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Avance de la clase terrateniente como burguesía en la zona central del país. el caso de morelos



Avance de la clase terrateniente como burguesía en la zona central del país. El caso de Morelos
Intentar hablar de los procesos económicos que transformaron la sociedad mexicana durante el siglo XIX resulta difícil. Sin embargo, en el último cuarto de siglo, el país obtuvo un crecimiento económico patrocinado por la entrada de capitales extranjeros a México.
Con referencia a lo anterior busco saber sCómo fue que México, después de tener una economía cerrada y controlada por la metrópoli, logró introducir — a fines del siglo XIX — un tipo de producción con tendencia capitalista y que impacto tuvo en la estructura económica del estado de Morelos? además de sQué papel desempeñó la clase propietaria ya existente dentro de esta producción capitalista? o sSe formó un nuevo grupo de propietarios?


México acarreó desde la colonia rasgos económicos que persistieron hasta el Porfiriato, considerado, iniciador del progreso, mismo que no había tenido a partir de su independencia. Asimismo en el periodo se formaron o consolidaron las elites propietarias de terratenientes, comerciantes, inversionistas y empresarios. Como parte de un proyecto de modernización.


Resultado de este plan de modernización fue que las disparidades regionales se agudizaron. La zona central de México, en términos económicos, tuvo un crecimiento más lento o menos marcado que el Norte y Sur, pero de todos modos tuvo un reajuste en su estructura económico-social que beneficiaron a una elite. Y esos reajustes se estaban planeando desde las Leyes de Reforma manifiestos hasta elPorfiriato. Entonces, encuentro que si el centro del país no tuvo un crecimiento tan acelerado como el resto sCómo fue que las Leyes de Reforma favorecieron el enriquecimiento de terratenientes en la zona central de México, específicamente en el caso de Morelos?

sPuede encasillarse el tipo de producción que se desarrolló en la zona central como netamente capitalista?
He tomado al estado de Morelos como el caso de la zona central ya que, aunque no existió un despliegue económico espectacular en la región, desplegó una serie de ingenios azucareros que parecen ser la excepción entonces sCuál fue el motivo por el cual se favoreció a las azucareras en Morelos, en un periodo en el que África y Cuba eran los mayores productores?
Por tanto puedo decir que el eje central del trabajo será explicar como las nuevas medidas tomadas por el gobierno porfirista, basadas en las Reformas propuestas por el gobierno liberal, propiciaron la consolidación de un grupo terrateniente o propietario en la zona central de México citando al final el caso de Morelos que fortaleció una producción azucarera.
Las Leyes de Reforma como impulsoras de la propiedad privada.
En 1855 los liberales llegaron al poder deseando proporcionarle a la patria una productividad y solidez parecida a Estados Unidos. Temían que si no llegaba la estabilidad al país la existencia de México peligraba.
Planearon un programa que contempló sustituir los pilares del viejo orden —la Iglesia, el ejército, los caciques regionales, los pueblos comunales— por un fundamento moderno.
Friedrich Katzmenciona en su obra Ensayos mexicanos que: de acuerdo al programa, los liberales encabezaron una serie de Leyes de Reforma, luego las añadieron a la Constitución de 1857 para debilitar la posición de la iglesia; no sólo en lo político sino también su control económico al poner en venta las tierras de la iglesia.
La Ley Lerdoï€S (en 1856) afectó a la iglesia y pueblos comunales. Esta ley prohibía a instituciones eclesiásticas poseer o administrar propiedades no directamente utilizadas para propósitos religiosos y extendió la prohibición de propiedad corporativa a las instituciones civiles. Aboliendo así eficazmente la tenencia comunitaria de la tierra.
En lo sucesivo únicamente granjeros individuales o las sociedades y compañías privadas podían poseer tierras. Se esperaba atraer inmigrantes, a semejanza de Estados Unidos y Argentina —Por eso debían atacar la influencia del catolicismo en la esfera política abriendo paso a la libertad de credo—para formar una clase media agraria que suscitaría un rápido crecimiento económico, la estabilidad política y el desarrollo de las instituciones democráticas.
