Consultar ensayos de calidad
El enfoque vitalista (Wöhler)
Berzelius, como
vemos, era vitalista, partidario del
«vitalismo». Creía que la materia viva obedecía a leyes naturales distintas de
las que regían sobre la materia inerte. Más de dos mil años antes, Hipócrates
había sugerido que las leyes que regulaban ambos tipos de materia eran las
mismas Ver mas
Berzelius, como vemos, eravitalista, partidario del «vitalismo». Creía
que la materia viva obedecía a leyes naturales distintas de las que regían
sobre la materia inerte. Más de dos mil años antes, Hipócrates había sugerido
que las leyes que regulaban ambos tipos de materia eran las mismas. Pero la
idea seguía siendo difícil de digerir, porque los tejidos vivos eran muy
complejos y sus funciones no eran fáciles de comprender. Muchos químicos estaban
por eso convencidos de que los métodos elementales del laboratorio jamás servirían para
estudiar las complejas sustancias de los organismos vivos.
Wöhler trabajaba, como
decimos, con sustancias inorgánicas, sin imaginarse para nada que estaba a punto
de revolucionar el campo de la química orgánica. Todo comenzó con una sustancia
inorgánica llamada cianato amónico, que al calentarlo se convertía en otra
sustancia. Para identificarla, Wöhler estudió
sus propiedades, y tras eliminar un factor tras otro comenzó a subir de punto
su estupor.
Wöhler, no queriendo dejar nada en manos del
azar, repitió una y otra vez el experimento; el resultado era siempre el mismo.
El cianato amónico, una sustancia inorgánica, se había transformado en urea,
que era un conocido compuesto orgánico. Wöhler había hecho algo que Berzelius
tenía por imposible: obtener una sustancia orgánica a partir de otra inorgánica
con sólo calentarla.
El revolucionario descubrimiento de Wöhler fue una revelación; muchos otros
químicos trataron de emularle y obtener compuestos orgánicos apartir de
inorgánicos. El químico francés Pierre E. Berthelot formó docenas de tales
compuestos en los años cincuenta del
siglo pasado, al tiempo que el inglés William H. Perkin obtenía una sustancia
cuyas propiedades se parecían a las de los compuestos orgánicos pero que no se
daba en el reino de lo viviente. Y luego siguieron miles y miles de otros
compuestos orgánicos sintéticos.
Los químicos estaban ahora en condiciones de preparar compuestos que la naturaleza
sólo fabricaba en los tejidos vivos. Y además eran capaces de formar otros, de
la misma clase, que los tejidos vivos ni siquiera producían.
8. Determinar la hipotenusa
de un triangulo rectangulo conocidaslas
longitudes de sus dos catetos.
9. Desarrolle un algoritmo que permita
determinar el area y
volumen de un cilindro dado
su radio (R) y altura (H).
10. Realice un algoritmo que determine cuantos minutos hay en 5 horas.
11. Realice un algoritmo que determine el pago a realizar por la entrada a u n espectaculo donde se pueden comprar sólo hasta cuatro entrada,
donde al costo de dos entradas se les descuenta el 10%,
al de tres entrada el 15% y
a la compra de cuatro
tickets se le descuenta el 20 %.
12. Realice un algoritmo que a partir de proporcionarle la velocidad de un automóvil,
expresada en kilómetros
por hora, proporcione la velocidad en
metros por segundo.
13. Desarrolle un algoritmo que permita
calcular la media aritmética.
14. Calcular las posibles raíces para una ecuación
de segundo grado. ax^2 + bx + c = 0
Todos estos hechos no lograron, sin embargo, acabar con las explicaciones
vitalistas. Podía ser que los químicos fuesen capaces de sintetizar sustancias
formadas por los tejidos vivos —replicaron los partidarios
del vitalismo—, pero cualitativamente era
diferente el proceso. El tejido vivo formaba esas sustancias en condiciones de
suave temperatura y a base de componentes muy delicados, mientras que los
químicos tenían que utilizar mucho calor o altas presiones o bien reactivos muy
fuertes.
Ahora bien, los químicos sabían cómo provocar, a la temperatura ambiente,
reacciones que de ordinario sólo ocurrían con gran aporte de calor. El truco
consistía en utilizar un catalizador. El polvo de platino, por ejemplo, hacía
que el hidrógeno explotara en llamas al mezclarse con el aire. Sin el platino
era necesario aportar calor para iniciar la reacción.