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Doctor Guillermo ROSAS LOAYZA



EDITORIAL

Al iniciar nuestra novísima serie de Suplementos Culturales, bajo el epígrafe de Edición Especial, dedicamos el primer número a la memoria del insigne maestro del ciencianismo Doctor Guillermo ROSAS LOAYZA y en la editorial señalamos, que con la edición de esta serie “rendiremos homenaje a las eternas glorias del ciencianismo, publicando sus semblanzas o el curriculum vitae de la vida y obra de ilustres directores, profesores, auxiliares de educación y alumnos del sesquicentenario plantel o de deportistas, artistas, empresarios, intelectuales, parlamentarios o ejemplares ciudadanos que estén vinculados con el glorioso Colegio Nacional de Ciencias”.

Continuando esta satisfactoria tarea ciencianista, ponemos en vuestras generosas manos, esta segunda Edición Especial que la dedicamos con todo afecto a la impoluta memoria del Doctor Alfredo Yépez Miranda.



Este insigne cusqueño, consecuente con su tradición familiar, cursó sus estudios primarios y secundarios en nuestro entrañable colegio bolivariano, por lo que con gratitud y beneplacito escribió en sus Memorias, intitulados “Por Nuestros Caminos”, “La educación primaria la hice en el Colegio Nacional de Ciencias, en la Plaza San Francisco. Había un patio pequeño a mano izquierda de la entrada donde funcionaba la primaria. Famosos profesores fueron mis maestros; en primer y segundo año la señora María Valencia de Bendezú, en tercer año el doctor Jenaro Fernandez Baca, en cuarto el doctor Rafael Pareja y el doctor Roberto Garmendia futuro Presidente dela Corte Suprema de Justicia. Tuve el honor de conservar la amistad con mi ilustre profesor durante toda mi vida y cuando falleció pronuncié un discurso en su sepelio a nombre de sus alumnos del ayer. La educación secundaria la realicé en el mismo Colegio; fueron mis maestros los famosos matematicos doctores Francisco Sivirichi y Fortunato L. Herrera, quien era también profesor de Botanica en la Universidad. El doctor César Jesús Gallegos profesor de Geografía, nos enseñaba con mucha decisión. Recuerdo todavía sus lecciones y descripciones de ríos, cordilleras, planicies y productos. Los doctores Luis E. Valcarcel y Uriel García de prestigio internacional fueron mis profesores de Historia del Perú; mi primo Alberto Corazao de matematicas, etc, etc.” 1

Si Alfredo Yépez Miranda, nace en un hogar prestigiado por las dos líneas: paterna y materna, en el que fueron numerosos los abogados y los educadores, y nada menos que su padre fue Abogado y Profesor y su madre una ilustre maestra respetada y admirada en la Provincia de Paucartambo; intelectualmente Yépez y su brillante generación, nacen en las seculares aulas del Colegio de Ciencias, formados por una excelente pléyade de maestros integrantes de la famosísima “Generación La Sierra”, cuyos gonfaloneros fueron los doctores Uriel García, Luis E. Valcarcel, José Gabriel Cosio, Rafael Aguilar, Roberto Garmendia entre otros.

El glorioso Colegio de Ciencias fue el primer escenario ideológico de su cusqueñización, el atelier donde manos maestras de los integrantes de la“Generación La Sierra” esculpieron la personalidad andina de Alfredo Yépez Miranda, enseñandole a amar y defender los sagrados destinos del Cusco Eterno.

Las universidades de San Antonio Abad del Cusco, San Agustín de Arequipa y San Marcos de Lima, fueron los escenarios en los que recibió su enseñanza superior, juntamente que la impronta novecentista de la época. Sus maestros universitario en las facultades de Letras y Derecho fueron los mas sobresalientes intelectuales de entonces, entre los que destacaban, en San Antonio Abad del Cusco, el irresistible “Maese Reparos”, maestro en el buen decir, Dr. José Gabriel Cosio, el insigne Sociólogo, Historiador y Literato Dr. Uriel García, el incomparable incanista y gran cusqueñista Dr. Luis E. Valcarcel, el temible panfletario y humanista Dr. Luis Velazco Aragón. En las aulas mistianas de San Agustín fue alumno del eminente jurista Dr. José Luis Bustamante y Rivero, del Dr. Juan Manuel Polar, de Francisco Gómez de la Torre y de Don Edilberto Zegarra Ballón; en las aulas de la cuatricentenaria Universidad de San Marcos, fue alumno del prestigioso historiador de la República y del Derecho Peruano Dr. Jorge Basadre y de Don Manuel Abastos, entre otros. Pasó lista juntamente que Sergio Quevedo Aragón, Baltasar Jara Equileta, Eulogio Tapia Olarte, Aquiles Chacón Almanza en el Cusco y en Lima con Tomas Escajadillo, Mario Samamé Boggio, y cien mas de su destacada pléyade. Corana brillantemente sus estudios profesionales, graduandose de Abogado en 1934 y de Doctor en Letras en 1935 consu excelente tesis titulada “La Novela Indigenista”.

Como la producción bibliografica del doctor Yépez Miranda, es muy amplia y abarca diferentes areas de las ciencias sociales, así como su personalidad tan multifacética e incluso los estudios que se han realizado sobre su vida y obra ya suman buen número, ya se a como tesis universitarias, por ejemplo la tesis sustentada en al Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco por Margarita Sequeiros Aguirre intitulada “Alfredo Yépez Miranda, su obra intelectual en el Cusco” o los libros que se han escrito sobre tan destacado intelectual, como el último libro publicado por la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco, intitulado “Alfredo Yépez Miranda y su Tiempo” escrito por los doctores Manuel Jesús Aparicio Vega, Julio Miranda Bernal y Enrique Rosas Paravicino 2 ha sido realmente muy difícil seleccionar para proporcionarles una Antología de su importante producción bibliografica; por lo que hemos decidido tomar como fuente basica, sus bellas Memorias intituladas “Por Nuestros Caminos”, para que en estas paginas sea el propio doctor Alfredo Yépez Miranda, quien nos explique su ejemplar trayectoria de ilustre cusqueño.

Al agradecerles por vuestra generosa atención, esperamos recibir de ustedes las sugerencias que crean conveniente para seguir entregandoles nuestra Edición Especial.


REENCUENTRO DE CIENCIANOS DE AYER

Tenemos una cita histórica con nuestro querido Colegio. Llegaremos a sus aulas secularesel 8 de julio próximo, con nuestra carga llena de maravillosos recuerdos. Tenía razón Jorge Manrique, el dulce poeta español, cuando en sus tan celebradas estrofas decía con melancolía: 'Todo tiempo pasado fue mejor'.

Nunca mejor que ahora, es verdad esta frase magica cuando volvemos los ojos del recuerdo, para ver esa imagen dulce y evocadora de nuestra adolescencia. En el torbellino de la vida, en estas fatigosas jornadas, en las que no podemos caminar dos veces por la misma senda, porque el destino nos empuja hacia nuevas rutas, hay una sola forma de evasión del presente, de fugar de lo actual, es volver con el alma y el corazón al ayer, es recordar; por eso, recordar es vivir, recordar es vivir dos veces, es volver al pasado maravilloso. Para nosotros los ciencianos del ayer, esa vuelta tiene su marco dorado de ensueños, con magica belleza sentimental, porque volver, recordar, es bañarnos de nuevo en las horas de la lejana adolescencia. Volver con el recuerdo a las aulas ciencianas, de la entonces vetusta casona de la Plaza de San Francisco, para escuchar de nuevo la voz sonora, paternal y, al mismo tiempo imperativa de ese gran maestro, que fue el señor Blanco (Luis Blanco Rodríguez, Regente del Colegio de Ciencias, fallecido en 1936. Un busto originado por la admiración y respeto de sus discípulos, perenniza su memoria, obra de la Promoción 1936). Escuchar al final de la clase el sonido de la legendaria campana, anunciando el 'ansiado recreo', correr al canchón, a jugar, a reir, corretear, en una algarabíadonde surgen los trompos, los boleros, los tiros de cristal. Volver a oír 'las lecciones' de esos grandes maestros inolvidables que fueron los doctores Francisco Sivirichi, José Gabriel Cosio, Rafael Aguilar, Uriel García, Luis Valcarcel, César Augusto Gallegos, Rafael Calderón, Alberto Corazao, Leandro Pareja, Albertó Delgado' Sentirnos de nuevo en el bullicioso afan de hacer travesuras, oír de nuevo cómo el viento gemía musical en las ramas del gigantesco arbol del primer patio, en las tardes de sol ¡Oh maravilloso sol que iluminaba los corredores y aulas de ese magico edificio de nuestros sueños!

Todo esto sera posible el día del reencuentro, conmemorando el Sesquicentenario del colegio Nacional de Ciencias fundado por el Libertador Simón Bolívar, con motivo de su visita a la ciudad del Cusco, en junio y julio del año 1825, reuniendo los colegios de San Bernardo de Españoles con el San Borja de Indios Nobles y la universidad de San Antonio en un abrazo democratico, fusionados bajo el principio de la libertad republicana; simbólico nacimiento de unión y afirmación soberana, que es el fuego que lo anima, hasta hoy.

De nuevo nos sentiremos adolescentes al Magico conjuro del reencuentro, oyendo en clase a nuestros maestros de ayer, nos bañaremos con la luz de la ingenua niñez, jugando en el canchón, volveremos a leer a escondidas las novelas de aventuras de Emilio Salgari.

Mi homenaje respetuoso a mis maestros primarios, la señora María Valencia de Bendezú y doctor Genaro Fernandez Baca, actualmente en Lima y muyen especial el doctor Roberto F. Garmendia (ex-Presidente de la Corte Suprema de justicia), con quien tengo el honor de departir con frecuencia, escuchando su palabra de maestro y guía, propio de su espíritu selecto que todos admiramos. (hace pocos días, el doctor Garmendia ha sido objeto de un homenaje recordando su actuación como Magistrado en la Corte Superior de justicia del Cusco). El doctor Garmendia, en sus clases orientó nuestras inquietudes infantiles para amar lo nuestro.

En la persona del gran educador doctor César Jesús Gallegos, Vocal de la Corte Superior y Catedratico cesante, mi homenaje también a mis queridos maestros secundarios. El doctor Gallegos para satisfacción nuestra, es la expresión caballeresca de los auténticos maestros de a verdad, acercarse a él, es encontrar la lealtad personificada en esta figura cusqueña, lo oímos hace poco cuando pronunció un elocuente discurso en un homenaje que les tributaba el ilustre Colegio de Abogados del Cusco a sus miembros que habían cumplido sus Bodas de Oro profesionales.

Nosotros los de la promoción Centenario obsequiamos hace años una fotografía que nos fue tomada en el último día de colegio, alla en los remotos meses del año 1925. Esta fotografía esta ahora colocada en la sala de la Dirección del plantel; allí estan los chicos risueños del ayer, convertidos en los hombres de hoy, agricultores, industriales, militares, médicos, ingenieros, abogados, farmacéuticos, educadores, forman la promoción unidos todos por una invisible, pero poderosa fuerza quellevamos dentro del alma como un talisman, como un emblema, como un pasaporte seguro en cualquier- momento de la vida; es el 'ciencianismo' el mismo que acrecentado abarca toda la región y se convierte eh el 'cusqueñismo' para proyectarse sobre toda la patria, surgiendo el sentimiento íntimo de la 'peruanidad', sentimientos que llevamos como parte de nuestro propio ser, forjado frente al paisaje materno en el rodar de los días y de los años y en fraterna comunión con los hermanos, con los que juntos, vamos descubriendo todos los días, que todo nos une y aproxima mas; que las angustias y esperanzas, dolores y victorias nos confunden para formar una sola colectividad.

Tiene un encanto especial que rejuvenece, tiene una fuerza misteriosa que embellece el alma, es un elixir permanente de juventud, empujar el pasado como recuerdo vivo al presente; por eso no olvidaremos nunca nuestros desfiles formando el Batallón Cienciano, que era aclamado por las multitudes entusiastas, cuando pasabamos airosos, sintiéndonos invencibles, por las plazas, por las calles de nuestra ciudad con nuestros uniformes militares, color kaki, con marciales gorros y llevando arrogantes en el hombro los pesados fusiles de la guerra del 79. Nuestros compañeros de la Banda de Músicos con sus marchas militares nos ayudaban a marcar el paso. También nuestras excursiones a los lugares próximos, como a la fortaleza de Sacsayhuaman, son inolvidables; otras veces en los meses de octubre a los baños de Huancaro.

Capítulo especial es relatar la impresión,que nos causaba la proximidad de las vacaciones cuando llegaban los días de diciembre refrescados con las primeras lluvias que enverdecían los campos próximos a la ciudad; a la hora de descanso, todos hablaban de las bellezas del campo de su tierra natal; alli aprendí a amar nuestra tierra, sus paisajes y sus hombres, mediante la expresión llena de bondad y nostalgia de los muchachos de las diversas provincias del Cusco. Casi olvidabamos el temor de los próximos examenes finales ante el milagro de la vacación que se anunciaba con los trinos de los tordos.

Volvemos al Colegio otra vez, retornemos a las aulas, con el hechizo maravilloso de la evocación; en esa forma, nosotros los Ciencianos de ayer nos sentiremos por unas horas los adolescentes que soñaban con quimeras convertidas en realidad.

Cusco, enero de 1975.



ALFREDO YEPEZ MIRANDA

Ilustre Cusqueño del Siglo XX

Quiero recorrer con vuestra generosa comprensión los días de mi vida.


MI INFANCIA

Nací en la ciudad del Cusco el 6 de octubre de 1908, en la Plazoleta de las Nazarenas, en la casa ahora No. 181, que esta frente a la de Jerónimo de Cabrera, que era de propiedad de un primo de mi señora madre Doña María E. Miranda; el Canónigo Eugenio Oré, Director del Colegio Sagrado Corazón de Jesús, quien fue mi Padrino de Bautizo. Por rara coincidencia nació en la misma casa, según una tradición familiar, el Doctor J. Uriel García, famoso profesor y maestro universitario. Se señalaba la tienda, ahora clausurada, que quedaba frente al Seminario deSan Antonio, como el lugar de su nacimiento. Con el tiempo he leído que se señalaba el pueblo de Huaro como el lugar de su nacimiento y esta probado que efectivamente vivió desde muy niño en esa Villa.


Cuando pasaron unas semanas de mi nacimiento mis padres me llevaron a la casa ahora No. 307 de la calle San Agustín, de propiedad de mi señor abuelo paterno Pedro José Yépez. La casa tenía siete patios y estaba situada en la esquina de la calle San Agustín y el callejón de Cabracancha; en el primer patio había un pozo de agua que surtía de este líquido mediante baldes, que izaban los muchachos por sogas. Mis padres el Doctor J. Daniel Yépez y mi madre señora María E. Miranda, vivían en la segunda planta del primer patio, rodeando a mi abuelita Juana Pérez viuda de Yépez y a mis tíos Belisario Yépez y Adelaida Yépez, viuda del famoso poeta Abraham Vizcarra Echave. Mis tíos Felícitas Yépez y su esposo el sabio matematico Doctor Eusebio Corazao vivían en la vecina calle de Santa Catalina Ancha, con sus tres hijos: Laura, Alberto y Julio. Mi tío el Doctor Arturo Yépez, Vocal de la Corte Superior del Cusco, y su esposa señora Lucrecia Núñez de la Torre, vivían en la calle San Agustín, en la casa que hacía esquina con Cabracancha, es decir frente a la casa de mis abuelos. En la calle de Santa Teresa vivían mis tíos, el Doctor Augusto de la Barra y Augusta Yépez, él sería con el tiempo Juez y Vocal de la Corte Superior del Cusco. Mi tío el Doctor David Yépez, era Magistrado en Puno. La casa de San Agustín estaba muypoblada; tenía, como ya dije, siete patios. Después del primer patio, llamado patio grande, estaba el segundo patio, con habitaciones que se alquilaban y después el corral, que servía de letrina y de establo para los caballos que llegaban de la hacienda Majopata, ubicada en la Provincia de Paucartambo. Al otro lado había un patio pequeño llamado de las gallinas, que estaba en el primer piso; en el segundo, la cocina, la despensa y los dormitorios de la servidumbre, con puerta a Cabracancha, estaban el horno y los patios de la picantería y la chichería. Recuerdo que cuando era niño izabamos en una canasta, por una ventana, los panes del horno, y también iba con los empleados al portalito de San Agustín a comprar el pan de Paruro que traían a caballo durante la noche y al amanecer ya estaban en el Cusco. Comprabamos a tres por medio, el medio era equivalente a cinco centavos. Era un pan rico y blando. Había también a veces “rurones” con manteca, un pan trenzado muy bueno.

Los domingos íbamos a misa a la próxima Iglesia de Santo Domingo. Allí estaba Fray Domingo de Yépez, que era nuestro pariente, educado en la Universidad Católica de Lovaina (Francia).

Las impresiones de la niñez persisten. Recuerdo que cuando tendría tres o cuatro años hubo un bullicio en la calle y desde el balcón pude ver al señor Campana hacer disparos de revólver, gritando “viva Aspíllaga”; eran los tiempos electorales, en los que había fervor a favor del democratico Billingurt.

Con frecuencia llegaban de la hacienda los “propios” que traíanvíveres para la despensa; los empleados subían por una escalerita a un mirador que estaba en el tejado. La vista era magnífica. Allí aparecía el Cusco, rodeado de bellas montañas. Nuestras miradas se dirigían principalmente hacia el Este, donde estaba la colina de Socorro, se podía distinguir a los viajeros que venían de la finca; y como niño me sentía muy alegre con estas escenas. Recuerdo también que cuando tenía unos 4 ó 5 años, viajamos a caballo a la finca; yo iba en un caballito manso, con los pies amarrados a la montura. Me impresionó la vista de la pampa (Chitapampa), las lindas casitas de Huancalle, con su arroyo remuroso y espumoso; el pueblo de Písac donde los corazones de parientes próximos, mi primo Luís Rozas y familia nos acogían con cariño. Después seguíamos el curso del río Chongo, las verdes laderas de la comunidad de Cuyo y finalmente una planicie hermosa, con bellos riachuelos, con rebaños de ovejas, donde estaba el caserío del fundo Chahuaytire, donde nos hospedabamos; era administrador mi tío el Capitan en retiro Federico Rozas Yépez, veterano de la guerra con Chile.

Al día siguiente seguíamos viaje por pintorescos parajes, como Lloclla, Yurac Cancha hasta llegar a un cerro muy alto, llamado Ituni, desde cuya cima se contemplan altas montañas. El camino sigue hasta el río Huilluca, por cuyos bordes llenos de praderas, arboledas, pastan muchos animales. Sigue el camino bordeando el río que termina en el río Paucartambo, entonces el camino continúa por la cuenca del río, hasta el caserío que esta en laladera. Decenas de veces he recorrido por esta vía que resultó muy familiar; unas veces a pie, otras a caballo, sólo o acompañado; me he compenetrado del valor que tiene nuestra serranía; he saboreado la luz del paisaje en las mañanas llenas de sol brillante; he sentido el calor del medio día, así como la melancolía de las cumbres al atardecer. Caminando por nuestros campos se convierte uno en parte complementaria de la vida campestre, especialmente cuando se viaja a pie, el misterio de la soledad conmueve; la canción del riachuelo encanta y el mugir de las vacas o el balido de las ovejas tienen un sentido místico.

Volviendo al Cusco, recuerdo que por la calle San Agustín, pasaba una línea con rieles de fierro que servían para un tranvía que recorría tirado por cuatro caballos. Venía de la Estación de los Ferrocarriles del Sur que esta en Huanchac y recorría por la calle San Agustín, Santa Catalina Ancha y Angosta hacia la Plaza de Armas, siguiendo por el Parque Espinar y calle Marqués, bajaba por la calle de San Andrés y Avenida Pardo hasta la Estación. El boleto costaba 10 centavos.





MIS ESTUDIOS

Ingresé al Colegio Mixto de Santa Ana, en la Plazoleta de Santa Catalina. Recuerdo que el primer día estuve muy temeroso; me cogí con fuerza de las ventanas de hierro que habían junto a la puerta principal. Una vez dentro del Colegio a los varoncitos nos designaron una clase dirigida por la Madre Cecilia. Estabamos en cinco grupos los alumnos de toda la primaria; entre ellos recuerdo a Zinaigo, que vivía en lacalle San Agustín, por tanto nos acompañabamos al ir al Colegio. Otro alumno era Abelardo Ugarte, que cuando yo era de “Preparatoria”, él estaba en Tercer Año. Ugarte sería después mi compañero en el Colegio de Ciencias y muy amigo en la vida profesional. Otra Profesora era la Madre Federica. Bueno es recordar que a ambas las he visto muchas veces, como cuando volvían al Cusco a enseñar en el Colegio después de largas estadías en otros centros de enseñanza.


EL COLEGIO NACIONAL DE CIENCIAS

La educación primaria la hice en el Colegio Nacional de Ciencias, en la Plaza San Francisco. Había un patio pequeño a mano izquierda de la entrada donde funcionaba la primaria. Famosos profesores fueron mis maestros; en primer y segundo años la señora María Valencia de Bendezú, en tercer año el doctor Jenaro Fernandez Baca, en cuarto el doctor Rafael Pareja y el doctor Roberto Garmendia, futuro Presidente de la Corte Suprema de Justicia. Tuve el honor de conservar la amistad con mi ilustre profesor durante toda mi vida, y cuando falleció pronuncié un discurso en su sepelio a nombre de sus alumnos del ayer. La educación secundaria la realicé en el mismo Colegio; fueron mis maestros los famosos matematicos doctores Francisco Sivirichi y Fortunato L. Herrera, quien era también profesor de Botanica en la Universidad. El doctor César Jesús Gallegos profesor de Geografía, nos enseñaba con mucha decisión. Recuerdo todavía sus lecciones y descripciones de ríos, cordilleras, planicies y productos. Los doctores Luís E. Valcarcel y UrielGarcía, de prestigio internacional fueron mis profesores de Historia del Perú; mi primo Alberto Corazao de matematicas, etc. etc. Recuerdo que en 1924 nos alborotamos, hubo huelga, vinieron los universitarios, pronunciaron discursos candentes. Nuestro profesor el poeta Alberto Delgado había sido apresado en la Prefectura; salimos en tropel junto con los universitarios. Rompimos muchas ollas de arcilla que para su venta habían apiladas en la Plaza San Francisco. Llegamos hasta la Prefectura (actual Palacio Municipal) y conseguimos la libertad del profesor. En 1923 se realizó en el Cusco un concurso poético en el que el poeta Alberto Delgado fue laureado por su bella composición poética “La Piedra’. La coronación fue todo un acontecimiento social.

Recuerdo que mi prima la señorita Laura Corazao Yépez fue declarada Reyna de Belleza y en el Teatro Municipal (hoy Galerías Turísticas) coronó al poeta.

Los ciencianos éramos fanaticos por nuestro Colegio, lo que demostrabamos principalmente en los desfiles, en los días de fiestas patrias, con nuestros uniformes de color kaki, con bandas en las pantorrillas, teníamos aire militar y salíamos a la calle portando con aire de invencibles, los viejos fusiles de la Guerra del 79. Nos aplaudían en las calles muchedumbres entusiastas, especialmente a los mas pequeños que con mucha gallardía desfilaban. También en las competencias de fútbol resaltaba nuestro ciencianismo. Las barras eran muy entusiastas con vítores y burras, y en el fervor llegaban en las noches a contiendasbélicas, afrontada en la Plaza de Armas, especialmente con los salesianos.

En el mes de octubre había vacaciones para tomar baños. Ibamos a pie junto con nuestra familia a los pozos de Huancaro. Había una poza principal, donde los boletos costaban cinco centavos por persona. Existían también pozas pequeñas para familias; allí pagabamos diez centavos por persona. También había baños de la familia Ugarte en la calle Saphy. Ir a bañarse era una fiesta. Los menores de mi familia entonces comprabamos a cinco centavos unas chancaquitas y panes de rejilla a dos por cinco centavos. Ahora que hablamos de dulces, en la puerta del Colegio habían mujeres que vendían en mesitas melcochas trenzadas a veinte “por medio”, ya sea de color crema o blanco con rosado. El portero del Colegio nos vendía rejillas a dos por medio en las horas de descanso. El Regente Luis Blanco Rodríguez era un gran maestro, muy noble y gran amigo de los colegiales. Con su voz potente dominaba a los chicos, él y la campana que tocaba para entrar al Colegio, para salir al recreo y para salir del Colegio, influían en nuestra vida.






LA UNIVERSIDAD

A fines de 1924, cuando fuimos alumnos del cuarto de secundaria llegó de Lima una noticia muy importante. El año 1925 solamente con dar examenes en marzo de los cursos de Economía Política y Trigonometría quedaríamos en condiciones de poder ingresar a la Universidad. Se había suprimido el quinto de secundaria en conmemoración del Primer Centenario de la Batalla de Ayacucho. Fue entonces que terminamos lasecundaria junto con los de quinto ano, que aceptaron la noticia con evidente desagrado; en cambio nosotros estabamos muy contentos.

En 1925, ingresé a la Facultad de Letras de la Universidad del Cusco. Yo, Hildo Ortiz de Zevallos, ahora (1992) en Barcelona desde 1928 y Tomas Díaz, famoso médico ya fallecido, teníamos para disgusto de los antiguos universitarios pantalones cortos, por razón de nuestra edad. Se susurraba que nos darían un baño ejemplarizador en la pileta que había al centro del patio universitario. Discretamente nuestros padres nos hicieron confeccionar vestidos con pantalones largos. Un nuevo ambiente surgía en mi vida de adolescente.

En la Universidad gocé espiritualmente con las admirables clases de maestros que, de a verdad, eran guías espirituales. El doctor Luís E. Valcarcel catedratico de Historia del Perú. Con emoción nos relataba la grandeza de la civilización andina, prodigio en el que los Incas conquistaron el lomo de los Andes y lo pusieron al servicio del hombre con una civilización que derrotó a los tres enemigos mas poderosos del hombre: El hambre, la miseria y el temor. El doctor Uriel García profesor de Psicología y Metafísica; lo respetabamos mucho y en su clase había un silencio espectacular. Se podía oír el rumor de las moscas al volar. Las palabras graves y profundas del maestro las escucho todavía en el recuerdo. Otros maestros, como los doctores José Gabriel Cosio y Rafael Aguilar, forjaban el espíritu cusqueñista de los alumnos. Pasados los años sería también mi profesor elorador y panfletario Luis Velasco Aragón, que había recorrido las universidades de Bolivia, Argentina y Uruguay, pronunciando discursos fogosos. Fue desde luego cliente del Frontón y San Lorenzo, prisiones políticas donde ilustres peruanos eran recluidos por sus ideas políticas. El doctor Cosme Pacheco, que era también Fiscal de la Corte Superior, descendiente del Coronel Cosme Pacheco que luchó en el Ejército Libertador en la Batalla de Ayacucho, era profesor de Sociología, muy fervoroso, apasionado, vehemente; nos invitaba a los alumnos a tomar parte en debates que organizaba en clase. Mis primeras experiencias oratorias se deben a la iniciativa de mi querido maestro doctor Cosme Pacheco, a quien no olvidaré nunca.

En 1927, tomamos parte activa en movimientos universitarios. Como se recordaba en 1920 el Cusco había sido centro donde se reunió el Primer Congreso Nacional de Estudiantes, que tuvo éxito internacional. Fue su Presidente el joven trujillano Víctor Raúl Haya De la Torre, que sería después el gran pensador peruano y fundador del Partido Aprista, que ha intervenido profundamente en la vida política del país. Haya De la Torre, daba una gran importancia al Cusco en la vida nacional. En el discurso de clausura del Congreso había dicho: “Aquí nacera el nuevo verbo y la nueva acción”. Como dije el año 1927 queríamos reformas, nos alborotamos, tomamos el local. La policía apareció por los tejados y fuimos obligados a salir. Se recesó la Universidad. 40 alumnos trasladamos nuestra matrícula a la Universidad deArequipa. Recuerdo algunos nombres: Ernesto Loayza, David Mejía, Sixto Coello Jara, Baltazar Jara, Zoilo Gamarra, Max Gamarra, José Anchorena, Ladislao Casapino, Alcides

Estrada, Hildo Ortiz de Zevallos, Aquiles Chacón Almanza, etc. Al comienzo fuimos recibidos con cierta indiferencia, hubo algo de pugna. El provincialismo arequipeño era notorio y poco a poco se realizó un acercamiento muy fructífero, pues formamos un Grupo llamado Ande; ellos tenían el Grupo Arequepay. Recitabamos poemas, había intensa actividad intelectual. Recuerdo que mis primeras composiciones poéticas fueron publicadas en la revista Waraca, dirigida por el estudiante universitario Justo P. Velarde Fernandez, natural de Chuquibamba. En Arequipa fuímos alumnos de la Facultad de Derecho; entre otros fueron mis profesores los doctores Francisco Gómez de La Torre, Edilberto Zegarra Ballón, el recientemente fallecido doctor José Luis Bustamante y Rivero, ex-Presidente de la República. Los examenes eran orales y resultaban verdaderos concursos de capacitación y talento. Tuve el honor de merecer el calificativo de veinte en los examenes promocionales de Derecho Constitucional.




