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Crisis mundial del 1929 y el Perú - crisis de 1873, 1893 (la gran depresión de 1929)



INDICE

1.
Introducción

2.
Antecedentes de la gran depresión:
Crisis de 1873

3. Crisis de 1893

4.
La gran depresión de 1929

5. Los efectos de la crisis en el empleo y la demanda interna

6.
La reacción de la política económica

7. De regreso al crecimiento

8.
Conclusión

9.
Referencias bibliográficas


La crisis mundial de 1929 y el Perú

1.
Introducción

El propósito de este texto es analizar, sobre la base de la bibliografía y la información estadística disponible, el impacto que las grandes crisis económicas internacionales tuvieron sobre la economía peruana. Nos hemos centrado en la crisis de 1929, pero a modo de antecedente reseñamos también las crisis de 1873 y 1893, que fueron muy importantes en la configuración del estado en el Perú y su manera de relacionarse con la economía.


Así como en la vida de las personas, también en las sociedades las crisis suelen ser una oportunidad para cambiar internamente las cosas y reorientar el rumbo hasta entonces seguido. En cierta medida ello sucedió con ocasión de las crisis que aquí tratamos, aunque el cambio no fue siempre en la dirección deseable: en 1873 nos enrumbó hacia una guerra de muy mal pronóstico; veinte años después nos orientó hacia una forma de economía oligárquica, de rápido crecimiento pero mala distribución; en 1929sirvió sobre todo para reforzar el papel del Estado.

La economía peruana ha sido definida corrientemente como «pequeña y abierta» (Thorp & Bertram, 1985; Mendoza & Herrera, 2006). Tales características configurarían un escenario propicio para hacer del país una criatura fuertemente expuesta a los vaivenes del comercio mundial y, sobre todo, a sus cíclicas depresiones. Lo de pequeña no tiene mucha vuelta que darle. aunque entre los dos centenares de «países» registrados por el Banco Mundial el Perú ocupa el puesto número veinte en cuanto a extensión territorial y el número cuarenta en cuanto a tamaño demográfico, retrocede hasta el puesto 54 en lo que respecta a la magnitud de su producto bruto interno (Banco Mundial, 2009). Para el año 2008 este representaba solamente dos milésimas del total mundial. No obstante, en algunos casos, notables sobre todo en el siglo XIX, la economía peruana llegó a detentar posiciones monopólicas o cuasi monopólicas sobre algunos productos importantes para el devenir de la economía del planeta, como fueron los fertilizantes naturales.
Lo de «abierta» puede ser más discutible, puesto que durante algunos lapsos de su historia como nación independiente el país ha estado guarnecido del mundo, ya por la distancia y el consiguiente costo del transporte, ya por elevados gravámenes fiscales impuestos al comercio o, simplemente, por el caos político interno, que alejaba a potenciales inversionistas y comerciantes del exterior.Sin embargo, es cierto que un país como el Perú, cuya economía se organizó desde el siglo XVI como una proveedora de recursos naturales para el mundo desarrollado, no podía darse el lujo de marchar aislado de la economía mundial. Una vez abierta la cuenca del Pacífico al intercambio comercial masivo en el tercer cuarto del siglo diecinueve, la economía peruana pudo integrarse al comercio mundial más estrechamente de lo que había estado durante el periodo colonial. El guano y el salitre aparecieron entonces como los «facilitadores» de nuestro nuevo matrimonio con el mercado mundial.
Las grandes crisis de la economía mundial han significado para las economías pequeñas y abiertas la disminución de su comercio exterior y el cese de las inversiones y préstamos desde el mundo desarrollado. Mientras más dependiente de estos flujos haya sido la economía peruana en el periodo anterior a la crisis, más grande sería el impacto de esta. De otro lado, mientras de más herramientas haya estado pertrechado el gobierno para conjurar los efectos de la crisis mundial, más pudo hacer para mitigarlas. En cierta forma podemos decir que fue al compás de las crisis que el estado aprendió a desarrollar estas herramientas. Finalmente, las medidas para mitigar los efectos de la crisis favorecen y desfavorecen a distintos actores económicos y políticos del país, por lo que suelen darse en medio de una lucha interna.

2. Antecedentes de la gran depresión: Crisis de 1873.

La primerasituación seria de este tipo que hubo de enfrentar el Perú sucedió en 1873, cuando el mercado de capitales quedó cerrado para él a raíz de la depresión europea iniciada ese año. Desde mediados de la década anterior el país se había vuelto un cliente habitual de los mercados financieros europeos. La bonanza de los fertilizantes le permitió levantar préstamos con relativa facilidad, lo que no era normal tratándose de un país de los trópicos. No existía inversión extranjera. Un todavía extendido recelo hacia lo foráneo (quizás heredado del largo encierro colonial hispano) hacía que las leyes impidieran a los extranjeros (incluso si se trataba de inmigrantes ya residentes) ser titulares de recursos naturales como las minas; pero sí había un nutrido comercio activo y pasivo con ropa y el resto del mundo.
La depresión de 1873 también golpeó a la economía con una caída en los precios de las exportaciones, que descendieron entre un 10 y 20 por ciento para los bienes que constituían las principales exportaciones peruanas (guano y salitre) . En cuanto a las cantidades exportadas, estas habían venido cayendo desde 1870 y como una forma de neutralizar el descenso de los precios, los exportadores procedieron a un aumento de los volúmenes. En el caso del azúcar, el volumen de la exportación no cayó, por ejemplo, después de 1872; antes en cambio subió vigorosamente (Hunt, 1973). El cuadro 1 muestra que la caída en el valor de las exportaciones duró prácticamente solo dosaños (1874-1875) y tuvo una magnitud menor al 10%. Las importaciones solo se resintieron en 1874, siguiendo en lo demás el curso de las exportaciones.
Cuadro 1: Algunos indicadores de la economía peruana en la década de 1870 (cifras en índices: 1872 = 100)

Años | volúmen de las exportaciones | valor corriente de las exportaciones | valor corriente de las importaciones | ingresos del estado* |
1870 | 128 | 110 | 88 | 68 |
1871 | 122 | 112 | 92 | 75 |
1872 | 100 | 100 | 100 | 100 |
1873 | 101 | 115 | 112 | 105 |
1874 | 152 | 105 | 106 | 66 |
1875 | 115 | 105 | 126 | 54 |
1876 | 131 | 113 | 154 | 67 |
1877 | 138 | 170 | 184 | 33 |
1878 | 144 | 135 | 177 | 28 |
* Ingresos incluyen operaciones de crédito interno y externo.

Fueron los ingresos del estado el rubro más afectado por la depresión mundial de 1873, y en verdad no se recuperarían por más de dos décadas. El gobierno peruano de la época tenía una forma muy peculiar de agenciarse ingresos, ya que en su mayor parte estos no provenían de la recaudación fiscal —como sería lo normal en una economía nacional— sino que recibía el dinero de las ventas de guano que las casas consignatarias realizaban en nombre del estado peruano. Entre 1870 y 1872, la más importante de estas casas, la Dreyfus hermanos, contrató un fuerte préstamo en Europa para el gobierno peruano. A raíz de la crisis, el flujo de crédito externo se cerró abruptamente; en 1876, una vez constatado que no sería factibleconseguir nuevos préstamos, el estado declaró la suspensión de pagos de su deuda externa. Desde entonces pasarían treinta años hasta que la hacienda peruana volviese a recibir un préstamo internacional. El dinero del endeudamiento externo había venido siendo usado principalmente para la obra de los ferrocarriles, que debieron quedar suspendidos desde 1876, cuando una sola de las ocho líneas proyectadas había sido concluida. Entre 1874 y 1876 el gobierno recurrió al crédito interno, obligando a los bancos locales a prestarle dinero como condición para que pudieran seguir emitiendo billetes, que era su forma corriente de operación (Camprubí, 1957).

