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Aok y mercantilismo - mercantilismo



ACUMULACIÓN ORIGINARIA DEL CAPITAL

Proceso histórico que precedió a la formación de la gran producción capitalista y separó de los medios de producción al productor.
La acumulación originaria del capital va acompañada: 1) de la ruina en masa de los productores de mercancías (sobre todo campesinos) y su transformación en individuos desposeídos, jurídicamente libres, carentes de medios de subsistencia y, por ende, obligados a vender su fuerza de trabajo a los capitalistas; 2) de la acumulación de riquezas monetarias en manos de determinadas personas, riquezas necesarias para erigir empresas capitalistas. “Por tanto, el proceso que engendra el capitalismo sólo puede ser uno: el proceso de disociación entre el obrero y la propiedad sobre las condiciones de su trabajo, proceso que de una parte convierte en capital los medios sociales de vida y de producción, mientras de otra parte convierte a los productores directos en obreros asalariados. La llamada acumulación originaria no es, pues, mas que el proceso histórico de disociación entre el productor y los medios de producción’’ (C. Marx). En Inglaterra, el proceso de la acumulación originaria del capital supuso la expropiación violenta de los campesinos, de cuyas tierras se apoderaron los grandes propietarios, quienes las convertían en pastizales para ovejas. Los campesinos desposeídos de sustierras quedaban reducidos a la condición de personas carentes de bienes y, en ultima instancia, se veían obligados a someterse a la esclavitud capitalista. El gobierno feudal de Inglaterra dictaba leyes inhumanas contra las persones desamparadas, sin medios de subsistencia, que vagaban por todo el país; las empujaba hacia las empresas capitalistas las doblegaba a la disciplina cuartelaría del trabajo capitalista. El saqueo de las colonias los empréstitos estatales, el sistema tributario y la política proteccionista influyeron en no poca medida para que determinadas personas, sobre todo mercaderes, reunieran en sus manos grandes capitales. El Estado promulgaba leyes draconianas contra los expropiados, limitaba el salario de los obreros, establecía una prolongada jornada de trabajo. El proceso de la acumulación originaria del capital no se produjo simultaneamente en los diversos países, y en cada uno de ellos presenta rasgos específicos. En Inglaterra, Holanda y Francia, tuvo lugar en los siglos XVI—XVlll; en los países económicamente atrasados acaeció incluso en el siglo XIX. En Rusia, el proceso se extiende a lo largo de los siglos XVII-XIX y culmina con la reforma campesina de 1861, que arruinó en masa a los campesinos, los dejó sin tierras y convirtió a gran número de ellos en proletarios. Mas, en todas partes, la acumulación originariadel capital supuso la expropiación violenta, por métodos crueles, de los productores directos



