Consultar ensayos de calidad


Diego de Almagro



Diego de Almagro nació en el año 1475 en la villa manchega de Almagro, en Ciudad Real, lugar del que tomó el apellido por ser hijo ilegítimo de Juan de Montenegro y Elvira Gutiérrez para rescatar el honor de Elvira, sus familiares le quitaron el infante y lo trasladaron hacia la aldea de Bolaños de Calatrava, siendo criado en esta localidad conjunto de la localidad de Aldea del Rey, a cargo de Sancha López del Peral. Cuando Almagro cumplió cuatro años de edad volvió a la ciudad de Almagro, estando bajo la tutela de un tío suyo llamado Hernan Gutiérrez hasta que cumplió los quince años de edad, cuando por causas del trato de su tío se fugo de la casa. Se dirigió hacia el hogar de su madre, que ahora vivía con un nuevo esposo, para avisarle de lo que había ocurrido con su tío y de sus intenciones de recorrer el mundo, pidiéndole algo de comida que le pudiera ayudar a sobrevivir en la miseria que se encontraba; su madre angustiada le busco comida y unas monedas, le dijo que se fuera y que no le diera mas presiones y para cualquier necesidad se amparara de Dios




Su triste y solitaria niñez, y una juventud incierta, no le permitieron estudiar; no sabía leer ni escribir, lo que no oscurece las virtudes que le reconocen los cronistas: honrado, franco, generoso y de gran animo. Según Cieza de León, Diego de Almagro 'era de pequeño cuerpo, de feo rostro e de mucho animo, gran trabajador, liberal aunque con jactancia, de gran presunción, sacudía con la lengua algunas vecessin refrenarse. Era avisado y sobre todo muy temeroso del rey'.


Después de un tiempo su madre se encontraría con Diego de Almagro en Sevilla como criado de don Luis de Polanco, que era uno de los alcaldes de aquella ciudad. Mientras se desempeñaba en esta ocupación, Almagro acuchilló a otro criado por unas ciertas diferencias, dejandolo con heridas tan graves que motivaron que se promoviera un juicio en su contra. Almagro no quiso enfrentar este juicio, por lo que huyó de Sevilla y vagó por Andalucía hasta que decidió partir con rumbo hacia América.
Almagro llegó al Nuevo Mundo el 30 de junio de 1514 en la expedición que Fernando el Católico enviaba al mando de Pedrarias Davila expedición desembarcó en la ciudad de Santa María la Antigua del Darién donde se encontraban muchos otros destacados futuros conquistadores, entre ellos Francisco Pizarro.
Sobre Diego de Almagro no se tiene mucha información en este periodo, pero si se sabe que se mantuvo principalmente en la ciudad llegando a tener una encomienda, construyéndose una casa y dedicandose a la agricultura.
Almagro empezó su primera incursión conquistadora el 30 de noviembre de 1515, cuando partió de Darién al mando de unos 260 hombre, para fundar la villa Acla, ubicada en el lugar del mismo nombre, pero tuvo que desistir de seguir en este plan debido a que fue afectado de una enfermedad que lo mantuvo muy grave e incluso haciéndolo volver hacia Darién y para completar su misión se dejo a cargo al licenciadoGaspar de Espinosa