Como esta medida fue acompañada por la declaración de inconvertibilidad de estos billetes, que eran la masa monetaria en circulación más importante de la economía, la moneda se devaluó y se elevaron los precios. La falta de un índice de precios para los años de 1870 nos ha impedido ofrecer en el cuadro anterior los valores deflactados, pero aproximadamente podemos señalar que a partir de 1876 dichas cifras deberían rebajarse en un treinta por ciento. Entre 1874 y 1877 hubo convulsiones políticas en el país, contra los gobiernos de Pardo y Prado, denunciados como «la argolla» civilista en el poder. Ocurrieron sobre todo en la zona sur y han sido poco investigadas todavía, pero pudieron tener entre sus resortes la desocupación provocada por la interrupción de los trabajos ferroviarios, el corte en el suministro defondos fiscales desde Lima hacia el interior —con el que se contentaba a la clientela del gobierno de turno— y el encarecimiento de los precios.
En el largo plazo, la consecuencia más importante de la depresión de 1873 fue la guerra del salitre, que estalló en abril de 1879 entre la alianza peruano-boliviana y Chile. La estatización de las exportaciones de salitre (el así llamado «estanco del salitre») y la posterior estatización de las empresas productoras de salitre (en 1873 y 1875, respectivamente) fueron medidas con las que el estado intentó mejorar sus ingresos. Esta política de control y aprovechamiento fiscal del salitre terminó colisionando con los deseos paralelos de los gobiernos chileno y boliviano, quienes, agobiados por la misma crisis mundial, también miraban hacia los yacimientos (ubicados precisamente en la frontera entre las tres naciones), con angurria y esperanza (Centeno, 1997). Perdida la guerra por la alianza peruano-boliviana, los indicadores mostrados en el cuadro 1 empeoraron dramáticamente. Después de la guerra, hacia finales de la década de 1880, las exportaciones peruanas medidas en libras esterlinas eran aproximadamente la mitad de las del año 1870 y el nivel de los ingresos del estado (ahora sí reducidos a entradas de naturaleza tributaria) había caído más o menos a una sexta parte. Los nuevos ni- veles eran apenas un poco superiores (en cifras nominales) a los de los años siguientes a la independencia, y en términos per cápita eransin duda menores. La crisis había implicado así un retroceso de más de cincuenta años. si el estado pudo sobrevivir fue porque la mitad de los ingresos se destinaba antes al servicio de la deuda, y una buena parte del resto se consumía en pensiones de gracia, generosos montepíos y sinecuras, de modo que su suspensión no venía a desatender servicios públicos esenciales.
La crisis de 1873 dejó varias lecciones para el país. La primera: la necesidad de montar un esquema de ingresos fiscales más diversificado y menos dependiente del crédito internacional y los estancos sobre los recursos naturales (que funcionaban como la garantía para dichos créditos). Era fundamental contar con el crédito interno como un canal de ingresos que pudiese estabilizar las finanzas del gobierno en situaciones de emergencia. Para ello eran importantes los impuestos de origen interno, los bancos y la bolsa de valores, que en el ciclo económico siguiente pasaron a ser entidades apoyadas y promovidas por el Estado.

3. La crisis de 1893

Cuando la economía comenzaba a recuperarse sobre la base de nuevas exportaciones que, aunque de un carácter primario, estaban al menos diversificadas tanto sectorial como regionalmente, advino una nueva crisis internacional. Esta ocurrió en 1893, y se manifestó tanto bajo la forma de un cese en el flujo de préstamos e inversiones del exterior, cuanto de una caída en los precios de las materias primas. Lo primero no nos afectaba casi nada, porque aunqueacabábamos de arreglar la deuda externa pendiente desde antes de la guerra, aún no éramos sujeto de crédito internacional y habíamos discurrido ya veinte años sin él. Tampoco llegaba por esos años una importante inversión extranjera, aunque había comenzado a asomar algún interés por la minería del oro entre las empresas británicas y norteamericanas, a raíz de la progresiva y constante elevación de su precio en las últimas décadas.
Lo que tuvo un mayor efecto fue la baja de los precios del azúcar, el algodón y los metales. A inicios de la década de 1890 las exportaciones (que aún no habían recuperado el nivel de antes de la guerra) estaban dominadas principalmente por el azúcar y la plata, siguiendo en importancia las lanas, el caucho y el algodón. Todos estos productos, menos el caucho, sufrieron severas caídas de precio a partir de 1893, o incluso desde antes. El caso menos grave fue el de la lana, pero en el caso de la plata y el azúcar el descenso fue sensible e irreversible por muchos años (ver cuadro 2).
Cuadro 2: Precios en Inglaterra de las principales exportaciones peruanas,
1890-1910 (1892 = 100)

Años | Azúcar | Plata | Lanas | Caucho | Algodón |
1890 | 96 | 120 | 118 | 89 | 143 |
1891 | 100 | 112 | 107 | 108 | 112 |
1892 | 100 | 100 | 100 | 100 | 100 |
1893 | 106 | 90 | 100 | 87 | 110 |
1894 | 83 | 72 | 98 | 91 | 91 |
1895 | 74 | 75 | 93 | 94 | 91 |
1896 | 80 | 78 | 97 | 91 | 103 |
1897 | 68 | 70 | 92 | 100 | 94 |
1898 | 70| 67 | 93 | 112 | 79 |
1899 | 78 | 67 | 99 | 126 | 85 |
1900 | 83 | 70 | 109 | 129 | 131 |
1901 | 68 | 67 | 86 | 104 | 113 |
1902 | 54 | 60 | 86 | 100 | 116 |
1903 | 63 | 63 | 95 | 112 | 144 |
1904 | 76 | 67 | 100 | 139 | 157 |
1905 | 81 | 70 | 107 | 151 | 121 |
1906 | 63 | 78 | 117 | 158 | 142 |
1907 | 68 | 75 | 118 | 155 | 156 |
1908 | 72 | 63 | 107 | 119 | 136 |
1909 | 76 | 60 | 109 | 142 | 151 |
1910 | 81 | 63 | 117 | 191 | 191 |
Fuente: Thorp & Bertram, 1985, p. 500.