VACACIONES

Llegados los examenes del año de 1927, la mayoría volvimos a pasar vacaciones en el Cusco, la tierra lejana que tanto habíamos añorado. Se había encendido en mi corazón una pasión fuerte por mi Cusco querido, de modo que constituía una verdadera obsesión volver y encontrarse con su paisaje y sus hombres. Fue un bailo espiritual de alegría y de satisfacción elreencuentro con los míos y la ciudad, con sus callos y plazas pintorescas. De inmediato fui al campo a pasar vacaciones en el fundo Majopata de Paucartambo, que era de propiedad de mi primo Octavio Vizcarra Yépez. Cuantas veces he recorrido el paisaje jovial y alegre, caminando por los senderos jubilosos de nuestras serranías, de modo que acuden a mi memoria escenas palpitantes de este paisaje. Recuerdo especialmente mas alla del fundo Chawaitire, un alto cerro, una montaña llamada Ituni; cuantas veces la he subido a pie o a caballo. Sirve de límite entre las provincias de Calca y Paucartambo. Subir, ganar altura, tenía su ímpetu de lucha que coronaba con la victoria, porque el esfuerzo, la fatiga del cuerpo era recompensado con la mayor altitud, que ganaba nuevos horizontes hasta que llegando a la cumbre, sentía la gran satisfacción de haber dominado un gran espacio, rodeado de altas montañas que se destacaban a la lejanía. En esos lugares el silencio era imponente, casi siempre surgían en los cielos los cóndores, los señores de esas alturas, que en raudo vuelo, haciendo círculos se acercaban hacia nosotros; lanzando gritos los auyentabamos. Allí soplaban fuertes vientos que a veces nos obligaba a ponemos las manos como bocinas frente a la boca, para poder respirar. Eran momentos solemnes en que la vida bullía en mi corazón. Era un espectaculo imponente. Al otro lado de la montaña surgía un río bullicioso, era el Willuka. Pasaran los días, pasaran los años, otros jóvenes, con brío en el corazón, haciendo derroche deentusiasmo y fervor, ascenderan hasta estas cumbres, pero me duele pensarlo que yo no estaré allí. El avatar de los tiempos me habra alejado y sólo quedara en mí el recuerdo de esas hazañas. Cerca de Ituni, en dos o tres ocasiones, tuve que acampar en pleno sendero, porque no habían viviendas próximas. Era “perseguido político”, pues dormí cobijado en mi poncho, teniendo las estrellas en el firmamento con su impresionante belleza, como magico presente. Allí las nubes caprichosas al pasar por las punas producen un hermoso espejismo, por lo que parece que las estrellas cayesen o que fugitivas se alejasen, mientras a lo lejos se oye ladridos de los perros. Pasando el Ituni esta el río Willuka, como ya dije. Allí el paisaje es distinto, alegre, jovial; surgen pequeños bosquecillos junto al río. Lindas praderas, con retamales en flor, donde pacen rebaños de ganado vacuno. El río espumoso canta su canción jubilosa. Me recuerda el valle del Cauca, descrito en la novela “María” por el novelista Jorge Isaac. Mucho de ese paisaje apacible surge aquí en el Perú, en la cuenca del Willuka. El camino sigue la cuenca del río, hasta cruzarlo por un puente muy pintoresco en el lugar llamado Carpinto. Es un puente rústico que vuelvo a recordar me trae a la memoria los puentes descritos en la ya mencionada novela “María”. Pasado el puente, se sigue la cuenca del río hasta la confluencia con el río Grande o Paucartambo, continuando esta cuenca hasta que en la ladera aparece la casa blanca, tan soñada y recordada que es el caserío del fundoMajopata, donde gozaba de la dulzura del trato de mi primo Octavio Vizcarra Yépez y Griselda Rozas de Vizcarra. La vacación resultaba mas grata con la presencia de sus hijos, hoy distinguidos profesionales, los doctores Edgard y Abraham Vizcarra, montados a caballo hacíamos jornadas, visitando todos los lugares próximos a la hacienda, que limitaba con el fundo Udcamarca, de propiedad de mis primos Placido Pilares y Elena Rozas de Pilares. Allí saboreabamos muy agradables panes horneados en la misma casa-hacienda, que servían para tomar sendas tazas de un inmejorable café con leche que recuerdo todavía. Pasando el río Grande al frente del pequeño pueblo de Challabamba, la tradición cuenta que allí acamparon las tropas de Sinchi Roca, cuando su expedición al Antisuyo. En esa cuenca esta el fundo Puco que fue de mi tío, el Capitan en retiro Federico Rozas Yépez, veterano de la guerra con Chile, que nos contaba las escenas de su heróica actitud en las batallas de San Francisco, Tarapaca y Tacna. A continuación esta el fundo Totora, de propiedad del señor Alberto Braganini y su esposa señora Felícitas Alonso de Braganini. En todos estos lugares éramos magníficamente bien recibidos y pasabamos horas llenas de esparcimiento, donde el afecto, la simpatía eran un homenaje cotidiano a la vida campestre, que ahora es tan difícil encontrar. En la ladera donde esta el fundo de Majopata, había un lugar llamado Buena Vista, ubicado estratégicamente entre la cuenca del río Paucartambo y la cuenca del río Kollota. Era un paraje alucinante,atractivo; cada vez que iba quedaba encantado al contemplar, desde allí las dos cuencas y oír el ruido maravilloso de sus ríos. Difícilmente dejaba ese paraje, prometiendo para mis adentros volver lo mas pronto posible. Me parecía que había una influencia extra-terrenal. Había unos cimientos que demostraban que allí hubo un caserío, tal vez en la época incaica. Lo que mas recuerdo de Majopata es su azotea, que desde sus barandas se contempla el río. Se oía su rumor, me atraía, me subyugaba, me sentía fascinado y por largos momentos contemplaba el río desde las barandas de esta azotea. Una tarde, nunca lo olvido, mi madre que estaba allí se me acercó y con una dulzura, que sólo las madres tienen, me alisó amorosa mis cabellos, y me dijo suavemente:

¿Qué miras hijo? Miro el río, oigo su rumor que me golpea en el corazón. Es una música que me da vida y esperanza y me hace soñar. Tienes razón hijo mío, me contestó. Ese rumor del río es un mensaje de vida y de esperanza y hace soñar. Es la historia de nuestro pueblo. Tienes la obligación de hacer algo por tu tierra el Perú y dos lagrimas corrieron por sus mejillas. Desde entonces comprendo que tengo una obligación sagrada, que ojala el destino me permita poner algo de mi parte a favor de nuestro pueblo. Ese rumor no me deja, lo llevo en el corazón. En el afan viajero de mis días de peregrino, cuando hablo al público, siento ese rumor, ya sea en Cusco, Urubamba, Quillabamba, Abancay, Puno, Arequipa, Lima, Trujillo, Buenos Aires, La Plata, Paris, Sevilla, Barcelona, Madrid,etc. Parece que fuera mi blasón, parece que me protegiera, rumor inolvidable que penetra en mi ser, cómo parte integrante de mi propio yo.

En Majopata, con mis primos, en vacaciones, teníamos muchas distracciones, montar a caballo, pescar en el río, construir carreteras, derribar arboles en el bosque y también tomabamos parte en reuniones familiares. Mi primo Octavio era un escritor metido a hacendado. En la huerta del fundo había una glorieta con una largavista que servía para mirar el bellísimo paisaje de la región. Allí se reunía con sus amigos que llegaban de Paucartambo, el doctor Sven Ericson, padre del Ministro de Agricultura en la época de Belaunde, el cura Segundo Gamarra, el señor Alberto Braganini, el pintor Manuel Figueroa Aznar, el profesor José Angel Tresierra, leían, discutían, pronunciaban discursos, recitaban versos, hacían una bohemia muy elevada. Los muchachos los oíamos con admiración y por nuestra -parte íbamos y en parajes acogedores, subíamos a los arboles y desde allí leíamos en voz alta “Paginas Libres” de Manuel Gonzalez Prada, “Los Comentarios Reales” del Inca Garcilaso, “Cuentos Andinos” de Enrique López Albujar y los versos de Abraham Vizcarra Echave, famoso poeta cusqueño, padre de Octavio Vizcarra Yépez.

Ibamos también a Paucartambo, que es una linda villa llena de luz y color, con su famoso puente de Carlos III, que ahora tiene otro nuevo que rivaliza en prestancia. En la Iglesia Parroquial, se guarda celosamente la lengua del gran orador el cura José Pérez Armendariz, que fuedespués Obispo y Rector de la Universidad del Cusco. Se cuenta que este tribuno eclesiastico paseaba a orillas del río Paucartambo, oía su rumor y largos momentos contemplaba el río con verdadera emoción. Ese rumor del río lo traducía después en palabras, en sus magníficas arengas, en las que parodiando a Miguel Hidalgo y Costilla, cura de la Iglesia de Dolores en México, subía al púlpito como pastor de almas y bajaba como conductor de multitudes. Pérez Armendariz era un gran orador, tomó parte en el movimiento revolucionario de 1814, junto con los hermanos Angulo y el Brigadier Pumacahua. Esta revolución es un verdadero honor para el Cusco, porque demuestra que el Perú estuvo presente en la hora de las grandes revoluciones emancipadoras del siglo XIX. Se ha demostrado con el acopio de abundantes documentos de los archivos de América y Europa, que forman un volumen de mas de mil paginas escritas por el doctor Manuel Jesús Aparicio Vega, Catedratico de la Universidad Nacional del Cusco, que el Cusco y Buenos Aires estuvieron vinculados en esas horas de prestancia histórica. Si las circunstancias hubieran sido favorables los relojes de la historia que nos dieron la victoria en Ayacucho en 1824, se hubieran adelantado diez años, señalando la victoria de las armas patriotas en la Batalla de Umachiri. Con mucho fervor, el santo y sabio cura de Paucartambo José Pérez y Armendariz había pronunciado estas palabras históricas, que no debemos olvidar: “Si Dios puso una mano en la creación, en esta revolución puso las dos manos”.Paucartambo es también notable por el culto a la Virgen del Carmen “La Mamacha Carmen”, que se celebra con mucho entusiasmo y fervor el 16 de julio de cada año, fecha en la que se congrega una gran cantidad de feligreses, llegados a veces de regiones muy lejanas. Me contaron que el Ingeniero Anaya, casado con una paucartambina señora Yabar, que residían en París, dos o tres veces, hablan hecho el largo viaje de París a Paucartambo, para estar presentes en las ceremonias del día 16. Yo también he tenido la suerte de estar ese día hace muchos años. Hay alborozo, hay entusiasmo. La sagrada Imagen de la Virgen del Carmen es sacada en procesión. Va acompañada por veinte a treinta comparsas de bailarines, compuestas por distinguidas personalidades de la provincia que con mucho fervor toman parte en esas reuniones. Una película llamada “Kukuli”, en la que los protagonistas principales son paucartambinos, entre éllos, la bella damita Judith Figueroa Yabar, que es el personaje central. Esta obra ha sido muy aplaudida por el público nacional como por el internacional. Para ml tuvo un caracter muy especial este acontecimiento, porque también fue la ocasión en la que tuve el honor de ser invitado por el Concejo Provincial de Paucartambo para descorrer el velo del retrato de mi señora madre, la profesora María E. Miranda, que fue colocado en la Sala de Sesiones del Municipio. Mi madre había sido durante mas de treinta años profesora en la Escuela de Mujeres de Paucartambo, donde puso todo su empeño a favor de la juventud femenina dela Villa junto con mi inolvidable abuelita la Directora señora Melchora Navarrete. El pueblo en agradecimiento ha construido para mi abuelita un mausoleo en el Cementerio de esa localidad, con el aporte generoso de mas de cien personalidades de la Provincia. No han permitido que cumpla mi deber de hacer construir ese mausoleo. Sólo han aceptado que colabore con una cantidad de dinero. Por estas razones mi aprecio especial por esta población llena de generosos sentimientos. Ademas hasta por dos veces han enviado solicitudes a la Dirección Departamental de Educación del Cusco, pidiendo que el Centro Escolar de Mujeres de Paucartambo lleve el nombre de mi señora madre. Ojala que estas autoridades otorguen favorable tramite a esta solicitud, porque sería una justa retribución a la contribución leal que otorgó, dedicando su vida al servicio de la juventud femenina.


OTRA VEZ LA UNIVERSIDAD

Cuando volvimos a Arequipa, en abril de 1928, debemos recordar que la línea de los Ferrocarriles del Sur hacía un itinerario con dos trenes a la semana. El primer día se iba hasta Juliaca y al día siguiente se hacía el trayecto de Juliaca a Arequipa. El primer día se almorzaba en Sicuani, paraba el tren por unos veinte a treinta minutos con ese objeto. Habían hoteles en la Estación y también mesitas en los andenes ofreciendo su comida a los pasajeros. En el tren había el servicio de coche salón y se ofrecía almuerzo para los pasajeros que no deseaban bajar a la Estación. En la tarde se tomaba lonche en la localidad de Ayaviri, dondeeran famosos unos asados muy agradables llamados “canchachos”. En Juliaca habían varios hoteles, siendo el principal y mas conocido el Hotel Rati o Gran Hotel. En la mañana, en el viaje a Arequipa había mucha animación en la Estación, porque allí se esperaba al tren que venía de Puno y de allí también partía otro tren para el Cusco.


El año 1928 fue muy significativo para nosotros, porque hubo una huelga. Se pretendía imponer como candidato al rectorado de la Universidad al destacado médico Edmundo Escomel, quien tenía muchos opositores, especialmente en la juventud por su filiación leguiísta. La situación se agravó, culminando con el receso de la Universidad y la expulsión de un grupo de alumnos, de modo que para el año de 1929, tuvimos que dirigirnos a Lima a la Universidad de San Marcos. Sólo habían cinco universidades en todo el Perú. San Marcos, La Católica que estaban en Lima y las de Arequipa, Cusco y Trujillo en provincias.

El año 1929, hicimos gestiones para matricularnos en la Universidad de San Marcos, las que no prosperaron, de modo que tuve que volver al Cusco un tanto desilusionado. Una vez aca, hice mi ingreso en la docencia como profesor del cuarto año de primaria del Colegio de La Merced, como dije mas antes, era Director el Padre Feliciano Arteaga y me llegó a agradar el profesorado. Bueno es recordar que mi señor padre el doctor Daniel Yépez fue profesor secundario y mi madre la señora María Miranda fue profesora en educación primaria en Paucartambo. De manera que tenía en las venas sangre deprofesores y resultó mi ocupación principal en la vida posponiendo a la de abogado.




MIS PRIMERAS COMPOSICIONES

En las vacaciones de ese año, fui invitado por mi primo, el profesor de Matematicas, doctor Alberto Corazao Yépez para ir a su hacienda Compone, que esta situada junto al pueblo de Ollantaytambo, donde pude admirar la fortaleza y una serie de andenerías admirables, pues la hacienda tiene decenas de andenes, en los que se cultiva un excelente maíz. Hay el río Pallata, que viene de las punas, cuyas aguas en magníficas acequias riegan estos andenes, que estan convenientemente alineados con un declive apropiado para evitar la erosión del suelo. De vez en cuando llegaban turistas, algunos de los cuales procedentes del extranjero los alojabamos en el caserío, los que en amena conversación nos contaban las aventuras de sus viajes, pues el turismo era una verdadera aventura. Fue en esa ocasión que se despertó en mí, una cualidad, la de escribir, pues mi primo que era muy aficionado a Matematicas tomaba sus cuadernos y comenzaba a hacer ejercicios horas y horas y apenado de que yo quedase desvinculado de él, me propuso que escribiera algo, que narrara mis experiencias o las que podía colegir del ambiente. Así me propuse escribir una novela y todos los días parece que durante un mes escribía en la misma mesa, en la que hacía sus operaciones matematicas mi primo Alberto, yo narraba los sucesos de la vida campestre en forma novelada. Así surgió mi novela “Los Andes Vengadores” que quedó guardada en un baúl yque después de conversaciones con distintos amigos, a los que leí mi trabajo, lo entregué a la publicidad el año 1933, publicandola en la Editorial Rozas. Fue todo un acontecimiento, porque anteriormente había escrito uno que otro verso, que publicaba en el diario “El Comercio” del Cusco, en una sección llamada Tribuna Libre, que era auspiciada por el Director del diario el escritor Carlos Ríos Pagaza. En la edición del primero de enero de 1933 salió en dicho Diario, una carta que desde Trujillo me escribía mi antiguo profesor el doctor José Gabriel Cosio, felicitandome por la publicación de la novelita. Poco después llegaron nuevas cartas de felicitación, que también fueron publicadas, como las del doctor Luís E. Valcarcel, Enrique López Albujar, famoso novelista lambayecano, Vladimiro Bermejo, catedratico de Literatura Peruana de la Universidad de Arequipa, Alberto Guillén, famoso poeta arequipeño, José Wagner, Director del Colegio Nacional de Ciencias, etc. etc., desde entonces he continuado escribiendo cuentos y ensayos, dejando la poesía. Me he apasionado mucho por el Cusco, por su glorioso pasado y las posibilidades de su porvenir. Me he convertido en un verdadero cusqueñista. Hasta el momento de escribir esta nota tengo veinticuatro publicaciones presentadas al público.

En la Hacienda Compone también salíamos a pasear a caballo, especialmente a las punas. Hay una quebrada con un río muy hermoso que desemboca en el Vilcanota, es el río Pallata. Siguiendo su curso llegabamos a las punas, especialmente al parajellamado Marcacocha, donde se realiza la festividad de los Reyes Magos. Había misa solemne, procesión del Niño Jesús, con bailarines y, finalmente, una corrida de toros; iban las autoridades y personajes de Urubamba.

En 1930 volví a Lima a seguir mis estudios universitarios. Recuerdo entre mis profesores al Catedratico de Procesal Civil doctor Ezequiel Muñoz, el de Procesal Penal doctor Zavala, el de Derecho Civil doctor Jiménez. Fue entonces que primero tenía mi pensión en la calle Padre Jerónimo y después en la Avenida Leguía, en la cuadra diecisiete, donde estaba el Edificio Rizzo. Un domingo del mes de agosto hubo despliegue policial, iban y venían vehículos con policías. Se tomaban estas precauciones porque el Presidente Augusto B. Leguía estaba invitado para asistir a una misa en la Iglesia de Lince. Al poco rato desde el balcón de la casa que ocupaba pudimos verlo en carro descubierto con el sombrero en la mano, saludando aca y alla, y nadie lo aplaudía. Estaba desprestigiado. Fue la última misa dominical a la que asistió, porque a los pocos días se levantó en armas en Arequipa el Comandante Luis M. Sanchez Cerro. El Presidente todavía probó fortuna asistiendo a las carreras de caballos en el Hipódromo de Santa Beatriz. Cuando volvió a Palacio en el Jirón de la Unión lo silbaron. Se oyeron descargas de fusilería. Así terminaba su gobierno de once años. Ya no pudo organizar el nuevo Gabinete nuevo. El Diputado cusqueño por Acomayo doctor José Angel Escalante le propuso dominar la conspiración, para lo que deberíanombrarlo Ministro de Guerra. Leguía no tomó decisiones y la ola revolucionaria avanzó. Se asiló en el Crucero Grau. Su casa fue saqueada. Nosotros los estudiantes vimos a los saqueadores que corrían por las calles. El barco tuvo que volver y Leguía fue apresado. La revolución había triunfado y escuché el discurso del Comandante Sanchez Cerro desde el Palacio de Gobierno en la Plaza de Armas, ante un gentío que fue calculado en cien mil personas. Con gran rapidez se habían realizado sucesos que transformaron profundamente la vida del país. Sanchez Cerro llegó a tener gran popularidad. Estableció la olla popular, que ofrecía comida a los desocupados. Sus actitudes antidemocraticas lo desprestigiaron y la juventud universitaria estuvo resueltamente en su contra. La juventud comenzó a tomar parte activa en la vida política del país. San Marcos resultó ser un centro de gran actividad. Surgieron los primeros grupos de apristas y comunistas en franca actitud de rebeldía.

En 1931 volví al Cusco. Fue entonces que contraje matrimonio en el Cusco con una compañera mía de estudios en la Universidad, la que fue después profesora Visitación Gamarra, hija del connotado político cusqueño doctor Manuel Jesús Gamarra, quien a los pocos meses de mi matrimonio en el mes de junio del año 31, tomó parte activa en la revolución del Comandante Cabrera que sublevó a las tropas de Cusco y Puno. También tenía aceptación en Arequipa. Había la posibilidad de que la opinión se tornase en su favor. El doctor Gamarra, fue aclamado cuando pronuncióun discurso desde el escenario revolucionario de la Plaza de Armas. Fue nombrado Jefe Político del Movimiento. Entonces puso en su bolsillo el primer decreto de la Junta Revolucionaria por el que se disponía el establecimiento del Gobierno Descentralista en el país. El decreto estaba firmado, le faltaba solamente la fecha para su ejecución. Sensiblemente las tropas rebeldes de Puno avanzaron en tren para obligar se adhiriesen al movimiento. Las de Juliaca, en el camino, en el paraje de Paucarcolla fueron detenidas por una columna de policías que se había atrincherado junto a la vía. Hubo tiroteo y los de Puno fueron derrotados y el Decreto Ley no pudo ponerse en vigencia. Las tropas leales al Gobierno entraron en el Cusco. El doctor Gamarra tuvo que esconderse para evitar ser capturado. Pasadas las semanas, el Gobierno dispuso la convocatoria a elecciones. Se realizaron las inscripciones electorales. Era el requisito para ser candidato el estar inscrito en el Registro Electoral. Los que estaban perseguidos y desterrados y presos no podían cumplirlo. Entonces surgió como remedio una amnistía, la que comenzaría a cumplirse desde el día siguiente al de cierre de inscripciones en el Registro Electoral, con lo que se impedía que se inscribiesen en los Registros los enemigos del Gobierno. Gamarra se vid obligado a inscribirse presentandose en el pueblo de San Jerónimo. El Jefe de la Oficina del Registro Electoral se negó a inscribirlo. El doctor se impuso revólver en mano y recabó su boleta de inscripción. Inútilmente laPolicía del Cusco salió en su persecución. El y sus acompañantes montados a caballo ya se habían puesto a buena distancia. Al día siguiente se presentaban en las calles del Cusco, ya no podían tocarlo, la amnistía lo protegía. Hubo elecciones generales para Presidente de fa República y para una Asamblea Constituyente. El doctor Gamarra fue elegido Constituyente con la votación mas alta.






MI LABOR DOCENTE

También en 1931 tuve el honor de ser nombrado profesor de secundaria en los cursos de Historia y Literatura en el Colegio Particular de Las Mercedes. Su Directora la distinguida profesora cusqueña señorita Carmen Segunda Pardo me dio la oportunidad de realizar mi labor pedagógica. También fui profesor en la Academia Comercial dirigida por el profesor Luis Santisteban Ochoa y en la sección secundaria del Colegio de La Merced, donde ya había trabajado en primaria el año anterior. De modo que ese año tuve intensa actividad en el profesorado. Tenía un verdadero deleite al dictar clases. La inspiración poética había surgido en Arequipa. Tengo actualmente un volumen de versos inéditos, la mayor parte de los cuales estan escritos cuando era estudiante en la Universidad de Arequipa, de modo que lo primero que escribí fue en verso. Hasta el año de 1933, mas o menos, de vez en cuando me dedicaba a la poesía hasta que repentinamente, seguramente por el trabajo intelectual dejé de escribir en verso y comencé a escribir en prosa.

En 1932 decidí poner en ejecución mi plan de viajar a Lima para residir en esa ciudad.Tenía la posibilidad de ingresar a uno de [os mas famosos estudios jurídicos de la Capital, el del doctor Diómedes Arias Schereiber. Cuando un suceso inesperado cambió el curso de mi vida, pues el doctor Rafael Aguilar, Catedratico de la Universidad del Cusco, que ejercía el cargo de Decano del Colegio de Abogados, tuvo un duelo con el Capitan de Policía Félix Del Piélago, resultando herido de un sablazo en el cuello, razón por la cual fue hospitalizado y estuvo con atención médica durante varios meses. Fue entonces que tomando en consideración que había terminado mis estudios en la Facultad de Letras, pero que carecía de los títulos de Bachiller y Doctor en Letras fui nombrado Catedratico Accidental en su reemplazo mientras durase su licencia por razones de salud. Yo era muy muchacho. Mis futuros alumnos tenían mas edad que yo. El ofrecimiento era tentador, presentaba buenas perspectivas. Acepté y me quedé en la catedra durante cuarenta años, desde luego que el doctor Aguilar volvió a la catedra, pero a mí me dieron otros cursos. Así se cambió mi destino y me dediqué con mucho entusiasmo y fervor a la catedra, especialmente de Literatura Americana, Peruana y a los cursos de Filosofía Antigua, Historia de América e Historia de la Civilización Antigua.


MI LABOR COMO PROFESOR

Ya dijimos que el año de 1932 fue el que me dio la oportunidad de ingresar a la Universidad como Catedratico Interino de la Facultad de Letras. También ese año el doctor José S. Wagner, Director del Colegio Nacional de Ciencias me llamó paraque dictase los cursos de Historia Antigua y Contemporanea en Educación Secundaria, los que continué dictando con pequeñas interrupciones hasta 1946, en que por razones de incompatibilidad renuncié a dicho cargo por haber sido elegido Rector de la Universidad Nacional del Cusco. En esa forma fui profesor secundario del principal Colegio de Varones de la ciudad. Mi padre el doctor Daniel Yépez y mis tíos sus hermanos Arturo, David y Belizario habían sido también profesores y alumnos de dicho Colegio. Fui alumno en primaria y secundaria, de modo que eran muchos los motivos de simpatía que me atraían hacia ese Colegio. Seguramente por eso y por mi inclinación espiritual al profesorado, daba mucha preferencia a esta ocupación. Han pasado muchos años y todavía mis alumnos de ese entonces, que ahora son ilustres y respetados profesionales, recuerdan mis lecciones, e inclusive hasta algunas frases que yo había pronunciado, en tal o cual ocasión.

El método de enseñanza que ponía en practica era de mi propia iniciativa, procuraba que cada uno de los alumnos tuviera un libro de texto en lo posible Malet, que servía para que estudiasen las lecciones. Disertaba sobre determinado tema y al día siguiente dictaba un pequeño esquema, de modo que se formaba un cuaderno con esquemas o simples reflexiones, que resultaron de gran utilidad. Ademas, indicaba a los alumnos que elaborasen trabajos sobre determinados temas que los exponían en clase y concluían en un debate en el que intervenían los demas alumnos, de modo que la participacióndel alumno era muy activa y atrayente. En la Universidad también, con mayor razón, disponía que los alumnos hicieran exposiciones de determinados temas. En el momento de matricularse los alumnos ya sabían el tema que serviría para que preparasen una lección magistral. Eran diez temas numerados del uno al diez, de manera que cada alumno resultaba con el tema cuyo número correspondía al número también de la matrícula, de modo que se documentaron y prepararon un trabajo de veinte o treinta paginas que muchas veces sirvió de base para tesis de grado. En esa forma les interesaba por un tema, les exigía que reuniesen bibliografía al respecto y finalmente escribiesen una monografía. Las reuniones eran animadas y los muchachos con mucho entusiasmo colaboraban para el mejor éxito del plan educativo. En esa forma se descubrieron inclinaciones, talentos y capacidades que antes parecían ignoradas por un estímulo externo. Yo también me contagiaba del entusiasmo de los muchachos y leía incansablemente, en esa forma llegué a organizar una verdadera biblioteca de autores americanos, especialmente de habla castellana y todos los libros, particularmente novelas y ensayos que se publicaban, llegaban a mi conocimiento para que los estudiase, especialmente del curso de Literatura Americana y Literatura Peruana que, siguiendo las normas establecidas en las universidades de San Marcos, Arequipa y Trujillo, se independizaron, formando los cursos de Literatura Americana y Peruana.


FORMACION DEL GRUPO CUSQUEÑISTA “INCA GARCILASO”

En 1935,en el mes de agosto formé el Centro Cusqueñista Inca Garcilaso, con el propósito de orientar la opinión pública a favor del Cusco, para que recuperase su prestigio ancestral y obtuviese el privilegio de ocupar el puesto de honor que le correspondía en la vida nacional e internacional. En este empeño se tomó el nombre del ilustre mestizo el Inca Garcilaso, como la figura representativa que sirviese de bandera a este pensamiento. Junto conmigo colaboraron en este empeño un grupo muy distinguido de futuras personalidades, entre ellos estaban Julian Santisteban Ochoa, Luis A. Pardo, Roberto Frisancho, Miguel Angel Delgado, Alberto Delgado, Manuel E. Cuadros, Constantino Zúñiga Vargas, Víctor Pilares Polo, etc. y llegaríamos a publicar una revista que llevaba por nombre el del Cronista Garcilaso; dictabamos conferencias y se realizó una activa labor que ha durado hasta nuestros días.

La primera actividad cultural que realizamos fue la de celebrar el Primer Centenario de la Confederación Perú-Boliviana, suceso histórico de enorme importancia en la historia nacional, al -que se trataba de subestimar. Creímos que era necesario demostrar que el Cusco había sido tomado en consideración en un papel principal para que se tomase en cuenta para ser la Capital de la Confederación. Con este criterio trabajamos activamente. El profesor Julian Santisteban Ochoa viajó a La Paz, Sucre y Cochabamba; se vinculó con los historiadores del Altiplano. Visitó archivos, se documentó perfectamente y escribió una historia sobre la ConfederaciónPerú-Boliviana en seis tomos que mecanografiados fueron entregados a la Biblioteca de la Universidad del Cusco, valiosísimo aporte histérico que merece ser publicado. Ojala las autoridades universitarias lo tomen en consideración.

El doctor Enrique López Albujar, destacado novelista e historiador nacional, autor de célebres novelas, como “Cuentos Andinos”, “Matalache”, “El Hechizo de Tomayquichua”, etc. etc., opinaba en contra de la Confederación. Fue entonces que un militante de nuestro grupo el doctor Jorge Cornejo Bouroncle, le salió al encuentro. Hubo una polémica muy interesante que agitó el ambiente intelectual de aquella época. Allí se demostró que el movimiento panperuanista de reubicación, de unión del Alto y Bajo Perú era muy lógico como oportuno y conveniente. Se levantaron los valores panperuanos, y también intervine publicando mi trabajo sobre Perú-Bolivia y Chile Unidos, en él manifestaba que Portales, en vez de pensar en impedir la Confederación debió proponer el ingreso de Chile a esa nueva unidad estatal, convirtiendo el nuevo estado en un poderoso imperio político. El doctor Cornejo Bouroncle, publicó un folleto de la Confederación Perú-Boliviana. Estas actividades del Centro Cusqueñista “Inca Garcilaso” conmovieron también la opinión de escritores de Arequipa, Puno y Lima. Conseguimos entonces que el Cusco fuese tomado en consideración, de acuerdo con el prestigio histórico que poseía. Nuestra labor fue intensa y mereció el aplauso de la opinión pública.

Indudablemente que la mas importantelabor del Centro Cusqueñista Inca Garcilaso fue la conmemoración del 400 Aniversario de su nacimiento, es decir el 12 de abril de 1539. Realizamos una gran labor en la que tuve el agrado de contar con el valiosísimo aporte del Secretario que fue el escritor Manuel E. Cuadros Escobedo, conocido en el mundo de las letras como Mece. El Centro publicó una famosa carta que salió en los diarios y revistas de todo el continente, llamando a los pueblos de América a una unión espiritual, con el recuerdo del primer peruano que era el Inca Garcilaso, representativo de una estirpe y de una nueva raza, llamada a devolver a nuestra

América el prestigio que le correspondía en la historia. La carta terminaba con esta frase que se hizo famosa: “América siempre nuestra”. En esa forma, la celebración adquirió categoría internacional. El gobierno del General Benavides declaró Semestre Jubilar de Garcilaso al primer semestre del año de 1939 y dio un Decreto Ley disponiendo que la casa donde presumiblemente nació, ubicada en la calle de Heladeros, que forma esquina con la calle Coca, que fue proclamada Calle Garcilaso, fuese adquirida para ser destinada para que en ella funcionase la Facultad de Letras e Historia de la Universidad del Cusco; disponía también la reedición de sus obras, especialmente de “Los Comentarios Reales”.

