposición quede refundida dentro de una indicación numérica.
Por otra parte, el respaldo negativo es tan importante o incluso más que el positivo. No llamamos respaldo negativo a los casos desfavorables, que serían más bien contra-respaldo; nos referimos a la ausencia de contra-respaldo, lo cual cuenta muy fuertemente como respaldo de la hipótesis. Si ha habido muchos casos favorables, y no ha habido casos desfavorables, entonces la hipótesis queda muy confirmada. A esto es precisamente a lo que llamamos respaldo negativo. sPor qué es la ausencia de contra-respaldo una forma tan poderosa de respaldo de la conclusión negativa? Para comprenderlo debemos volver un tanto sobre algunos temas de la deducción; ello nos permitirá, de paso, entender mejor la relación que existe entre los dos métodos del conocimiento, además de aclararnosla naturaleza lógica de la inducción.
116. Refutación
El efecto del caso desfavorable sobre una hipótesis merece muy especial consideración. Todo caso desfavorable dissconfirma la hipótesis; pero si se dan en suficiente número, o en poco número pero con mucha claridad –de modo que pueda descontarse el error humano en la comprobación del respaldo– entonces decimos de una vez que los casos contrarios refutan la hipótesis; podemos confiar en que es falsa, y ello con seguridad.
Hemos escrito 'con seguridad'. Quiere decir que no estamos aquí en presencia de un proceso inductivo, que solo nos permite decir 'con probabilidad', sino de un proceso propiamente deductivo. En efecto, la forma de razonamiento que se aplica aquí es estrictamente deductiva. Veámoslo con un ejemplo:
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|Si esta medicina es eficaz, (muy probablemente) me curo pronto
|Es así que no me curo pronto
|luego
|Es así que esta medicina no es eficaz