Para 1894, la plata y el algodón habían perdido un 40 y un 36 por ciento de su valor respecto de 1890, mientras el azúcar y las lanas, un 13 y 17 por ciento, respectivamente. El caucho tenia en cambio un precio ascendente, pero era el producto cuya economía se relacionaba menos con la del resto del país (aunque si creo un boom comercial en el oriente, donde llego a dar a luz a toda una ciudad, como fue el puerto fluvial de Iquitos).
Entre 1892 y 1894 (año este ultimo que coincidió con una pésima campana agrícola, debido a fenómenos naturales) las exportaciones cayeron a menos de la mitad; el nivel de 1892 en cuanto a valor de las exportaciones no se recupero hasta cinco anos mas tarde. Las importaciones se resintieron en una magnitud parecida y la recuperación del nivel de 1892 tuvo que esperar hasta 1900 (ver cuadro 3).
Una diferencia con la crisis anterior es que en los anos de 1870 las exportaciones pertenecían al gobierno, aunque fueran compañíasparticulares las que en su nombre extraían los recursos naturales y los comercializaban; mientras en los anos de 1890 las exportaciones eran de los particulares. La caída de las exportaciones, así como el descenso del precio internacional de la plata, que era el soporte monetario de la nueva masa circulante en el país después de la guerra del salitre, llevaron a la devaluación de la moneda: de un tipo de cambio de seis soles y medio por libra esterlina en los inicios de los anos noventa, se paso a uno de diez soles a partir de 1895 (Boloña, 1994, p. 296).
Thorp y Bertram (1974) detectaron en los anos de 1890 un impulso industrial en la economía peruana, como secuela de la crisis internacional. Las importaciones se habían encarecido a raíz de la devaluación, reorientando la demanda hacia la producción nacional, al tiempo que los emergentes sectores de exportación demandaban una amplia variedad de insumos y herramientas que podían proveerse localmente.
Los ingresos del gobierno también se vieron afectados. Aunque este no contaba con financiamiento externo, ni las exportaciones le pertenecían, sus ingresos estaban prendidos del comercio exterior por la vía de los derechos de aduana sobre las importaciones. Estos derechos representaban en los inicios de los anos noventa un 70% del total de ingresos del Estado central (Boloña, 1994, p. 77). El decrecimiento de las importaciones se traslado a la recaudación de aduanas y provoco el desmoronamiento de los ingresos delgobierno (véase el cuadro 3). Lamentablemente no se cuenta con información de los ingresos fiscales para los anos de 1894-1895, que debieron ser los de peor registro. Fueron los anos de la guerra civil entre el gobierno de Andrés A. Cáceres y la coalición dirigida por Nicolás de Piérola, apoyado esta vez por el recompuesto Partido Civil.

Cuadro 3: indicadores de la economía peruana entre 1890-1900 (índice: 1892 = 100)

Años | volumen de las exportaciones | valor de las exportaciones | valor de las importaciones | Ingresos del Estado |
1890 | 72 | 72 | 95 | 53 |
1891 | 83 | 70 | 109 | 97 |
1892 | 100 | 100 | 100 | 100 |
1893 | 100 | 77 | 57 | 87 |
1894 | 92 | 44 | 48 | s.d. |
1895 | 90 | 56 | 53 | s.d. |
1896 | 103 | 83 | 85 | 143 |
1897 | 138 | 111 | 82 | 154 |
1898 | 150 | 120 | 98 | 159 |
1899 | 153 | 122 | 95 | 171 |
1900 | 167 | 179 | 118 | 166 |
s.d. = sin dato.
Fuente: para el volumen de las exportaciones: Hunt, 1973, p. 66; para el valor del comercio exterior: MHC, 1926, p. 34; para los ingresos del estado: hasta 1897, alfageme et al. 1992, p. 100; desde 1898: MHC, 1926, p. 118.

La erosión de los ingresos públicos a raíz de la caída en la recaudación de las aduanas, trato de ser contrarrestada apretando la mano en la recaudación de los impuestos internos —como la contribución personal—, pero con un gobierno de poco consenso entre la población. Ello no sirvió más que para debilitarlo todavía más, al punto de que el general Cáceres(verdadero poder tras el trono) hubo de volver al sillón presidencial, atropellando varios mecanismos legales. La guerra civil de 1894-1895, que vino a cerrar el ciclo de las guerras civiles como forma de alternancia en el poder en el Perú, y el derrumbe del militarismo de la pos guerra pueden verse así como una consecuencia de la crisis mundial de 1893.
El hecho de que de los tres millones de habitantes que por los anos de 1890 tenía el Perú, dos millones viviesen dentro de una economía de subsistencia, ayudo a mitigar los efectos de la crisis de 1893. Aparte de provocar la caída del a‰Ssegundo militarismoa‰«, la crisis llevo a la introducción de los impuestos al consumo sobre los bienes de uso masivo, de rendimiento más estable que los basados en el comercio exterior, al tiempo que disuadió por largo tiempo la idea de gravar a los exportadores, que eran la elite económica más poderosa del país. Ellos salieron fortalecidos de la crisis, ya que además de conseguir una prolongada exención fiscal, se beneficiaron con la devaluación del sol.
Por ultimo, la retracción de las importaciones, junto con la devaluación, estimularon un proceso de industrialización en las principales ciudades del país.

4.- La gran depresión de 1929.

Superada la crisis de 1893 hubo algunas breves coyunturas de enfriamiento de los negocios en las primeras décadas del siglo veinte, hasta la gran depresión iniciada en 1929. Esta tuvo un mayor impacto en la economía en la medida en que,precisamente a raíz del auge exportador y la expansión del transporte y la educación impulsados por los gobiernos desde 1900, el grado de compromiso del país con el comercio había crecido significativamente. La crisis de 1929 se manifestó para el Perú bajo la forma de una importante caída en el precio de las exportaciones, en la interrupción del flujo de préstamos desde el exterior para el gobierno y en el cese de las inversiones foráneas, hasta el punto de llegar a la desinversión y la consiguiente liquidación de la inversión previa. Como en una reacción en cadena, los precios internos también se derrumbaron, al punto de que en 1933 se habían reducido en promedio en Lima en un 24% respecto al año 1927. Una deflación así no se conocía en Lima desde los tiempos de la posguerra con Chile. La caída del prolongado régimen de Augusto Leguía (1919-1930) fue, por lo menos, precipitada por la crisis mundial. Esta también produjo la quiebra del Banco del Perú y Londres, que era el mas antiguo de los que existían entonces en el Perú, y el que contaba con el mayor numero de oficinas en el país (Quiroz, 1989).
El elemento mas impresionante de la recuperación de la economía peruana en el periodo corrido desde la Paz de Ancón había sido el crecimiento del sector exportador. En libras peruanas, las exportaciones crecieron de un promedio anual de dos millones en el trienio 1890-1892 (el más cercano a la Paz de Ancón que cuenta con cifras para los tres anos consecutivos) a unode veintinueve millones en el trienio 1927-1929. Bruno Seminario y Arlette Beltran llegaron a una cifra similar, cuando calcularon un crecimiento de las exportaciones de catorce veces entre 1896 y 192915. Un ritmo de incremento que supero largamente al de la población y al del resto de la economía. Siguiendo los cálculos de estos autores, el peso de las exportaciones dentro del Producto Bruto Interno peruano paso del 12,4% en 1896, al 27,9% en 1929.
La crisis del 29 provoco un derrumbe de los precios de casi todas las materias primas, salvo el oro, en el comercio mundial. Entre los productos cuyo precio se vio mas castigado figuraron los mineros, como el cobre y la plata, que tenían un lugar importante en el comercio exterior peruano; también afectaron al azúcar y el algodón, que eran otras importantes exportaciones (véase cuadro 4). En el año 1933 los precios comenzaron a recuperarse, pero al cerrar la década en ningún caso habían regresado al nivel de 1929.
Cuadro 4: Precios de algunas de las principales exportaciones peruanas, 1929-1940 (en centavos de dólar por libra de peso, salvo en el caso de la plata, que es dólares por onza)

Años | Plata | Cobre | Plomo | Zinc | Azúcar | Algodón |
1929 | 0,533 | 18,1 | 6,7 | 6,5 | 2 | 16,6 |
1930 | 0,384 | 13 | 5,4 | 4,6 | 1,4 | 9,6 |
1932 | 0,282 | 5,6 | 3 | 3 | 0,8 | 7,2 |
1933 | 0,347 | 7 | 3,7 | 3,7 | 0,8 | 10,8 |
1935 | 0,642 | 8,6 | 3,9 | 3,9 | 0,8 | 11,6 |
1937 | 0,448 | 13 | 5,9 | 5,9 | 1,1 |8,7 |
1939 | 0,39 | 10,7 | 4,9 | 4,9 | | 10,1 |
1940 | 0,34 | 10,8 | 5 | 5 | | 11 |
Fuente: Bardella, 1989, p.274.