El pueblo del Cusco comprendió la importancia de la efemérides. El nombre del Inca Garcilaso sirvió para que se le recordase; así la Calle Coca, donde esta ubicada su casa se la llamó Calle Garcilaso. El Estadio esllamado Garcilaso. Un Cine, tomó su nombre, así como la Librería de la calle de Mantas fue llamada Librería Garcilaso; su propietario era el señor Anibal Fernan-Zegarra, mi hermano político. Después en el nuevo barrio de Huanchac surgiría la Avenida Garcilaso y Hotel Garcilaso, se llama el que funciona en la calle del mismo nombre; finalmente, el Centro Cusqueñista tuvo por vocero la Revista Garcilaso, que adquirió calificado renombre.

El 12 de abril de 1939, es decir hace cincuenta años, se realizó una ceremonia recordatoria muy importante en la misma casa donde Garcilaso vivió en compañía de sus padres el Capitan español Don Sebastian de Garcilaso, entroncado con linajudas familias de la Península y su madre la bella Ñusta Isabel Chimpu-Ocllo, sobrina del Emperador Huayna Ccapac y nieta de Tupac Inca Yupanqui. Asimismo, ese mismo día se realizó en la Plaza de San Francisco la colocación de la primera piedra del monumento que se eregiría en homenaje al ilustre cusqueño. Entre las personalidades que llegaron de Lima se encontraba el Garcilasista doctor Aurelio Miro Quesada y el doctor Víctor Andrés Belaunde. En la ceremonia se pronunciaron varios discursos, entre ellos uno del señor Alcalde, el doctor David Chaparro y otro del Rector de la Universidad. Yo también hice uso de la palabra como Presidente del Centro Cusqueñista Inca Garcilaso. Estaba profundamente emocionado con la trascendencia del momento histórico que vivíamos, entonces dije que teníamos derecho a llamarnos una nación, porque teníamos dos figurasrepresentativas que forjaron nuestra historia y eran el Inca Garcilaso, luz, voz, pensamiento, y Túpac Amaru, rayo, trueno y tempestad. Tuve el honor de ser interrumpido con el abrazo efusivo del doctor Víctor Andrés Belaunde. También había participado en la actuación que se realizó en la Casa de Garcilaso. Se cumplió nuestro propósito. La Universidad publicó en un número de la Revista Universitaria todos los discursos y artículos que se habían escrito con motivo de esta efemérides. .Garcilaso ocupaba el puesto que le correspondía en la historia y el Cusco era tomado en consideración como la Roma Americana, frase significativa con la que el Inca Garcilaso calificaba a esta metrópoli. También un certamen literario convocó a juegos florales sobre la personalidad del Inca Garcilaso. Allí fue premiado con el primer puesto el joven poeta Luis Nieto Miranda, con una hermosa composición enaltecedora de la figura del ilustre Inca. El poeta Edmundo Delgado, ocupó el segundo puesto y la señora Ana de Teves el tercero. Hubo una intensa actividad literaria con este motivo.

Otra actividad importante del Centro Cusqueñista, fue la celebración del Segundo Centenario del Nacimiento del Inca Túpac Amaru. el año de 1942. Era necesario poner de relieve esta gran figura de nuestra historia. Movimos el ambiente intelectual.

A Túpac Amaru no se le tomaba en cuenta de acuerdo con el mérito que poseía. Era evidentemente Jefe de un Movimiento Revolucionario que le daba categoría de Movimiento Precursor de la Emancipación Americana. Merecía sercolocada su figura junto a las de José de San Martín y Simón Bolívar. Nuestra labor fue intensa. Pronunciamos discursos y realizamos un concurso histórico que fue ganado por el profesor primario doctor Julio Miranda. Se publicó en un folleto especial el valioso trabajo histórico que lo consagró como historiador del gran revolucionario peruano.

El año 1946, con ocasión de recordarse el 250 Aniversario de la Obtención del Primer Título Universitario en la Universidad Nacional del Cusco, celebramos este acontecimiento histórico con diversas actuaciones, destacandose entre ellas el discurso conmemorativo que fue pronunciado por el profesor doctor Julian Santisteban Ochoa, que fue muy aplaudido y ovacionado por haber demostrado gran conocimiento histórico del tema, su gran vocación cusqueñista y su oratoria que conmovió a los oyentes. Fue ocasión para que se diese importancia al hecho significativo de la creación de la Universidad del Cusco y la gran actividad académica que realizó en la Colonia, tomandose en consideración especialmente el Rectorado de Manuel Mollinedo y Angulo que fue Obispo y Rector de la Universidad y que convirtió el oro de los incas en joyas de inapreciable valor histórico. Este Mecenas que había venido de España, donde fue Parroco del Templo de La Almudena, impulsó el movimiento artístico del Cusco, que se convirtió en un centro de arte, en una verdadera Florencia Americana, artistas anónimos que tenían dormidas en sus venas las calidades artísticas de sus antepasados los incas, expresaron suemoción pictórica en 200,000 cuadros, según unos, y 100,000 según otros, que circularon por todo el continente y aún España y Europa, llevando el arte cusqueño que fue calificado como “Escuela de Pintura Cusqueña”.

Otro Rector de la Universidad y Obispo del Cusco en el siglo XIX fue José Pérez y Armendariz, de quien ya nos ocupamos, fue un verdadero abanderado de la revolución en Cusco el año 1814. El doctor Julian Santisteban Ochoa, al hacer la exposición de los méritos históricos de la Universidad, manifestaba también las posibilidades futuras de la Universidad, de acuerdo con su prestigio del ayer. Todo esto me hizo pensar en la necesidad de hablar de nuestra Universidad con un criterio continentalista, porque la Universidad del Cusco no es una universidad mas de caracter regional, es de proyección continental, y debe ser una Universidad Americana que exprese las calidades espirituales propias de nuestro pueblo, que sea la manifestación de la Integración Americana.





LA UNIVERSIDAD INDOAMERICANA DEL CUSCO

De acuerdo con estos pensamientos es que el año 1964, me permití presentar una moción en el XXXIV Congreso de Americanistas de Madrid, pidiendo la creación de una Universidad Indo-Americana con sede en el Cusco. La moción fue aprobada, pero como estos congresos no tienen fuerza ejecutiva quedó solamente en declaración, por ello en conferencias, conversaciones, artículos periodísticos y folletos, he ido incansablemente defendiendo la necesidad de buscar los caminos de la Integración Americana, medianteacción cultural que realizaría una Universidad Indo-Americana con sede en el Cusco.

Los grandes movimientos de integración se han realizado mediante guerras, se han definido en los campos de batalla. Allí estan la unidad italiana, la unidad alemana, la unidad española, la unidad soviética y aún la norteamericana. Eran pueblos con igual raigambre histórica, divididos en varios estados, muchas veces rivales. Considero que los movimientos unitarios del siglo XXI que llevaran a América Latina a la integración, seran obra de sus juventudes reunidas bajo el alero histórico del Cusco, donde profesores y alumnos comprendan la necesidad de integrar América, unirla en sus atributos esenciales, buscar sus posibilidades de acercamiento y calificar, presentar sus valores propios y esenciales para que la América ingrese a dirigir los destinos de la historia con una personalidad propia y definida, distinta a la de Europa.

Considero que el siglo XX demuestra la capacidad cultural de Europa, el mundo de Occidente ha dominado al mundo físico mediante su capacidad matematica y científica, haciendo posible que el hombre pueda caminar en el suelo de la luna. Asombrosa acción, milagro científico de la técnica del hombre del siglo XX, pero también el siglo XX ha creado la bomba atómica, terrorífica arma, cuyo uso destructivo impediría que haya vencedores y vencidos en una contienda bélica, porque con sus tremendos efectos mortíferos, en una guerra atómica, todo quedaría destruido, y la muerte sería la señora que reinaría en los camposdesiertos de los cinco continentes. Es urgente reaccionar contra estas posibilidades. Necesitamos un cambio en busca de los verdaderos valores de la vida. Es necesario que se oiga la voz del corazón y que los sentimientos gobiernen la vida de los pueblos, crear la mística capaz de convertir al mundo en un nuevo escenario de paz, amistad y confraternidad, en que cada hombre vea a su vecino como a un hermano y cada país comprenda que los pueblos limítrofes son fraternos. Ojala que el siglo XXI sea de Integración Americana y que una Universidad Indo-Americana con sede en el Cusco, proclame los nuevos valores humanos de concordia, libertad, paz con mística de fraternidad. Nuestro siglo, Siglo de la ciencia y de la creación científica, ha olvidado que sólo la paz y el sentimiento de fraternidad haran posible la mística de un pensamiento nuevo que rija a los pueblos.

El Cusco ya fue eje de un gran movimiento de integración realizada en la época del Imperio Incaico. Los pueblos al ser conquistados se integraban al Cusco y tenían que enviar porciones de su tierra que eran mezcladas en ceremonia religiosa solemne en la Plaza de Haucay-Pata. En esta forma tierras de Colombia y de Ecuador, Chile, Bolivia y Argentina estan fraternalmente unidas con las del Cusco en esta plaza histórica.

En estos tiempos ha habido necesidad de dos sucesos trascendentales para que tomemos nota en su valor esencial de la importancia de la integración. La guerra de las Malvinas, en las que Inglaterra atacó a la Hermana República de la Argentina en suplan de retener la posesión de las Islas Malvinas, y segundo la necesidad de los países latinoamericanos de abonar su deuda externa, de acuerdo con sus posibilidades económicas, han demostrado que nada podemos solos, que necesitamos estar unidos para que seamos tomados en consideración. Es por eso que es realidad lo que dijo el escritor Guillermo García: “o América Latina se une o América Latina se hunde”. Considero que el siglo XXI sera el de la Integración Americana. Todo nos une, nada nos separa. Nuestros países hermanos, todos estan reunidos geograficamente en América del Sur y del Centro. Históricamente aquí florecieron culturas aborígenes, como la maya, y la inca, que son hasta ahora la admiración del mundo. Todos nuestros países fueron invadidos por los conquistadores europeos y todos también sufrieron la humillación del coloniaje. Asimismo, todos se levantaron, consiguiendo su independencia y ahora todos también estan sufriendo los mismos problemas y tienen las mismas necesidades inclusive económicas.. Allí, creo que el papel del Cusco es definitivo. Esta abuela de los Andes, nacida entre montañas, de una admirable fuerza telúrica que le otorga originalidad, debe volver a ser la Capital Espiritual de América. De los muchos caminos que se busca para conseguir la integración, el mas importante es el de la formación de una Universidad Indo-Americana con sede en el Cusco. Aquí profesores y alumnos cobijados bajo el mismo alero histórico, sintiendo la misteriosa fuerza del pasado, seran capaces de orientar sus pasospara buscar el verdadero camino de América. América nuestra, nuestra América, como algo distinto a lo occidental. Esas son las ideas surgidas como consecuencia de mi ponencia del año 1964 en el Congreso de Americanistas reunido en Madrid, pues, ya lo he repetido varias veces, el mundo tiene que recordar la necesidad de poner de relieve la fraternidad, la paz y la mística de la unión a base de los sentimientos que animen a los corazones de una nueva concepción de la vida.


FUNDACION DEL INSTITUTO AMERICANO DE ARTE

El año 1937 fue muy importante en la vida universitaria del Cusco. El profesor J. Uriel García, autor de los libros “Cusco, la Ciudad de los Incas”. El Nuevo Indio, Pueblos y Paisajes sud peruanos, colaborador de los periódicos “La Prensa” y “La Nación’ de Buenos Aires y participante en muchas reuniones culturales de Argentina y Uruguay, consiguió el patrocinio de la creación del Instituto Americano de Arte en la ciudad del Cusco el día 5 de octubre de ese año 1937.

Mediante el arte se vincularían los pueblos y se podría admirar la originalidad, la fuerza y el atractivo del arte peruano en su música, sus danzas, poesías, teatro, etc. Fue significativa la creación del Instituto Americano de Arte. El doctor Uriel García, me hizo el honor de tomar parte, como fundador. Recuerdo a1gunos nombres de destacadas personalidades, como las del profesor y periodista Julio G. Gutiérrez, que conmigo somos los sobrevivientes del grupo de fundadores. Vuelvo a repetir, entre ellos estaban los doctores José GabrielCosio, Rafael Aguilar, Víctor Guillén, Federico Ponce de León, Alberto Delgado, los señores Manuel Figueroa Aznar, Julio Rouvirós, Martín Chambi, Roberto Latorre, Víctor Navarro Del Aguila, Humberto Vidal Unda, Roberto Ojeda, etc. Desde entonces este grupo de intelectuales trabajó intensamente, propiciando un mayor acercamiento entre nuestros países mestizos, fomentando que se acrecentase la fraternidad, especialmente del Perú, Bolivia, Argentina y Uruguay.

El año de 1987, con motivo del Cincuentenario de la Fundación del Instituto, se realizó una solemne actuación en la que participé enviando un mensaje de saludo que fue leído por la socia señora María Del Carmen Stabile de Ferro. Allí recordaba la importancia y actividad de la Institución y sus proyecciones para el futuro.

Una de las actividades mas importantes del Instituto Americano de Arte, es la de fomentar el arte popular, especialmente alentando la presencia de escultores que intervengan en la famosa Feria del “Santuranticuy” o fiesta de los santos que se realiza cada 24 de diciembre en la Plaza de Armas del Cusco, con ocasión de la Navidad, pues artistas, escultores del barrio de San Blas, el barrio de los artistas, toman parte enviando sus creaciones para ser adquiridas en dicha feria. Allí esta la historia del traje típico de los campesinos del Cusco. Aparecen hombres del campo conduciendo a sus llamas con cargas, llevando productos típicos, mujeres con sus ruecas, luciendo típicos vestidos, etc. etc. Allí han surgido artistas de fama internacional, como losOlave, Mérida, Mendizabal, Mendívil, etc. En esa forma el arte cusqueño se universaliza y esta feria del Santuranticuy resulta toda una bandera de autoctonismo.

El Instituto Americano de Arte ha publicado una revista, órgano cultural de esta Institución. Se han editado mas de veinte números muy solicitados por las instituciones culturales de todas partes. Ya dijimos que allí esta la historia palpitante de nuestro pueblo, representada por el arte popular a veces travieso y burlón. Recuerdo que pude admirar figuritas representando personajes, como el médico Arguedas, el canónigo Isaías Vargas, el doctor Jorge Cornejo Bouroncle. También aparecí alguna vez como motivo de alguna escultura en la feria del Santuranticuy.

Otra actividad muy importante del Instituto Americano de Arte, fue la de organizar y realizar una gira artística que se cumplió en la década del 40, visitando la ciudad de La Paz. El doctor Rafael Aguilar, catedratico de la Universidad, fue en esa ocasión Presidente y realizó una obra de mucho mérito, organizando un elenco teatral formado por jóvenes entusiastas que representaron el drama “Ollantay”, obra del gran peruanista argentino Ricardo Rojas, quien después de un prolijo estudio del drama, reestructuró su argumento, escribiendo la obra en castellano. Fue muy bien recibida en La Paz esta obra. Se realizaron repetidamente muchas funciones teatrales que fueron muy bien aplaudidas por un público entusiasta, se dictaron también varias conferencias. Hubo una verdadera aproximación espiritualPerú-boliviana.

Se hicieron varias propuestas para que visitasen Buenos Aires, lo que no se pudo realizar, porque el personal estaba en su mayoría conformado por jóvenes estudiantes que tenían que volver a sus centros de enseñanza. En Buenos Aires se recordaba que en 1923 una delegación cultural cusqueña, presidida por el doctor Luís E. Valcarcel había visitado esa ciudad y representado durante treinta noches consecutivas el drama en quechua “Ollantay” en el Teatro Colón, con sobresaliente éxito. El Perú acreditaba su gran capacidad artística y su profunda vocación histórica con la representación del drama “Ollantay” en Buenos Aires y en La Paz. Creo que es oportuno que hable algo sobre el argumento de este drama. Considero de acuerdo con la versión de los cronistas, que en la época del Imperio Inca habían representaciones teatrales de caracter público, que eran sumamente aplaudidas en las plazas donde se representaban sobre temas que preparaban los amautas. Sensiblemente, la persecución cultural que realizaron los españoles impidió el normal desenvolvimiento de la actividad teatral, a pesar de ello en la época colonial los españoles quedaron admirados al constatar que los aborígenes del Perú tenían gran capacidad artística, en las representaciones de autosacramentales y otras actividades teatrales, especialmente de caracter religioso. El Ollantay es, pues, evidentemente una obra teatral de la época de los incas, la que ha sido reestructurada en la época colonial, dando paso a la versión quechua, que se cree sea del cura AntonioValdez, pero me permito pensar que el argumento quechua en la parte del desenlace ha sido modificado por esta versión quechua, porque no hay lógica relación entre el argumento principal y el desenlace. El argumento trata del General Ollantay, victorioso en muchas guerras de conquista que, aprovechando de esta situación, solicita al Inca en matrimonio a su hija, lo que es rechazado con indignación por el Emperador, porque hay una separación radical entre la nobleza y el pueblo. Ollantay se subleva y huye con la princesa. Es derrotado y hecho prisionero, y la versión quechua termina con el perdón del rebelde, quien es premiado con la boda y queda como Virrey del Imperio. Esta versión no podía haber sido la que se presentaba en las plazas públicas del Imperio, un rebelde desleal, traidor a su monarca, es vencido y termina perdonado y matrimoniado, de acuerdo con el mismo monarca. Entonces resultaría educar al pueblo para que se subleve contra las leyes del imperio, porque el vencido sera premiado y perdonado. Resulta sin lógica, un verdadero absurdo pensar en esta conclusión. Creo que en la época de la Colonia, por “razones políticas”, tal vez la revolución de Túpac Amaru, fue la que impulsó a cambiar el tenor de la última parte, pero desfigurando la versión inca, que era representada en las plazas públicas del Imperio. Sería interesante cotejar cuidadosamente la primera parte del desenlace de la versión quechua, para poder observar si el estilo del quechua utilizado en la primera parte y del desenlace, pertenecen a unasola época, porque los idiomas tienen su particularidad de estilo que corresponde a cada época histórica. El Ollantay es el drama, representación de una cultura, de un pueblo. Es la época inca la que surge en su argumento. Es el alma de un pueblo, por eso considero que así como el Mahabarata y el Ramayana representan a la cultura indostanica y La Ilíada y La Odisea a la cultura de la antigua Grecia, el Ollantay es el representativo del pueblo Inca.

Es muy grato constatar que el Cusco es el estandarte cultural que ha influido para su debida representación en Bolivia y la Argentina.




MIS PUBLICACIONES

El año de 1933 publiqué mi novelita “Los Andes Vengadores”, de la que ya me ocupé bastante. Es mi obra primigenia con todo el fervor de la juventud. Allí siguiendo la prédica de Gonzales Prada, considero que la educación es el factor principal para la transformación del indio. Planteo un personaje imaginario, la profesora Juana Cutiri que llega a su comunidad después de haber seguido estudios en una escuela normal para maestros indígenas. Ella en su ayllu organiza la escuela y realiza una verdadera revolución cultural, porque les habla del legendario Imperio de los Incas que son los abuelos del pueblo, que habían perdido completamente la tradición de sus antepasados. De modo que hablarles de Manco Capac y de los gloriosos Incas era un verdadero cuento fantastico que llegaba a sus oídos. En la novelita se habla de los abusos de las autoridades, que aprovechan de la ignorancia de los indígenas, y se plantea ladevolución de unos terrenos que estan ocupados por los campesinos del ayllu, para que las autoridades les entreguen a unos hacendados que los reclaman. Pero el acto de la entrega provoca una indignación general. Entonces acuden en defensa de sus hijos “Los Andes vengadores”. Hay una torrencial lluvia, se forman torrentes que hacen precipitar grandes piedras que ruedan con estruendo al caer en las quebradas. Hay muertos y heridos y la devolución de tierras no llega a realizarse. En uno de los capítulos se plantea un problema. Es el hijo del Subprefecto, un joven universitario que habla de la necesidad de que el gobierno cumpla sus funciones con mejor conocimiento del pueblo. Cree que la capital debe ser el Cusco, que fue un centro político de primer orden en la época imperial, que fue pospuesto por disposición de un usurpador que era Francisco Pizarro, quien fundó la ciudad de Lima como capital para estar cerca del mar, para el caso de ser derrotado por los peruanos. El estudiante cree que inclusive en caso de guerra en nuestros días la capital sería bombardeada y puesta en situación difícil por una escuadra enemiga y la guerra terminaría victoriosamente para el agresor. En cambio el Cusco ofrecería mucha resistencia, porque los ejércitos enemigos tendrían que avanzar por los difíciles senderos de la cordillera donde serían derrotados por los peruanos. El estudiante planteaba necesidades políticas, económicas y sociales para proclamar la necesidad de devolver al Cusco su derecho a la capitalidad política. Este temaplanteado en la novelita provocó entusiastas discusiones que pasados los años han reaparecido cuando el senador belaundista el doctor Manuel Ulloa presentó ante la Camara de Senadores del Perú una moción, solicitando que el Cusco sea la Capital del Perú. El doctor Ulloa realizó un viaje Al Cusco, dictando una conferencia en esta ciudad sobre este tema. Recientemente, durante el actual gobierno del Presidente Alan García, el diputado aprista por el Cusco doctor Régulo Mujica Jerí, mi hijo político, ha presentado a su Camara una moción muy bien sustentada solicitando se devuelva al Cusco el derecho de ser la Capital del Perú, puntualizando numerosas razones en ese sentido, como son: Que fue Capital del Imperio Inca, Capital de la Fracción Almagrista, Capital Judicial con Audiencia establecida después de la Revolución de Túpac Amaru, proclamada Capital en 1816 en la Asamblea Constituyente de Tucuman por el Prócer Belgrano, que solicitaba la restauración del Imperio de los Incas con su capital en el Cusco, teniendo a Juan Bautista Túpac Amaru como Monarca Constitucional en el trono de sus antepasados, Capital cuando el gobierno de La Serna, en la época de la Emancipación, proclamada Capital por Santa Cruz en la época de la Confederación Perú-Boliviana. Considerada para Capital por la Asamblea Constituyente de Ayacucho en 1881 por el representante cusqueño mi tío doctor David Yépez, cuando los chilenos ocupaban Lima en la época de la Guerra del Pacífico. Capital por su riqueza mineral, especialmente del Gas de Kamisea, CentralHidroeléctrica de primer orden, Zona Turística por excelencia, como cuenca agrícola del Alto Urubamba, con capacidad de mantener de 20 a 30 millones de habitantes y con posibilidad de unir la cuenca del pacífico con la del atlantico mediante vías de penetración que uniesen ambas regiones. Este proyecto ha sido muy bien recibido y ojala pronto sea discutido en las camaras legislativas y tomado en su justa y debida consideración. Este proyecto se ha presentado a consecuencia de un movimiento surgido en la ciudad de Huancayo que ha sido también aplaudido por el Presidente Alan García para que la capital sea una ciudad que se encuentre en la Cuenca del Mantaro, vale decir Huancayo. Fue entonces que el representante por el Cusco Mujica Jerí, manifestó que era respetuoso de estas opiniones, pero que considerada que él no pedía la capital para el Cusco sino la devolución al Cusco de su derecho para ser capital del Perú, como lo había sido en otras épocas.

En 1934, apareció la publicación de mi trabajo titulado: “Peruanidad Literaria y Revolución”. Con el fervor propio de mi edad hacía un apasionado elogio de las posibilidades de la sierra para ser el centro de la actividad cultural del Perú por su riqueza geografica, por los Andes con su gran capacidad artística y que una población que vive en contacto con ella, tenía que seguir en su acción la gran actividad artística y cultural que devenía desde la época inca. Pensaba que la creación artística, la creación cultural, tenían que ser una verdadera revolución contra el pasadismo,el colonialismo que tenía por su centro a la región de la costa. De modo que el verdadero Perú debería buscarse en la región de la sierra. Naturalmente, que hubo encendidos debates y polémicas en torno a estas ideas aparecidas en mi trabajo del año 1934. Desde luego que allí hacía en forma apasionada, elogio de nuestra literatura cusqueña, especialmente de Clorinda Matto de Turner, de la literatura puneña, de los poetas hermanos Peralta; en fín de todo gesto, de toda actitud positiva de la literatura llamada indigenista. El indio debería ser el tema literario por excelencia. Había que estudiar los diversos indigenismos, como el indigenismo formal y el esencial. El indigenismo en busca de color y de novedad y el indigenismo revolucionario que quiere transformar y renovar. Los autores de las calidades de Luis E. Valcarcel y Enrique López Albujar, eran muy tomados en consideración así como el pensador cusqueño doctor Uriel García. Faltó para darle un mayor poder a esa acción indigenista, la formación de un cenaculo, de una agrupación de caracter interdepartamental. Lima, la centralista, era sumamente fuerte y poderosa y había que oponerle una fuerza poderosa también para poder librar una gran batalla de caracter doctrinario, defendiendo la sierra y el indigenismo como formas revolucionarias para derrotar al pasadismo y costeñismo. Desde luego, desde hace cincuenta años, las cosas han variado sustancialmente y ahora el movimiento indigenista abarca por igual a todo el Perú con su sentido de afirmación nacionalista. Recuerdoque Vladimiro Bermejo, Catedratico de Literatura Peruana de la Universidad de Arequipa, fue uno de los mas apasionados escritores que defendieron estas mis ideas. También elogió mi novela “Los Andes Vengadores”.

En 1935 publiqué mi trabajo titulado: “La Novela Indigenista”, que valió de tesis para optar el grado de Doctor en la Facultad de Letras. La escribí de un tirón, con mucho apuro, porque las clases terminaban el 15 de enero del 35, y antes de esa fecha debía optar el Grado para tener opción de ser nuevamente declarado Catedratico Interino en el año académico de 1935. El reglamento exigía la presentación de la tesis impresa, lo que significaba un retraso, dada la angustia del tiempo que tenía para el doctorado. Hice la contrata y pagué la edición del trabajo a la Editorial Rozas. El Consejo de la Facultad de Letras acogió en forma favorable esta mi actitud y conseguí mi tan ansiado título del Doctorado en Letras.

En esta tésis hice elogio de la Novela Indigenista del Perú, como una forma de hacer nacionalismo auténtico. Hice hincapié en proclamar la diferencia entre novela indigenista y novela incaista. Hablé del arte como una verdadera trinchera cultural para defender mis ideas. Recuerdo que me ocupé en forma preferente de Clorinda Matto de Turner, de sus novelas “Aves Sin Nido” e “Indole”, de la novela poco conocida de “Cori Champi” del autor cusqueño Lizandro Caller, de César Vallejo y César Falcón, de las novelas y cuentos de Enrique López Albújar, especialmente de “Cuentos Andinos”, “Matalaché” y “ElHechizo de Tomayquichua”. Esta literatura no era indígena, no era escrita por campesinos; era indigenista, escrita por hombres de la clase media que se acercaban a los dos grandes protagonistas de la novela, es decir el medio serrano, lleno de belleza y sugestiones y el protagonista que es el campesino. El tema fue muy comentado y alcanzó relieve mas alla de nuestras fronteras patrias. Me llegaron cartas alusivas a esta publicación.

En 1940, la Universidad del Cusco, me hizo el honor de encargarme pronunciar el discurso de orden en la apertura del Año Académico. Vivíamos momentos de gran expectación internacional. Estabamos en plena Segunda Guerra Mundial. Parecía que los ejércitos del eje Roma y Berlín, ponían en duro aprieto a las tropas democraticas del mundo libre. La intelectualidad del Perú, estaba por la democracia. En el Cusco la defendíamos con verdadera pasión, de modo que el título de mi discurso fue: “El Proceso Cultural del Perú”. Mostré las posibilidades del porvenir de América, teniendo el continente como la tierra de la libertad. Hice hincapié en tres personajes cusqueños que representaban tres épocas de la vida cultural del Perú a través de tres siglos. El Inca Garcilaso de la Vega, representativo del siglo XVI, en el que en el Perú se enfrentaron dos mundos y dos civilizaciones opuestas para dar lugar al nuevo mundo que nacía con el mestizo, cuyo representativo era el Inca Garcilaso. El siglo XVII, culteralista y gongórico, donde el esplendor verbal y la metafora señalaban los caminos de la vidacultural cuyo mas alto representativo era el cusqueño El Lunarejo Juan Espinoza y Medrano y, finalmente, el siglo XVIII estaba magníficamente representado por otro cusqueño, el famoso Juan Bustamante, apellidado CONCOLOR CORBO, su libro Lazarillo de Ciegos Caminantes es burlón, travieso, crónica de caminante que se burla de la realidad de los gobernantes y de sí mismo. Se ríe cuando el censor suprime setecientas paginas de su libro que contenían críticas a la época. El siglo bullente del XVIII, con su fervor que dara fuerza a las revoluciones del futuro, aparece en este libro del escritor cusqueño. En mi discurso académico hago hincapié en la potencialidad cultural del mestizo. El mestizo es el nuevo hombre de América, que debe oír el mensaje de la tierra, acercarse a su tradición, buscar lo propio en la sabia íntima de su ser pera mejor conocer América, para comprenderla y expresarla.

En 1938, era Catedratico de Filosofía Antigua y tuve el agrado dictar por primera vez en nuestra Universidad, lecciones sobre la filosofía de la India. Publiqué un trabajo titulado la “Filosofía del Oriente” en el que hago detallado estudio de los seis sistemas filosóficos de la India. Estudié con cuidado las apasionadas paginas escritas al respecto por el sabio filósofo, el mexicano José Vasconcelos, quien con mucha pasión presenta el estudio de la Filosofía Indostanica. Leí libros de filosofía y el Bagabath-Ghita o el Canto del Señor, que son trozos del poema Mahabarata, plenos de filosofía espiritualista. Yo creía que el pensamientofilosófico de la India, traería como consecuencia una verdadera batalla con las doctrinas filosóficas de Europa, y que el resultado podría ser la presencia valiosa del pensamiento latino-americano, superando esa pugna y otorgando a nuestra América una capitalidad espiritual.