En caso de no llevarse a cabo dicho desarrollo, los liberales esperaban que si la tierra pasaba de manos muertas de las corporaciones civiles y religiosas, por tener inactivos esos terrenos, a las manos vivas de los productivos terratenientes, con tendencias capitalistas, esta promovería un auge económico y estabilidad.

La predisposición seria más reconocible en la Ley sobre nacionalización de la propiedad eclesiástica, del 12 de Julio de 1859. Suobjeto principal era movilizar la riqueza territorial amortizada en manos del clero y aliviar al estado del tesoro con los derechos que se causarían por las enajenaciones al darla a nuevos adquirientes (arrendatarios y adjudicatarios) y constituir un patrimonio que diera estabilidad económica a ellos y a sus familias, creando así una incipiente clase social de propietarios de bienes rústicos y urbanos. No obstante; estos propietarios requerirían quietud política para asegurar el éxito de sus predios comerciales en desarrollo.
Es un hecho que el movimiento liberal obtuvo gran apoyo de los terratenientes ya que esperaban conseguir grandes propiedades de tierra de la iglesia y acrecentar sus haciendas. Tal como dice Friedrich Katz:
“La Ley Lerdo había expulsado a muchos de las tierras comunitarias que alguna vez habían trabajado, después distribuyo la propiedad, en general de manera desigual, entre ello, si no se adueñaron de ella abiertamente los hacendados o especuladores.”
Gisela Landázury Benítez y Veronica Vázquez Mantecón exponen en la obra Azucar y Estado (1750-1880) que de las anteriores acciones fue la Ley Lerdo la de mayor trascendencia y la que intentó una reestructuración radical de la propiedad de la tierra. Teóricamente se esperaba que impulsara la creación de la pequeña propiedad; pero a fin de cuentas no fue ése el resultado de la aplicación de la legislación, sino justamente lo contrario: la gran propiedad creció y se multiplicó.
sUna nueva clase propietaria?
Consumada la independencia comerciantes británicos reemplazaron a losespañoles; hacia 1840 y 1850 los alemanes comenzaron a desplazarlos, y a su vez fueron los últimos fueron expulsados por empresas de comerciantes franceses llamados barcelonettes.
Lo que caracterizó la situación política, social y económica de México tras su independencia fueron las querellas entre las facciones conservadoras y liberales. Estos últimos contaban con el apoyo de un pequeño grupo de la burguesía mexicana compuesta por fabricantes textiles y agiotistas. El resto consistía en burguesía extranjeraï€Sï€S.
En lo que sí coincidieron tanto liberales como conservadores fue en la necesidad de que el nuevo Estado tomara en cuenta a los gobernados—léase los grupos propietarios— porque la base de la nación la habían de constituir los propietarios de la tierra.
La promulgación de las Leyes de Reforma facilitó que durante el Porfiriato se construyera el aparato estatal. Como menciona Ciro Cardoso en México en el siglo XIX (1821-1910). Historia económica y de la estructura social. El Porfiriato constituye un caso clásico de capitalismo dependiente en expansión. La consolidación de los procesos desencadenados por la reforma liberal permitió que dichas transformaciones llegaran, finalmente, a sus consecuencias y resultados lógicos.
Es decir que todo lo que vivió el país posterior a su independencia se caracteriza por ser una etapa en la cual, como dicen Gisela Landázury Benítez y Veronica Vázquez Mantecón, se anunacian ciertas modificaciones estructurales, que sentaron las bases de un Porfiriato, permeado de un modelo distinto de estructuraagraria y de producción agricola en una nueva formación social: el capitalismo dependiente mexicano.
Se ha identificado la causa liberal con los intereses de los sectores más dinámicos de la clase dominante mexicana; aun cuando una importante parte de ella se identificaba con regímenes conservadores.
La victoria liberal significó el ascenso de los estratos medios al primer plano de la vida nacional, ya que gobiernos como el de Juárez impulsaron el desarrollo de una burocracia que ocupara esta posición. Al igual que el beneficio que algunos militares y liberales aprovecharon con el retiro de la vida política de algunos sectores dominantes; aunque no tuvo mayores consecuencias, ya que la política liberal les permitió la posibilidad de aumentar sus propiedades con la Ley de desamortización de los bienes eclesiásticos, comunales y el deslinde de baldíos.