Para 1932 las exportaciones se habían contraído tanto en valor como en volumen, representando entonces solamente un 28 y un 75 por ciento respectivamente del nivel de 1929 (véase cuadro 5). Aunque para 1933-1934 ya se había recuperado el volumen de exportaciones de antes de la crisis, recuperar su valor tardaría muchos años más.

Cuadro 5: La crisis de 1929 y las exportaciones peruanas

Años | valor exportado en millones de soles corrientes | valor exportado en millonesde dólares corrientes | índice de valor exportado en millones de us$ corrientes (1929= 100) | volumen exportado en miles de toneladas métricas | índice de volumen exportado (1929 = 100) |
1927 | 312* | 116,4 | 87 | 1713 | 79 |
1928 | 315,9* | 125,4 | 94 | 1799 | 83 |
1929 | 335,1* | 134 | 100 | 2157 | 100 |
1930 | 236 | 83,4 | 62 | 2021 | 94 |
1931 | 197,4 | 55 | 41 | 1708 | 83 |
1932 | 178,5 | 38,1 | 28 | 1610 | 75 |
1933 | 257 | 48,4 | 36 | 2124 | 98 |
1934 | 305,1 | 70,3 | 52 | 2526 | 117 |
1935 | 308,4 | 73,7 | 55 | 2631 | 122 |
1936 | 335,8 | 83,5 | 62 | 2758 | 128 |
1937 | 365,4 | 92,3 | 69 | 2776 | 129 |
1938 | 342,1 | 76,5 | 57 | 2343 | 109 |
1939 | 381,4 | 69 | 51 | 2088 | 97 |
1940 | 405,8 | 65,8 | 49 | 1770 | 82 |
1941 | 494,1 | 76 | 57 | 1977 | 94 |
1942 | 495 | 76,2 | 57 | 2019 | 94 |
1943 | 460,3 | 70,8 | 53 |1957 | 91 |
1944 | 547,3 | 84,2 | 63 | 1903 | 88 |
1945 | 674,5 | 103,8 | 77 | 1893 | 88 |
1946 | 983,6 | 145,7 | 109 | 1762 | 82 |
1947 | 1002,9 | 80 | 60 | 1583 | 73 |
1948 | 1055,8 | 75,1 | 56 | 1726 | 80 |
1949 | 2107,5 | 115,8 | 86 | 1751 | 81 |
1950 | 2886,8 | 187,1 | 140 | 1801 | 83 |
* Para estos años consideramos las cifras no rectificadas posteriormente. a partir de los años cuarenta los extractos estadísticos (que pasaron a llamarse anuarios) dejaron de «corregir» las cifras para estos años, como lo habían venido haciendo durante los años treinta, con el aparente interés de disminuir la caída de la economía peruana a raíz de la crisis mundial.
Fuentes: MHC, 1951 y 1957. Para la conversión de las cifras en soles a dólares, tomamos el tipo de cambio de Carlos Boloña, 1994, pp. 295-296.

A lo largo del periodo de crisis y estancamiento, la composición de las exportaciones fue sufriendo variaciones. El cobre y el algodón fueron en principio los más afectados. El algodón se recupero a partir de 1933 y todos los autores han destacado su papel fundamental en sacar al Perú de la crisis. Tras la Segunda Guerra Mundial los primeros puestos en el ranking de las exportaciones peruanas habían sufrido variaciones, a favor de los sectores controlados por el capital nacional. Eran ahora el algodón y el azúcar los principales animadores de las exportaciones, asomando además de forma importante nuevos productos con presencia de capital nacional, comoel plomo, el zinc y la pesca.

5.- Los efectos de la crisis en el empleo y la demanda interna.

Varias fueron las vías por las que la crisis del comercio mundial se traslado a la economía de los sectores populares del país. Una fue el desempleo en los sectores de exportación. Este ocurrió principalmente en la minería: en 1932 este sector había desempleado a más o menos la mitad de la fuerza laboral que ocupaba cuatro años atrás. También se registro desempleo en el caso de las plantaciones y refinerías azucareras, con caídas de un 20% en el caso de los braceros de campo entre las mismas fechas. No tenemos cifras del empleo en la agricultura del algodón en vísperas de la crisis, pero por lo que puede verse en el cuadro 6, básicamente mantuvo su número de trabajadores, que era el más grande del sector exportador. A partir de 1933-1934 lo incremento rápidamente, hasta el punto que en 1936 mas que duplicaba la cantidad de hombres empleados.

Cuadro 6: evolución del número de trabajadores en el Perú en renglones económicos de exportación, antes y después de la crisis de 1929

Ramo | 1924 | 1928 | 1932 | 1936 | 1940 |
Caña de azúcar | 25.561 | 25.732 | 20.506 | 20.454 | 23.444 |
Elaboración de azúcar | 4.490 | 4.419 | 4.054 | 4.006 | 4.314 |
Algodón | 40.557* | n.d. | 40.360 | 105.457 | 117.726 |
Minería (obreros) | 20.238 | 25.430 | 13.004 | 29.428 | 35.486 |
Minería (empleados) | 2.420 | 3.045 | 1.193 | 1.589 | 2.186 |
* Corresponde a 1923.Fuente: MHC 1950, pp. 344-345 y 450-458.