|

Este problema, muy conocido ya, se resuelve por táctica de separación, como forma de razonamiento perfectamente válido que es. Se trata pues de un problema de deducción.
Descansamos, eso sí, completamente en la verdad de las premisas; la primera de ellas, específicamente, debe ser verdadera, para que la conclusión pueda aceptarse con seguridad como verdadera. El caso es que la primera premisa es verdadera solo probablemente; sin embargo, la debilidad de las premisas no debilita el razonamiento mismo que es sin ninguna duda lógicamente válido.
117. Naturaleza de la inducción
La razón por la cual aceptamos conclusiones inductivas es porque han sido confirmadas, o sea, tienen en su favor un respaldo considerable. Pero esto quiere decir que, a pesar del cuidado con que se han conducido las investigaciones, la hipótesis no ha podido ser refutada. Como la refutación es una operación lógica estrictamente deductiva, la relación entre la inferencia por deducción y por inducción consiste en esto: la conclusión inductiva (hipótesis) es aceptada porque no existe una refutación lógica de la misma, o sea, porque a pesar de un esfuerzo considerable no hemos podido probar deductivamente que es falsa.
Cabe preguntarnos: sno es éste un caso de la falacia de ausencia de prueba explicada en la sección 22? Consideremos la objeción con cuidado. Si un campesino me dice que le pruebe que el Cadejos (1) no existe, mi problema será que no puedo ni empezar a hacerlo. sCómo podría? sRegistraría el mundo entero para buscarlo? sNo podría mi interlocutorseguirme diciendo siempre que no encuentro al Cadejos porque 'me roba la vuelta' escondiéndose en sitios donde ya he buscado? En cambio, sí puedo tratar de probar que la medicina es ineficiente, a saber, dándosela a personas que tienen la enfermedad que se supone cura. Si no la cura, eso sería respaldo contrario para su eficacia. Si por más experimentos que hago, siguiendo las reglas del método científico, resulta que en todos ellos fracaso en mi intento de demostrar que la medicina no es eficaz, ello confirmará la hipótesis de que lo es. Afirmar entonces la conclusión inductiva será una conducta enteramente razonable.
118. Límites de la inducción
Es importante anotar que la confianza que nos merecen las conclusiones inductivas es directamente proporcional a la confianza que nos merecen los investigadores. Tenemos que estar razonablemente seguros de que ellos hacen todo lo posible por refutar sus propias hipótesis, o por lo menos las de sus colegas; que no tratan, por el contrario, de 'salvarlas' a como haya lugar. Tomando en cuenta la fuerza de la vanidad humana y la capacidad de autoengaño que caracteriza al ser humano, es sencillamente extraordinario que algo tan confiable como la ciencia moderna haya podido llegar a existir y permanezca entre nosotros. La explicación estriba en la libre competencia intelectual que, en la ciencia organizada, premia con honores y ventajas materiales a los científicos que logran destacarse refutando las hipótesis de los demás. De ahí que la aventura científica pueda difícilmente prosperar en sociedades autocráticas, donde al científico se le pidedefender y probar determinadas teorías o doctrinas y por motivaciones políticas o religiosas se le coarta su libertad de crítica.
Por otra parte, debemos señalar que la fuerza probatoria del esquema de refutación presentado en la sección 116 descansa en la simplicidad de la primera premisa, por ejemplo, 'si la medicina es eficaz, me curo'. De hecho, esa simplicidad de premisa no se da nunca, a causa del carácter integrado o sistemático del conocimiento científico. En efecto, la premisa debería decir: 'si la medicina es eficaz y la circulación de la sangre se produce como lo enseña la ciencia contemporánea y el sistema nervioso es en realidad como lo explica la neurología, y ., entonces me curo'. O sea, toda hipótesis científica supone que las demás hipótesis que componen el estado presente de la ciencia son verdaderas. Si la predicción anunciada ('me curo') no se produce, lo que queda realmente refutado es la conjunción de la hipótesis que nos interesa y todas las hipótesis vigentes; en estricto análisis lógico no sabemos cuál parte de esa inmensa conjunción es falsa. Dado el prestigio de las hipótesis vigentes, le echamos la culpa a la hipótesis nueva, que no tiene tanto. No podemos excluir, sin embargo, la posibilidad de que el experimento en cuestión ponga en tela de juicio alguna de las leyes científicas aceptadas y nos obligue a rechazarla, más bien que a la hipótesis nueva.
119. Analogía
Hay un aspecto importante del tema que discutimos que no hemos todavía analizado. En realidad, la medicina que toman los distintos enfermos de la lista del médico-investigador no es propiamentela misma: la que toma el enfermo B no es la misma que la que toma el enfermo A, por la sencilla razón de que esa medicina ya fue ingerida por el enfermo A. Lo más que podemos decir es que las medicinas que toman los distintos enfermos son de la misma clase, o más simplemente que son medicinas análogas. Análogas quiere decir similares. En efecto, la medicina que los distintos enfermos ingieren son similares desde muchos puntos de vista: son recetas con el mismo nombre, hechas en la misma fábrica, por los mismos empleados, con la misma clase de materiales, siguiendo el mismo procedimiento, etc.
Podemos reinterpretar nuestro razonamiento inductivo y presentarlo como un argumento por analogía, que es otra forma de interpretar la inferencia probable. El esquema lógico de las premisas de tal razonamiento sería el siguiente:
x tiene las propiedades X, Y, . y Z
y tiene las propiedades X, Y, . y Z
..
z tiene las propiedades X, Y, . y Z
donde x, y, . , z son las medicinas ingeridas por los pacientes A, B, C; las propiedades X, Y, . son el ser producidas en la misma fábrica, de los mismos materiales, etc, y Z sería la propiedad de curar al enfermo de determinada dolencia. Como la conclusión que queremos sacar es que la medicina es eficaz, y esto en la práctica significa que es recomendable para un enfermo con la dolencia en cuestión, podemos decir que la conclusión afirma que curará a otro enfermo que todavía no la ha ingerido. Así, podemos agregar otra premisa:
w (no ingerida todavía) tiene las propiedades X,Y,
para obtener como conclusión:
w tiene la propiedad Z.
O sea, el argumento por analogía consiste en afirmar que de la conjunción de ciertas propiedades en cierto número de casos se puede inferir la conjunción de las mismas propiedades en otro caso distinto.
120. Valor de la analogía
El argumento de analogía no es siempre válido, como lo atestigua la existencia de la falacia de ejemplificación ilegítima (ver sección 100). Pero bajo ciertas condiciones y con ciertos cuidados puede ser un valioso instrumento de investigación. El más importante de estos cuidados consiste en escoger las propiedades que se comparan de modo que sean causalmente atingentes al fenómeno en cuestión, o sea, que estén relacionadas con la producción del efecto de que se trate. Por ejemplo, sería impropio escoger como cualidades comunes entre varias medicinas el venir embotelladas en el mismo tipo de frasco, el ser vendidas en la misma farmacia, el ser del mismo color, o el costar el mismo precio. La diferencia entre estas propiedades y las consignadas anteriormente (ser producidas por el mismo procedimiento y de los mismos materiales, etc.) está precisamente en que unas tienen y otras no tienen relación con la producción del efecto curativo de la medicina. El análisis de las relaciones causales requiere el estudio de ciertos aspectos de nuestra materia que todavía n o hemos tratado, y a los cuáles dedicaremos los últimos capítulos de esta obra.

Nota 1: Personaje de una leyenda campesina costarricense.


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