El pensamiento indostanico tiene mucho valor, es significativo que el medio geografico de la India impidió su dominio, entonces el hombre buscó la conquista de su propio ser, la conquista de su espíritu y surgió un dominio espiritual extraordinario. Para el pensamiento indostanico el mundo esta en pleno proceso de cambio que es eterno, porque la vida es un proceso de creación, que concluye en un proceso de regresión. Hay un avance seguido de un retroceso. Hay una ampliación seguida de una disminución, es como un colosal péndulo que avanza y retrocede a través de millones de años y que no terminara jamas. La humanidad no conoce la verdadera realidad, porque todo en el mundo es “maya”, es decir una ilusión, una farsa, una mentira. Vivimos engañados, porque la realidad no la conoceremos jamas. El Nirvana, el paraíso de los espíritus es la dulce ataraxia los griegos; que va mas alla de los principios epicureos. El Nirvana es el deseo, la ambición de los espíritus para gozar de este paraíso espiritual. Prana es el aire purificador que respira el hombre, es la vida misma, fuerza purificadora que limpia los sentidos y la mente y al ser expulsada arroja todo lo negativo, la muerte, las enfermedades, el dolor. El alma que vive en un cuerpo es inmortal, peroesta sometida a la ley de la reencarnación y de las transmigraciones. Los cuerpos son residencias temporales, que son dejadas en el camino, como los reptiles dejan su piel envejecida para dar lugar a la brillante y fresca con la que la reemplazan. Un general indostano, al ser amenazado de muerte por Alejandro Magno, el conquistador de la India, le contestó con toda tranquilidad: Si me matas, le quitas vida a mi cuerpo, pero yo soy inmortal. Mi alma no muere. Esta anécdota tiene un profundo sentido filosófico. Demuestra el pensamiento de inmortalidad que tienen los indios. Sería largo seguir hablando de esta filosofía indostanica, llena de interés, profundidad y sabiduría. Para ellos todo es vida. Si Descartes dijo:

Pienso, luego existo, ellos también tienen otro filósofo Kapila que decía: Existo, luego pienso. De modo que incluso los vegetales y animales pensaban porque existían. El espíritu es la razón del mundo, la materia una forma del mundo. El mundo es espiritual, lo material es la forma pasajera. En materia religiosa las tres grandes divinidades que son Brama, Visnú y Ciba, representan los tres principios fundamentales del mundo. Brama el principio mantenedor, Visnú el sentido creador y Ciba el principio destructor. En los Vedas se encuentra la raíz de los pensamientos mas profundos de la filosofía espiritual de los indostanos, así como en los poemas el Mahabarata y el Ramayama.

La Revista Universitaria del Cusco publicaba cada semestre una nueva edición. Era el mas apasionado colaborador que enviaba misartículos para que fuesen editados en cada número de la revista. Especialmente mis temas favoritos y preferidos eran sobre literatura, pues era catedratico de Literatura Peruana y Americana, y me ocupaba de los temas relacionados con los autores peruanos de la época, entre ellos del doctor Enrique López Albujar, a quien envié algunos de mis libritos y él muy gentil me contestó’aplaudiendo mi labor, insinuandome a que continuase el estudio apasionado de los temas cusqueños, que eran muy interesantes, pero muy poco conocidos. También recuerdo haber rastreado sus producciones y mi espíritu juvenil fue profundamente impresionado con la lectura de sus Cuentos Andinos, escrito cuando era juez de Huanuco, donde exhibe el espíritu indígena en inolvidables cuentos de ese libro que provocó profunda impresión en el alma de los escritores peruanos. Poco después publicaba una novela de la costa, era Matalaché, la vida de un esclavo negro que vivía en la hacienda Latina y que llegó a tener un hijo en la persona de la descendiente del propietario. El tema era verdaderamente vibrante, impresionante y doloroso. Las dulzuras de la vida serrana aparecen en el hechizo de Tomayquichua y, finalmente, reaparecen los Cuentos Andinos en una segunda entrega con personajes muy notables de nuestras serranías. Los Caballeros del Delito, el Hombre de la Bravura, Sin Tregua, de los Bandoleros, traficantes de la ley, alejados de la justicia que montados en sus caballos legendarios realizan jornadas increíbles y a su modo son poseedores de un animocaballeresco, infunden respeto y hasta simpatía por su conducta. Tales eran los libros de este ilustre autor, a quien tanto llegué a apreciar, porque recibí sus bondadosas palabras de estímulo. Fue Vocal de la Corte Superior de Justicia de Tacna, cuando esta región cautiva volvió al seno de la patria y por rara coincidencia fue nombrado también Vocal de la Corte Superior de Tacna mi tío el Magistrado cusqueño doctor José María Garrido Mendívil, quien me contaba que llegaron a ser muy buenos y leales amigos en esa tierra legendaria. Resulta que pasados los tiempos, un tacneño, el escritor y periodista Fortunato Zora Carvajal, me hizo el alto honor de designarme para prolongar su libro sobre el poeta José Santos Chocano. Lo hice con el mayor agrado. Es un libro impresionante porque, recoge muchas noticias sobre la vida íntima del Poeta de América, a quien había conocido cuando Zora Carvajal, como buen aprista, fue desterrado a Santiago de Chile, lugar en el que vivía el poeta. Un día me mostró una fotografía muy importante en la que estaban presentes Zora Carvajal, José Santos Chocano y el doctor Enrique López Albujar. Aparecen los tres en la ciudad de Tacna. Bueno es recordar que Enrique López Albujar es el padre del actual Ministro de Defensa, General Enrique López Albujar, quien tuvo la satisfacción de escuchar al Presidente Alan García, declamando con gran unción patriótica el bello y apasionante poema A la Bandera, del cual es autor el poeta y escritor Enrique López Albujar.

En uno de los números de la RevistaUniversitaria, hice recuerdo especial del poeta cusqueño Abraham Vizcarra Echave, romantico por excelencia, quien a mi juicio junto con Mariano Melgar, el poeta romantico de Arequipa, son los representativos auténticos del romanticismo peruano; en cambio los poetas limeños eran reflejo de reflejos, eco de ecos de la poesía española de esa época y los provincianos del sur del Perú, poco conocidos, eran los poetas auténticos. Melgar, era mas representativo porque su corta vida estuvo aureolada por haber muerto como héroe de la revolución emancipadora a consecuencia de haber sido fusilado después de ser capturado en la batalla de Umachiri. En cambio Vizcarra, en su breve vida, sintió todos los atractivos del romanticismo, porque conoció en el Cusco a una bella dama que fue su novia y después su esposa, la señora Adelaida Yépez, hermana de mi padre doctor Daniel Yépez. El novio viajó a Lima a seguir estudios en la Universidad de San Marcos. La lejanía, el mal de ausencia, la tristeza de la soledad le impulsaron a escribir poemas verdaderamente romanticos, impresionados también con el recuerdo del valle del Vilcanota donde tenía un fundo agrícola llamado Uchumuca, ubicado en el distrito de San Salvador de la provincia de Calca. Ese paisaje, de una belleza extraordinaria a la hora del atardecer, donde los celajes color violeta hacen juego con el rumor dulce y lejano, hecho cadencia y armonía, de las aguas del río sagrado. Todo esto, impulsado por el recuerdo de la amada, la ausencia de la novia, fue la fuerza interior que palpitó ensus poemas inolvidables. A su vuelta de Lima, contrajo matrimonio con su novia la bella dama Adelaida Yépez, alla por el lejano año de 1880, muriendo tres años después, dejando un hijo Octavio Vizcarra Yépez, quien heredó las virtudes intelectuales de su señor padre. Era un lector impenitente en la biblioteca de su hacienda Majopata, ubicada en el distrito de Challabamba de la provincia de Paucartambo. Su biblioteca era famosa, tenía reuniones con las personalidades que venían de Paucartambo, hacía bohemia intelectual. Allí estaban el doctor Sven Ericson, padre del que fue Ministro de Belaunde, el artista pintor Manuel Figueroa Aznar, famoso intérprete del alma campesina en sus acuarelas inolvidables, el profesor José Angel Tresierra, famoso educador de la juventud paucartambina, el musicólogo señor Domingo Rado, intérprete del alma de nuestras serranías, el cura parroco de Paucartambo Monseñor Segundo Gamarra, agil, locuaz; todos ellos se reunían en Majopata, especialmente en una glorieta ubicada en el jardín del, fundo, donde existía una largavista que servía para admirar los maravillosos contornos de las lejanas serranías. Allí leían, discutían, pronunciaban discursos, repetían poemas, hacían música, tocando especialmente la gitarra. Eran famosas “tenidas”, gratas para el espíritu.

Sensiblemente, Abraham Vizcarra Echave no ha dejado ningún libro de poesías. Vivió en la época en que surgió la figura de Clorinda Matto de Turner, con la que cultivo una noble amistad. Un incendio del caserío del fundo Majopata destruyóbuena parte de su producción literaria. Muchas composiciones originales desaparecieron así como las notas de sus cuadernos, en los que escribía sus poemas. Fue muy doloroso para la familia perder los rastros mas importantes de su producción poética. Dos nietas Elvira Vizcarra Rozas y Bertha Vizcarra Chavez han cultivado la poesía y han producido muy hermosas composiciones poéticas. Sensiblemente no han insistido en continuar las huellas dejadas por su señor abuelo. De todos modos nos falta un poemario, un libro que recoja toda la poesía romantica de este vate cusqueño. Recuerdo que su nieta Elvira Vizcarra Rozas, con noble sentimiento familiar y devoción espiritual por su abuelo, tenía reunidas sus producciones con una nota sumamente interesante que le servía como prólogo. Sensiblemente su muerte impidió su publicación.

El poeta Luis Nieto Miranda, obtuvo el grado de doctor en la Facultad de Letras de la Universidad del Cusco, con un interesante trabajo dedicado a estudiar e investigar la trayectoria literaria de dos poetas cusqueños de relieve, casi olvidados, la del poeta Abraham Vizcarra Echave y la de la poetisa Carmela Perea de Thonson. Gracias a esta labor del poeta laureado cusqueño, es que conocemos bastante de la vida y obra de estas dos personalidades intelectuales del Cusco del siglo XIX en sus últimos días.


RECORDANDO AL INCA GARCILASO

En la Revista Universitaria del año 39, reunimos varios trabajos encaminados a recordar la vida y obra del insigne cusqueño el Inca Garcilaso de la Vega, recordandoel cuatrocientos aniversario de su nacimiento, que fue el 12 de abril de 1539. Como dijimos en otra ocasión, provocamos un verdadero movimiento intelectual y social recordando al gran cusqueño de todos los tiempos, ubicandolo en el lugar que le correspondía, consiguiendo que lo declarasen Ilustre Americano en el Congreso de Americanistas, reunido en ese año en Lima, donde fue aclamado a iniciativa del Delegado Boliviano. Conseguimos que en el Perú los periódicos y revistas se ocupasen de su personalidad, demostrabamos tal como deseabamos que el auténtico Perú estaba en sus inolvidables paginas. Que allí estaba la vida misma de la peruanidad, como repito, una edición de la Revista Universitaria estuvo destinada a recordar a tan ilustre patricio. Ahora estamos dedicados en igual afan, porque dentro de algunos días, el 12 de abril de 1989, se recuerda el cuatrocientos cincuenta aniversario de su nacimiento. Hemos conseguido que se declare este año “Año Jubilar de Garcilaso’, que se editen estampillas conmemorativas, que se declare Feriado Laborable esa fecha notable. Yo fui el año de 1939, Presidente del Centro Cusqueñista Inca Garcilaso, destinado a través del tiempo a perennizar la figura de nuestro ilustre paisano. A través de los años así lo hicimos. Hace poco reuní a mis consocios, varios de ellos fundadores, y elegimos Presidente Activo al doctor Manuel Jesús Aparicio, destacado joven catedratico de la Universidad del• Cusco, historiador notable que ha visitado archivos de España y América y Vice-Presidente a laDocente Universitaria doctora Zoila Ladrón de Guevara, de brillante trayectoria en la docencia, apasionada feminista y notable defensora del Cusco como ciudad de relieve en nuestra vida a través del tiempo. Se le ha cambiado el nombre al Centro Cusqueñista, rebautizandolo con el de Instituto Inca Garcilaso. He merecido el altísimo honor de ser declarado su Presidente Honorario. En esta forma sigo vinculado a seguir trabajando por el mayor prestigio de la obra y de la vida del mas Grande Peruano de todos los tiempos.

El doctor José Gabriel Cosio, catedratico universitario y director del Colegio Nacional de Ciencias, realizó el año de 1939 una apasionada campaña garcilacista desde las columnas de “El Comercio” del Cusco, diario del cual era director. El Boletín Municipal, revista publicada por la Municipalidad del Cusco, lanzó también una edición especial con motivo de esta conmemoración. Allí esta un interesante artículo escrito por el doctor Luis A. Pardo, director del Museo Arqueológico y publicista dedicado a la investigación histórica. También en esta revista esta un discurso mío, del que ya he hablado y que fue pronunciado con ocasión de la colocación de la primera piedra del monumento a Garcilaso en la Plaza San Francisco de esta ciudad. La conmemoración cuatricentenaria fue un éxito completo. Ahora esperamos que la del cuatrocientos cincuenta aniversario alcance igual relieve. El día 11 de abril habra un paseo cívico conduciendo los restos del Inca, que estan en el zótano de la Iglesia de El Triunfo, por la Plazade Armas. Se pronunciara un discurso en la puerta de la Universidad y tres en la Casa del Inca, en la esquina de la calle Garcilaso, donde hablaran representantes del Instituto Nacional de Cultura, del Colegio Garcilaso y el Presidente del Instituto Inca Garcilaso. En la puerta de la Municipalidad hablara el Alcalde del Concejo Provincial y en la puerta de la Sociedad Pro-Cultura Clorinda Matto de Turner, en el Portal de Panes, hablara una Socia de esa Institución. Finalmente, el cortejo ingresara en la Catedral, donde el Arzobispo le ofrecera un homenaje celebrandose también una Misa. El día 12, a las 10 de la mañana se izara el Pabellón Nacional y la Bandera del Tawantinsuyo en la Plaza de Armas y, como Presidente Honorario y fundador del Instituto Inca Garcilaso pronunciaré un discurso desde el atrio de la Catedral. Acto seguido habra un desfile con participación de los alumnos de diversos colegios y centros educativos así como de las instituciones cívicas. En la noche del día 11 de abril habra una actuación especial en el Paraninfo Universitario y la noche del día 12 otra en el Salón de Actos de la Universidad Andina. Los días 11 y 12 de abril seran de embanderamiento general en la Región Inca. En Lima, la Universidad Garcilaso esta propiciando una serie de actividades. Esta institución tiene una Comisión presidida por la docente cusqueña doctora Lilia Aguilar de Casafranca, que esta realizando una activa labor. Se ha declarado Año Jubilar de Garcilaso con motivo del 450 Aniversario de su nacimiento. Se editaranestampillas conmemorativas. Los embajadores de España, Estados Unidos y Portugal seran los invitados especiales para que visiten el Cusco. Evidentemente, Garcilaso es un símbolo del mestizo peruano, de la nueva raza, mezcla de las culturas europeas y americana que se proyectan al porvenir, formando la raza mestiza que pasados los tiempos sera la representativa de una nueva cultura que tenga por base y centro a latinoamérica.

Garcilaso nace en un momento de profundas transformaciones históricas y sociales, en que dos mundos Europa y América se enfrentan, dos civilizaciones opuestas luchan, dos pueblos diferentes entran en pugna. Garcilaso es protagonista de estos cambios. Sufre este conflicto; hijo de un capitan español y de una princesa incaica que representa al mestizo peruano, y recibe influencias de las dos culturas. Los parientes maternos de habla quechua le relatan la historia de los incas. Le enseñan el uso de los quipus y lo adentran en el conocimiento del dulce idioma quechua. Con frecuencia sus relatos terminan con esta frase de infortunio: “Trocósenos el reinar en vasallaje”. De otro lado, el padre le habla en español y lo hace su escribiente. Asiste a banquetes en los que estan de ciento cincuenta a ciento ochenta comensales. El canónigo Cuellar, su maestro Alcobaza y otros españoles lo adentran en el conocimiento de la cultura europea. Le enseñan latín a él y a sus condiscípulos mestizos; les dicen en la escuela: Como quisiera verlos en Salamanca. Garcilaso viaja a España. Quiere volver. Es un verdaderoproscrito espiritual que siente irresistible pasión por la madre tierra. Al no conseguir volver, lo hace en el recuerdo. Escribe con pasión, con dolor esas paginas inolvidables donde desfila la vida heróica del pueblo incaico. El mismo nos dira que relata lo que mamó en la leche de su madre, vió y oyó. Es un libro que es una confesión, es el alegato de un proscrito, de un desterrado que resultara después una bandera revolucionaria. Los peruanos debemos proclamar la necesidad de la lectura de Los Comentarios Reales como una necesidad para afirmar los caminos de la verdadera peruanidad.

Sí en La Ilíada y La Odisea, que son los poemas homéricos, esta el alma de la Antigua Grecia, en Los Comentarios Reales esta el alma del Perú. Por eso, se le llama por Prescott “una emanación del espíritu indio’. Para Ricardo Rojas’ es la vocación por América”.

Para Luis Velasco Aragón “es la raíz del arbol que es el Perú”. Para nosotros “es el cuerpo viviente del ayer”. Podríamos seguir recordando otras frases famosas que indican el valor de esta obra. Hace dos días, el 12 de abril de 1989, he pronunciado un discurso en la Plaza de Armas del Cusco, dentro del programa de celebraciones con motivo del 450 Aniversario del Nacimiento del Inca. Allí he dicho que es tan fuerte la presencia espiritual de Los Comentarios Reales que -al leerlos- sentimos que las piedras eternas del Cusco se transforman en idea en filosofía, los muros se convierten en pensamiento, en luz, que son un mensaje que habla de la eternidad de la vida cantada en esaspiedras, como un mensaje de unión porque son obras de pueblos unidos al servicio de un ideal. Allí también he dicho que si los egipcios se enorgullecen de sus piramides eternas, nosotros tenemos los muros del Sacsayhuaman, que son bloques formidables de piedra, que han sido colocados unos sobre otros con una precisión matematica admirable, alarde de la arquitectura inca. Si la antigua Grecia tuvo el templo del Partenon, como emblema de culto de los antiguos griegos, nosotros gracias a Garcilaso contemplamos admirados la presencia del Kcoricancha, donde el granito ha sido moldeado por los artistas quechuas, dónde las curvas maravillosas de sus muros son símbolo de arte y de belleza puestos al servicio del culto. Todo esto es sugerido por la lectura de este libro maravilloso que nosotros debemos utilizarlo como mensaje de nuestro paisano el Inca Garcilaso. En el mismo discurso digo, que vivimos ahora los países latinoamericanos horas difíciles, como consecuencia de los problemas económicos ocasionados por la deuda externa. Aislados nada podemos, unidos nuestra voz sera reconocida y provechosa. Necesitamos entonces la integración, el acercamiento; justamente los incas realizaron una obra admirable de integración americana, unieron todos los países de América del Sur, teniendo al Cusco por capital mediante caminos admirables. Utilizaron el “runa simi” como idioma unificador y el culto al Sol, como símbolo divino. Nos relata una anécdota que tiene un valioso sentido político, pues cuando conseguían la anexión de una nuevacomarca al Imperio, traían una porción de su tierra a la ciudad del Cusco y aquí en el Haucaypata, en nuestra Plaza Principal, en una ceremonia religiosa la mezclaban con la tierra santa del Cusco. De modo que en esta Plaza esta la tierra de América, las tierras de Colombia y de Ecuador,

Chile, Bolivia y Argentina, unidas, mezcladas, integradas, las unas con las otras, como símbolo viviente de unión que ahora debemos utilizar en un sentido afirmativo, pues para nuestra necesaria integración, la creación de una Universidad Interamericana o Indoamericana con sede en el Cusco, serviría para que docentes y alumnos, de nuestra América morena se reunan bajo el alero histórico de la ciudad mas americana de América, mas histórica de todo el continente, para sentir en su espíritu la verdadera américa, para comprender el significado propio y original del destino de nuestro continente, para extraer del fondo del alma de América aquello que es propio de nuestro espíritu, que es expresión de nuestra alma. Entonces el Cusco volvera a ser la capital espiritual de América unida. Estos fueron los conceptos expresados en esta reunión cívica realizada en nuestra Plaza Mayor.


PUBLICACION DE CUENTOS

En el año de 1967 publiqué cuatro cuentos en un folleto titulado: “Semblanzas del Cusco”, los mismos que también aparecieron en el No. 22 de la Revista del Instituto Americano de Arte, separata que lleva el nombre que he indicado. Ademas, he publicado dos cuentos: “El Mandato” y “Campiña”, que aparecen como apéndice a mi libro titulado “LaNovela Indigenista”, publicado en 1935. En esa época también publiqué en la Revista Universitaria otro cuento titulado “El Tesoro del Poeta”; fuera de estos siete cuentos no he vuelto a escribir ninguno. Los amigos me dicen que estos siete cuentos podrían convertirse en un libro, por ser todos narraciones que tienen como tema fundamental el Cusco. El año pasado 1988, publiqué dos de estos cuentos: “El Arriero” y “La Tierra Llama”, en folleto que ha merecido favorable acogida, los que con un “Drama de amor a los Andes” y “La Muerte de la Emoción” edité en mi libro “Semblanzas del Cusco”. En el cuento “La Tierra Llama” describí un drama verdadero en forma novelesca. Allí esta la fuerza extraordinaria del ambiente telúrico en la selva peruana, que tiene una irresistible atracción que cautiva y aprisiona a los hombres que van a ella en busca de aventuras del caucho, del oro, etc. Un español lleno de ambición y energía se instaló en la selva de Kcosñipata. Explotó a los salvajes, formó una hacienda, donde como a verdaderos esclavos los hacía trabajar. Atesoraba bastante oro, ambicionaba llevar ese tesoro a Europa para pasar días de esplendor y bonanza. Descubrió atemorizado y perplejo, que cada vez que salía de su hacienda de la selva e iba al Cusco, sentía una fuerza irresistible que le obligaba a volver a la selva. La ciudad, la civilización lo aterrorizaban. En la selva estaba la libertad y volvía a ella urgido y desesperado. Fue entonces que en una de las caserías que hacía de “mashcos”, salvajes fue aprisionado ycuando sus captores se aprestaban a ultimarlo en medio de tremendas torturas fue libertado por la hermosa hija del curaca, junto con la que fugaron del poblado de salvajes y consiguió volver hasta su hacienda; fruto de los amores que tuvo con la cautiva, nació un niño, al cual quiso con toda su fuerza. Lo educó, lo hizo viajar a Europa donde se profesionalizó como médico. El muchacho volvió para pasar sus vacaciones en el fundo de propiedad del padre. Iba para despedirse de la selva, caminaba por los lugares y parajes que había hecho las delicias de su juventud y comprobó que ese ambiente también lo había embrujado y decidió quedarse olvidando la civilización, la profesión médica, sus amores y amistades. Se lo dijo al padre, quien le suplicó, le rogó con lagrimas en los ojos que volviese a la vida de civilizado, que lo vengace, porque él tampoco quería dejar la selva. Hubo dialogos violentos entre ambos y ante la decisión inquebrantable del joven médico, el padre en un rapto de indignación y de impotencia disparó su revolver, matandolo. Este final impresionante causó fuerte emosión en los lectores y ha merecido que se le tome muy en cuenta. También el cuento “Un Drama de Amor en los Andes”, que sigue en su argumento al del drama “Ollantay”, lo hace terminar con la guerra de Ollantay contra el Inca, porque su requisitoria para casarse con la princesa Cusi Coyllor no ha sido escuchada. Entonces huye con ella y la lleva a la Ciudadela de Machupicchu para que las sacerdotisas de su templo la cobijen, mientras tanto él esderrotado y obligado a vivir en Ollantaytambo, que sera su prisión, porque el haber respetado a su princesa enamorada lo salvó de la muerte. Ollantay no puede resistir la prisión y se suicida arrojandose desde la peña del castigo y Cusi Coyllor muere de pena y dolor, cautiva en Machupicchu. Otro cuento que ha agradado mucho es “El Arriero”, que recuerda la etapa de los años 30, en los que se construyeron las carreteras de penetración a la selva y los arriegos, dueños de las serranías peruanas, que unían pueblos y comarcas con sus infatigables recuas de mulas, fueron desplazados, reemplazados por los camioneros, que abrieron las rutas de los caminos carreteros. Un arriero Mariano, que ha pasado la vida recorriendo las serranías y la cabecera de la selva, que son su vida misma, con sus dolores y penurias, con sus alegrías y fiestas, decide atacar al primer vehículo que vea pasar por su pueblo para destruirlo y vengarse de su competencia. Armado de un grueso garrote se esconde junto a un camino carretero y cuando constata que hay un auto que avanza veloz por la carretera, se precipita sobre él, furioso y enardecido, para destruirlo. El chofer sorprendido pretende detener su vehículo y al no conseguirlo observa con horror que el imprudente ha sido muerto por las poderosas ruedas de su vehículo. Estos son los argumentos de algunos de los cuentos que en número de siete he escrito y publicado.

En 1959 publiqué el folleto titulado: “Descubramos nuestra América”, que motivó muchos comentarios. Allí volví a publicar un trabajotitulado: “Camino del Mestizo”, que salió en varias ediciones dominicales del diario “La Razón” de La Paz. Todos estos trabajos se ocupan de la importancia del mestizo, al cual considero como un caminante pasajero, por el camino de la historia, sin una determinación propia, porque dentro de sí mismo luchan las dos fuerzas opositoras, que son la razón de su existencia, es decir las culturas inca y española. Considero que el antagonismo de estas dos fuerzas psicológicas, tiene que resolverse cuando se destruyan mutuamente y den lugar a un nuevo ser que sera el definitivo personaje histérico de nuestro país. Esto sucedera cuando el mestizo vuelva los ojos y el espíritu hacia la madre tierra. Esta vuelta traera como consecuencia un reencuentro revolucionario, que dara origen a este nuevo personaje histórico. Este planteamiento fue muy bien recibido, especialmente en el extranjero y fueron numerosas las notas de aprecio que tuve el honor de recibir. Como en estas memorias, me ocupo de los asuntos mas importantes relacionados con mi persona. Puedo afirmar que aceptando las indicaciones de numerosos amigos publiqué como apéndice a dicho folleto las numerosas opiniones recibidas, en las que como vuelvo a repetir se me hacían elogiosos comentarios. Sería largo transcribir los comentarios, por lo que sólo va la relación de las personalidades que hicieron honrosas apreciaciones. Estas son: Revistas Panorama - Washington. - Revista Las Españas No. 98.- Revista Universitaria de Antioquía-Colombia. - Revista “América” Pastor del Río-Cuba.-V. Lillo Catalan Revista Americana de Buenos Aires. - Alberto Tauro-Lima. - Augusto Arias-Grupo América de Quito.- Emilio Vasquez-Puno.- Miguel Cavero Egúsquiza-Lima.Concha Melendez-Universidad de Puerto Rico. - Ramón Martínez- Pergamino, Buenos Aires.- José G. Antuña-Montevideo.- Marco Tulio Salazar-Director de la Escuela Normal de Costa Rica. – Alfredo Gonzales Prad-New York. - Sturgis E. Leavidd-Universidad de North Carolina. - Willis K. Jones-Universidad de Oklahoma.- Arturo Capdevila-Universidad de La Plata, Argentina. - Correo de la Unión Panamericana de Washington. - Revista San Marcos No. 5-Lima.- Miguel A. Macau-La Habana, Cuba. - Raimundo Lazo-La Habana, Cuba.- Stig Granberg-Estocolmo, Suecia. - Carlos Echevarri Cortez, Ex-Embajador de Colombia en el Perú.- José Sanz y Díaz-Madrid, España.- Guillermo Céspedes Rivera - Director de “La Razón”, La Paz, Bolivia.- Revista Cultura Peruana No. 130, Abril 1959, Lima.- (Sobre Drama Ollantay).- Revistas Cultura Peruana No. 130, Abril de 1959, Lima, sobre “Tierras del Sol”.- Nicanor Dueñas Ubaqui, Cusco.- Oscar Silva, Arequipa.- Vladimiro Bermejo, Catedratico de la Universidad de Arequipa.