Algodón y azúcar eran cultivos producidos en la región de la costa por grandes haciendas o, en el caso del algodón, también medianos propietarios que vendían su cosecha a los grandes establecimientos, que contaban con maquinas desmotadoras. La población de los departamentos serranos aledaños solía a‰Sbajara‰« a trabajar estacionalmente a las plantaciones costeras, siguiendo el método del enganche, lo que creaba un vínculo entre la economía de exportación y las economías campesinas del interior. Mientras la agricultura azucarera operaba bajo un modelo de a‰Splantacióna‰«, en el que predominaba una numerosa mano de obra de baja calificación y baja remuneración, en la del algodón funcionaba el modelo de colonato o yanaconaje, mediante el cual el propietario encargaba a una familia campesina el cultivo y cuidado de una parcela. Esta familia solía contratar, al menos eventualmente, el trabajo adicional de peones o jornaleros (Thorp & Bertram, 1985; Peloso, 1999). Este sistema permitía una mas amplia redistribución de las ganancias. El geógrafo italiano Antonello Gerbi, que preparo algunas obras sobre la realidad peruana con ocasión del cincuentenario de la fundación del Banco Italiano (1939), reseñó que la mitad de la población de la costa del país vivía del algodón (Thorp & Bertram, 1985, p. 260).
La producción minera, en cambio, se localizaba en la sierra. Las unidades productivas eran sobre todo grandes empresas,aunque también existían otras de todo tamaño, que vendían a las grandes su producción, al no contar con un sistema propio de concentración o refinación de los minerales. La mano de obra era tanto fija como estacional. Esta última predominaba sobre todo en las pequeñas empresas.
De otro lado, la unificación monetaria emprendida en el país desde los anos finales del siglo XIX había ido avanzando. A partir de 1897 se había adoptado el patrón oro, creando la Libra peruana de oro como signo monetario nacional, con un valor equivalente a diez soles, acunados en monedas de plata. Los billetes fiscales fueron desapareciendo, en la medida que el gobierno introdujo los impuestos al consumo de bienes de uso masivo, que debían pagarse en la única moneda nacional reconocida. La dualidad monetaria —que consistía en vender al exterior a cambio de moneda fuerte y pagar a la mano de obra y los proveedores locales con moneda débil— con que los exportadores habían podido salir de la crisis de 1893, no podía repetirse.
El gobierno de Luis M. Sánchez Cerro, que derroco a Leguía en agosto de 1930, prohibió la reducción de salarios y los despidos mediante decreto del 17 de octubre del mismo año. Un nuevo intento de recortar los salarios de los trabajadores públicos provoco la caída del ministro de Hacienda, Manuel Olaechea, en enero de 1931 (Basadre, 1968-1969, t. XIV, pp. 94 y ss.). La serie de salarios reales que reconstruyó Shane Hunt (1980) muestra que los salarios en el sector deexportación no sufrieron merma durante los anos de la crisis, salvo en el caso del algodón (véase cuadro 7). De acuerdo a Edwin Kemmerer, un observador de la crisis en tiempo real, los salarios habían subido en varias naciones latinoamericanas desde los años veinte, como efecto de las ambiciosas obras públicas emprendidas en esa década, produciéndose durante la depresión un a‰Sefecto reténa‰« que había impedido su ajuste hacia abajo (Thorp & Londono, 1988, p. 129). El desempleo también ocurrió por la suspensión de dichas obras públicas que, con financiamiento externo, habían venido haciéndose en los años previos a la crisis.
Cuadro7: evolución de los salarios reales en la agricultura de la costa y la minería peruanas (obreros), 1924-1940 (1924 = 100)

Años | Campos azucareros | Campos algodoneros | Minería | Total industrias extractivas |
1925 | 93 | | 91 | 91 |
1928 | 98 | | 113 | 109 |
1932 | 101 | 67 | | 187 |
1936 | 114 | 88 | | 126 |
1940 | 109 | 73 | | 121 |
Fuente: Hunt, 1980.

La contracción de las exportaciones fue acompañada, de forma incluso amplificada, por la del comercio pasivo, expresando la perdida de la capacidad importadora de la economía y el empobrecimiento del sector comercial del país. La reducción de las importaciones implico la disminución de la actividad del transporte y la del comercio mayorista y minorista (Basadre, 1968-1969, t. XIV, p. 94). Para 1932 las importaciones se habían reducido al 21% y no retornaron(en dólares corrientes) a los niveles de 1929 hasta los anos de la Segunda Guerra Mundial y, si tomáramos en cuenta el crecimiento demográfico y la devaluación del dólar, hasta después de ella (véase cuadro 8 y grafico 1).

Cuadro 8: comercio de importación en el Perú, 1927-1950

Años | valor en millones de soles corrientes | valor en millones de dólares corrientes | índice de valor en millones de us$ corrientes (1929 = 100) | volumen importado, en miles de tons. métricas | índice de volumen importado (1929 = 100) |
1927 | 193,6 | 72,4 | 95 | 620 | 103 |
1928 | 176,3 | 69,8 | 92 | 559 | 93 |
1929 | 189,9 | 76 | 100 | 604 | 100 |
1930 | 140,3 | 49,5 | 65 | 427 | 71 |
1931 | 102,5 | 28,4 | 37 | 317 | 52 |
1932 | 76,9 | 16,2 | 21 | 234 | 39 |
1933 | 107,4 | 20,2 | 27 | 259 | 43 |
1934 | 171,3 | 39,4 | 52 | 385 | 64 |
1935 | 181,1 | 43,2 | 57 | 502 | 83 |
1936 | 200,5 | 49,9 | 66 | 555 | 92 |
1937 | 236,2 | 59,6 | 78 | 570 | 94 |
1938 | 260,2 | 58,2 | 77 | 551 | 91 |
1939 | 255,8 | 46,3 | 61 | 500 | 83 |
1940 | 318,7 | 51,7 | 68 | 474 | 78 |
1941 | 357,8 | 55,1 | 73 | 432 | 72 |
1942 | 338,7 | 52,2 | 69 | 387 | 64 |
1943 | 449,4 | 69,1 | 91 | 380 | 63 |
1944 | 514,4 | 79,1 | 104 | 506 | 84 |
1945 | 549,8 | 84,6 | 111 | 469 | 78 |
1946 | 802,3 | 118,8 | 156 | 541 | 90 |
1947 | 1092,3 | 87,1 | 115 | 576 | 95 |
1948 | 1090,6 | 77,7 | 102 | 508 | 84 |
1949 | 2692,1 | 148 | 195 | 602 | 100 |
1950 | 2867,4 | 185,8 | 244 |641 | 106 |
Fuente: MHC, 1951, p. 481.

Es interesante comprobar que el volumen de las importaciones no cayó tanto como su valor, lo que indica que los precios de los bienes importados también disminuyeron, aunque menos que el valor de las exportaciones, con la consiguiente perdida de los términos de intercambio (véase grafico 2) .

6. La reacción de la política económica.

La opinión de los principales estudiosos de la política económica del gobierno durante la gran depresión no es uniforme. Rosemary Thorp juzgo que dicha reacción fue pasiva: a‰SPerú reaccionó más que accionó, y dejó esencialmente que la recuperación viniera por cuenta propia, vía los precios internacionalesa‰« (Thorp & Londoño, 1988, p. 134). Una consecuencia de ello habría sido que a‰S […] la reorientación de la economía peruana en los anos que siguieron a la depresión fue [se] mínima, en comparación con la de otros países latinoamericanos; […] a‰« (Thorp & Bertram, 1985, p. 216). Entre los años veinte y treinta hubo más continuidad que ruptura. Paulo Drinot consideró que los principales efectos de la crisis sobre la política peruana no fueron de tipo económico, antes en cambio de orden social y político: el Estado peruano fue estimulado a desarrollar a‰Spolíticas socialesa‰«, jaqueado de un lado por el desempleo provocado por la crisis internacional y, por otro, por los nuevos partidos no oligárquicos, como el APRA y el comunista (2009, p. 10-11).
Roxanne Cheesman mostro en cambio unapolítica mas activa de los gobiernos peruanos, especialmente en el periodo de los presidentes Sánchez Cerro y Samanez Ocampo (1930-1933). Considero que la crisis se vio amplificada en el Perú por la política financiera de a‰Sexagerado crecimiento del gasto publicoa‰« del gobierno de Leguía. Con el crack se cortaron los créditos al gobierno, lo que añadió mas leña al fuego de la crisis. Para la recuperación concluyo que un punto importante fue el conflicto entre las recomendaciones a‰Sortodoxasa‰« de la misión Kemmerer y las demandas por devaluación, expansión monetaria y suspensión del pago de la deuda externa que reclamaban varios actores de la escena nacional. Habría sido el triunfo de esta última postura el factor que alivio los efectos de la crisis internacional y mejoro las posibilidades de reactivación a partir de 1933 (Cheesman, 1986, p. 263-298).
Los ingresos del gobierno fueron sin duda una de las grandes victimas de la depresión iniciada en 1929. Durante el régimen del Oncenio el déficit fiscal creado por el gasto en obras de irrigación, caminos y el embellecimiento de Lima fue resuelto con endeudamiento externo (Cheesman, 1986). Ese fue el canal que desapareció rápidamente con la crisis mundial (véase cuadro 9).
Consecuentemente, el gobierno decidió la suspensión del servicio de la deuda externa en abril de 1931. Pero también se erosionaron los ingresos fiscales. Medidos en dólares estos cayeron de 56 a 19 millones de dólares entre 1929 y 1932; es decir: seredujeron a una tercera parte. Sin embargo, tratándose de ingresos tributarios destinados a ser gastados internamente, lo correcto es tomar en cuenta el índice de precios local, lo que disminuiría la caída de estos ingresos a solamente un 29% (de 140 a 105 millones de soles). Recién en 1946 se conseguiría recuperar el nivel de los ingresos públicos de antes de la depresión, medidos en dólares estadounidenses; aunque varios anos antes (ya para 1938) ajustados al poder de compra de la moneda local. Lo importante, sin embargo, es que para entonces la estructura de los ingresos había cambiado, puesto que descansaban casi exclusivamente en los ingresos tributarios previstos en el presupuesto.