Almagro trabajó por algún tiempo con Vasco Núñez de Balboa, en ese tiempo encargado de Acla, que con los materiales de la expedición de Espinoza quería construir un barco, recortarlo y reconstruirlo en el Mar del Sur (el Pacifico). Sin embargo, según los datos obtenidos, no hay indicios de que participara en la expedición de Balboa y es mas probable que regresara a Darién.
Espinosa decidió realizar una nueva expedición, partiendo en diciembre con 200 hombres, entre los que estaba un ya recuperado Almagro, y Francisco Pizarro, quien por primera vez tenía el título de capitan. En esta expedición, que duró 14 meses, se encontró con el padre Hernando de Luque a quien ya conocía anteriormente. Aunque la famosa sociedad entre los tres no estaba aún realizada, ya se demostraban confianza y amistad. Tomó parte en las incursiones, fundaciones y conquistas desarrolladas en el golfo de Panama, participando nuevamente en una de las expediciones de Espinosa, que se transportaba en dos barcos de Balboa. De Almagro en esta expedición sólo se sabe que sirvió como testigo en listas, que en cada acontecimiento relacionado con indígenas, hacía levantar Espinosa. Permaneció en la recién fundada ciudad Santa María la Antigua del Darién, ayudando a poblarla. Durante cuatro años no participó de nuevas expediciones, ocupando su tiempo en la administración de sus bienes y los de Pizarro.
Nació en esta época su hijo Diego de Almagro el Mozo, que tuvo con una indiade la región llamada Ana Martínez.
Allí tiene noticias de un reino situado en el sur, llamado Birú, que era el centro del Imperio Inca. Francisco Pizarro propuso el reconocimiento de esas tierras y la conquista de sus riquezas. Sus dos primeras expediciones por esta zona, realizadas entre los años 1524-1525 y 1526-1528, revelaron las sorprendentes riquezas del Imperio incaico en las tierras recién descubiertas.
Después de estos hechos se formo una sociedad entre Almagro, Pizarro y Luque, recibiendo a principios de agosto de 1524 el permiso esperado para descubrir y conquistar por cuenta suya las tierras ubicadas en el levante de Panama.
Es importante señalar que todas las empresas conquistadoras de América eran financiadas por sus propios integrantes y que, eventualmente, el Estado podía realizar algunos aportes, pero siempre en especies, nunca en dinero.


En 1529, tras la firma de la Capitulación de Toledo, la Corona española autorizó a Pizarro la conquista y gobernación de Perú, que pasó a denominarse Nueva Castilla. Reunidos Almagro y Pizarro en 1532, iniciaron desde Cajamarca la conquista del territorio de los incas y, después de ejecutar al soberano Atahualpa, partieron hacia Cuzco. Ocupada esta ciudad en 1533, Almagro marchó a tomar posesión del litoral peruano y fundó la ciudad de Trujillo, superando mediante negociación las aspiraciones del conquistador Pedro de Alvarado. En 1535 el emperador Carlos I recompensó a Almagro con la gobernación de NuevaToledo, al sur de Perú, y el título de Adelantado de las tierras mas alla del lago Titicaca, en los territorios del actual Chile.