OTRAS PUBLICACIONES

En 1967 publiqué mi trabajo titulado “La Influencia Telúrica en la Idea Filosófica Inca”, que define la importancia espiritual en la política de los Incas. En ella parto de una apreciación del filósofo norteamericano Jorge Squer que compara los monumentos incas con las piramides de Egipto, comparación valedera desde el punto de vista de la importanciahistórica de ambas arquitecturas, pero sin tomar en cuenta la diferencia fundamental del espíritu que los anima. Considero que en el Antiguo Egipto se construyeron las piramides representando un profundo sentimiento religioso, de amor y respeto a los antepasados muertos. La vida misma de Egipto esta dedicada a rendir culto a la muerte. El habitante de ese país es un peregrino para quien la vida es sólo una posada en el camino; en cambio la muerte es su destino final. Por eso construye casas sin darle relieve para su conservación; en cambio dedica toda su vida a la construcción de su tumba que es la casa eterna, su residencia final. Los faraones construían sus tumbas, esas colosales piramides trabajadas por millares de arquitectos durante muchas décadas. Entonces la tumba es la casa final para el egipcio, cuya vida esta regida por el sol y el río. El sol sale todos los días por el Oriente para ser devorado por la noche. El río viene de las cataratas y es consumido por el sediento desierto. En cambio la arquitectura tahuantinsuyana representa el culto a la vida, el paisaje es de abrumadora belleza, las laderas de los andes estan regadas por bulliciosos y alegres riachuelos que van hacia los ríos que le dan fisonomía y color. El peruano rendía culto a la vida. Así lo demuestran los muros dedicados al culto. En el Kcoricancha, el famoso santuario edificado en el mismo corazón de la ciudad se rendía culto al agua y a sus diversas formas de representación. El agua que siempre varía, el agua que esta en pleno movimiento, es el mejorsímbolo de la vida, pues el agua es unas veces río, arroyo, mar o nube, rayo, trueno o lluvia. Es nieve, es rocío, es arco iris, y justamente en el Kcoricancha se rendía culto al trueno, al rayo, al arco iris, y hace poco se ha descubierto una capilla con su acueducto que termina en un chorro cantarino. Los arqueólogos dicen que esa capilla estaba destinada al culto del agua. De modo que el agua cambiante, el agua siempre en movimiento es el mejor símbolo de la Vida, que es algo que varía y permanece en su eternidad. De modo que frente al culto a la muerte, que era la base de la filosofía egipcia, representada por las piramides que eran las tumbas de los faraones, esta el culto a la vida, representado por la arquitectura inca que no le daba demasiada importancia a la muerte. La prueba esta en el Kcoricancha donde se rendía culto a los incas en la figura de sus momias. Se dice que tenían los rostros de personas que estuviesen durmiendo. La momia participaba en las ceremonias religiosas. En el Inti Raymi, un quipucamayoc iba junto a la momia del Inca recitando su historia gloriosa de triunfos cuando fue personaje vivo, es decir la vida abarcaba a la muerte, la vida era lo universal, lo eterno; la muerte lo pasajero; parodiando al egipcio como a un caminante que va por los caminos de la vida, buscando la muerte como posada. Podíamos decir que el hombre del incario iba por los caminos de la vida como un ser triunfante de la muerte. El paseo de las momias esta demostrando que la vida sobrepasaba en importancia a la muerte. Elsantuario de Machupicchu tan conocido universalmente es la representación de este pensamiento. Allí la vida impresiona con su fuerza cósmica. Las laderas plenas de verdor, las montañas imponentes y majestuosas, un cielo que invita a la meditación, son los símbolos de la vida que esta en consonancia con el rumor eterno del Wilcamayu, que canta su canción de vida. En Machupicchu, todo es vida4 todo es fervor de juventud y belleza. En sus muros se da importancia al Templo de las Tres Ventanas, plenos de sol y de luz. Al Intihuatana, que es el paraje de donde se contempla con mayor unción la lejanía del cosmos, donde surge en la mente del espectador las ideas de la eternidad de la vida. Sólo un arquitecto con su filosofía de la vida como algo inmortal, algo que es juventud eterna, pudo haber construido esa maravilla que nos hace soñar a nosotros los hombres del siglo XX. Con razón Luís Vaudín, piensa que el Tahuantinsuyano era un hombre feliz, sin graves problemas, porque el Estado lo apoyaba y sustentaba. En resumen podemos decir recordando a Jorge Squier, que las piramides, esos monumentos admirables de la arquitectura egipcia son el símbolo, la representación del culto a la muerte, en cambio el santuario de Machupicchu, con sus muros rodeados de una naturaleza plena de verdor, con arroyos cantarinos, con un fondo musical, con la sinfonía del río Wilcamayu en el fondo, son la representación del culto a la vida, que esta representada por los bellos surtidores que otorgan música dulce, dentro del santuario. Ademas hay otrasrazones para pensar que los Incas adoraban la vida mediante el culto al agua; allí estan la leyenda del dios Wiracocha que vino del Lago Titicaca y que al volver lo hizo por el mar. Asimismo, los fundadores del Imperio Inca, Manco Ccapac y Mama Ocllo, según la leyenda salieron también del Lago Titicaca y se dirigieron hasta el Cusco donde fundaron el Imperio. Es decir, que un dios viene y camina hacia el Cusco desde un lugar cuyo origen es el lago Titicaca y también los fundadores del Imperio hacen igual recorrido. Salen del agua que los sustenta en busca de las tierras que les serviran para formar un Imperio. Este culto al agua esta presente en el Kcoricancha, en cuyo altar principal se observa el arco iris, el rayo y el trueno, y también se nota la presencia de un manante, es decir el agua, siempre el agua, el agua que nutre mediante la agricultura, mediante la lluvia o mediante el canal que es obra del hombre. Volvemos a repetir, el agua que es nieve, que es lluvia, que es arroyo, manante, río o nube, es decir diversas formas de algo que es vida que sustenta la naturaleza y le da capacidad de eternidad. Estos pensamientos provocaron la atención de los estudiosos de nuestro pasado. Ademas, en Tambo-Machay, que es un verdadero templo dedicado al culto del agua, se ha encontrado debajo del acueducto una serie de talizmanes o votos religiosos enterrados seguramente como formas de culto, votos pidiendo la ayuda del Hacedor. Esto es muy significativo, quiere decir que ese conjunto arqueológico era un templo, lo queacredita el encuentro de esos votos tal vez verdaderas conopas. En el propio Sacsayhuaman, se han encontrado acueductos lo que acredita que fuera de los fines únicamente militares, existía también un santuario dedicado al culto. Desde luego es muy importante estudiar el paisaje, la naturaleza y las tradiciones para explicar el pensamiento filosófico que animó a los antiguos peruanos para construir sus monumentos eternos. No hay un gran cementerio, no hay una gran construcción de piedras, no hay un gran templo destinado al culto de los muertos. La tumba ocupa un papel secundario, tiene una importancia menor; en cambio la fortaleza, el palacio, el acueducto, el camino, el Intihuatana son motivos y objetivos de la arquitectura. Allí esta por ejemplo el Intihuatana de P’isac, bellísima construcción destinada seguramente como observatorio astronómico. Se encuentra ubicado en lo alto de la colina, cerca de la actual villa de P’isac. Allí no hay nada que recuerde el culto a los muertos. Las tumbas, aparecen discretamente en parajes aislados de los grupos arquitectónicos principales. Asimismo, en Q’enqo, otro grupo arquitectónico que provoca asombro y admiración, las tumbas también no aparecen dentro del grupo principal. Todo esto obedece a una idea filosófica, a un pensamiento director, el de rendir culto a la vida como algo eterno, simbolizado por el agua. El desierto es la base fundamental de la vida en el Egipto. Los andes, con sus laderas, plenas de luz, verdor y vida, son la expresión del hombre del Perú Antiguo. Mi maestro, eldoctor Luís E. Valcarcel, decía que así como el Nilo había creado al Egipto, así también los Andes habían dado origen al Tahuantinsuyo. De modo que sus arquitecturas tenían que obedecer a sus principios políticos y religiosos. El Nilo que es devorado por el desierto y los Andes que se levantan al Este son su fundamento. Alla el desierto determina la creación de la piramide. Aca los Andes determinan al santuario que es culto a la vida en Machupicchu o en P’isac. Los recientes descubrimientos arqueológicos realizados en la fortaleza de Sacsayhuaman, en la zona denominada C’usilluchayoc, demuestran que en la parte interna de este conjunto hay una especie de galería y subterraneo que da lugar a diversas interpretaciones, una de ellas cree que allí se realizaba un culto al dios amor. Grupos de jóvenes entusiastas visitan el recinto y evocan las posibles ceremonias que allí se realizaron. De todos modos esta determinada con precisión la diferencia fundamental en la filosofía egipcia e inca, con sus respectivos cultos a la muerte y a la vida, consecuencia de dos concepciones religiosas opuestas. De modo que la apreciación del filósofo norteamericano Jorge Squier en la que da igual importancia a ambas culturas es exacta, pero difiere en que una cultura tiene por base filosófica el culto a la muerte y la otra el culto a la vida.


MI RECTORADO EN LA UNIVERSIDAD.

Ya me ocupé de la forma como fui elegido Rector de la Universidad del Cusco, en las elecciones del año 1946 de acuerdo con la Ley Universitaria, llamada “LeySanchez”, porque el maestro doctor Luis Alberto Sanchez, elegido Senador por Lima, fue el principal propugnador de la Ley Reformista inspirada en el Movimiento Reformista de Córdova y en los principios doctrinarios del APRA. La ley incluía como novedad, la intervención del tercio estudiantil en las elecciones para la autoridad universitaria. De modo que en el Cusco, de cinco facultades universitarias, cada una de ellas resultaba representada para formar la Asamblea Universitaria electora del Rector con diez profesores y cinco alumnos, llegando a un total de 75 participantes. Yo estuve en Lima y volvía cuando la pugna electoral se había reunido alrededor de dos personalidades académicas. El doctor Eulogio Tapia Olarte, Catedratico de la Facultad de Letras, era llevado por los reformistas, integrados en su mayoría por profesores apristas; en cambio el otro candidato era el médico doctor Sergio Quevedo Aragón, Catedratico de la Facultad de Ciencias, abanderado de los izquierdistas e independientes. De modo que se hicieron calculos y estos resultaban negativos para el triunfo de los reformistas. Fue así que en la noche del 13 de mayo de 1946, el Comité Electoral

Reformista decidió variar la fórmula para buscar la victoria. Habían propuesto los nombres de Julio Luna, Ricardo Campana, Miguel Angel Nieto, pero se consideró que tampoco con esas variaciones se conseguiría una victoria, por lo que decidieron llevar mi nombre como candidato para el Rectorado. Consideraban en esa forma que parientes como, mi primo el doctor AlbertoCorazao y el doctor José María Garrido Mendívil, votarían a mi favor y que por razones de amistad Otros dos o tres docentes hartan lo mismo. Ademas decidieron llevar como candidato al Vice-Rectorado al doctor Luis Saldivar Romainville, Catedratico de la Facultad de Ciencias, restando así un voto al doctor Quevedo. A eso de las tres de la mañana, golpes dados en la puerta de calle de mi casa, me dieron aviso que me buscaba una comisión, compuesta por los doctores Julian Santisteban Ochoa, Horacio Villanueva y Mario Campana, para anunciarme que había sido propuesto por la Comisión Electoral. Después de algunas dudas acepté la proposición. Muy temprano salí a buscar adhesiones, pues las elecciones se realizarían a las nueve de la mañana del 14 de mayo de 1946. Recuerdo que busqué a mi maestro el doctor José Gabriel Cosio, quien muy cortésmente me manifestó que tenía compromiso con el doctor Quevedo. Igualmente mi tío el doctor José María Garrido Mendivil, me expresó que él también sería candidato y que para una posible segunda rueda me proponía mutuo apoyo en caso necesario. Recuerdo también que mi noble amigo el doctor Isidoro Flores Arestegui, me expresó que sentía mucho no votar por mí, porque ya tenía compromiso adquirido con el doctor Domingo Velasco Astete. Los doctores Miguel Angel Nieto y César Muñiz, gustosos me ofrecieron su colaboración. Tuve que suspender las visitas a otros docentes, porque ya había llegado la hora cero, pues eran las nueve de la mañana y me dirijí presuroso al Paraninfo de la Universidad, queestaba completamente lleno. De inmediato se procedió a constatar el quorum que formaban cincuenta profesores y veinticinco alumnos, haciendo un total de setenticinco. No faltaba nadie. La votación secreta se decidió en una sola vuelta con el siguiente resultado: Doctor Alfredo Yépez Miranda treintiocho votos. Doctor Sergio Quevedo Aragón veintinueve votos. Doctor José María Garrido Mendivil cuatro votos. Otros, tres votos. En blanco un voto. Total setenticinco votos.

Hubo entusiastas exclamaciones de júbilo, especialmente entre los numerosos alumnos que colmaban la sala. El doctor Quevedo, en forma que demostraba sus sentimientos democraticos de lealtad universitaria, se levantó y me dio un fuerte abrazo de felicitación. Lo hizo también el Rector cesante doctor David Chaparro y después en bulliciosa algarabía todos los demas. El doctor Chaparro y yo fuimos levantados en hombros. De inmediato se procedió a la elección del Vice-Rector, resultando elegido el doctor Luis Saldivar Romainville, Catedratico de la Facultad de Ciencias. En días posteriores se hicieron elecciones académicas para designar a los flamantes decanos y subdecanos. En ellas, los resultados favorecieron también a los reformistas, habiéndose elegido por la Facultad de Letras como Decano el doctor Eulogio Tapia Olarte, Sub-Decano el doctor Domingo Velasco Astete. Por la Facultad de Ciencias, Decano el doctor Alberto Corazao Yépez, como Sub-Decano el doctor Gonzalo Gamarra Caller. Por la Facultad de Derecho, Decano el doctor César Muñiz Rodríguez,SubDecano el doctor Luis Felipe Paredes Obando. Por la Facultad de Educación, Decano el doctor Julian Santisteban Ochoa, Sub-Decano el doctor José Gabriel Callo Ortiz. Por la Facultad de Ciencias Económicas, Decano el doctor Mario Campana Espejo, Sub-Decano, el doctor Antonio Jara Salas. Las primeras sesiones del Consejo Universitario y de los Consejos de Facultad, con intervención de los alumnos delegados, fueron de adecuar el Estatuto Universitario a la vida universitaria del Cusco. Muchas de las sesiones fueron apasionadas y acaloradas, pero siempre en todo momento guiadas por el sentimiento a favor del espíritu universitario antoniano.

Hubo algunos incidentes de diverso orden, uno de ellos molestoso, porque se había realizado una riña entre dos empleados de la Universidad, uno de ellos pidió apoyo policial y el agresor fue detenido. Esto causó gran alarma y provocó que la revista Vanguardia, que publicaba en Lima el político izquierdista Eudocio Ravines, se ocupase en términos duros contra la Universidad del Cusco, indicando entre otras cosas que allí reinaba el nepotismo, señalando entre los favorecidos al entonces señor Agustín Tamayo Poblete, quien en una carta enérgica y esclarecedora desmintió las aseveraciones. En realidad ningún pariente mío había obtenido nombramiento y los que tenían eran docentes con años de servicios y su elección no podía atribuirse a mi influencia.

Un acontecimiento de importancia fue la celebración del 250 Aniversario de la Fundación de la Universidad, tomando en consideración elPrimer Grado Académico que se había realizado el 5 de noviembre de 1696, cuando Pedro Oyardo, obtuvo el Grado Académico de Doctor en Teología. Hubo muchas ceremonias jubilosas con este motivo, entre ellas una de homenaje a ese 250 Aniversario con un discurso de orden en el que el Catedratico de Historia y Decano de la Facultad de Educación doctor Julian Santisteban Ochoa rindió un brillante y fervoroso homenaje con abundancia de datos históricos y citas bibliograficas y que fue estruendosamente aplaudido. Esto dio lugar a que siguiese realizando estudios de investigación histórica, los que se concretaron en un libro con mas de mil paginas de texto, titulado HISTORIA DE LA UNIVERSIDAD DEL CUSCO, que sensiblemente esta todavía inédito y se conserva archivado en la Biblioteca de la Universidad. Ojala lo mas pronto posible las autoridades universitarias dispongan su publicación.

Las autoridades universitarias formadas por elementos que muchos consideraban ser demasiado jóvenes, sin experiencia, realizamos una intensa labor en beneficio de esta institución. Mi principio de acción era buscar el progreso, conservando la fraternidad con la docencia universitaria. Tengo el honor de declarar que ningún catedratico fue separado de sus labores durante mi gobierno universitario. Pude sortear difíciles situaciones en las que se ponía en peligro la estabilidad de los docentes. Me satisface volver a repetir que pasé momentos difíciles para impedir que se perjudicase a mis colegas, pero conseguí en definitiva que su estabilidad docente nofuese perturbada. Un cargo que se nos hizo después también resultó infundado. Se dijo que los “reformistas” habíamos duplicado el número de catedras para dar ocupación a nuestros compañeros. Se quería hacer aparecer a la Universidad como una agencia de colocaciones políticas. Felizmente esto era también completamente falso. Sólo se creó el curso o asignatura de Periodismo en la Facultad de Letras a reiterado e insistente pedido de varios catedraticos, de los alumnos de la Facultad y de muchos periodistas locales. El doctor Eulogio Tapia Olarte, resultó elegido con beneplacito general. Era muy apasionado por esta actividad. De inmediato fundó el Boletín Universitario, donde los alumnos del curso publicaban sus colaboraciones. Muchos destacados escritores se iniciaron en sus columnas. Habían personas que opinaban equivocadamente que poetas y periodistas nacen, no se hacen. Esto es verdad en cuanto a los poetas, pero falso en cuanto a los periodistas, que necesitan formación académica para cumplir mejor sus obligaciones con la sociedad a la que tienen que informar y orientar con talento, capacidad y mucho conocimiento. El doctor Tapia Olarte realizó un viaje de estudio a la Universidad Autónoma de México, donde fue magníficamente bien recibido, estrechando las relaciones de mutuo entendimiento con dicha Alma Mater Mexicana, donde conoció a destacas personalidades del mundo académico. Este viaje demostró la necesidad de que los profesores de la Universidad del Cusco trabaran relaciones con sus colegas de otrasuniversidades latinoamericanas.

Era necesario que en el Cusco se diese la posibilidad de un Instituto de Historia y Antropología para conocer mejor y estudiar nuestra riqueza histérica. El Cusco, Capital Espiritual de América y Capital Política del Imperio, le otorgan un privilegio especial. Yo repito siempre que cuando América adquiera conciencia de sus propias posibilidades, como el Continente de la Esperanza, el Continente del Porvenir, etc, etc.; como la califican pensadores y filósofos, tendra que volver los ojos hacia los Andes y buscar dentro de la conciencia de su pueblo, todo lo original que nos dé personalidad. Para esta gigantesca tarea que se realizara en el porvenir, el Cusco tiene un papel central y para ello tiene que prepararse culturalmente. Por ello impulsé con mucho entusiasmo la creación de este Instituto de Historia y Antropología. Fue elegido su primer Director el doctor Sergio Quevedo Aragón, un destacado y brillante docente universitario, que asumió sus obligaciones con mucho entusiasmo. Sensiblemente la vida universitaria varió y el Instituto fue clausurado y no pudo cumplir el plan que se había previsto. También acepté gustoso las insinuaciones de catedraticos de Matematicas y de los alumnos, pidiendo la creación de la Facultad de Ingeniería Civil. Lo hicimos con mucho entusiasmo y fervor. Sus flamantes catedraticos y alumnos con mucho apasionamiento iniciaron sus estudios con todo éxito, lo que se demostró después, porque cuando vino una intervención gubernamental odriísta, que nos persiguió y alejó dela Universidad, se pusieron obstaculos para que la Facultad continuase funcionando. Llegó a clausurarse y sus alumnos para continuar sus estudios en la Facultad de Ingeniería Civil de San Marcos fueron obligados a dar nuevos examenes, los que felizmente se realizaron, constituyendo un brillante éxito para el joven cusqueño que demostró una vez mas su capacidad. También corrían voces que había creado la Facultad de Ingeniería Civil, con el propósito de clausurar la Facultad de Ciencias de nuestra Universidad, pensamiento absurdo que felizmente no fue tomado en consideración, porque todos comprendían que tenía un propósito político.

Se crearon revistas en las Facultades de Letras, Derecho y Educación. Se impulsó la Revista del Museo Arqueológico. Se dispuso la formación de una Biblioteca de Autores Cusqueños, publicandose la novela “Aves Sin Nido” de Clorinda Matto de Turner. Los 1,500 ejemplares que se pusieron a la venta fueron rapidamente adquiridos por el público al precio de S/. 5.00 por ejemplar. La Universidad vendió este libro a precio de costo, de modo que no era despilfarro ni se negaba por su precio su lectura. Se vendía a precio de costo sin gravamen alguno para la Universidad. Pasados los años, en esta Sección se han publicado Los Comentarios Reales del Inca Garcilaso con prólogo del doctor Eulogio Tapia Olarte. También “Las Tradiciones Cusqueñas” de Clorinda Matto de Turner, prolongadas por el profesor Luis Nieto Miranda. Se formó también la Biblioteca de Autores Universitarios, la que tuvo bastanteéxito. Allí aparecieron “Signos del Cusco” por Alfredo Yépez Miranda. “Cinco Autores Cusqueños” por el doctor Eulogio Tapia Olarte. “Las Trepanaciones Incas” por el doctor Sergio Quevedo Aragón. “Los Cronistas” por el doctor Julian Santisteban Ochoa. “Túpac Amaru” por el doctor Jorge Cornejo Bouroncle.

Fue muy importante la adquisición del terreno del fundo Perayoc, ubicado en la carretera a San Sebastian, con una extensión de 200,000 mil metros cuadrados a noventa centavos el metro cuadrado, que hacen un total de ciento ochenta mil soles, mediante un juicio de expropiación. Se comentó mucho diciendo, que era muy grande la extensión para una Universidad, que apenas se necesitaba diez mil metros cuadrados y que estaba ademas situada muy lejos del centro de la ciudad. Felizmente triunfó mi propósito de pensar en una Ciudad Universitaria para el futuro, con aulas para numerosas facultades, bibliotecas, gabinetes, museos, etc. etc., fuera de una residencia para profesores y alumnos. Ahora la Ciudad Universitaria esta construida en esos terrenos y se nota que falta espacio para que pueda completar edificaciones que urgentemente necesita.

La Universidad del Cusco carecía de un comedor para estudiantes. Tuve el agrado de fundar el Primer Comedor Universitario. Hubo también numerosos opositores, pero era necesario otorgar comida sana, buena y barata a los jóvenes que llegaban de otros departamentos y provincias. Fue todo un éxito. Yo iba con frecuencia al comedor para observar su funcionamiento. Hacía participar a los alumnosen su administración. Cada día el Administrador del Comedor, acompañado de dos jóvenes comensales, hacían las compras, utilizando comprobantes en los que constaba al artículo adquirido, su precio y peso. El Comedor se autoabastecía. La Universidad contribuía al sostenimiento, pagando el sueldo y la alimentación del Administrador y los cocineros. Recuerdo que los alumnos pagaban cuarenticinco soles mensuales, que servían para mantener el comedor. También se creó el Departamento Médico con asistencia gratuita para los alumnos. Dejé el estudio un Seguro del Estudiante Universitario que le otorgaba una pensión mensual y pago de los derechos de grado mediante un seguro que se mantenía por la contribución de la Universidad y los padres de familia. Esto era para que en caso de un cambio económico en la vida de los padres de los estudiantes o fallecimiento de éstos, estuviese asegurada la educación de los estudiantes hasta culminar con sus estudios universitarios y el respectivo grado académico. En cambio, el estudiante se obligaría a pagar a la Universidad con su trabajo durante un tiempo limitado. Tenía también el propósito de crear una oficina que estudiase las necesidades y condiciones de la región para promover cada año un número determinado de ingresantes a cada Facultad, para que éstos a la conclusión de sus estudios tuviesen la plena posibilidad de cubrir las necesidades de la región con su aporte profesional, impidiendo que prosperasen los desocupados profesionales que perjudican a la sociedad, porque su capacidadintelectual pudo muy bien ser utilizada en el estudio de otras facultades universitarias. También esa oficina propondría la creación de nuevas facultades de acuerdo con las necesidades de la región.

Todos estos propósitos no pudieron cumplirse como consecuencia de la intervención política en la Universidad, pues el 27 de octubre de 1948, el General Odría derrumbó el gobierno democratico e impuso al país una dictadura que duró ocho años, interviniendo como dije en la vida política persiguiendo y desterrando a profesores y alumnos reformistas, derogando el Estatuto Reformista, etc. etc.

Bueno es recordar, que la dictadura dio un decreto supremo declarando la reorganización de las universidades de Trujillo y Cusco, disponiendo que las autoridades universitarias, sólo llamarían al número estrictamente limitado de catedraticos para su funcionamiento, pues en ambas universidades se habría aumentado por razones de orden político el número de profesores. Esta disposición con sus respectivos razonamientos eran falsos en el caso de la Universidad del Cusco así como también de la Universidad de Trujillo. En el Cusco, sólo se creó un curso nuevo, exigido por el clamor de profesores y alumnos, fue como ya lo dije antes la Asignatura de Periodismo en la Facultad de Letras. Cuando los reformistas ingresamos al gobierno universitario, cada catedra estaba constituida por dos cursos con un dictado de seis horas semanales, es decir tres horas por asignatura; en cambio, los golpistas desdoblaron las catedras de modo que cada catedraestaba formada por un solo curso, se duplicó el número de docentes y, por tanto, la remuneración que estos recibían se duplicó también. En esta forma se procedió en oposición completa a los fines de una “reorganización” que se había puesto en marcha. Yo era catedratico titular, obtenido en concurso en 1940. Era catedratico por ley y, por tanto, una resolución suprema no me alcanzaba, porque ya sabemos que la ley esta por encima de las resoluciones supremas, así como la Constitución del Estado lo esta sobre las leyes; es un ordenamiento jurídico que norma nuestra vida administrativa. Pero, durante ocho años se me negó volver a la Universidad, a pesar de que la reorganización disponía que sólo los catedraticos indispensables volviesen, es decir acordaba alejar de la Universidad a los supuestos profesores que habían ingresado durante el gobierno reformista. Ni la antigüedad, ni el titularato, ni la dedicación exclusiva a la universidad, ni los reclamos que la juventud universitaria, y el pueblo todo sin distingos de colores políticos, hacía a mi favor, fueron escuchados. Constituira, como decían en corrillos ciudadanos de aquella época, un baldón para las autoridades universitarias golpistas, que no estuvieron a la altura de la conducta que les correspondía seguir. Ya en estas crónicas universitarias he expresado que durante esos ocho años de destierro universitario, tuve el honor de recibir pruebas inequívocas de adhesión de tres colegios particulares que me llamaron al ejercicio docente, fueron los Colegios de Señoritas deMaría Auxiliadora y Las Hijas de Santa Ana, y muy en especial el Colegio Particular de Las Mercedes, cuya Directora la destacada maestra cusqueña doctora Logria Flores Escalante, rechazó con altivez cualquier posible intervención política para impedirme la docencia en ese plantel. También, a pesar de muchas intervenciones en mi contra el Director y periodistas del diario “El Comercio” siguieron aceptando mis colaboraciones que como siempre eran de caracter literario e histórico. Debo recordar en forma especial la forma caballeresca, y noble con que defendió mis fueros el destacado y distinguido periodista cusqueño señor Antonio Velasco G., quien recibió el aplauso de la ciudadanía con este gesto cusqueñista. También debo recordar un hecho muy significativo, digno de aplauso y encomio, cuyo autor principal fue el destacado maestro sanmarquino doctor Raúl Porras Barrenechea, quien llegó de Lima en su calidad de Decano del Colegio de Abogados de esa ciudad, con el propósito de dictar dos conferencias en la Universidad del Cusco, en las que yo tomaba parte como presentante del conferencista, pues era Decano del Colegio de Abogados del Cusco. Ante esta situación quisieron negarle al doctor Porras Barrenechea el uso del Paraninfo Universitario si era el presentante. El maestro sanmarquino con energía exigió, que como correspondía a un centro cultural universitario no se le cerrase las puertas, después de muchas discusiones acordaron que yo sería el presentante en el local del Archivo Histórico que se encuentra en las gradasque conducen al segundo piso del local universitario. Allí se realizaron las conferencias con un brillo inusitado, el público rebozaba en el local y los aplausos se escuchaban hasta mas alla de lo que hubieran deseado las autoridades. Todo fue un éxito.

También he recordado en otras ocasiones que quisieron hacer aparecer mi retiro del Rectorado como consecuencia de una renuncia. Hubo una intensa actividad en ese sentido. Los reformistas estaban presos y perseguidos. La situación era insostenible. Un petit comité me pidió que aceptase el camino de la renuncia para evitar la mayor tirantez que se había producido. Los llamados independientes exigieron a los indecisos pronunciasen en mi contra, muchos no aceptaron, entre ellos, maestros de la altísima calidad moral del doctor César Jesús Gallegos Laiseca, Catedratico de Derecho Constitucional, el doctor Leonidas Hurtado Povea, que era el catedratico mas antiguo de la Facultad de Ciencias y, muy en especial, el doctor Luís Velasco Aragón, polemista, orador fogoso, que paseó el nombre del Cusco por las tribunas universitarias de casi toda América, cuando le insinuaron que pusiera su firma en el pedido de mi renuncia, él contestó con la vehemencia y el aplomo que le eran característicos, en la forma siguiente: “Yo no doy puñaladas por la espalda. Si me sacan de la Universidad vendré a tomar el sol frente a la puerta principal sentado en un banco de la Plaza de Armas igual que un lagarto”. No firmó, felizmente lo respetaron, no le quitaron sus catedras, que las exponía conbrillo, fervor y con una cultura extraordinarias.