Cuadro 9: ingresos públicos en el Perú, 1927-1954 (en millones de soles)

Años | Ingresos efectivos de presupuesto | Ingresos por operaciones de crédito | Total de ingresos* | Total en dólares u.s: | Total aplicando el índice de Precios de Lima (1929=100) |
1927 | 107 | 147 | 254 | 95 | 230 |
1928 | 122 | 102 | 224 | 89 | 219 |
1929 | 140 | 10 | 165 | 66 | 165 |
1930 | 119 | 18 | 148 | 52 | 151 |
1931 | 100 | 1 | 129 | 36 | 143 |
1932 | 87 | 2 | 91 | 19 | 105 |
1933 | 103 | --- | 107 | 20 | 125 |
1934 | 126 | --- | 127 | 29 | 146 |
1935 | 140 | 1 | 141 | 34 | 161 |
1936 | 160 | 36 | 202 | 50 | 221 |
1937 | 173 | 2 | 193 | 49 | 201 |
1938 | 185 | 22 | 222 | 50 | 229 |
1939 | 180 | 17 | 208 | 38 | 216 |
1940 | 185 | 26 | 219 | 35 | 212 |
1941 |229 | 32 | 268 | 41 | 236 |
1942 | 275 | 24 | 310 | 48 | 233 |
1943 | 346 | --- | 351 | 54 | 221 |
1944 | 386 | 17 | 410 | 63 | |
1945 | 431 | 1 | 435 | 67 | |
1946 | 609 | 45 | 662 | 98 | |
1947 | 930 | 5 | 956 | 76 | |
1948 | 1021 | 4 | 1122 | 80 | |
1949 | 1175 | 1 | 1178 | 65 | |
1950 | 1728 | --- | 1728 | 112 | |
* El total no coincide siempre con la suma de las dos columnas anteriores, ya que no hemos considerado una tercera categoría de ingresos, que era la de aquellos que no consistiendo en operaciones de crédito, tampoco provenían de la ley de presupuesto; es decir, ingresos eventuales o extraordinarios no previstos y que no generaban tampoco endeudamiento.
Fuente: MHC, 1951, pp. 686-687 y 1957, 612. La conversión a dólares se hizo sobre la base de la tasa de cambio ofrecida por Boloña, 1994. el índice de precios de lima se tomó de MHC, 1947, p. 330.

Una consecuencia de la crisis fue reducir la dependencia del crédito externo para las finanzas públicas. Ello se consiguió sobre la base de extender la tributación de tipo directo, que prácticamente había desaparecido en el Perú desde que se abolió la contribución indígena en el siglo diecinueve (Díaz Gálvez, 2007). En efecto, los ingresos tributarios hasta 1929 descansaban mayoritariamente en los impuestos indirectos: derechos de aduana e impuestos al consumo. Los impuestos directos consistían en los derechos de exportación y en un recién implantado (1927) impuesto a larenta. Para el primer lustro de los años cincuenta, en cambio, los derechos de exportación, más los impuestos a las utilidades y al ingreso personal virtualmente igualaban en importancia a los impuestos indirectos (véase cuadro 10).

Cuadro 10: composición de los ingresos fiscales peruanos, 1925-1954, en cifras porcentuales

Fuentes del ingreso | 1925-29 | 1930-34 | 1935-39 | 1940-44 | 1945-49 | 1950-54 |
Derechos de importación | 26,6 | 16,4 | 21,7 | 14,3 | 9,4 | 21,5 |
Derechos de exportación | 6,7 | 9 | 9,9 | 15,5 | 21,4 | 16,1 |
Otros derechos de aduana | 2,3 | 1,6 | 1,6 | 10,6 | 16 | --- |
Otros impuestos indirectos | 38,2 | 39,6 | 40,6 | 33,5 | 27,4 | 27,2 |
Otros impuestos directos | 10 | 9,8 | 11,4 | 11,1 | 11,2 | 29,1 |
Otros ingresos | 16,2 | 23,6 | 14,8 | 15 | 14,6 | 6,1 |
Total | 100 | 100 | 100 | 100 | 100 | 100 |
Fuente: Boloña, 1994, pp. 103, 120 y 127

Los derechos de exportación funcionaban en la práctica como un impuesto a las ganancias, puesto que se descontaban del impuesto a las utilidades que al finalizar el ano debía pagar el contribuyente.
El gasto del gobierno también implico una fuerte contracción. En términos reales se redujo de 205 a 114 millones de soles; esto es, de forma aun más dramática que los ingresos. Mientras estos cayeron al 64% del nivel de 1929, aquellos lo hicieron hasta el 56% (véase cuadro 11). Entre los años 1933-34 se desarrollo una política expansiva de gasto, con egresos de 23 y 33 por cientopor encima de los ingresos. Eso detuvo la caída de los precios, como puede comprobarse en el cuadro 11.

Cuadro 11: evolución de los egresos públicos en el Perú, en millones de soles,
1927-1950

Años | Total de egresos | Deficit % respecto del total de ingresos* | Total de egresos ajustados al índice de precios de Lima (1929=100) | Índice del costo de vida en Lima,1913=100 |
1927 | 185 | 27,2 | 167 | 194 |
1928 | 257 | -14,7 | 251 | 181 |
1929 | 205 | -24,2 | 205 | 177 |
1930 | 149 | -0,7 | 152 | 169 |
1931 | 136 | -5,4 | 151 | 158 |
1932 | 99 | -8,8 | 114 | 151 |
1933 | 132 | -23,4 | 154 | 147 |
1934 | 169 | -33,1 | 194 | 150 |
1935 | 139 | 1,4 | 158 | 152 |
1936 | 195 | 3,5 | 214 | 160 |
1937 | 198 | -2,6 | 206 | 170 |
1938 | 265 | -19,4 | 273 | 183 |
1939 | 236 | -13,5 | 245 | 198 |
1940 | 210 | 4,1 | 203 | 222 |
1941 | 328 | -22,4 | 289 | 243 |
1942 | 409 | -31,9 | 307 | |
1943 | 424 | -20,8 | 267 | |
1944 | 508 | -23,9 | | |
1945 | 536 | -23,2 | | |
1946 | 699 | -5,6 | | |
1947 | 971 | -1,6 | | |
1948 | 1094 | 2,5 | | |
1949 | 1143 | 3 | | |
1950 | 1716 | 0,5 | | |
* El signo menos significa que hubo mayor egreso que ingreso; si no hay signo, quiere decir que es positivo: que hubo superávit fiscal.
Fuente: MHC, 1953, p. 637. el índice de precios se tomó de MHC, 1947, p. 330.