Pero entre medio de estos hechos La amistad entre Pizarro y Almagro empezó a quebrarse en 1529 cuando el primero, a nombre de todos los inversionistas, firmó con el Rey la Capitulación de Toledo., porque esto hacia que se fijaran recompensas parea cada uno de los socios y con anterioridad, estos se habían comprometido a repartir equitativamente los beneficios; sin embargo, al tratar con las autoridades hispanas, Pizarro logró para sí una mayor cantidad de premios y títulos. A pesar de ello, Almagro obtuvo de todos modos una importante fortuna, y la gobernación de Nueva Toledo, que, según la Capitulación, comprendía las tierras ubicadas entre El Cuzco y Taltal. Por sus servicios el Rey le concedió, en noviembre de 1532, el tratamiento de don y se le asignó un escudo de armas.
Después de separarse de Pizarro y deseando alcanzar mayor prestigio, en 1534 Almagro obtuvo la gobernación de Nueva Toledo, la que según la Capitulación que su representante había firmado con Carlos V, comprendía las tierras ubicadas entre los paralelos 14 y 25 de latitud sur, es decir, desde El Cuzo hasta Taltal. Según los indígenas, estas tierras eran abundantes en oro, lo que justificaría cualquier esfuerzo.
Almagro demoró 6 meses en alistar su expedición. No tuvo problemas en conseguir a los hombres, que mandó reclutar en El Cuzco y en Lima. Con su fortunapersonal equipó a los soldados que no tenían recursos. Se compraron armas, herramientas, herraduras, pólvora, y otros utensilios necesarios. En total, se calcula que la empresa habría costado un millón y medio de pesos castellanos.
Después de la conquista del Perú y la adjudicación de la gobernación de Nueva Toledo, Almagro se enteró de la historia de que al sur se hallaba un reino aun mas rico que el incaico. Así es que determinó ir en su búsqueda. Con su fortuna personal compró armas y herramientas y organizó la expedición mas poderosa jamas vista hasta entonces en América (juntó a varios miles de españoles, negros y yanaconas
Así después de los rumores que escucho Diego de Almagro decidió empezar una nueva expedición esta vez hacia Chile. Almagro inició los preparativos de su expedición a Chile con buenos auspicios. Le llegaron noticias de los incas de que la región al sur del Cuzco estaba poblada de oro, por lo que juntó facilmente 500 españoles para la expedición, muchos de los cuales lo habían acompañado al Perú. Iban también en la expedición unos 100 negros y unos 10.000 indios yanaconas para el transporte de las armas, ropas, víveres, etc.
Las noticias que les llegaban de Chile eran absolutamente falsas, pues los incas planeaban una rebelión contra sus dominadores y deseaban que aquel grupo tan numeroso de españoles se alejara del Perú. Para convencerlos, Almagro le pidió a un alto señor del imperio que les preparara el camino junto a tres soldadosespañoles, el Inca les entregó el mas alto jefe religioso del imperio, el villac umu, a su propio hermano llamado Pablo Inga y su propia compañía.
Encomendó a Juan de Saavedra que se adelantase con una columna de cien soldados para que, a la distancia de unas ciento treinta leguas, fundase un pueblo y lo esperase con los alimentos e indios de relevo que pudiera reunir en aquellas comarcas.