En 1956, las cosas comenzaron a variar. La dictadura empezó a tambalear, las fuerzas democraticas empezaron a buscar una salida en defensa de la libertad. Todos los años se rechazaba mi pedido y de los alumnos solicitando mi vuelta a la catedra universitaria. Con tres palabras duras y dictatoriales se resolvía la solicitud. Estas eran: “No ha lugar”. Pero, en 1956 soplaban otros vientos. Había ambiente democratico. Mi compañero Luis Alberto Sanchez, desterrado en Chile, preparaba sus maletas para viajar a Lima. En el Cusco también los opresores ya no podían resistir y el 10 de agosto de 1956, después de ocho años de destierro universitario volví a mi catedra. Entonces recordé lo que había sucedido con Fray Luís de León, en otros tiempos Rector de la Universidad de Salamanca en España, que por motivos políticos fue apresado con gran indignación de sus alumnos y del pueblo español. Entonces cuando volvió hubo un enorme gentío que fue a escuchar su clase de reencuentro. Fue aplaudido con verdadero fervor entonces emocionado, el gran maestro salamanquino, con lagrimas en los ojos, recordando el vituperio que se le había hecho y teniendo frente a sí la rehabilitación generosa del pueblo y la universidad, se emocionó y con lagrimas en los ojos, dijo: “Como decíamos ayer” y junto con él, lloró toda la multitud reunida para aplaudirlo. Fueron lagrimas gratas, de pureza democratica, de limpieza de corazones; así lo recibieron al ilustre salamanquino Fray Luís de León. Yotambién volvía después de ocho años de separación. La juventud y el pueblo estaban conmigo. El mismo día 10 de agosto de 1956, dictaba su clase del reencuentro el doctor Luis Alberto Sanchez en la Universidad de San Marcos. Yo lo hacía en la Universidad del Cusco y la clase estaba repleta de alumnos. Entonces, felizmente con voz firme dije, mas o menos así: “El tirano y sus secuaces sólo consiguieron alejarme materialmente de la universidad, porque espiritualmente estuve en todo momento junto con la gloriosa juventud de mi patria en estos sagrados recintos históricos de nuestra casa de estudios”. Entonces recordé que ocho años antes me habían enviado una carta pidiendo mi renuncia al Rectorado, sólo una pequeña minoría de veintitrés profesores, que no eran nada en número ante mas de cien que tenía la Universidad. Bueno es recordar que la Asamblea Universitaria, para la elección del Rector estuvo formada por cincuenta profesores. Es bueno que conste todo esto, porque se puede decir que hizo este pedido un número mayor. Esa carta tendra que ser publicada en la historia universitaria del Cusco, así como la carta vibrante del profesor Luís Velasco Aragón y la carta de contestación escrita de mi parte haciendo constar jocosamente que el señor doctor Asención Ugarte, a quien había nombrado profesor en la Facultad de Ciencias Económicas el día anterior asumía y encabezada la dirección de los firmantes cuando todavía jocosamente yo le decía: “No se había sacado la tinta de su nombramiento como profesor”. Repito que tengo el honor dedecir, que ningún catedratico fue separado de su cargo durante mi gobierno universitario, como tampoco se aumentó el número de profesores por razones políticas, ni aún siquiera pedagógicas. Se creó sólo una Asignatura, la de Periodismo y el Instituto de Historia y Antropología con la acertada y destacada dirección de un sabio antropólogo como era el doctor Sergio Quevedo Aragón, sin que esto significase un despilfarro económico. La Asignatura de Periodismo, estuvo bajo la dirección del doctor Eulogio Tapia Olarte, Catedratico de Literatura Universal y de Castellano, a quien los profesores y alumnos rodearon con mucho entusiasmo. Tuve el honor de ser invitado a varios países del extranjero, lo que rehusé para evitar el dispendio en las arcas universitarias. Los golpistas del 48 enviaron comisiones destinadas a buscar fallas en la administración económica, y no las encontraron. Si no pudieron aplaudir mi labor, tuvieron que hacerlo felicitando al Tesorero señor César Enríquez Cabrera, por su labor destacada y correcta en esa difícil misión de manejar los fondos económicos de la institución. Durante mi Rectorado tomé una actitud de defensa del arte cusqueño, expresado en la época colonial, dando lugar a la llamada Escuela Cusqueña de Pintura, que convirtió a la ciudad del Cusco en la Florencia del Nuevo Mundo, donde el sentimiento vernacular de la raza se expresaba en el color y la pintura, en expresión de los rostros, en el sentimiento religioso de centenares de artistas que llenaban los claustros de los conventos y aúnlos salones y los zaguanes de las casas coloniales trasladando a la tela la emoción de los corazones. Este legado artístico iba poco a poco disminuyendo y se convirtió en la vandalica sustracción de esta riqueza invalorable. Todos los días se notaba la disminución de los cuadros artísticos del coloniaje. Había mercaderes dedicados a la compra-venta de los cuadros. Los conventos, las iglesias, especialmente las parroquias alejadas de la ciudad, eran motivo de vandalicos saqueos. Era necesario contener este vandalismo con la invalorable ayuda oficial del destacado maestro doctor Luis E. Valcarcel, Ministro de Educación Pública, se fundó el Museo Virreynal. Tuve el honor de haber presidido su fundación y con el apoyo económico del Ministerio comencé a formar lo que ahora constituye una verdadera colección valiosisima de la pintura cusqueña de los siglos XVII y XVIII. Ojala que sirva de base Junto con el Museo Arqueológico, para formar un gran Museo Histórico del Cusco, que sea digno del prestigio del arte cusqueño a través de los tiempos. La situación de la ciudad, Patrimonio Cultural del Mundo, obliga para que se construya un edificio de acuerdo con la importancia histórica de nuestro acervo artístico, para que sirva de expresión permanente del alma cusqueña a través del arte.

Había vuelto a la Universidad en 1956. En ningún momento durante el tiempo en que fui profesor o Rector de la Institución llevé la política a sus sagradas aulas. Yo he considerado y sigo considerando a la Universidad como un verdadero centroreligioso, donde la política al estilo criollo de política partidaria no debe llegar jamas. Para ello, para la politiquería, para la lucha por los ideales partidarios esta la plaza pública y, principalmente, el local partidario. Tengo la conciencia tranquila, la satisfacción íntima de no haber hecho politiquería en los claustros universitarios. Considero que tanto profesores como alumnos deben cuidadosamente respetar el claustro universitario y tener en él un centro de acción espiritual donde la ciencia, el arte y el pensamiento estén para dignificar la cultura y la elevación espiritual.

En 1956, ya lo dijimos en otra oportunidad, tomé parte activa en la vida política del país. Era requerido por mis paisanos, los ciudadanos del Cusco, para formar una lista parlamentaria. El Partido Aprista, al que pertenezco, se encontraba fuera de la ley, pero el mismo Manuel A. Odría había manifestado que los apristas individualmente podían ser candidatos parlamentarios. De acuerdo con esta situación, con la colaboración de mis compañeros del Partido Aprista acordamos desafiar al gobierno, presentando un Frente de batalla electoral. La situación era difícil, las fuerzas gobiernistas, especialmente, las autoridades y la policía hacían dura oposición. Formamos la Unión Cívica Independiente. La lista estaba encabezada para Senaduría por el doctor Luis Velasco Aragón, Catedratico Universitario y prestigioso ideólogo con fama continental. Había sido varias veces cliente de las mazmorras de Taquila y San Lorenzo. Fue también miembro delCongreso Constituyente de 1931. A mí me designaron como al segundo miembro de la Fórmula Senatorial y entre los Apristas e Independientes, muchos de ellos ya fallecidos; recuerdo los nombres de varios ciudadanos que colaboraron con nosotros con civismo, altruismo y desinterés dignos de todo elogio, entre ellos estan los doctores y señores Arístides Venero Calderón, Julio Miguel Mendoza Bongo, Edgard Vizcarra Rozas, Emilio Muñiz Paredes, José Santisteban, Julio Azpilcueta, Ignacio Pinto de la Sota, Alvarez Macutela y otros. Hicimos una campaña relampago de 15 días. En todos los lugares que visitabamos éramos estruendosamente aplaudidos. Allí sentí lo que es la auténtica emoción cívica de las muchedumbres. Brazos fraternos nos abrazaban, lagrimas pugnaban por salir de los ojos de las muchachas. El pueblo necesitaba hombres que dignificasen la política, que llevasen al parlamento la emoción, el dolor y el sufrimiento de gentes que no encontraban respaldo para defender sus principios. Desde luego, que no faltaban grupos organizados que nos calificaban como lista magnífica, pero le ponían un pero para evitar que votasen por nosotros. Decían que era una lista suicida, porque el Apra estaba fuera de la ley. La intriga hizo efectos y disminuyó bastante la votación, pero el pueblo estaba decidido a que siquiera algunos de nosotros llegasen al parlamento. Así fue la elección del 17 de junio de 1956, para asombro y vergüenza de nuestros contendores fuimos elegidos, yo como Senador y los doctores Arístides Venero Calderón y JulioMendoza Bongo como diputados. Ademas en otra lista fue otro aprista el doctor Andrés Guillén Tamayo que resultó también elegido. El Presidente del Jurado Departamental de Elecciones doctor José Ignacio Ferro, en actitud que le honra, nos entregó nuestras credenciales parlamentarias en actuación solemne que culminó en un grandioso mitin cívico. Eramos representantes del pueblo, elegidos libremente contra todas las oposiciones. Fuimos a Lima y allí continuaba la presión política en nuestra contra. Por otro lado, la auténtica democracia popular se expresaba a nuestro favor con mítines, reuniones callejeras y telegramas que se dirigían a Lima pidiendo se respetase nuestra situación democratica. Fuimos tachados por apristas. La situación se tornó tensa. La noche en que se reunió el Jurado Nacional de Elecciones, todo eran vítores y aplausos a nuestro favor. Allí se renovó la tacha contra mí y hasta entonces nada se había dicho del doctor Venero Calderón, pero de hecho fue tachado también, respetandose sólo al doctor Julio Mendoza Dongo. En el Congreso se presentaron dos proyectos de ley solicitando nuestra incorporación al Parlamento. En uno de ellos se pedía llanamente nuestra incorporación y en el otro se declaraba que por esta vez en lugar de tres senadores el Cusco tendría cuatro y en vez de quince diputados tendría diecisiete. Ambos pedidos pasaron a Comisión, donde duermen el sueño de los justos, porque carecíamos de representantes apristas para que pudieran pedir que por tramite respectivo se discutiesen y pasasen aconvertirse en ley. Pasados los años, en 1986, a pedido del diputado aprista doctor Régulo Mujica Jerí se aprobó por unanimidad de votos con la adhesión de todos los diputados apristas, un homenaje de solidaridad a nuestra situación democratica, recordando el XXX Aniversario (17 de junio de 1986) de las elecciones que nos habían otorgado tan honrosa, democratica y digna representación.



Se hablaba de una representación diplomatica para mi persona, con rango de embajador. Contaba con la -simpatía de numerosos políticos, entre ellos recuerdo la del poeta don José Galvez Barrenechea, apóstol de La democracia, que me alentaba con su amistad y sus buenos propósitos. Igualmente lo mismo sucedía con el doctor Raúl Porras Barrenechea, destacado maestro sanmarquino, quien ya en el Cusco, en jornadas universitarias me demostró su amistad y su espíritu democratico.

En 1955 recibí la cordial invitación que me hacía el Presidente del Centro de Estudios Históricos Militares del Perú, General Felipe De la Barra, para asistir a un Simposium sobre Garcilaso, recordando el CEL (doscientos cincuenta) Aniversario de La Florida del Inca. La invitación iba acompañada de los respectivos boletos de pasaje aéreo y una tarjeta para hospedarme en el Círculo Militar del Perú, que funcionaba en el Portal San Martín de la Plaza San Martín de la ciudad de Lima. Fueron dos semanas donde se debatió con mucho fervor y entusiasmo sobre la vida y obra del insigne cusqueño. Entre los concurrentes estuvo también mi paisano el doctor Luís Velasco Aragón,el doctor Vladimiro Bermejo, Catedratico de la Universidad de Arequipa, los Generales José Del Carmen Marín, Feliciano De la Barra y Alejandro Barco, los doctores Aurelio Miro Quesada, José Durand, Félix Denegri Luna y el doctor Raúl Porras Barrenechea.

Mi moción tuvo por título “El Inca Garcilaso Símbolo del Mestizo Americano”, en el que expresé, que las modalidades sentimentales que había atravesado el Inca que vivió primero en la patria materna y después en la paterna, recibiendo influencias de ambos mundos, culminaron con Los Comentarios Reales, que constituyeron una vuelta a la tierra materna, es significativamente semejante a la vida emocional de los mestizos en general, que encontraran su patria sentimental volviendo hacia la tierra materna. Fui muy aplaudido y hubo varias personas que conversaron conmigo sobre este tema histórico interesante. El Banco de Crédito del Perú, reunió las versiones taquigraficas de las sesiones del Congreso, en un volumen que ha sido publicado y difundido por los directivos de dicho Banco. Pasados los años, se ha reunido en el Cusco el Segundo Simposium sobre Garcilaso, en el que tuve el honor de presentar un trabajo sobre la Influencia de Los Comentarios Reales en la vida política de la Colonia a través de dos resoluciones muy significativas: Una del Rey de España, que en Valladolid dio una real cédula prohibiendo la lectura de Los Comentarios Reales, disponiendo se recogiesen todos los volúmenes del libro, y otra dada en 1814 por el General Don José de San Martín, en la EstanciaSaldan, en las serranías de Córdova-Argentina, disponiendo la reedición de Los Comentarios Reales para que su lectura afirmase mas los sentimientos revolucionarios de los soldados de la libertad. Como dije anteriormente hace pocos días, rendimos homenaje al Inca Garcilaso en el Cusco, en el Perú y en América, con motivo del CDL Aniversario de su Nacimiento (12 de abril de 1539). Tuve el honor de pronunciar el discurso de orden en el atrio de La Catedral, recordando que me encontraba muy emocionado, porque también cincuenta años antes, con motivo de recordarse el cuarto centenario de su nacimiento, tuve también el honor de pronunciar un discurso en la plaza de San Francisco. Efectivamente, es algo impresionante, que hace vibrar el corazón el ser actor principal en dos acontecimientos de esta clase, en fechas significativas que tienen una lejanía de cincuenta años la una de la otra. Yo, pensaba que así como hace días, de los que tomaron parte en las actuaciones hace cincuenta años, sólo estaba presente la figura distinguida del doctor Baltazar Jara Eguileta, periodista, poeta, Fiscal jubilado de la Corte Superior de Justicia del Cusco, político que tomó parte activa en la formación del Frente Democratico Nacional, que llevó en 1945 a la Primera Magistratura de la Nación, al doctor José Luis Bustamante y Rivero, fallecido hace poco. Para otra ceremonia semejante no quedaría nadie. Ahora considero que la ceremonia cívica llevando las cenizas del Inca, debe realizarse todos los años, cada 12 de abril, con concurrencia masivadel pueblo y especialmente de la juventud estudiosa que debe buscar en las paginas de Los Comentarios Reales, el aliento de la verdadera peruanidad.

También en 1955 fui representando al Cusco al Primer Congreso Nacional de la ANEA (Asociación Nacional de Escritores y Artísticas), junto con el profesor y artista pintor don Mariano Fuentes Lira, hace poco fallecido. Las reuniones dieron lugar a un acercamiento de artistas y escritores nacionales. Este acercamiento se sentía como una verdadera necesidad nacional.










MI LABOR COMO MAGISTRADO

En 1957, se había creado el Tercer Tribunal Correccional del Cusco. Fui propuesto en terna presentada por la Corte Suprema de Justicia al Poder Ejecutivo. Durante mi destierro universitario de ocho años, había sido nombrado Vocal Suplente en 17 ocasiones diversas, como consecuencia de las vacancias que se producían. Esta reiteración al ser llamado por diecisiete veces es muy honrosa para ml. De modo que tenía practica en ese ejercicio, con la aceptación de los señores Magistrados. Fui nombrado Vocal de la Corte, lo que me hacía recordar que un ilustre pariente mío, el doctor Arturo Yépez, hermano de mi señor padre, fue Vocal de la Corte Superior del Cusco y varias veces propuesto para la Corte Suprema de Justicia de la República. La ceremonia de juramentación fue todo un acontecimiento social. Se realizó el día 16 de mayo de 1957, en local que alquiló la Corte Superior en la calle San Andrés, pues el de San Bernardo quedó muy averiado por el terremoto del 21 demayo de 1950. Poco tiempo después nos trasladamos al flamante edificio de la Avenida Sol, donde tuve el honor de dictar la primera sentencia que se daba en ese edificio. Al mismo tiempo continuaban mis labores como Catedratico titular con una sola catedra, pues la ley otorgaba derecho a los magistrados de desempeñarse como docentes universitarios en un sólo curso. En el momento de ser nombrado magistrado, tenía dos catedras: Una de Literatura Peruana y la otra de la Civilización Antigua. Mis alumnos, no permitieron que los abandonase, tuve que optar por quedarme con la catedra en la que tenía mayor número de alumnos, algo de cien, en el curso de la Civilización Antigua. Yo dictaba mis clases de siete a ocho de la mañana y desde las nueve estaba listo para el desempeño de la magistratura. Los alumnos encontraban mucha satisfacción con el dictado de mi curso. Me guardaban mucho respeto y consideración. Yo era muy amable con ellos, de modo que era un noble ejercicio docente el de dictar catedra para mí. Esto en el primer año de la Facultad de Letras e Historia.

En setiembre de 1958, hubo un fuerte movimiento estudiantil reformista. Los alumnos tomaron actitudes beligerantes, pues estaban disgustados con las acciones del Rector doctor Luis Felipe Paredes y del Consejo Universitario. Yo fui ajeno a tomar parte en estas actividades universitarias. Se realizó una asamblea general en la que intervinieron muchos catedraticos y alumnos, y se decidió declarar cesante en su cargo al doctor Luis Felipe Paredes y disuelto elConsejo Universitario. El movimiento estudiantil estaba dirigido por un joven y destacado estudiante reformista Mario Cama Miranda. Producida la vacancia de los cargos se procedió a la elección de una junta reorganizadora, siendo elegido Presidente, el prestigioso y destacado profesional doctor Sergio Quevedo Aragón. Como delegados de la Facultad de Letras, elegimos a los doctores Eulogio Tapia Olarte y Luis Velasco Aragón. Por el cargo que desempeñaba en la Corte Superior de Justicia, no acepté las propuestas que numerosos grupos de profesores y alumnos me hacían para que interviniese como miembro de esta Junta Reorganizadora. Mucho se esperaba de las autoridades universitarias. Yo considero que era la ocasión de otorgar a nuestra Universidad, un rumbo de acción continental, hacer un llamado para la creación de una Universidad Indo-Americana con sede en el Cusco, para que aquí unidos fraternalmente, profesores y alumnos, conociesen en su raíz viva las capacidades de nuestro pueblo para unir y desarrollar sus sentimientos dentro de una comunidad fraternalmente consolidada. Sensiblemente los reorganizadores tropezaron con muchas dificultades y no consiguieron plasmar una nueva universidad en el sentido verdadero de la palabra, perdiéndose una ocasión propicia, que tal vez no se presente nuevamente. Continuaba también mi labor de escritor, con el envío de colaboraciones a revistas y periódicos, principalmente de la Revista Universitaria, la que tenía dos ediciones por año. Asimismo, enviaba colaboraciones a los periódicos,especialmente a El Comercio. Una de las que llamó la atención fue cuando escribí sobre “El Culto a la Vida”, expresada en el culto al agua, a la que me he referido ya anteriormente. Asimismo, sobre la Universidad Indo-Americana, pues el año de 1964 tuve el honor de asistir al XXXVI Congreso de Americanistas que se reunió en Barcelona, Madrid y Sevilla, a las que estuvo también invitado mi maestro el prestigioso historiador doctor Luis E. Valcarcel. En ese Congreso, conseguí se aprobase mi ponencia solicitando la creación de la Universidad Indo-Americana con sede en el Cusco, agregando que la hora de Europa ya había pasado y que, culturalmente, el mundo necesitaba de una nueva cultura que dirigiese los destinos históricos de la humanidad. Con ese motivo, presenté esta moción en un folleto, que circuló profusamente, en cuyo apéndice se encontraban elogiosos comentarios de ilustres escritores cusqueños, algunos de los cuales son los doctores Roberto Barrionuevo, Humberto Vidal Unda, Octavio Linares Alencastre, Fray Severo Aparicio Quispe, Rafael Calderón, Segundo Jara Eguileta, Luís A. Pardo, Luis Velasco Aragón, etc. Desde entonces continúo insinuando sobre la necesidad de una Universidad Indo Americana con sede en el Cusco, para que desde aquí se busque la integración de nuestros países hermanos. En las sesiones que se realizaron en Sevilla propuse también la repatriación de los restos mortales del Inca Garcilaso, fallecido en Córdova en 1616. En el mismo sentido se había pronunciado el que fue entonces Embajador del Perú enEspaña doctor Raúl Porras Barrenechea, quien movió a favor de esta idea el pensamiento de los académicos españoles que defendían la idea de no permitir dicho traslado, porque el propio Inca, en su testamento, había pedido que fuese sepultado en la Capilla de las Animas en Córdova. También el señor Alfredo Díaz Quintanilla, Alcalde del Cusco, que fue invitado por el Gobierno Español a visitar España, reiteró estos mismos pedidos y en el mismo sentido expresaron sus opiniones muchos escritores e historiadores peruanos y latinoamericanos. En las sesiones de Sevilla, yo me permití insistir en este pedido indicando que si bien el Inca Garcilaso en su testamento había pedido se le sepultase en la Capilla de las Animas, lo era ante la imposibilidad de conseguir que se hiciese realidad, su vehemente deseo expresado en 1563, de volver al Cusco, presentando una solicitud en ese sentido. Las razones que impidieron su vuelta al Cusco no las conocemos, fue entonces que decidió volver espiritualmente, escribiendo el libro de Los Comentarios Reales, que desde ese punto de vista es la obra de un proscrito espiritual, del último mitimae, que desde la lejanía vuelve sentimentalmente al seno de la patria. También mi pedido no consiguió éxito hasta que el 25 de noviembre de 1978, llegaron al Cusco los Reyes de España Don Juan Carlos y Doña Sofía, conduciendo en persona un cofre que contenía una parte de los restos del Inca Garcilaso. En esta forma concluyó la situación que se había planteado. Estos restos estan ubicados en el sótano de laIglesia de El Triunfo de esta ciudad del Cusco, de donde fueron llevados en ceremonia pública en una solemne procesión alrededor de la Plaza de Armas, Calle Plateros y Plaza del Cabildo el 12 de abril último, tal como ya lo indiqué antes.




PARTICIPACION EN INSTITUCIONES CULTURALES

En esta ciudad, pertenecía a varias instituciones culturales, entre ellas, como ya indiqué al Centro Cusqueñista Inca Garcilaso, del cual fui Presidente Fundador y al Instituto Americano de Arte del cual soy Socio Fundador y también al Instituto Sanmartiniano, fundado por argentinos y peruanos que con mucho calor y fuerte sentimiento de fraternidad latinoamericana nos pusimos a trabajar intensamente propiciando fraternidad en nuestros países. En noviembre de 1978, se celebró en Buenos Aires el Primer Congreso Internacional Sanmartiniano. Tuve el honor de asistir representando a la Filial del Cusco. Fueron muy hermosas las jornadas cívicas y culturales con que fuimos recibidos. Bueno es recordar que en Buenos Aires habían sido muy bien recibidos en otras ocasiones líderes estudiantiles, como Víctor Raúl Haya de La Torre y Manuel Seoane. También en la Universidad de La Plata, había sido Vice-Rector, el poeta aprista Alcides Speluzin e ilustres desterrados por el Perú como los cusqueños Clorinda Matto de Turner y el Inca Juan Bautista Túpac Amaru habían sido sepultados en esa tierra hermana. Volveremos a recordar que en 1923 fue enviada una embajada de arte conformada por cusqueños y dirigida por los doctores Luis E. Valcarcel y LuisVelasco Aragón, que fue magníficamente recibida, realizando una enaltecedora labor cultural. En 1978, tuve el agrado de presentar la ponencia titulada: El General Don José de San Martín y la Idea Inca en la Revolución Argentina, anotando que esta idea había servido de base al movimiento libertario, pues el 6 de julio de 1816, en la Asamblea Constituyente del Tucuman, el prócer argentino Manuel Belgrano, habla solicitado profundamente emocionado y con lagrimas en los ojos, la necesidad de restablecer el Imperio de los Incas con su capital la ciudad del Cusco, otorgando al príncipe Juan Bautista Túpac Amaru, desterrado en España, el trono de sus antepasados los Incas. Yo dije, que esa noche se habían unido en abrazo fraternal y eterno los movimientos revolucionarios de Túpac Amaru del Cusco y Sanmartiniano de Buenos Aires.

En 1951, tuve el honor de ser invitado al Primer Congreso Internacional de Peruanistas que se celebró en Lima, recordando el Cuarto Centenario de la Fundación de la Universidad de San Marcos el 15 de mayo de 1551. Con ese motivo, se reunieron en Lima destacadas y distinguidas personalidades académicas y del profesorado de Historia. A pesar de estar estrictamente vigilados y excluidos de toda actividad intelectual que se realizaba en el Cusco, asistimos yo y el doctor Eulogio Tapia Olarte ex-Decano de la Facultad de Letras como invitados de honor a esta celebración. Recuerdo que el doctor Raúl Porras Barrenechea, fue el que con brillo, acierto y capacidad, presidió esta reunión de caracter mundial.Tuve un buen papel. Reanudé muchas amistades y adquirí otras nuevas. Era evidente que gozaba de simpatía por mi situación en relación con el Gobierno Peruano. Presenté una ponencia que mereció muchos aplausos y discusiones. Era sobre la Incanidad del Drama Ollantay. Ya he dicho varias veces que defendía esta situación que tiene mucho fundamento y valor, porque esta demostrado por los cronistas que en el Imperio Incaico el género teatral habla adquirido extraordinaria importancia pública; pues, tragedias, comedias y dramas eran representados en las plazas públicas con mucho brillo y lucidez, con una concurrencia extraordinaria de espectadores, lo que nos hace recordar al teatro de la Grecia Antigua, donde el alma de Grecia, los sentimientos de su pueblo, la riqueza de su expresión, todo ello se representaba en el teatro griego que tanta celebridad adquirió. Así, pues, igual categoría y esplendor tenía el género teatral que poseía a una expresión pública, en tabladillos que se formaban en plazas. El teatro, era un género publico y los amautas, es decir los filósofos, eran los autores de los dramas quechuas que tenían fines políticos y moralizadores. Por eso, creo firmemente que el Drama Ollantay, es de argumento quechua de la época imperial, el que en su epílogo, en su desenlace ha sido variado en la época colonial. Si Antonio Valdez, es el reconstructor del drama, yo considero que por razones de orden político, con motivo de la revolución de Túpac Amaru, hizo concluir la versión del texto colonial con la prisión deOllantay, quien es perdonado por el nuevo Emperador, que permite el matrimonio con su hermana, la princesa Cusi Coyllor y, algo mas, urgido por razones de guerra, para salir del Cusco, deja a Ollantay como Virrey. Considero que un drama con este epílogo no podía ser representado en las plazas públicas del Imperio. Constituirla una incitación al desorden, a la rebeldía, a la traición, pues las leyes del Imperio, que prohibían el matrimonio de las princesas incas con hombres del pueblo, no constituirían una valla que en cualquier momento caía como consecuencia de la benevolencia de los incas, que no sancionaban la actitud traidora de los que habían infringido la ley. Entonces, el final que lógicamente termina en sanción para el culpable al que se le aplica la pena de muerte es artificialmente reemplazada por el final de lo que aparece, lo que con acierto llamaba Ricardo Rojas “la versión colonial”, que no es la versión imperial, la original, la verdadera. En el Primer Congreso Internacional de Peruanistas, realizado en Lima, hubo calor en el debate y tuve el agrado de recibir diversas expresiones de aplauso por la forma cómo habla defendido mi ponencia. En 1970, en el Congreso de Americanistas, reunido en Lima, tuve la satisfacción de volver a presentar esta ponencia, que fue igualmente discutida. Recuerdo que uno de los congresistas Teodoro Meneses, con mucha vehemencia defendió el drama de la versión colonial, como un auténtico drama imperial. Fue entonces que yo, propuse que valía la pena que los lingüistas de la AcademiaQuechua, fuesen los que comparasen el quechua utilizado en la primera parte del drama con el utilizado en el desenlace, para poder observar si hay unidad idiomatica en el lenguaje quechua, para ver si fue redactado en una sola época o como sostengo, con un desenlace modificado a gusto del versificador de “la versión colonial”.

En 1968, visité una vez mas la Ciudadela Histórica de Machupicchu, a la que cuando era muchacho llegabamos utilizando un difícil y tortuoso camino de herradura que comenzaba en Puente Ruinas sobre el río Wilcamayo y llegaba hasta la ciudadela. Pasados los años, el camino fue mejorado, permitiéndose el uso de caballos para facilitar la travesía. Finalmente, en nuestros días se llega a la ciudadela mediante una carretera que es muy transitada por los vehículos que conducen a un promedio de mil turistas por día. Se espera que pronto se utilicen medios mas modernos para el acceso, es decir funiculares y helicópteros. En este año de 1968, estuve varios días en el hotelito, con capacidad para cuarenta personas que funcionaba en la ciudadela, todavía el número de turistas era relativamente reducido, pero la admiración por la “Octava Maravilla del Mundo” crecía todos los días. Escribí un folleto titulado “Grandeza de Machupicchu”, con una conclusión poematica titulada “Gloria de Machupicchu’. Para mí, esa construcción inca, probablemente realizada durante el gobierno de Pachacutec, es la mas genuina expresión de la arquitectura inca, que muestra el pensamiento del culto a la vida mediante su mas simbólicaforma de presentar su filosofía escrita en piedra. Ya lo dije, que el culto a los muertos, el culto a la muerte, es propia del alma del Antiguo Egipto, que se expresa en las piramides eternas. Todo relacionado con el desierto que es expresión de muerte y el Nilo que decrece absorbido por el arenal, el sol que decae en su carrera diaria entre las sombras de la muerte. En cambio, en el Tahuantinsuyo, los andes son expresión de vida, de fuerza primaveral, que canta su canción eterna en las blancas y purísimas nieves de los andes, en las laderas profundas plenas de verdor, en los ríos, cascadas y arroyos que cantan su canción de vida. Este mensaje telúrico es llevado a la piedra y surge esta maravilla que llamamos Machupicchu, porque en Machupicchu, junto con las piedras, esta la canción eterna del río Wilcamayo, estan las laderas llenas de sol y verdor y estan las lejanas cumbres, como colosos que parece quisieran llegar hasta el cielo. Esta obra arquitectónica traduce el pensamiento de culto a la vida. Los incas rendían culto al agua y a sus formas de expresión, la nieve, el río, el lago, la nube, la lluvia, el granizo, porque el agua es eterna y va cambiando continuamente de forma. Es el mejor símbolo de la vida que es eterna y va cambiando.

Machupicchu, fue un centro religioso, dirigido por sacerdotisas, porque los esqueletos que se han encontrado, pertenecen al sexo femenino en casi su totalidad. Ademas era también un centro político, una especie de bastión de la civilización para evitar el acceso de posiblesinvasores venidos del Este. Era también un oraculo, como Pachacamac, como Limatambo, donde llegaban peregrinos de las mas lejanas regiones del país, para conocer el destino que les aguardaba en su transito por esta vida. Ahora en estos días Machupicchu es ademas capital secreta de los iniciados, que llegan de los cuatro puntos cardinales del mundo, para reunirse junto a sus muros protectores y la luz espiritual que refulge en sus piedras eternas, para unir mas a los hermanos que quieren levantarse hacia la verdadera espiritualidad. El folleto, fue publicado a iniciativa del Centro Cusqueñista “Inca Garcilaso” y al entusiasmo de mis compañeros del Club de Leones del Cusco. Sus veinte mil ejemplares recogieron mi fervoroso pensamiento de amor a mi tierra y fueron llevados a los mas lejanos países del orbe, pero distribuidos sin ambiciones económicas, con un criterio cultural y fraternal.