Después del triunfo de Juárez se pudo asegurar la supervivencia de México como nación independiente. La Iglesia había perdido la mayoría de su control político y económico; sus golpes eran cosas pasadas. El viejo ejército conservador había sido disuelto. El gobierno regional estaba en control liberal. La cantidad de propiedades comunales había disminuido.
La parcelación de las tierras comunales sólo había aumentado ligeramente la cuantía de clase media formada de pequeños arrendatarios que no contaban con recursos tan abundantes como para comprar toda una hacienda pero que si podían adquirir una mediana propiedad. Algunas de las mejores tierras pasaron a manos de ricos hacendados. Los pocoscampesinos que adquirieron un terreno propio fueron nombrados los “riquitos”. Se Manifestó entonces un medio de especulación de la tierra que redituaba ingresos a la sociedad que lo constituía.

La expropiación de la tierra eclesiástica no originó una clase de pequeños granjeros, puesto que la tierra fue subastada al mejor postor y quienes aprovecharon estos decretos fueron los hacendados y las personas acaudaladas, entre ellos liberales prominentes—como Ignacio Comonfort, Miguel Lerdo de Tejada y el mismo Benito Juárez— que denunciaron las propiedades y se las adjudicaron; ya que los impuestos y los pagos de escrituración así como la amenaza de excomunión que la Iglesia había lanzado contra quienes compraran sus tierras representaron dos obstáculos que no todos podían sortear sólo los ricos terratenientes locales adquirieron gran parte de esas tierras. Consiguiendo así aumentar la fuerza económica y la cohesión política de una clase ya dominante de ricos hacendados.
Hubo dos factores más que estuvieron presentes en esta ambición de expansión y concentración de la propiedad territorial: el dominio del mercado regional y quizá la pasión de poder, la búsqueda de prestigio y de status social, heredados de la época colonial.
Mientras que los terratenientes y comerciantes no sólo ya existían, sino que eran las facciones básicas del bloque de poder consolidado por los políticos liberales entre 1857 y 1864. La dispersión del poder político entre caciques y caudillos regionales actuó como grupos de propietarios incapaces de proponer y desarrollar unplan de unificación económica de la nación, que requería como fuerza la concentración del poder político.
La fragmentación del grupo dominante terminaría con la Restauración de la República y el Porfiriato, principalmente a partir de 1880. Se consolidó la clase dominante del país a partir de que Juárez fue concesionando para el hacendado una libertad virtualmente ilimitada sobre sus plazas fuertes locales. Para 1870 Juárez ofreció una amnistía para los que cooperaron con Maximiliano. Las tierras fueron devueltas a los terratenientes .
Las medidas conciliatorias hacia las clases altas y medias mexicanas, así como hacia segmentos del ejército, le evitaría a Juárez ser derrocado y tranquilizar al país.
El proceso agrario liberal y porfiriano aumentó considerablemente no sólo el número de pequeñas y medianas propiedades, sino que sirvió principalmente al crecimiento del latifundio y quienes se beneficiaron de tal medida fueron los propietarios, prestamistas, comerciantes y funcionarios.
La Reforma Liberal sentó las bases legales que legitimaron la expropiación de las comunidades indígenas, aprovechada por los hacendados para ampliar sus propiedades, constituyendo así a un verdadero proceso de expropiación masivo de los productores directos de sus medios de producción. Esta acción permitió a la hacienda agudizar el control que ejercía sobre la tierra y la población de la región.
Por otra parte, ante el creciente despojo de los campesinos la oferta de fuerza de trabajo se multiplicó, lo que actuó en beneficio directo de las grandespropiedades.
Reestructuración de la hacienda como nueva unidad económica de la clase terrateniente en México
En el siglo XIX la economía mexicana giraba en torno a la agricultura. Este sector ocupaba la mayor parte de la fuerza de trabajo, producía los alimentos y la riqueza del país y era la fuente de acumulación originaria de la naciente burguesía.
Las haciendas hasta mediados del siglo XIX se caracterizaron por la falta de capitales, técnicas tradicionales que elevaban el costo de producción y permaneció igual en sus relaciones sociales de producción; estas comenzaron a transformarse a partir de la Reforma.