Mercantilismo

Tendencia de la economía política burguesa y de la política económica de los estados en la época de la acumulación originaria del capital (siglos XV-XVIII); reflejaba los intereses del capital comercial cuando éste todavía se hallaba unido al capital industrial. Los mercantilistas consideraban que la ganancia se crea en la esfera de la circulación y que la riqueza de los naciones se cifra en el dinero. De ahí que la política mercantilista tendiera a atraer al país la mayor cantidad posible de oro y plata. Los primeros mercantilistas (Stafford y otros) insistían en que se prohibiera toda exportación de dinero del país. Lo que ellos se proponían era acumular dinero en el país por todos los medios, exportando mercancías al mercado exterior. Con el crecimiento de las formas capitalistas de economía y la ampliación del comercio exterior, se hizo cada vez mas evidente la inconsistencia de la política que veía su objetivo en retener el dinero de la circulación. Frente a la política de la balanza monetaria activa, se presentó la política de la balanza comercial. Sus partidarios eran mercantilistas posteriores (T. Mun, A. Serra y otros). Según ellos, el Estado ha de poseer un tamo activo en la balanza comercial, la importación de mercancíasno debe superar a la exportación. Para Todo ello confluye en las dos cuestiones mas angustiantes, aquellas donde mas se advierte que nuestro país esta hoy en una encrucijada: la de la sociedad y la de la democracia. ¿Qué posibilidades hay de salvar o reconstruir una sociedad abierta y móvil, no segmentada en mundos aislados, relativamente igualitaria y con oportunidades para todos, fundada en la competividad pero también en la solidaridad y la justicia?Todo ello constituyó el legado, hoy mejor apreciado que nunca, que se fue construyendo a lo largo del último siglo y medio, y cuyo impulso perdura hasta un momento no demasiado lejano, ubicado quiza veinte años atras, en que la tendencia comenzó a quebrarse y a invertir su sentido.
Sobre todo: ¿qué características debe tener el sistema político para asegurar la democracia, y hacer de ella una practica con algún sentido social? En este caso, el pasado se nos muestra rico en conflictos, pero no es facil contabilizar en él demasiados logros, ni siquiera en las épocas de vigencia formal de la democracia, en las que pueden percibirse, in nuce, las practicas que llevaron a la destrucción de un sistema institucional nunca del todo maduro, cuya construcción se nos aparece como la tarea de Sísifo. Quiza por eso, el último interrogante es hoy el primero: cual es el destino de nuestro sistema republicano y de la tradición que lo alimenta. Volvemos aquí a Sarmiento y a Alberdi, a una tarea que un poco ingenuamente considerabamos realizada y cuyos frutos hoy parecen fragiles y vulnerables.
Un libro guiado por tales preguntas es a la vez un trabajo de historiador profesional y una reflexión personal sobre el presente. No podría ser de otro modo: todo intento de reconstrucción histórica parte de las necesidades, dudas e interrogantes del presente, procurando que el rigor profesional equilibre la labilidad de la opinión, pero sabiendo que habitualmente la ecuación se desbalancea hacia este último extremo cuanto mas cercano esta el tema a la experiencia de quien lo trata En verdad, escribireste texto me ha llevado, en buena parte, a alejarme de un estilo de trabajo mas habitual y sumergirme en mi propia historia y en mi experiencia de un pasado aún vivo.
Tuve la primera comprobación de esto al intentar aprovechar los materiales usados hace veinte años –cuando, trabajando con Alejandro Rofman, esbocé un esquema de la historia argentina-, y descubrir que poco de ello me era útil hoy. Las preguntas entonces apuntaban a explicar las raíces de la dependencia y sus efectos en las deformaciones de la economía y de la sociedad. Las cuestiones relativas a la democracia y a la república no nos parecían relevantes, y en general, la política aparecía apenas como un reflejo de aquellas condiciones estructurales, o por el contrario, como el lugar no condicionado donde, con voluntad y poder, tales condiciones podían ser cambiadas, pues en la conciencia colectiva de entonces la percepción de la dependencia se complementaba con la búsqueda de algún tipo de liberación.
Se trata, me parece, de un buen ejemplo de lo que es un tópico de nuestro oficio: la conciencia histórica guía el saber histórico; éste puede controlarla, someterla a la prueba del rigor, pero no ignorarla. En períodos anteriores, probablemente el eje de una reconstrucción histórica de este tipo habría sido puesto en la justicia social y la independencia económica; mas atras aún, en el progreso y la modernización social, o aun en la constitución del Estado y la nación. Ciertamente esas perspectivas no desaparecen para el historiador, y estan incorporadas a este relato como lo que en sus tiempos fueron:aspiraciones, ideologías, utopías movilizadoras. Los problemas a que se referían estan también presentes en las preguntas de hoy, pero el orden, los encadenamientos y los acentos son diferentes, como lo atestiguan las preguntas que organizan este texto, pues el mundo en que vivimos, cuyos rasgos definitivos apenas vislumbramos, es radicalmente distinto no sólo des de hace cien o cincuenta años, sino del de apenas veinte años atras.
Suele decirse que quien escribe piensa implícita o explícitamente en un lector. Empecé a escribir este texto pensando en mis colegas, pero progresivamente me di cuenta de que mi lector implícito eran mis hijos, y los de su edad, adolescente
que así fueses se estimulaba el desarrollo de la industria que producía para exportar. El mercantilismo consideraba que la fuente de la riqueza radica en el comercio exterior, y como quiera que eran los artesanos quienes suministraban las mercancías que se exportaban, se negaba a la conclusión de que era indispensable fomentar la producción artesanal. La producción capitalista estaba en sus comienzos y las ideas de los mercantilistas se hallaban condicionadas por el nivel del desarrollo económico de aquella época. El mercantilismo empieza a descomponerse a mediados del siglo XVII dado que, a medida que el capitalismo progresa, la forma principal de aumentar las riquezas va siendo la producción capitalista. El mercantilismo, según caracterización de Marx, fue la prehistoria de la economía política. La verdadera ciencia económica moderna empieza tan sólo cuando la investigación teórica pasa del proceso de circulación al proceso de producción' (C. Marx). En su tiempo, la política del mercantilismo fue progresiva, contribuyó a desarrollar las primeras grandes empresas capitalistas: las manufacturas; facilitó el progreso de las fuerzas productivas, la victoria del capitalismo sobre el feudalismo. Al mercantilismo como corriente del pensamiento económico de la burguesía, le sucede la teoría de los fisiócratas.


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