En 1972, el 18 de abril, tuve el honor de recibir un homenaje multitudinario en la Pinacoteca Kcancharina, presidida por el profesor cesante Santiago Lechuga Andía, sensiblemente ya desaparecido, quien realizaba en esa Pinacoteca una labor cultural muy interesante, era de apoyo y para aplaudir la labor intelectual que realizaban algunos cusqueños en beneficio cultural y espiritual de la ciudad y de sus méritos históricos. En esa forma se rindió homenaje a personalidades, como al doctor Luís E. Valcarcel, Baltazar Jara y Eguileta, Andrés Guillén Tamayo, Luis Felipe Paredes, etc. Como dije, recibí una amable comunicación, que fue puesta enmis manos por el profesor Lechuga Andía, quien en compañía de socios de la Institución, visitó mi casa con la halagadora noticia que se había acordado rendirme un homenaje por mi labor cusqueñista. Agradecí tan generoso empeño y ese día 18 de abril de 1972, se realizó una solemne actuación que para mí tenía un profundo valor sentimental, porque se me aplaudía, se me apoyaba después de haber pasado por momentos, en los que sentimentalmente me causaron depresión y tristeza. En la actuación hubo numerosos números de música, de canto y baile regionales y se pronunciaron siete discursos que fueron los siguientes: De Presentación el profesor Santiago Lechuga Andía, el Discurso de Orden del Catedratico de la Universidad del Cusco doctor Manuel Jesús Aparicio Vega, mi alumno de ayer, quien lo leyó casi en dos horas una bien documentada crónica de los aspectos mas saltantes de mi vida. Del doctor Julio Miranda Bernal, Catedratico de la Universidad, que me enaltecía particularmente en lo relacionado con la publicación de mi novela “Los Andes Vengadores”, de la doctora Zoila Ladrón de Guevara, Catedratico de la Universidad del Cusco y Socia de la Mesa Redonda Panamericana del Cusco, que ponía en relieve mi acción americanista. Del doctor Luís A. Pardo, Director del Museo Arqueológico del Cusco, quien enaltecía mi pasión por la historia. Del profesor Faustino Espinoza Navarro, cultor de nuestra lengua madre y que igualmente daba mérito a mi fervor por nuestra cultura. Finalmente, las palabras del Alcalde de la ciudad señor JesúsLambarri, enaltecedoras para mí. La actuación terminó con mis palabras plenas de emocionada gratitud para todos y cada uno de los que hicieron uso de la palabra, para los que participaron en las distintas actuaciones de baile, canto y música, haciendo hincapié en que reuniones culturales como éstas cumplían una noble finalidad de buscar para el Cusco la Capital del Imperio, a la que yo apellidaba la Capital Espiritual de América, como una posibilidad cultural para el mundo del mañana, en el que todos los países de Indo-américa tenían que integrarse, oyendo la voz de la historia y buscar en nuestros Andes, en este milagro telúrico, la acción espiritual dormida en el corazón de nuestros pueblos, de la que tenemos que extraer las nobles virtudes para que América, busque los caminos de la historia para el porvenir. Hubo mucho comentario sobre esta actuación y ya en otra sección de estas memorias he recordado que Radio Cusco y Radio Tahuantinsuyo retransmitieron el íntegro de la actuación cultural.





Pasados los años, llegamos a 1988 en que una grata noticia animó mi corazón. En el mes de julio, la Ministra de Educación Pública doctora Mercedes Cabanillas, me había honrado con la distinción muy preciada, que muy pocas veces se ofrece, de otorgarme la Medalla de Oro de las Palmas Magisteriales en el Grado de Amauta, con la especialísima distinción de que la entrega se me haría en el Salón Consistorial del Cusco, como efectivamente el 19 de agosto se realizó la solemne ceremonia de la entrega de la indicada Medalla deOro. Sensiblemente por sus muy atareadas labores ministeriales la señora Ministro no pudo cumplir con su propósito, de hacerme la entrega personal de la Medalla y que estuvo representada por el señor Director Departamental de Educación Ciriaco Vargas, quien con palabras enaltecedoras me hizo la entrega de la condecoración, acompañado con las expresiones cordiales del señor Alcalde de la ciudad Ingeniero Carlos Chacón Galindo y el Prefecto del Departamento doctor Julio Jara Ladrón de Guevara. La solemne ceremonia estuvo animada con la intervención musical y poética de personalidades vinculadas con el mundo educativo. A todos ellos agradecí emocionado al recibir esta condecoración que me otorgaba el Gobierno Nacionalista, Democratico y Popular de mi patria. Numerosas fueron las llamadas telefónicas, telegramas y cartas que llegaron como expresión de aplauso y felicitación por la honrosa designación que se me había hecho. Fue muy hermoso y lo es todavía hasta ahora que se adhiriesen a este homenaje mis queridos alumnos de cuarenta y tantas promociones de la Universidad del Cusco, de los Colegios de Ciencias, María Auxiliadora, Hijas de Santa Ana, Academia Comercial y de los Colegios de Las Mercedes y La Merced. Llegaba a esta solemne actuación después de haber hecho 25 publicaciones sobre temas de historia y de literatura, en las que he pretendido poner el calor de mi corazón y los sentimientos de mi alma para expresar el valor telúrico de las tierras de mi Cusco, el privilegio de esta ciudad y la fe que tengo puesta en susmejores destinos para el porvenir. Meses antes de esta distinción, la obtuvo también un amigo mío de la Universidad de San Agustín de Arequipa, el Catedratico y pintor Teodoro Núñez Ureta, quien, con gran emoción, llevaba a la tela temblorosa la expresión de Arequipa, de su pueblo y la fuerza de su pasión por un mejor porvenir. Hace pocas semanas ha fallecido este destacado artista y profesor, a quien mucho apreciaba.

En la ceremonia solemne, en la que se me entregó la codiciada Medalla de Oro en el Grado de Amauta, el doctor Manuel Jesús Aparicio Vega, mi noble y estimado alumno de ayer, pronunció las palabras centrales en un discurso lleno de nobles sentimientos, enalteciendo mi persona y con voz clara y precisa hizo relato emocionado de mi vida académica, mereciendo fuertes y prolongados aplausos de la concurrencia que admira al joven profesor que ya tiene una brillante carrera docente, que ha urgado archivos de América y España, buscando datos para escribir la historia de la participación del Cusco, en la Revolución de los Hermanos Angulo de 1814, demostrando que el Cusco estuvo a la cabeza de este gran movimiento emancipador, que pudo convertir la Batalla de Umachiri en el Ayacucho Histórico de 1824. Este libro ya famoso del doctor Aparicio Vega, es muy comentado y leído. En esa ocasión reiteré mis agradecimientos al doctor Aparicio Vega por su valiosa colaboración, que ya había sido puesta de manifiesto cuando se me hizo homenaje en la Pinacoteca de Kcancharina el 18 de abril de 1972.

En relación al terremotoque azoló la ciudad del Cusco el 21 de mayo de 1950, publiqué un artículo titulado: SIGLOS Y TERREMOTOS, que aparece como parte de mi libro “CUSCO ETERNO”, editado en 1965, narración que creo conveniente insertar a continuación y que es como sigue:





SIGLOS Y TERREMOTOS


“El Cusco es una vieja ciudad, llena de historia, de tradición y de leyenda. Es como Roma, Jerusalen, Atenas o Bagdad, tierra de misterio, donde las piedras cantan glorias de siglos. El Cusco, es por eso, una verdadera joya americana, porque su vida se yergue a través de las edades y refleja la historia del Continente; sus calles son ensambles de civilizaciones que se reúnen, se juntan y yuxtaponen, por eso cada esquina, cada plaza, cada barrio es un libro abierto, que habla del pasado de esta gran ciudad.

El Cusco ha sufrido grandes transformaciones por obra de la naturaleza y de los hombres. El 21 de mayo de 1950, en un día pleno de sol, cuando miles de aficionados espectaban un partido de balompié, en el Estadio Universitario. De improviso, a la una y cuarenticinco de la tarde, sordo rumor subterraneo avanzó del Sur, seguido por fuerte remesón de tierra. Las graderías de piedra, se movían y levantaban ondulantes. A lo lejos la ciudad se cubrió con densas columnas de polvo, mientras la bellísima torre de Santo Domingo tambaleaba y caía ante los aterrorizados ojos de los espectadores. Era el terremoto que sacudió a la Ciudad Imperial del Cusco destruyéndola en seis segundos de duración, al igual de ese otro del 31 de marzo de 1650, quehabía llenado de pavor hace tres siglos a los habitantes de esta ciudad. Hacía poco que se había celebrado con ceremonias religiosas el tercer centenario de la devoción al Patrón del Cusco en la venerable efigie del “Señor de Los Temblores”, obsequio de Carlos V a la ciudad con cuya procesión cesaron las sacudidas de tierra en 1650.

Un cuadro que actualmente se conserva en la iglesia parroquial del Triunfo, muestra el pavor y el desconcierto, que provocó el sismo. Quedaron destruidas La Merced, La Compañía y Santo Domingo. La Catedral, sufrió desperfectos, las casas se derrumbaron desde los cimientos, la gente corría desesperada, se hacía penitencia pública para pedir protección divina. Las crónicas de la época, cuentan que los caballeros “sin mas aliño que sus propias carnes se azotaban con disciplinas de hierro. Las damas encenizaban su rostro y abofeteaban su belleza”. Hizo pintar ese cuadro don Alfonso Cortés Monrroy de Trujillo, testigo presencial del suceso. Representa la procesión del Señor de Los Temblores por la Plaza de Armas y tiene la siguiente leyenda: “Jueves 31 de Marzo de 1650, a la una y media después del medio día sobrevino en esta ciudad un temblor que duró por el espacio de tres credos, con tanta fuerza y violencia que derrumbó templos, conventos y casas de casi toda la ciudad, habiéndose seguido en toda la tarde y noche cuatrocientos temblores y por todo aquel año mas de 1600 interpolados a los primeros muy fuertes y después remisos, pero de mucho riesgo, que causaron gran temor y tribulación enlos vecinos de esta ciudad. A no haber intervenido la Soberana Reyna y Señora de los Remedios con su Soberano Hijo, que la pusieron en las puertas de esta iglesia, por espacio de tres días, con lo que amainó el rigor de su justicia y para recuerdo perpetuo de esta fatalidad se saca el 31 de Mano, su procesión para memoria del suceso de la ruina que acaeció en esta ciudad. Y don Alonso Cortes de Monrroy, natural de los reinos de Trujillo, mandó pintar este lienzo para memoria perpetua del suceso que acaeció en esta ciudad”.

El terremoto de 1950, ha destruido mucho de la gran ciudad. En seis segundos de duración ha echado abajo tesoros, muchos de los que no podran ser rehabilitados, y otros que van siendo reconstruidos como los templos de Santo Domingo, con su torre de encajes en piedras (construido sobre los muros del Ccoricancha), La Merced con sus claustros maravillosos. La Universidad, San Pedro, Belén, La Compañía, etc., sufrieron daños cuantiosos, así como las casas coloniales y las típicas casitas cusqueñas, sólo los muros incas, orgullo de una estirpe, que desafían al avatar de los siglos, una vez mas han triunfado sobre la naturaleza. La desgracia del Cusco conmovió al mundo entero, todos los países hermanos se hicieron presentes; junto con las alas peruanas, aviones con los colores de los Estados Unidos, México, Chile, Argentina y otros países, llegaron trayendo su mensaje de aliento y su ayuda eficaz y oportuna. España colaboró con la reconstrucción de la Catedral, con la habil dirección del arquitectoAndrés León Boyer, secundado por obreros cusqueños, que una vez mas han demostrado su alta calidad de constructores, obra que fue entregada el 21 de mayo de 1953, habiéndose concluido la reconstrucción de la torre del Evangelio el 6 de abril de 1952, día en que volvió a oírse el sonoro vibrar de la histórica campana llamada María Angola. Francia, mediante su Parlamento, a iniciativa del gran peruanista Paul Rivet, envió un millón de francos como donativo, y a todo esto se agrega el esfuerzo de los cusqueños y peruanos para reconstruir esta gran ciudad, como se va haciendo, seguros de que la Ciudad Eterna resurgira de acuerdo con sus destinos históricos. Se colocó el 24 de Junio de 1950 una placa en el Atrio de la Catedral con esta inscripción: “El 21 de Mayo de 1950, un terremoto destruyó nuestra ciudad. Hoy 24 de Junio, tu gran día, Cusco Inmortal, te prometemos trabajar para devolverte todo tu esplendor y grandeza”. Finalmente la Organización de los Estados Americanos, se interesó por la reconstrucción, y su enviado el doctor Alfonso Cortina, maravillado ante el espectaculo de grandeza que tiene la ciudad, no ha podido menos que exclamar: “El Cusco sera reconstruido para el orgullo y la admiración de las generaciones futuras del Universo”. Ahora la ciudad avanza por las rutas coloniales, surge el Nuevo Cusco del siglo XX, a contribuir con su presente al Cusco Eterno del pasado.

El 9 de Febrero de 1957 fue un día histórico. El Presidente Constitucional de la República doctor Manuel Prado, promulgó la Ley 12800, queestablece la Corporación de Reconstrucción y Fomento Industrial del Cusco, con el objeto de restaurar los daños del terremoto del año 1950, gracias a los fondos económicos creados por esta ley y con el esfuerzo de todos los peruanos y de los hijos de la Gran Ciudad, ésta volvera a ser blasón histórico de América, reliquia viva del pasado”.

El 5 de abril de 1986, el Cusco nuevamente fue sacudido por un violento terremoto, cuando me encontraba ausente en la ciudad de Lima, en el Hospital del Empleado siguiendo un tratamiento médico a la vista. Poco a poco se va trabajando para restaurar las heridas que dejó, especialmente en los monumentos coloniales de La Companía de Jesús, del templo de Santa Catalina, La Merced, San Francisco, Santa Clara, San Pedro y La Catedral.

En 1974, publiqué el libro titulado: “CUSCO BANDERA DE UN MUNDO”. Era como consecuencia de un ofrecimiento que hice a mis amigos en una reunión realizada en Lima, en la que nos reunimos cusqueños, casi todos ellos, residentes por largos años en la Capital y algunos que frecuentabamos Lima en los meses de vacaciones. Se habló del bello libro que sobre Arequipa había escrito desde su destierro de Montevideo el ex-Presidente de la República y antiguo Catedratico arequipeño, doctor José Luis Bustamante y Rivero, libro destinado a informar en apretada síntesis sobre el valor cultural de la tierra mistiana, y todos nosotros estabamos de acuerdo en decir que nos faltaba un mensaje del Cusco en un libro pequeño y me propusieron a aceptar el compromiso de escribir enla forma indicada. Cumplí mi obligación, espero no haber defraudado a mis hermanos del Cusco, en cuanto a mi empeño, pero no sé si conseguir mi propósito de poner en evidencia el valor intransferible, único y principal que tiene el Cusco a través de la historia de América, como faro cultural del Nuevo Mundo, como camino para llegar a la tierra del oro, como pretendían los conquistadores españoles o la ciudad de la que surgían las revoluciones emancipadoras con un mensaje que estremecía los Andes del Continente. No pude significar con la fuerza de las palabras de nostalgia que escribiera el Inca Garcilaso desde España o con las brillantes metaforas surgidas del verbo de Juan Espinoza Medrano “El Lunarejo” o con la sonriente y mordaz expresión del Concolorcorbo, porque hablar del Cusco, expresarlo, cantarlo, sentir su palpitar de siglos es fuerte para quien como yo, no ha alcanzado la plenitud necesaria para cumplir esa tarea. De todos modos el librito tuvo éxito y muchos reclaman su reedición. Si tal hiciera, muchas omisiones quedarían superadas.

El año de 1975, con motivo del Sesquicentenario de la Fundación del Colegio Nacional de Ciencias publiqué el folleto titulado: “REENCUENTRO CIENCIANO”, en el que procuré poner en evidencia el valor histórico del Colegio y su importancia para nosotros sus ex-alumnos. Recordar es vivir dos veces. Viví esos intensos años juveniles en la vieja casona de la Plaza San Francisco, en los que transcurrieron nuestros mejores años de la adolescencia, como aves de paso, como peregrinosque avanzan por un camino por el que no han de volver. Recordé a su regente, el inolvidable señor Luís Blanco Rodríguez, un maestro intuitivo, mezcla de bondad y energía, de jovial sonrisa y mirada penetrante. Lo temíamos y lo queríamos. Su voz resonaba en los corredores del viejo claustro. La plana mayor de profesores la constituían maestros de verdad, que sentían desenvolver su alma en la tarea de enseñar. Todo esto recordé en este folletito. De mas esta repetir que realizamos un desfile histórico. Muchos viajaron de los lugares mas distantes, como Piura y Paita, para pasar en el desfile con garbo, con fervor, con animo juvenil como si fuéramos los muchachos de quince años de edad, que tantas veces nos habíamos lucido en desfiles cívicos.

Constituye para mí, una verdadera joya literaria y emocional un cuaderno de notas, perteneciente a mi compañero José Miguel Vallenas, en el que su bella letra inglesa se había deslizado escribiendo la historia de límites del Perú, curso del cuarto año de secundaria. Resulta que las dos o tres primeras paginas que estaban en blanco fueron escritas con nota de emotivo recuerdo, firmadas por mis compañeros en los días anteriores a nuestra salida del Colegio. Son notas donde han puesto el corazón y leerlas produce una fuerte emoción, pero lo mas interesante, es constatar junto a estas frases y firmas del cuarto año de ciencias, las frases y firmas de alumnas del cuarto de secundaria del Colegio de Educandas, traviesas chiquillas que escondían su verdadero nombre poniendo el orden delas letras de sus nombres de derecha a izquierda, es decir al revés de modo que el nombre de Rosa aparecía con el nombre de Asor, etc. Ese año de 1924 era políticamente de mucha agitación. La política llegó hasta el mencionado cuadernito, donde aparecen proclamas que dicen: Ciencianos Viva la Federación. Ciencias y Educandas a la Federación, etc.

Podríamos decir que las palabras del Libertador Simón Bolívar, incitando a la unión de los pueblos, habían quedado grabadas en estos titulares. José Miguel Vallenas, me obsequió el cuadernillo. En las paginas que quedaban en blanco, he pegado recortes del Diario “El Comercio” del Cusco, con mis versos que fueron publicados de 1929 a 1932 en dicho Diario. Cada vez que José Miguel, Alcides Miranda y yo, nos reunimos en almuerzos o conversaciones, gravemente pronunciabamos discursos y en tono solemne me pedían que leyese mis versos. Pronunciaban estas palabras: Chico, lee tus producciones. Costumbre que ha persistido en nosotros, de modo que ya los chicos convertidos en señorones, cuando nos reuníamos decíamos en un momento determinado con mucha solemnidad: Chico, lee tus producciones.

En 1978, el Instituto Sanmartiniano de Buenos Aires publicó un folleto mío sobre: “José de San Martín y la Idea Inca en la Revolución Argentina”, en el que expresaba que este movimiento revolucionario, entre sus bases ideológicas, tenía las inspiradas por el Inca Garcilaso en sus Comentarios Reales, de modo que el 06 de julio de 1816, en la Asamblea Constituyente del Tucuman, el Procerargentino Manuel Belgrano, pidió la restauración del Imperio de los Incas con su capital en el Cusco, con el príncipe Juan Bautista Túpac Amaru como Emperador. Este era el tema de una ponencia mía que presenté al Primer Congreso Internacional Sanmartiniano realizado ese año de 1978 en la ciudad de Buenos Aires.



Ya indiqué que desde que fui elegido Vocal de la Corte Superior del Cusco, de acuerdo con el reglamento universitario no ‘podía ejercer mas de una sola catedra. Fue penoso para mf dejar la de Literatura Peruana, en cuyo desempeño había puesto mucha pasión. Leía con avidez todo lo escrito por los peruanos y muchas veces me adelantaba en juicios críticos de los autores nacionales, que todavía no habían sido conocidos en nuestros círculos literarios. Desde luego escribía la vida y la obra de los escritores cusqueños con todo empeño, especialmente recuerdo sobre el Inca Garcilaso, Juan Espinoza Medrano “El Lunarejo”, Juan Bautista Túpac Amaru, Juan Bustamante alias Concolorcobo, Abraham Vizcarra Echave, Clorinda Matto de Turner, Hermenegildo Miranda, Lizandro Caller, J. Arturo Yépez, Martha Alicia Yépez, etc. etc. Seguí dictando clases de historia de la civilización antigua. Mis alumnos escuchaban guardando profundo silencio. Yo vehemente les presentaba los sucesos que narraba con fuerza polémica y sentido místico. Me recuerdan todavía en ocasiones en que nos reunimos con los ya destacados profesionales que fueron mis alumnos. Mantengo grabada mi última lección dictada en noviembre de 1966. Tengo muchos recuerdos yfotografías de mi labor académica. Por ejemplo en el patio principal de la Unidad Escolar Inca Garcilaso, a mano derecha hay una Galería de personalidades cusqueñas que aparecen pintadas en la pared, entre ellas me encuentro con mis gruesos lentes que siempre he usado. Ahora que hablamos de pinturas en la pared, recuerdo también que en el año de 1956, cuando mi pueblo generoso me brindó sus votos, eligiéndome senador, en una pared de la calle Siete Cuartones apareció una inscripción que decía: “La Lista Ejemplar”; en ella estaban tres ciudadanos en la lista de senadores y parece que catorce en la lista de diputados. Por muchos meses continuó exhibiéndose en gruesos moldes la Lista Ejemplar que la bondad de algún grupo de entusiastas cusqueños grabo en esa histórica pared de la calle Siete Cuartones.

En 1986, cuando me encontraba guardando cama delicado de la vista en la Clínica del Hospital Revagliati de la ciudad de Lima, un compañero del Partido Aprista me pidió permiso para ocuparse de mi persona en una representación cinematografica. Yo accedí con el mayor agrado y pude después contemplar breves exposiciones pasadas por televisión referentes a un viaje que hizo mi maestro Víctor Raúl Haya de La Torre, fundador y jefe del Partido Aprista, que vino a esta ciudad del Cusco, provocando el aplauso y la admiración de los cusqueños que lo- rodeaban con un gran fervor cívico. Allí aparezco con mis gruesos lentes tomando parte en varias actuaciones. Bueno es recordar que el año 1945, con motivo de las elecciones realizadasen ese año, yo presenté a Víctor Raúl en una conferencia que dio en el Teatro Municipal ubicado en la Avenida Sol, en el lugar donde ahora se encuentra el Edificio de las Galerías Turísticas. Ahora que hablamos de esas elecciones, recuerdo que producida la elección tuve el honor de recibir de manos del doctor José Ignacio Ferro, Presidente del Jurado Departamental de Elecciones, las respectivas credenciales. Fuimos yo y mis compañeros doctores Arístides Venero Calderón y Julio Mendoza Dongo, paseados en hombros en medio de incesantes vítores. En Lima se produjo la tacha, se sabía que Odría impediría mi ingreso al Parlamento. El General Bernardino Vallenas, tachó mi elección en momento inoportuno cuando ya había sido proclamado. De modo que la tacha era tardía e inoportuna. Había inoficiosidad en esta actitud. Normalmente el Jurado Nacional de Elecciones debió rechazarla por inoportuna, pero nada valió porque la decisión estaba tomada. Ya manifesté también que dos ponencias se presentaron al Congreso, pidiendo nuestra inmediata incorporación. Pasaron a comisión y por falta de una representación aprista que nos defendiera, quedaron sin resolución. En 1962 el pueblo del Cusco volvió a insistir en su propósito de que fuese Senador. Se me hizo llegar esta petición por escrito. Fueron reiteradas las insinuaciones que se me hicieron, pero tuve que desecharlas porque ejercía el cargo de Magistrado en Segunda Instancia. En 1980, nuevamente -por tercera vez, en esta ocasión dentro del Partido Aprista se me hizo honor al colocarmi nombre en la lista de 60 nombres para candidatos a la Senaduría, ocupando muy honrosamente el décimo cuarto lugar. Sensiblemente, como ya lo manifesté, el gravísimo estado de salud de mi señora esposa impidió que viajase a Lima para que se reafirmara mi situación. El primero de marzo de 1980 se publicaba la lista de los sesenta ciudadanos y mi nombre había sido excluido. El 2 de marzo, al día siguiente, fallecía mi señora. Fueron dos golpes duros que me dio el destino y que pusieron a prueba mi caracter. Con valentía supe sobrellevarlos y trabajé intensamente para el triunfo de mi partido en las elecciones. Igual lo hice con verdadera vehemencia y fervor en 1985. En ellos participaba como candidato a la diputación mi hijo político el doctor Régulo Mujica Jerí, que obtuvo una gran victoria electoral y realiza una profícua y valiente actuación como miembro de la Camara de Diputados, habiendo tenido el honor de ser elegido Segundo Vice-Presidente de la Camara de Diputados para el año parlamentario de julio de 1988 a julio de 1989.

En este año de 1989, he tenido el honor, como ya mencioné también, de participar el 12 de abril en una actuación cívica solemne realizada en la Plaza de Armas del Cusco, habiendo pronunciado el discurso central, recordando el 450 Aniversario, del nacimiento del Inca Garcilaso. Asimismo, el 6 de mayo de 1989 hablé por Radio Universal, cuyo director es el destacado periodista señor Luis Villasante Colpaert, recordando el 453 Aniversario del Levantamiento de Manco II, el gran rebelde cusqueñoque varias veces estuvo a punto de dar el macanazo final de la victoria en la cabeza de los españoles y de sus filipillos. Cinco ejércitos enviados por Francisco Pizarro desde Lima fueron despedazados en el camino por las aguerridas tropas del General Tito Yupanqui, hermano de Manco II. En este famoso sitio del Cusco debemos recordar que el Cusco y el Perú estan en deuda con Cahuide (Kullas) defensor heróico de Sacsayhuaman, que murió como un verdadero titan, defendiendo la causa de los incas.

Debe erigírsele un monumento que podía estar en la Plazoleta de San Cristobal, al que se le podría poner una placa con palabras como éstas: “Los peruanos de hoy a sus antepasados de ayer que con Cahuide pasaron a la inmortalidad”. Debemos recordar que en la época de la Grecia heróica, cuando el ejército persa avanzaba incontenible, queriendo invadir Grecia, fueron detenidos por la heróica actitud de los griegos que defendieron su libertad. Trescientos espartanos decidieron ocupar las Termópilas, cayendo uno tras otro, sucumbiendo, dejando con su actitud un ejemplo que conmovió a toda Europa. Así como el paso de las Termópilas, inmortalizó a los griegos de ayer, así también inmortalizó a los peruanos de ayer que con Cahuide lucharon hasta morir, porque Cahuide representa toda una estirpe, toda una raza. Es una epopeya de nuestra América. Solicitando se le erija un monumento he enviado en repetidas ocasiones notas, tanto al Concejo Provincial del Cusco como al Instituto Nacional de Cultura. Sensiblemente, no se ha tomado enconsideración este justo y meritorio pedido.

Mas de cincuenta años de trabajo periodístico he tenido el honor de poder llevar a mis lectores gracias a las acogedoras columnas de los diarios “El Comercio” y “El Sol” desde 1929 en que publicaba mis ensayos periodísticos consistentes en versos. He publicado bastante en prosa, especialmente relacionando el Cusco con la historia de América. Merece mi recuerdo especial el periodista señor Antonio Velasco, que me alentaba con su proverbial gentileza caballeresca. Recuerdo que “El Comercio” del Cusco me ha enaltecido en diversas oportunidades. En 1935, en que me iniciaba en la catedra universitaria, salió la siguiente nota periodística que tengo el agrado de transcribir:


“Nuevo Catedratico de Literatura”


Ha sido nombrado catedratico en la asignatura de Literatura el prestigioso intelectual doctor Alfredo Yépez Miranda. La Universidad del Cusco realiza en esta forma una verdadera labor de justicia al aquilatar los méritos indiscutibles que este joven maestro ha conquistado en todo el período que viene dedicandose a esta labor.

No es la primera vez que la Universidad lo llama; ya en 1932 desempeñó la catedra de Historia General, reemplazando al doctor Rafael Aguilar, que se encontraba enfermo, desempeñando en forma que le valió el aprecio de estudiantes y catedraticos.

Yépez Miranda tiene ya una valiosa producción literaria, la que ha sido acogida favorablemente por la crítica nacional. Su observación del gamonal le hace escribir su valiente alegato indigenistacontenido en su novela “Los Andes Vengadores”, donde fustiga a los caciquillos serranos que todavía abundan por estos trigos. En “Peruanidad Literaria y Revolución” ataca la corrupción de nuestra literatura pasadista, cuando precisamente estuvo en el poder uno de sus mas vehementes sostenedores, haciendo un estudio nacionalista de nuestra literatura.

No sólo lo anteriormente expuesto, como maestro y literato abonan a su favor, también su línea de conducta intachable y rara en los tiempos ventrales en que vivimos. El tuvo un gesto que merece recordarse y que como ejemplo basta: el año pasado fue nombrado profesor en el Colegio de Ciencias reemplazando a su compañero de labores doctor Ricardo Campana, habiendo renunciado la halagüeña perspectiva de un sueldo por ser fiel a sus ideas doctrinarias que pesaban en él mas que las conveniencias materiales, conquistandose con este hecho las simpatías- generales”. (Diario “El Comercio”, Edición del 6 de mayo de 1935). Fue muy aplaudida esa mi juvenil actitud de la cual me siento ahora mismo orgulloso. También con motivo de haberse cumplido cuarenta años, como colaborador de dicho Diario, se publicó una nota muy hermosa que considero oportuno reproducir, suscrita por el periodista señor Juan Pérez Tamayo, que aparece en el libro “La Poesía, Fuerza Vital del Apra”, de Luz Samanez Paz, que a la letra dice:

“De este modo y con vehemencia religiosa, han transcurrido cuarenta generosos años de la presencia, de la valiente, elegante y enterada pluma del Doctor Alfredo Yépez Miranda-uno de los mas calificados hijos del Cusco-, por las paginas de este diario que hoy se honra de ser el vocero de su luminoso pensamiento”. En el mismo libro se encuentran palabras de mi ilustre maestro el doctor Luis E. Valcarcel que hace elogio de mi labor como historiador, en los siguientes términos: “Lo conté siempre entre mis discípulos predilectos, cuya vida austera, llena de idealismo tanto lo enaltecen, por encima de las incomprensiones e injusticias que siempre nos acechan”. El doctor Valcarcel, sensiblemente ya fallecido, ha sido el maestro generoso de numerosas promociones estudiantiles hasta cuyos corazones ha llegado su voz. Recuerdo un hecho singular cuando el 17 de diciembre de 1985 viajamos a la ciudad de Lima en comisión para imponerle la Medalla de Catedratico Emérito de la Universidad, en esa comisión estaban el Alcalde del Concejo Provincial, el Rector de la Universidad doctor Felipe Marín, el doctor Manuel Jesús Aparicio Vega, Catedratico de Historia y yo. El homenaje tenía que realizarse en el local de la Municipalidad, con invitaciones inclusive del Cuerpo Diplomatico, pero la salud del doctor Valcarcel, que se encontraba bastante delicado, impidió que se efectuara la ceremonia tal como lo deseabamos y se realizó en su casa de Lord Cochrane en San Isidro. Se había organizado un programa que fue televisado. El locutor anunció que entre los asistentes se encontraba el doctor Alfredo Yépez Miranda. El maestro interrumpió al locutor muy emocionado con estas palabras: “Si esta el doctor Yépez Miranda quepase para abrazarlo”. Me puse de pie y avancé para unirme con el maestro en un estrecho y fuerte abrazo. Entonces con voz muy alta, dirigiéndose a mí, dijo: “Recuerda Ud. lo bien que hizo quedar al Cusco y al Perú en sus intervenciones en los congresos de historia en Europa?”. Yo quedé confundido. Me sobrepuse y le dije: “Usted fue maestro querido quien como siempre hizo quedar bien a nuestro Cusco y al Perú en Europa”. Una salva de aplausos ratificó mi afirmación cuando gruesas lagrimas me conmovían. Esta es la altísima calidad espiritual de este maestro Valcarcel, inolvidable figura de nuestra historia, a quien admiré cuando en Madrid, en 1964, rechazó la condecoración de Isabel la Católica que le otorgaba el Gobierno de Franco, porque él no podía aceptar -según dijo- la condecoración otorgada por un gobierno dictatorial.