Para el último tercio del siglo XIX la reestructuración de la propiedad rural y la modificación de la composición social en todos los niveles desde las clases que detentaban el poder hasta los trabajadores del campo, que enfrentaron una nueva etapa de dependencia y control, ejercida sobre ellos por el hacendado y la introducción paulatina de tecnología cimentó una planta productiva que daba respuesta a la demanda del mercado nacional (en formación) y a las necesidades de la nueva división internacional del trabajo.
El avance que experimentó parte del campo mexicano fue posible a partir de la constitución de un sector de empresarios nacionales y extranjeros —cuando se impulsó la apertura al mercado externo en 1872—, con suficiente capital e interés de acrecentarlo con inversión productiva subordinando la producción y circulación de mercancías a sus intereses de acumulación.


Durante el Porfiriato se pudo apreciar como el sector de comerciantesy especuladores sustituyeron la actividad prestamista que antes ocupó la Iglesia, ya que fueron los proveedores de capital para el fomento de la actividad agrícola, no sólo como prestamistas sino también como inversionistas en las haciendas que fueron adquiriendo, a raíz de la quiebra de sus deudores o por interés en una línea productiva en particular.
Si bien en un periodo previo al Porfiriato se gestó lo que serian las bases de una nueva forma de enriquecimiento, las políticas porfirianas abrieron el paso para que la figura del comerciante-prestamista apareciera a menudo en las actividades productivas pero, de una manera más diversificada ya que a menudo no se podía distinguir entre comerciantes y empresarios, comerciantes y financieros, o entre comerciantes y hacendados.
La circulación de la tierra permitió no sólo un creciente acaparamiento de este medio de producción, que se convirtió en un régimen de propiedad, sino que liberó a un gran número de productores ampliando así la clase de trabajadores, de asalariados libres. Al mismo tiempo estableció y diseño en la hacienda un tipo de explotación agropecuaria, que sin ser del todo moderna y eficaz, fue la forma que adquirió la penetración del capitalismo en el país.
Durante el Porfiriato se fundamentaron las condiciones para el impulso del desarrollo agrícola porque al consolidarse un sistema económico- político que permitió el florecimiento de un capital comercial invertido en la producción agrícola favoreció la evolución hacia un nuevo modo de manufactura. La pacificación de México dioseguridad a los capitales europeos y norteamericanos para invertir tanto en la banca como en la agricultura.
El aumento de capitales impulsó la actividad agrícola e influyó para la modernización de la infraestructura productiva y de los medios de transporte. Fue bajo el mandato del gobierno de Porfirio Díaz que se extendió la mayor parte de vías férreas, pues el mayor interés del Genera Díaz era desarrollar al país industrialmente pero tuvo un especial ahincó por el ferrocarril.
El grupo de grandes propietarios agrícolas fue fundiendo sus intereses con los de las otras facciones de la clase dominante: los comerciantes y los funcionarios públicos por lo que el control que ejercían sobre la producción y el comerció acrecentó su poder económico y político entre la clase dominante, y permitió que concentraran los poderes locales y regionales.
Puede parecer contradictorio que en un país con una mentalidad marcadamente regional, la expresión librecambista, que el proyecto liberal legitimó permeara a las elites hacendadas. Sin embargo; no lo es tanto pues al ser el grupo que controlaba el comercio y las finanzas desarrollaron intereses que los ponía en una situación en juego con el mercado mundial. Correspondiendo a las relaciones comerciales que consistía en cambiar productos suntuarios y tecnología por materias primas estratégicas para los países desarrollados. Fue un intercambio desigual que colocó a México en una posición dependiente.
Desarrollo económico en la zona central de México
Entre 1884 y 1900 México experimentó un apresuradocrecimiento económico, en parte, por las inversiones extranjeras. Aunque el progreso se halló dirigido a sectores orientados a la exportación. La zona central trató de satisfacer la demanda interna de artículos de primera necesidad.
Las políticas económicas de Díaz que dieron forma al tipo de crecimiento económico correspondieron a la aplicación de disposiciones de la reforma liberal y la creación de nuevas leyes relativas a la apropiación de los recursos naturales. La apropiación de la tierra comunal y eclesiástica siguió su curso durante el porfiriato. A la Ley de baldíos dictada por Juárez en 1863 se agregó las leyes de 1883 y 1894, relativas al deslinde de baldíos y a la colonización.