La política cambiaria fue el terreno más álgido del debate sobre la política económica a partir de 1930. Enel se enfrentaron los intereses de los exportadores, que pugnaban por la devaluación del sol, y el resto de agentes económicos, como por ejemplo los comerciantes agrupados en la Cámara de Comercio de Lima, a quienes no les convenía un dólar caro (Basadre & Ferrero, 1963, p. 160 y ss.). En varias otras naciones latinoamericanas la crisis del 29 fue una ocasión para montar regímenes de control cambiario, que de paso permitían al gobierno una nueva vía de ingresos. En el Perú no llegaron a implementarse medidas de control, pero la existencia de un Banco Central desde 1922, y con funciones reforzadas a partir de la Mision Kemmerer, en 1931, permitió al gobierno intervenir activamente en el establecimiento del tipo de cambio. En 1930, todavía con Leguía en el poder, se abandono la Libra peruana como unidad monetaria, símbolo de los anos de estabilidad de la oligarquía exportadora, Retornando al sol, ya no de plata, sino de oro. Este tenia, sin embargo menor peso, por lo cual el cambio de la moneda nacional vino en paquete con una devaluación que deslizo el cambio desde los 2,50 soles por dolar, vigente en 1929, hasta los 3,27 en diciembre del ano siguiente (Cheesman 1986, p. 276).

Aunque el gobierno de Sánchez Cerro retiro algunas cargas fiscales sobre la agricultura de exportación, los costos de los exportadores no podían disminuir el mismo ritmo que los precios internacionales. La quiebra del Banco del Perú y Londres en 1930 había empeorado lasposibilidades de crédito; sobre todo para este sector, que había recibido préstamos de dicho banco y, por lo mismo, había provocado su desaparición al incumplir con los pagos. Las medidas del gobierno para apoyar a este sector consistieron en crear al ano siguiente un Banco Agrícola de fomento, con capitales tomados del Banco Central, y propiciar una mayor devaluación del sol, al declarar su inconvertibilidad al oro en mayo de 1932. Producido este hecho el sol cayo hasta los 5,83 soles por dólar en diciembre del mismo ano, aunque en los anos siguientes se recupero hasta ubicarse en torno a los cuatro soles por dólar (Cheesman, 1986, p. 296).
El nivel de precios interno padecía la recesión de la demanda interna ocasionada por la crisis y no aumento con el ritmo de la devaluación, permitiendo a los exportadores ampliar la brecha entre sus costos y sus ventas. El cuadro 13 nos muestra que en verdad los costos internos bajaron entre 1927-1933 alrededor de una cuarta parte, mientras el cambio que los exportadores recibían por sus ventas mejoro en el mismo lapso casi al doble. Después de 1933, la moneda nacional mejoro su estimación, al tiempo que los precios internos retomaron una moderada tendencia al alza, desmejorando la posición de los exportadores. Fue esta política de devaluación y simultanea contención o hasta represión de los precios internos la que devolvió la pujanza a las exportaciones con relativa rapidez.

Cuadro 12: evolución del costo de vida en Lima y delprecio del dólar (en soles)
1927-1941

Años | Precio del dólar u.s. | Indice de precio del dólar (1929=100) | Indice del costo de vida(1929=100) |
1927 | 2,68 | 107 | 110 |
1928 | 2,52 | 101 | 102 |
1929 | 2,5 | 100 | 100 |
1930 | 2,83 | 113 | 95 |
1931 | 3,59 | 144 | 89 |
1932 | 4,69 | 188 | 85 |
1933 | 5,31 | 212 | 83 |
1934 | 4,34 | 174 | 85 |
1935 | 4,19 | 168 | 86 |
1936 | 4,02 | 161 | 90 |
1937 | 3,96 | 158 | 96 |
1938 | 4,47 | 179 | 97 |
1939 | 5,53 | 221 | 96 |
1940 | 6,17 | 247 | 103 |
1941 | 6,5 | 253 | 112 |
Fuente: MHC, 1947, p. 330; Boloña, 1994, p. 295-296.

Dicha política fue posible porque los precios internos parecían pender poco de los bienes importados; en el caso de los alimentos los precios en el mercado internacional de los artículos importados por el Perú también habían caído, de modo que compensaron la elevación en el precio del dólar.

7. De regreso al crecimiento.

La reconstrucción del Producto Bruto interno (PBI) peruano para la primera mitad del siglo veinte realizada por Bruno seminario y Arlette Beltrán (1998) permite evaluar el efecto de la gran depresión de 1929 sobre el conjunto de la economía nacional. El PBI per cápita cayó de 96,5 a 72 soles (con el poder de compra del año 1979) entre 1929- 1932, una contracción del 25%. No obstante, el nivel de 1929 volvió a recuperarse relativamente pronto: en 1936 (véase cuadro 13). Esto refuerza la tesis de Rosemary Thorp de un golpe contundentepero relativamente breve de la crisis mundial del 29 en la economía peruana: el descenso del PBI se mantuvo «solo» durante tres años. De cualquier forma, la tendencia de crecimiento económico de la producción por habitante que existía antes de la crisis no retornó al Perú hasta después de la segunda Guerra Mundial, impulsada por una ola de precios de las materias primas en ascenso.
Cuadro 13: evolución del PBI y del PBI per cápita en el Perú, en soles de 1979,
1927-1941

Años | PBI en millones de soles | Indice del PBI(1929=100) | PBI p.c. | índice del PBI p.c. (1929=100) |
1927 | 443 | 85 | 84,65 | 88 |
1928 | 471 | 90 | 88,71 | 92 |
1929 | 521 | 100 | 96,46 | 100 |
1930 | 461 | 88 | 84,1 | 87 |
1931 | 424 | 81 | 76,05 | 79 |
1932 | 407 | 78 | 71,97 | 75 |
1933 | 453 | 87 | 78,78 | 82 |
1934 | 515 | 99 | 88,02 | 91 |
1935 | 563 | 108 | 94,72 | 98 |
1936 | 590 | 113 | 97,68 | 101 |
1937 | 598 | 115 | 97,41 | 101 |
1938 | 607 | 117 | 97,36 | 101 |
1939 | 610 | 117 | 96,31 | 100 |
1940 | 622 | 119 | 96,63 | 100 |
1941 | 623 | 120 | 95,1 | 99 |
Fuente: seminario &Beltrán, 1998 pp. 156 y 162.