Efectivamente, en vida he sufrido diversas contingencias ocasionadas, como ya dije, por pertenecer al Partido Aprista, que fue muchas veces perseguido, declarado fuera de la ley y sus miembros encarcelados o desterrados. No fueron meses, fueron años de dura prueba, de difíciles situaciones que se me presentaban, pero mientras el oficialismo era duro conmigo, en cambio el pueblo, la masa ciudadana me honraba con su amistad y me concedía el honor de su afecto. Sentí entonces muy cerca lo que valen las esperanzas de un pueblo, lo que sienten las gentes modestas, los humildes campesinos, cuando llega hasta sus corazones la verdad y la justicia. Ya lo dije en 1972 se me tributó un homenaje por lasinstituciones culturales en la Pinacoteca Kcancharina, cuyo Presidente fue otro cusqueño impar, un cusqueñista de a verdad, que fue el nunca olvidado Profesor Santiago Lechuga Andía. En ese año de 1972, las radios Cusco y Tahuantinsuyo, hasta por dos veces, retransmitieron la solemne actuación del 18 de abril y centenares de conciudadanos me abrazaron en las calles, expresandome sus vivas simpatías. He escrito veinticinco obras, pero no he conseguido expresar en ellas mi pensamiento ni los sentimientos de mi corazón. Considero que también los músicos van en busca de los sonidos que mejor expresen su personalidad, que haran lo mismo los pintores buscando matices y colores, los escultores tras de las formas mas apreciadas para sus estatuas. Algo semejante sucede conmigo. Las palabras, las frases no evocan, no simbolizan mis pensamientos ni mi ser. Soy hombre incompleto que hasta ahora no me he encontrado. Tengo la ansiedad del inconforme que busca la verdad, que busca la perfección. En mis noches de perseguido político, teniendo por techo las fulgurantes estrellas del cielo, oyendo a lo lejos el suave rumor del arroyo o de los ladridos de los perros, o en las tardes de sol, por los caminos de nuestra sierra, donde parece que nos acercamos de verdad al íntimo ser de las cosas, que nos convierte en parte integrante del cosmos viviente, donde vemos la montaña lejana, empinada hacia los cielos, o las flores de panti que ondulan, empujadas por la brisa del atardecer, he creído en un instante, fugaz como una centella, encontrar laverdad que busco, y no la encuentro, porque no ha llegado a plasmarse en idea, en latido del corazón. No ha llegado a ser parte de mi ser. Cuando he hablado en público, en medio de la tempestad de los aplausos, tampoco he encontrado ese yo que busco o en el abrazo o en el beso dulce a la amada, tampoco esta allí ese mi yo errante. Esa es la confesión que tengo que hacer en estas líneas trazadas por mi sentimiento afectivo de la vida desde los años de 1925, en que comencé a escribir. Quiero poner como primicia mi primera frase juvenil que la tengo escrita en un cuaderno de colegial del año 1924, escrito por los alumnos José Miguel Vallenas y Alfredo Yépez Miranda, esta mi primera composición literaria, que corresponde a mi edad y a mi época. Sus primeras frases son las siguientes: “Hace acaso ya muchas primaveras, que fugaces pasaron dejando tras si destellos de sueños infantiles, que acaso un día como un torrente de nevada cumbre bajaran arremolinandose placenterosas hasta llegar a la mar tenebrosa de la vida, y seguir poderosa y pujante al luminoso faro del ideal

Y así es la vida, sigue, sigue y sigue sin detenerse jamas, junto con su fiel aliado el tiempo, que en su correr hosco a veces, o bullicioso, no nos obsequia ni un segundo mas

Es por eso que mi pluma dejara en estas paginas la huella aunque opaca de un corazón que quien sabe sangra, se emociona, se electriza, se entusiasma en consecución del ideal, en consecución del “Abrirse Paso” hacia un mas alla.

Por eso la hojearé en mis ratos de hastío, desublime dolor, para que me griten ¡Adelante!, y yo sonriente vuelva con mayor ahinco a la sublime aspiración”. Así hablaba cuando muchacho adolescente.

Estas son mis primeras líneas que las he guardado con mucho respeto y cariño y felizmente las tengo todavía, pasados mas de sesenta años. Pienso que tal vez pude llegar a ser un escritor que traduzca el alma de mi pueblo a través de mis composiciones. En Arequipa, era estudiante de la Facultad de Derecho, pero tenía un libro secreto de versos que escribía sin que se diesen cuenta mis compañeros. Este libro inédito hasta ahora fue guardado también con mucho cariño y el año de 1927, escribí mis primeros versos, titulados “Río Vilcanota”, que al comenzar dicen así:

Río sagrado de los viejos Incas
que placido corres lentamente,
besando las playas de las fincas
a cada paso creces grandemente.

Cuando por tus orillas estoy paseando
como parece que cuentas historias,
como van por mi pasando
viejas cosas, desconocidas glorias.

Eres toda una espumosa vida,
tienes la eterna y dulce canción,
tu alma entre peñascos perdida
despierta con su voz dulce emoción.

Cuando me enferme algún loco afan,
cuando sienta muy fuerte el dolor,
mis brazos abiertos a tí correran,
seras de mis sueños el despertador.


NECESIDADES DE LA CIUDAD DEL CUSCO

Considero que en el Cusco, debemos dar, fundamental importancia al turismo, haciendo atrayente la ciudad para los extraños que nos visitan, ofreciéndoles la primicia de nuestras fiestas, danzas,música, folklore en general. Considero que estas fechas tienen significativa importancia en el calendario para que sirvan como motivo de atracción turística: La Fiesta del Inti Raymi o Fiesta del Cusco que ya la celebramos en la forma que se merece. Hay que agregar la Semana Santa, porque esas fiestas religiosas tienen su tradición muy antigua y como la procesión del Señor de Los Temblores en Lunes Santo tienen prestigio universal. Esta Semana Santa debe ser el iman que atraiga hacia nosotros el turismo. Otra fecha sería el Cruz Velacuy, que tiene por motivo la fiesta a la Santa Cruz, que se realiza con bailes y ceremonias religiosas. Habría que darle también la necesaria atracción para el turismo. Otra fiesta sería la de Corpus Cristi. Asimismo, la Navidad y los Carnavales merecen ser considerados por su importancia. En la ciudad del Cusco, cada barrio, cada calle, diremos cada casa, tiene su tradición y su historia. Sensiblemente un organismo moderno la va despersonalizando. Hay que conservar su propia vida, fruto del ambiente y de la tradición. Hay centenares de casas que urgen de labores de conservación, con sus zaguanes, sus patios, sus arquerías y corredores típicos. Así sera una ciudad museo vivienda del pasado y asimismo la ciudad viva en cuyos muros, como dije varias veces, se abracen sus tres edades: La Imperial, con sus muros; La Colonial, con sus portadas y patios y La Republicana con sus paredes de adobe.

Los alrededores de la ciudad son muy bellos. Los recorrí en mi infancia y adolescencia. Los tengo vivosen el recuerdo. Por ejemplo, la famosa Mesa Redonda que esta en la colina de Socorro, por la que antes transitaban los viajeros a caballo y a pie rumbo a Pisac y a Calca. Junto a la Mesa Redonda se yergue un hermoso peñasco o huaca de la época inca. La quebrada de Huancaro es también muy bella. Allí íbamos a bañarnos en la estación veraniega de octubre; había una poza general, donde se pagaba cinco centavos por la entrada al baño y pozitas particulares a diez centavos la entrada. Mucha gente se bañaba en el río. Ibamos a pie y gozabamos del ambiente primaveral. Otro sitio era el Chachacomayoc, donde todavía esta el tronco viejo y arrugado del chachacomo que señala la ruta hacia la zona del Collao. Por allí pasaban todos los días tropas de burros y llamas rumbo a San Sebastian, San Jerónimo, Oropesa, etc. Especialmente recuerdo que los panes famosos de Oropesa, que se vendían a tres por cinco centavos; venían en grandes canastones, en mulas que llegaban al Cusco al amanecer. Se vendían en Limacpampa y en la calle Maruri. Ahora que hablamos de panes, llegaban también de Paruro los famosos trenzados llamados “rurones”, los que se vendían en el Portal de San Agustín. Los mas famosos panes se vendían en la tienda de la “Araníbar”, en la calle del Triunfo. Entre ellos las “rejillas”, crocantes que ahora todavía hay en Urubamba. Allí estaban también los “jorge chavez”, los “mistis”, el “pan francés”, el “pan de cerveza” y en la calle de Santa Catalina Angosta se expendían, en la puerta de una tienda los “panes de pasa” y de“leche”. Fuera de todo esto habían los “cuyos” y “cuchos”, que se vendían cinco por cinco centavos. ¡Qué tiempos aquellos! ¡Allí nadie sentía hambre que no pudiera ser satisfecha. En la calle Heladeros, estaba la Pastelería “Maxin” del señor Daniel Velasco, que vendía dulces, pastelitos a veinte centavos cada plato de cuatro dulces. Al frente, la Pastelería y Bar “El Trocadero” y “La Colmena”, pastelería que estaba en el Portal de La Compañía junto a la Universidad. Allí por veinte centavos, se tomaba un reconfortante chocolate con tostadas y mantequilla. Para terminar, debemos tomar en cuenta que habían otros panes muy populares, como las chutas, la chutacha de canela, el mollete, el misti, el mamanconcachec (el que hace olvidar a la madre), etc. En las noches nos deleitabamos visitando la Heladería de la “Aranlbar”, situada en la ya mencionada calle del Triunfo, donde se tomaba los helados de leche y de fresa a diez centavos la porción.

El muy traficado camino carretero que iba a San Sebastian y los pueblos situados al Sur, tiene para mí especial añoranza, porque el Chachacomayoc, donde estaba el arbol de Chachacomo era el vigía que miraba hacia el Sur. Allí se realizaban, según cuenta la tradición, las despedidas a los soldados imperiales cuando salían del Cusco a lejanas comarcas en busca de nuevas victorias. Allí también en la época de la Colonia se hacían iguales despedidas que recibían el nombre de Cacharparis (fiesta de despedida). La tradición popular cuenta que tuvo especial solemnidad, la que se tributó alLibertador Simón Bolívar, cuando su visita del mes de Junio de 1825. Eran fiestas con discursos, brindis, bailes, etc., que casi siempre terminaban con emocionantes lagrimas. También en la época de la guerra con Chile, nuestros bravos soldados eran igualmente despedidos en igual sitio y forma, mientras las bandas militares tocaban tristes melodías así como músicas marciales. Ahora, el arbol esta triste, cada vez mas triste. Ya no es el paraje de las despedidas; ruidosos automóviles pasan por su costado. Nuestro poeta el doctor Rafaél Aguilar Paez cantó a este arbol con mucha expresión de sentimiento en un poema muy celebrado.

Este es el Cusco que quiero rememorar y quisiera seguir rememorando todos los días, porque recordar es vivir, es volver a vivir; me siento profundamente compenetrado con su presencia en mi corazón. Fue mi señor padre el doctor Daniel Yépez, quien desde muy niño me mostró el valor que tiene para el mundo esta maravillosa ciudad, que como Jerusalem es nuestra CIUDAD SANTA. Uno de mis libros lo he titulado con mucho orgullo: CUSCO ETERNO, y tomando en consideración el valor de la ciudad para el porvenir, otro trabajo mío lleva por título este nombre alentador: CUSCO:

BANDERA DE UN MUNDO, y pienso que ya fue corazón y centro de un imperio y que tiene todos los atributos para que tal vez en el próximo Siglo XXI pueda ser la Capital Espiritual de América, donde en una Universidad Indoamericana, profesores y alumnos de nuestro

Continente Moreno, confraternicen y sientan nuestra América verdadera através de los tiempos.

Esta ciudad nos muestra su alma original, sencilla y noble en esas reuniones populares que se realizan al atardecer en las chicherías o picanterías, llamadas con razón “cavernas de la nacionalidad” por el maestro Uriel García, porque efectivamente, en esos lugares las parroquias cusqueñas de Santa Ana, de Belén, de San Blas, San Cristobal, etc., se reunían y todavía se reunen grupos numerosos de gente especialmente modesta. Allí se toma, se ríe, se bromea, se baila, varias veces en fiestas que ofrecíamos a personas notables que venían al Cusco, les ofrecíamos picantadas típicas en esos lugares. Allí se siente la fuerza vital del pueblo, de la gente modesta. Se expresa el alma popular a través de los discursos, de la música y del baile. Yo también en muchas ocasiones he sentido morir la tarde, y he bailado al son de orquestas típicas, donde la voz enroquecida del artista hace sentir al Perú, hace sentir a nuestra alma. Algo semejante a lo que sucedía y sucede todavía en las picanterías arequipeñas, donde el yaraví, el triste son arequipeño otorga sentimentalidad a la tarde que muere, al Sol que se despide y a la noche que llega. En esos lugares que ahora van deformandose con el modernismo se penetraba el alma popular.

Otros parajes típicos del Cusco, eran las tienduchos de los que ahora creo quedan una o dos. Eran las teterías o tiendas donde vendían te caliente, el famoso “té piteado”, con su porción de cañazo. Las teteras de hojalata, colocadas en la puerta de la tienda sobre braceros,producían un ruido o silbido característico que era un llamado para que acudiesen los visitantes que también en las noches se reunían a conversar, oír música y bailar, apoyados por tazas de té caliente, extraídas de la famosa tetera. Recuerdo una anécdota que cuenta que un turista llegando a la ciudad del Cusco oyó en la calle de Procuradores el silbato de la tetera y dijo a sus acompañantes peruanos: Iremos a ver esa fabrica, quedando pasmado al encontrarse con la tetera silbadora.

La historia nos muestra al Cusco siempre vencedor en heróicas jornadas de la historia. En el librito mío titulado “Cusco, Bandera de un Mundo” relato las tres invasiones barbaras que sufrió a través de la historia, resultando siempre vencedor. Por eso, el Cusco es eterno, es invencible; sus piedras, su cielo y sus montañas, lo resguardan. La primera invasión fue de los famosos chancas, que avanzaron con el propósito de destruir la ciudad; el ejército chanca fue detenido y derrotado durante el gobierno de Yahuar-Huacac, por el joven príncipe Inca Ripac. Allí se destacó una heroina, valiente mujer que luchó como un soldado invencible, fue la famosa Chanan Curi-Coca. El Cusco tiene que cumplir una obligación levantando un monumento en memoria de esta salvadora de la ciudad. La segunda invasión fue realizada por las tropas de Quisquis y Chalcuchimac, lugartenientes de Atahuallpa que se había sublevado contra el gobierno legítimo de Huascar. Estas tropas llegaron hasta la Ciudad Santa del Cusco, quemaron la momia de Túpac Yupanqui así comovictimaron a 40 mil nobles, pero Atahuallpa que ya se iba a dirigir al Cusco, para coronarse emperador, fue apresado por los españoles y éstos lo ejecutaron en Cajamarca. En el Cusco, los españoles aceptaron la coronación de Manco II, hermano del Emperador Huascar, a quien Atahuallpa había hecho victimar en su prisión. La tercera invasión la realizan los españoles; penetran en el Cusco aliados con Manco II, hasta que éste se levanta en armas contra éllos y permite que se establezca un gobierno de los Incas en la lejana zona de Vilcabamba, pero también los españoles son vencidos por un nuevo hombre que surge de la lucha entre españoles e incas. Este hombre nuevo triunfa y derrota a los españoles, es el mestizo cuyo primer paladín es Garcilaso y el primer combatiente Túpac Amaru II.

Sean mis últimas palabras de expresión, de amor al CUSCO ETERNO y mi profundo sentimiento de respeto por nuestro Perú, cuyo destino es glorioso en la historia del Nuevo Mundo; yo diría que la vocación de América, la vocación del futuro esta en el Cusco y el Perú.

Producción Bibliografica de Alfredo Yépez Miranda

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Semblanza de Ramón Castilla. Edit. Garcilaso. 1958.
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La Universidad Interamericana del Cuzco. Edit. H.G. Rozas. Cusco. 1964.
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Garcilaso, Símbolo del mestizo peruano Edit. Garcilaso. Cusco. 1965.
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Garcilaso, Un Cusqueño Ilustre. Edit. H.G. Rozas. Cusco. 1966.
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Relación de Artículos del Doctor
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La Novela Indigenista. N° 69. II Sem. 1935. pp. 115-154.
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El Humor y la Alegría en la Literatura del Coloniaje. N° 70. I Sem. 1936. pp. 134-138.
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Nuestros Poetas. Los Romanticos Peruanos. N° 71 II Sem. 1936. pp. 33-49.
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La Gran Confederación de los Andes: Perú, Bolivia y Chile unidos. N° 71. II Sem. 1936 pp. 85-100.
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Juan Espinoza Medrano «El Lunarejo». N° 72. 1 Sem. 1937. pp. 51-73.
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Notas Bibliograficas: Nuevos Cuentos Andinos de López de Albújar y la Serpiente de Oro de Ciro Alegría. N° 73. II Sem. 1937. pp. 182-188.
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Indigenismoy Serranismo. N° 74,1 Sem. 1938. pp. 87-100.
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Nota Bibliografica: Los Caballeros del delito de Enrique López Albújar N° 74. I Sem. 1938. pp. 101-103.
YEPEZ MIRANDA, Alfredo.
La Filosofía del Oriente. N° 75. II Sem. 1938. pp. 77-98.
YEPEZ MIRANDA, Alfredo.
Inca Garcilaso de la Vega. N° 76. II Sem. 1938. pp. 11-21.
YEPEZ MIRANDA, Alfredo.
Inca Garcilaso de la Vega. N° 76. II Sem. 1939. pp. 116-123.
YEPEZ MIRANDA, Alfredo.
Escritos y libros nacionales. N° 77. II Sem. 1939. pp. 124-130.
YEPEZ MIRANDA, Alfredo
Discurso pronunciado en el acto de incorporación del Dr. Ricardo Rojas, como Doctor Honoris Causa en la Facultad de Filosofía y Letras N° 77. II Sem. 1939. pp. 180-184.
YEPEZ MIRANDA, Alfredo.
El Proceso Cultural del Perú. Discurso pronunciado en el acto de apertura del año académico de 1940. N° 78. Sem. 1940. pp. 3-52.
YEPEZ MIRANDA, Alfredo.
El Folklore Peruano. N° 78. I Sem. 1940. pp. 65-73.
YEPEZ MIRANDA, Alfredo.
La muerte de la emoción. N° 79 II Sem. 1940. pp. 26-32.
YEPEZ MIRANDA, Alfredo.
El Tesoro del Poeta. A los poetas del Misti. N° 79. II Sem. 1940. pp. 33-38.
YEPEZ MIRANDA, Alfredo.
Sublevación literaria. El Modernismo. N° 80. I Sem. 1941. pp. 85-130.
YEPEZ MIRANDA, Alfredo.
Pasado y presente de la Literatura Peruana (Apuntes para una historia integral) N° 81 II Sem. 1941 pp. 143-224.
YEPEZ MIRANDA, Alfredo
Pasado y presente de la literatura peruana (Apuntes para una historiaintegral) N° 82 I Sem. pp. 35-80.
YEPEZ MIRANDA, Alfredo
Peruanidad Literaria. N° 84 I Sem.. 1943.
YEPEZ MIRANDA, Alfredo
Clorinda Matto de Turner. N° 86 I Sem. 1944.
YEPEZ MIRANDA, Alfredo
La Universidad Nacional del Cusco. N° 88-89. 1945.
YEPEZ MIRANDA, Alfredo
Nacimiento y camino de mestizo. N° 92. I Sem. 1947.
YEPEZ MIRANDA, Alfredo.
La Novela Indigenista. N° 95. 2do. Semestre de 1948.
YEPEZ MIRANDA, Alfredo.
El Inca Garcilaso. N° 111 2do. Semestre de 1956.
YEPEZ MIRANDA, Alfredo.
Semblanza de Ramón Castilla. N° 114 I Sem. de 1958.
YEPEZ MIRANDA, Alfredo.
El Ollantay. N° 115. II Sem. de 1958.
YEPEZ MIRANDA. Alfredo.
La Universidad Interamericana del Cusco. N° 121. II Sem. 1961.
YEPEZ MIRANDA. Alfredo.
Garcilaso, Símbolo del Mestizo Peruano. N° 122-125. Año 1965.
YEPEZ MIRANDA, Alfredo
Cusco Eterno. N° 122-125. Año 1965.
YEPEZ MIRANDA, Alfredo.
Descubramos Nuestra América. N° 177. II Sem. de 1959.

Relación de Colaboraciones en Revistas y Libros Nacionales y del Extranjero

1. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- «Versión oral recogida en Ollantaytambo el año de 1947 del Drama Ollantay». Transcripción completa recogida por el Dr. Augusto Tamayo Vargas en Literatura Peruana. Tomo I (pp. 109-1 18 y 119).
2. YEPEZ MIRANDA. Alfredo.- «Actas de Symposium» realizado en Lima del 17 al 18 de junio de 1955, con la participación de los Generales Felipe de la Barra. José del Carmen Marín, Alejandro Barco, doctores Aurelio Miró Quesada, RaúlPorras Barrenechea, Luis E. Valcarcel, Alfredo Yépez Miranda y otros.
Centro de Estudios Histórico-Militares del Perú, «Nuevos Estudios sobre el Inca Garcilaso».
3. YEPEZ MIRANDA. Alfredo.- «El español a través de sus escritores. Publicado por Brady-Canfield-Nuñez-Ruiz-Wolfe, de las Universidades de Kansas, Illinois. Missouri y Michigan.- Autores estudiados: Miguel de Unamuno, Fernando Diez de Medina, Rafael Altamira, Alfredo Yépez Miranda, Nueva York 1968. The Macmillan Company.
4. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- El paisaje y el indio en la Literatura Peruana. Revista Iberoamericana. órgano de Instituto Internacional de Literatura Iberoamericana N° 21. Junio de 1946. Imprenta de la Universidad de México.
5. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- «Tendencias en la Novela Americana». Ultra Revista de Revistas N° 126. febrero de 1947. La Habana - Cuba.
6. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- «Origen y destino del mestizo». América. Revista de la Asociación de Escritores y Artistas Americanos. Volumen 29. Abril-Junio de 1946. La Habana-Cuba.
7. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- «Concepción del mestizo americano». Diario: «La Razón». Suplemento Literario, 6 de noviembre de 1949. La Paz-Bolivia.
8. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- «Ruta del Perú». Diario «La Razón». Suplemento literario. 19 de febrero de 1950. La Paz-Bolivia.
9. YEPEZ MIRANDA, Alfredo .- «El destino Cultural de América». Diario «La Razón». Suplemento literario. 5 de noviembre de 1950. La Paz-Bolivia.
10. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- «La Emancipación Literaria». Revista Ondas-Homenaje al Perú N° 7.Noviembre de 1937. La Paz-Bolivia.
11. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- «Ollantaytambo y Ollantay», Revista Geografica Americana N° 196. Enero de 1950. Buenos Aires-Argentina.
12. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- «Cómo se fundó el Imperio Incaico». Revista geografica Americana N° 196. Enero de 1950. buenos Aires-Argentina.
13. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- «Fiestas del Cusco de Ayer y Hoy». Revista Mundial N° 238. Marzo de 1951. Montevideo - Uruguay.
14. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- «Complejo de Edipo», Letras da Provincia Limeira. Sao Paulo. Brasil N° 63. Abril de 1954.
15. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- «Garcilaso Inca, el insigne Americano». Revista militar del Perú. Año 36. N° 4. Lima, Abril de 1939.
16. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- «Semblanza de Ramón Castilla». Revista del Instituto Libertador Ramón Castilla N° 6. Diciembre de 1961. Lima - Perú.
17. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- «Rumbo del Arte Peruano». Revista Sur N° 2. Lima. Mayo de 1953.
18. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- «Cusco Eterno». Revista Sur N° 7. Lima. Junio de 1954.
19. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- «El Congreso Interamericano de Indigenistas». Revista de Economía y Finanzas N° 86. Febrero de 1940. Lima-Perú.
20. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- «La Leyenda de los Hermanos Ayar». Revista Perú Indígena. Organo del Instituto Indigenista Peruano N° 5 y 6. Junio de 1952. Lima.
21. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- «Ollantaytambo y Ollantay». Una nueva versión del drama. Revista de Letras N° 1. Agosto de 1948. Cusco.
22. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- «La Influencia Telúrica en la Idea Filosófica Inca». Revista deLetras N° 3. Año de 1969. Cusco.
23. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- «El Humor y la Alegría en la Literatura Colonial» Revista del Museo e Instituto Arqueológico N° 1. 1936. Cusco.
24. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- «Buscando lo Peruano». Revista del Museo e Instituto Arqueológico N° 12. Marzo de 1948. Cusco.
25. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- «Buscando lo Peruano». Revista del Museo e Instituto Arqueológico N° 22. Marzo de 1970. Cusco.
26. YEPEZ MIRANDA. Alfredo.- «Destino Cultural de América». Revista del Museo Virreynal. N° 1. Diciembre de 1965. Cusco.
27. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- «Rumbo del Arte Peruano». Revista del Museo Virreynal N° 2. Noviembre de 196. Cusco.
28. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- «La Universidad Interamericana del Cusco». Revista del Museo Histórico Regional N° 3-5. febrero de 1970. Cusco.
29. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- «El Principio de la eternidad de la vida en el culto al agua». Revista del Museo Histórico Regional N° 6. Diciembre de 1971. Cusco.
30. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- «Hombres del Cusco Colonial». Juan Espinoza Medrano. Revista del Instituto Americano de Arte N° 1 1942. Cusco.
31. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- «Un poeta Cusqueño (Abraham Vizcarra). Revista del Instituto Americano del Arte N° 3. 1944. Cusco.
32. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- «Rumbos del Arte Peruano». Revista del Instituto Americano del Arte N° 8. Año 1958. Cusco.
33. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- «Hacia Nuestra América». Revista del Instituto Americano del Arte. Tomo N 4. Año 1945. Cusco.
34. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- «La Incanidad del Ollantay». Revistadel Instituto Americano del Arte N° 7. Año 1945. Cusco.
35. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- «Estampas del Cusco». Revista del Instituto Americano del Arte N° 12. Año 1967. Cusco.
36. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- «Discurso en la colocación de la primera piedra del Monumento al Inca Garcilaso» Boletín Municipal N° 9. Abril de 1939. Cusco.
37. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- «Cusco Emblema de Peruanidad». Revista de la Semana del Cusco. N° 1. Enero de 1945. Cusco.
38. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- «El Valle Sagrado de los Incas». Revista de la Semana del Cusco N° 2. Cusco. 1946.
39. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- «Carta de Alfredo Yépez Miranda a Enrique López Albujar y su Contestación». Revista de la Semana del Cusco N° 4. Setiembre de 1955. Cusco.
40. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- «El Arriero» (cuento). Revista Alma Quechua N° 10. Junio de 1935. Cusco.
41. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- «Recuerdos y Presencia del Cusco». Revista Cusco Actual N° 1. Marzo de 1954. Cusco.
42. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- «Clorinda Matto de Turner» Revista Pro-Cultura. Año 20 N° 6-8. Octubre de 1966. Cusco.
43. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- «Nuestra América». Revista de la Mesa Redonda Panamericana N° 1. Mayo - Octubre de 1964. Cusco.
44. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- «Cusco Gloria de América». Revista «La Melena» (Club de leones) N° 37. Agosto de 1972. Cusco.
45. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- «Que es que el Cusco recobre y aún sobrepase su antigua grandeza» Revista Curso Universitario. Facultad de Letras. Año de 1966. Cusco.
46. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- «Concepción del MestizoAmericano». Revista Ciencias y Artes (Colegio Nacional de Ciencias) N° 4. Año 1966. Cusco.
47. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- Colegio Cusqueño «Las Mercedes» La Voz Mercedaria. Setiembre de 1960. Cusco.
48. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- Presencia del Inca Garcilaso. La Voz Mercedaria. Setiembre de 1960. Cusco.
49. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- «Las Revoluciones del Cusco». Revista la Voz Vespertina. G.U.E. «Clorinda Matto de Turner». Año de 1966. Cusco.


Prólogos

1. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- En: «Aves sin Nido». Novela de Clorinda Matto de Turner. Ediciones Universidad Nacional de Cusco. Año de 1948.
2. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- En: «Datos Históricos, Leyenda y Tradiciones del Cusco». Por Genara Elorrieta Vda de Aranzabal. Cusco. 1954.
3. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- En: «Phauchinta». Novela de Roberto Barrionuevo Navarro. Cusco. 1960.
4. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- En: «José Santos Chocano, poeta de América». Por Fortunato Zora Carvajal. Cusco. 1965.
5. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- En: «Los Incas de Vilcabamba». Luis A. Pardo. Cusco. 1972.
6. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- En: «Bolívar Andino». Por Luis Velasco Aragón. Lima. 1972.












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[?] YEPEZ MIRANDA, Alfredo. Por Nuestros Caminos. Edit. Universitaria. Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco. Cusco. 1992. p. 8.

2 APARICIO VEGA, Manuel Jesús, MIRANDA BERNAL, Julio y ROSAS PARAVICINO, Enrique. Alfredo Yépez Miranda y su Tiempo. Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco. Cusco. 2000.


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