Las Reformas Liberales constituyeron las bases del crecimiento y modernización de la industria azucarera, a su amparo se consolidaría la hacienda como la institución económica y social dominante en el campo mexicano, específicamente en el Estado de Morelos.
Durante el Porfiriato a pesar de haber surgido discrepancias en el sector agrícola, por la diferencia de tecnificación. Las plantaciones dedicadas a la exportación de productos, como el azúcar, experimentaron una revolución tecnológica; debido a la alta inversión que requería y el carácter de agroindustria con maquinaria y técnicas de producción más complejas que solicitaban una alta especialización del trabajo. Además habría que sumar los efectos de la producción en el desarrollo de otras actividades, como en el incrementó de vías de transporte o en el control de producir ellas mismas los insumos y mediosde producción que requerían para la elaboración de sus mercancías.
Pese a que en términos globales, en la zona central de México, la economía sintió menores cambios—sobre todo, los estados productores de maíz y trigo— este desarrollo tan lento constituyó un agudo contraste con respecto a la expansión industrial muy rápida del Valle de México y sus entornos. La etapa de crecimiento económico sostenido, donde el gran apoyo a la industria fortaleció a la economía del país era respaldada por la estabilidad política del gobierno porfiriano, así como por su política económica diseñada para atraer inversiones extranjeras y estimular las exportaciones mexicanas.
Durante el porfiriato, el crecimiento económico de las haciendas azucareras estuvo caracterizado por el acelerado incremento de la producción, la innovación tecnológica del proceso productivo y del sistema de transporte y la participación de un mercado interno en expansión con características especulativas.
El desarrollo de la industria en la región de Morelos es de gran importancia, por la singular significación que esa región tenia, no únicamente como productora, sino por ser el lugar donde con mayor dinamismo y capacidad de transformación se abordo la cuestión de modernización tecnológica y económica.
A partir de 1880 se inició el proceso de modernización de la industria azucarera. En este año se instaló en la Hacienda de Santa Clara, la primera máquina para centrifugar. Transformó de forma sorprendente las relaciones técnicas de producción y cambió la vida del estado de Morelos ya quepara aumentar la producción las Haciendas invadieron más terrenos, despojando a los pueblos de tierras trabajadas por ellos. Eran terrenos que habían sido arrendados a las haciendas y que luego, estas desconocían la propiedad indígena sobre ellas. Como la Hacienda de San Carlos Borromeo en Tlayacapan. A pesar de que el pueblo gano el pleito (entre 1873 y 1874), Díaz impidió que se hiciera Justicia (1876). Queda en claro que las haciendas azucareras lograron incrementar su área con apoyo de las autoridades .
La instalación de maquinaria nueva trajo un cambio sistémico tal como explica Refugio Jaramillo Hernández: los terratenientes prosperaron, su caña de azúcar les rindió más ganancias y el gobierno elevo sus impuestos; solamente a las aldeas se les obligó a entregar sus tierras y abastecimiento de aguas. Este proceso de concentración de los recursos generó una proletarización del campo morelense.
La industria azucarera se desenvolvió a semejanza del desarrollo industrial europeo por medio de una competencia de lucha de precios que llevaba a los inversionistas a buscar menores precios. Benefició solamente a los que mejor pudieron enfrentar la competencia, generándose a lo largo del porfiriato un proceso de concentración, tanto industrial como en la producción de caña.
En Morelos la invasión de terrenos y la subsecuente pauperización de vida de los campesinos llevaron a crear nuevas relaciones de producción aunada a la modernización de la incipiente industria, con fuertes inversiones en maquinarias y mejorías. Se reflejó que para el finaldel Porfiriato existían 24 ingenios en Morelos que producían más de la tercera parte de la producción del país, siendo además la tercera región azucarera del mundo después de Hawái y Puerto Rico.
Como se había mencionado anteriormente con el apoyo que Díaz proporcionó a la naciente burguesía, los productores de azúcar se vieron representados no sólo por terratenientes, sino que estos se fundían o eran en una sola persona, también por usureros, comerciantes, hacendados y funcionarios públicos.