La crisis de 1929 no trajo cambios importantes en la estructura del PBI peruano. La minería siguió siendo el rubro individual mas importante, salvo en los críticos años 1932-1933, en que fue superada por la agricultura para el consumo interno. Su repliegue en los anos de la Segunda Guerra Mundial (a partir de 1939) tuvo que ver con ladecisión del gobierno peruano de acatar el pedido de los Estados Unidos para que no se vendiesen materias primas a los países a‰Sdel ejea‰« ni se subiesen los precios de las materias primas a los países a‰Saliadosa‰«. La industria apenas mejoro su peso dentro de la economía. En ella fue mayor el efecto de la Segunda Guerra Mundial que la depresión de los anos treinta. Los sectores extractivos de la economía apenas habían perdido un punto porcentual dentro del PBI total entre 1929 y 1937-1939, la agricultura para el mercado interno había ganado un punto y la industria, tres decimas. Ello fue una clara diferencia con lo sucedido con naciones latinoamericanas como Argentina, Brasil y México, que dieron durante los anos treinta un salto cualitativo en el proceso de industrialización, e incluso con naciones de tamaño demográfico mas similar al Perú, como Colombia y Chile.

8.- Conclusión.
En conclusión, la crisis de 1929 trajo una severa disminución de las exportaciones y los ingresos fiscales. En ninguno de ellos se consiguió retornar a los valores en dólares por habitante anteriores a los anos cincuenta. Sin embargo, el hecho de que la mitad de las exportaciones fuese propiedad de empresas extranjeras y consistiese en bienes primarios que no generaban muchos efectos multiplicadores en la economía local, atenuó el golpe transmitido al resto de la economía. De otro lado, la devaluación del sol administrada por un repotenciado Banco Central de Reserva, permitió tanto a losexportadores como al Estado minimizar y manejar la depresión. El cambio mas importante que se introdujo en la política económica ocurrió en el aspecto tributario, impulsándose una dosis de progresividad que no había existido en las primeras décadas del siglo veinte. Llego a su fin el reino perfecto de la oligarquía, en que esta podía gobernar sin rivales a la vista, y exportar y acumular ganancias sin tener que tributar.
El clima de la crisis permitió al gobierno introducir nuevas herramientas de control de la actividad económica interna, como la Superintendencia de Banca y Seguros y el Banco Central de Reserva. Estas medidas fueron propuestas por la Misión Kemmerer, compuesta por economistas norteamericanos que contaban con experiencia en países latinoamericanos y que gozaba del respaldo del gobierno de los Estados Unidos. Aun cuando sus recomendaciones de carácter tributario no fueron aceptadas, otras tres, relacionadas a la banca, el banco central y la moneda, fueron aprobadas de inmediato, bajo la legitimidad que inspiraba el prestigio de la misión y el convencimiento en la opinión publica de que a‰Sdebía hacerse algoa‰« (Drake, 1987; Camprubi, 1964). La creacion de los ministerios de Educación y de Salud, en 1936, complementaron la tarea de dotar al Estado de nuevos instrumentos, concentrando en el gobierno central la acción en estos campos, que antes había estado en manos de las municipalidades o las juntas departamentales. Dichos ministerios darían cabidaen los anos siguientes a un numeroso personal, compitiendo con las fuerzas policiales y militares en cantidad de efectivos. La capacidad del gobierno para influir en el nivel del salario creció, a lo que se sumo la creación de la banca de fomento, ya que a la fundación del Banco Agrícola le siguieron en los anos siguientes la del Banco Industrial (1936) y el Banco Minero (1941). La crisis difundió la idea de que el gobierno debía tener tanto una capacidad de observación como de acción sobre la economía, mayor que hasta entonces.
Si la crisis de 1873 tuvo como consecuencia sacar al Estado de la economía, la de 1929 tuvo en cierta forma la consecuencia inversa. La crisis económica se vio acompañada de una crisis política, que parece haber sido la característica común a los episodios revisados en este artículo. Esta crisis política no era solamente la consecuencia del desempleo provocado por la depresión, ya que a ella se añadieron el desgaste político del leguiísmo y las demandas de los sectores medios y obreros por un cierto nivel de protección social, pero sin duda fue atizada por ella, y llevo a un periodo de dictadura militar que devolvió, en 1939, el manejo del Estado a la elite económica.
En suma, la economía peruana probó a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX la primera mitad del XX ser una victima sensible a las grandes crisis internacionales. Tanto a través del desempleo en los sectores de exportación y aquellos a el vinculados, como a travésdel recorte en los ingresos del Estado (y consecuentemente en su gasto), la depresión del comercio y las finanzas mundiales se transmitieron por la economía interna. Exonerándose de tributar o consiguiendo una brusca devaluación de la moneda nacional, la elite económica (de ordinario prendida del sector exportador y sus sectores subsidiarios) maniobro para esquivar los efectos de la crisis, pero en la medida que la economía de los sectores no oligárquicos paso a vincularse al comercio mundial (especialmente a través del consumo de alimentos importados), tales estrategias fueron cada vez más difícil de aplicar.

Referencias bibliográficas

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[ 1 ]. Sobre los precios del Guano ver Esteves, 1882; para el salitre, Bermúdez, 1963.
[ 2 ]. Esta fue la linea Mollendo-Arequipa-Puno, unia un puerto de la costa con un punto navegable en el interior. Las otras lineas iniciadas, pero no concluidas eran, por ejemplo: Pisco-Ica-Huancavelica-Ayacucho; Callao-Lima-La Oroya-Cerro de Pasco; Pacasmayo-Cajamarca-rio Maranon (Kemp, 2002).
[ 3 ]. A diferencia del guano, el salitre debía ser refinado antes de su exportación, para lo cual las
compañías salitreras habían montado instalaciones que incluían ferrovías, hornosy calderos (Bermúdez, 1963).
[ 4 ]. Esta crisis fue conocida en América Latina como la crisis Baring, al asociarse a la quiebra de la casa británica Baring Brothers (Marichal, 1988).
[ 5 ]. Para 1897 existían tres compañías extranjeras en la minería peruana: las británicas Maravillas
British Siver Co. y Caylloma Silver Mining Co., y la norteamericana Inca Gold Mining Co. (Thorp &
Bertram, 1985, p. 108).
[ 6 ]. La libra esterlina inglesa era la moneda de referencia en el mundo de la época.
[ 7 ]. Boloña da el dato de 69% para 1884-1885, no dando mas datos hasta para el periodo de 1899 en
adelante (en que la recaudación de las aduanas es ya a‰Ssoloa‰« de poco mas del 50%, gracias a la introducción de los impuestos al consumo. Para los anos de 1890-1895, la dependencia de las arcas fiscales respecto de las aduanas debió mantener la tendencia de la década anterior.
[ 8 ]. Quiroz (1989, capitulo 3) detecto las caídas en la exportación en 1902, 1907 y 1912.
[ 9 ]. Ver el índice de precios de Lima (Ministerio de Hacienda, 1947, p. 330).
[ 10 ]. En las primeras décadas del siglo veinte muchos de estos yanaconas fueron inmigrantes japoneses,
que alcanzaron buena fama como cuidadosos hortelanos en los fundos algodoneros.
[ 11 ]. De acuerdo a Rosemary Thorp (1998, p. 359), los términos de intercambio para el Perú cayeron
de 138 a 103 (base cien para 1970) entre 1919-1921 y 1929-1931. Para el trienio 1939-1941 habían
seguido cayendo, hasta llegar a 87.


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