La producción de azúcar se vio vinculada a todos ellos pues el prestamista financiaba al hacendado, quienes a su vez eran comerciantes y controlaban desde la producción hasta la comercialización del azúcar. Su origen era por lo regular español o criollo; ya para el porfiriato algunos capitales extranjeros comenzaron a entrar; como en el caso de Barrón, español hijo de irlandés comerciante en Tepic y dueño de Miacatlán en Morelos.
Los propietarios de grandes haciendas a menudo eran importantes comerciantes ligados a actividades de exportación e importación como los Yermos (dueños de Temixco y Jalmolonga); Eusebio García Monasterio (Santa Ana Tenango y Santa Clara) o el Famoso Manuel Escandón (Xochicalco y San Gabriel) socio mas importante de la compañía de ferrocarril.
El poder regional que ejercían los hacendados azucareros no sólo era económico, también era político y militar resultado del acentuado regionalismo que permitió la existencia de hacendados-caciques que controlaron diversas zonas.
Relacionado al control regional explica en parte porqueMorelos fue un centro de producción azucarera en el país durante este periodo ya que parece evidente que por lo general el azúcar se vendía en las zonas cercanas a su producción; y Morelos abastecía a la Ciudad de México y en algunas coyunturas abarcaba hasta la frontera Norte.
La posición geográfica de Morelos lo ligó de forma estrecha a un mercado con la envergadura de la Ciudad de México, por lo que registro tradicionalmente una actividad comercial intensa. Quizás sea este el motivo por el cual floreció tanto el Azúcar en esta región; porque a pesar de ser un azúcar de buena calidad su comercio exterior se vio limitado por la poca competitividad de sus costos de producción en relación a las Indias orientales y las Antillas.
No obstante el cambio en el sistema de productor -vendedor por el de intermediario- comisionista introdujo la producción azucarera nacional al mercado mundial por medio de las casas comerciales, tanto extranjeras como nacionales, que se encargaban de la distribución para la venta al menudeo. Durante el porfiriato florecieron las asociaciones de productores que comerciaban sus productos de acuerdo con la posibilidad de especulación ofrecida en el mercado nacional y extranjero. La Compañía de Exportación de Artículos Nacionales de capital francés y español controlo el 25% de la producción nacional del azúcar.
Quizás el azúcar morelense no llegó a tener la misma trascendencia que la producción cubana; sin embargo para México fue un punto focal para la introducción del capitalismo especulativo que choco con los rezagos de lavieja estructura. Eso fue precisamente lo que resultó tan duro que gran parte de su población de origen campesino; tuvo que lidiar con la entrada tan de golpe de un sistema que en menos de 50 años reformo las relaciones sociales de producción para que un grupo que ya poseía gran parte de la tierra acrecentara su capital.
Conclusiones.
La producción económica de tipo capitalista no hubiera sido posible sin la construcción de nuevas bases para un estado que permitieran la individualización de la propiedad que a su vez reestructuraría las relaciones sociales de producción de sus habitantes.
La liberación de la economía alcanzada mediante decretos y Leyes, impulsadas por los gobiernos liberales facilitó que una clase dominante ya existente pudiera enriquecerse por la especulación de la tierra y después invertir en forma de capital liquido. No puede decirse que cambió la posición dependiente que el país tenía frente a otro pero, paso de un ámbito político a uno económico porque un gobierno como el de Porfirio Díaz permitió la entrada de los capitales extranjeros de países mas industrializados acelerando con sus inversiones el desarrollo de una producción redituable que favoreciera la acumulación original y pusiera a México en una economía dependiente de la demanda extranjera.
La clase dominante ya existente jugó un papel primordial en su propia capitalización porque en parte fueron miembros del gobierno creador de las reformas y admitió la subsistencia de viejas formas que sirvieran a sus necesidades de acumulación y desarrollo de la granpropiedad. Por ejemplo aunque la expropiación de los productores directos liberó una fuerza de trabajo que constituyó a los asalariados, que necesitó la organización capitalista toleró a su vez otras formas de reproducción como el arrendamiento y la aparcería características de las sociedades tradicionales.
La hacienda se convirtió en el instrumento en el cual convergieron las dos formas de producción; una explotación agrícola para el mercado interno, en el caso del azúcar y externo, donde viejas formas de organización social vieron su reflejo más claro en los regionalismos y cacicazgos.

Bibliografía.
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