Cuando Almagro salió del Cuzco hacia Chile, el 3 de julio de 1535, quedaba pendiente en el Perú la disputa con Pizarro por la ciudad del Cuzco, que ambos creían entraba en su gobernación. Recorrió el Altiplano boliviano, bordeando el río Titicaca, Tupiza y desde ahí a Chicoana, girando luego hacia el suroeste para cruzar la cordillera de los Andes por el paso de San Francisco, así llego hasta donde lo esperaba Juan de Saavedra para así iniciar el viaje.
La ruta utilizada por Almagro para conducir a su hueste (integrada por alrededor de 500 españoles, 100 esclavos negros y 10.000 indígenas) pasaba por el Altiplano boliviano, bordeando el río Titicaca para llegar a Paria, Tupiza y desde ahí a Chicoana, girando luego hacia el suroeste para cruzar la Cordillera de los Andes por el paso de San Francisco.
El camino fue duro y extenuante. La fase mas difícil fue el cruce de la cordillera: a casi 4.000 metros de altitud, el frío, el hambre y el cansancio significaron la muerte de varios españoles e indígenas, pero mayoritariamente de los esclavos, poco acostumbrados a climas tanrigurosos. La tradición dice que en algunas ocasiones algún soldado se detenía a descansar y moría congelado; que otro, al sacarse una de sus botas vio con horror como los dedos de sus pies estaban pegados a ella. Ante tal desastre, Almagro decidió tomar la delantera con un grupo de sus mejores hombres y bajar hasta el valle de Copiapó por la quebrada de Paipote.
Entonces, una oportuna decisión de Almagro salvó lo que ya era un fracaso: ordenó a un pequeño grupo que se adelantase en el camino y buscase auxilio entre los indígenas. Por fortuna, estos hombres encontraron en el Valle de Copiapó a un español llamado Gonzalo Calvo Barrientos, un delincuente que había sido castigado por sus fechorías cortandosele las orejas y que ayudó a los expedicionarios gracias a sus vínculos con los naturales de la zona. Allí, en el valle del río Copiapó, los nativos le dieron víveres con los que se aprovisionó y auxilió al resto de sus extenuados compañeros. Luego siguió su viaje, hasta que llegó al valle de Aconcagua, donde tomó posesión de Chile a nombre de Carlos V (1536).
Después de esto Diego de Almagro emprendió inmediatamente la exploración del territorio, dirigiéndose hacia el valle del río Aconcagua donde fue bien recibido por los indígenas. Sin embargo, las intrigas de su intérprete, un indígena llamado Felipillo, convencieron a los naturales de que la intención de Almagro era asesinarlos. Felipillo instó a los indígenas a atacar a los españoles por sorpresa, pero aquellosse desistieron.
Con el propósito de encontrar las riquezas de las cuales le habían hablado, Almagro organizó una expedición al sur. Para ello envió a Gómez de Alvarado, quien junto a 70 hombres avanzó sin encontrar mucha resistencia (julio-septiembre de 1536), llegando a la confluencia de los ríos Ñuble e Itata. En ese lugar, se produjo el primer enfrentamiento armado entre españoles y mapuche, la batalla de Reino huelén. En forma paralela, Almagro envió a Juan de Saavedra a reconocer las costas. Pero como no se encontró oro, decidió volver al Perú.
En forma paralela, Almagro envió a Juan de Saavedra a reconocer las costas en la embarcación que le había traído refuerzos desde el Perú. Saavedra alcanzó hasta la zona de Alimapu, que llamó Valparaíso, (que quiere decir Valle del Paraíso).
El reconocimiento que el mismo Almagro hizo de la región central y las negativas noticias de Gómez de Alvarado, le hicieron pensar que quizas las riquezas se encontraban mas alla de esa inmensa cordillera. Sin escuchar consejos decidió, en pleno invierno, enviar una expedición que al segundo día de marcha decidió volver; la empresa era irrealizable.
Diego de Almagro no encontró oro ni ciudades, sólo comunidades indígenas agricultoras y otras mas belicosas en el Sur; no obstante esto, pensó en quedarse e incluso en fundar una ciudad. El optimismo inicial había hecho que Almagro trajera a estas tierras al hijo nacido de su relación con la indígena panameña Ana Martínez, el quetambién debía servir al Rey. Su primera intención fue quedarse; si no hubiera sido por las recomendaciones de sus compañeros de empresa -quienes lo instaron a volver al Perú a tomar definitiva posesión de su cargo, para asegurar la herencia de su hijo-, quizas Almagro habría emprendido la Conquista del país. Fue así como, decidido a volver al Perú, inició el viaje de regreso en septiembre de 1536.
La salida de los españoles de los valles de Chile fue violenta: Almagro autorizó a sus soldados a saquear a los indígenas, dejando sus tierras desoladas; no hubo ni un solo español que no tomara naturales para su servicio. Los amarraban y los obligaban a cargar sus pertenencias, actuando sin ninguna compasión.
Para devolverse al Perú de manera unanime, se decidió tomar la ruta del Desierto de Atacama. Antes de partir, Almagro, en un acto de gran generosidad, juntó a sus hombres y delante de ellos rompió las escrituras que documentaban las deudas contraídas con él antes de partir del Cuzco. Con este gesto quería recompensar, aunque fuera en una mínima parte, la ayuda recibida de estos toscos y ambiciosos aventureros.
La travesía del desierto no fue facil debido a las condiciones climaticas imperantes; al igual que en el trayecto que habían realizado por el Altiplano, los conquistadores obtenían los alimentos de los indígenas, fuera de buena o mala forma.
Finalmente, la expedición llegó al Cuzco (1537). Según algunos autores, aquí nació la figura del roto chileno, debido,fundamentalmente, a las condiciones en que la hueste de Almagro arribó a su lugar de partida, con sus ropas hechas jirones y practicamente deshecha.
La ciudad estaba sitiada por tropas indígenas al mando del Inca Manco II. Almagro era amigo del Inca, razón por la que le solicitó una entrevista, pero el encuentro no fue posible. Temiendo un entendimiento entre Almagro y Manco, el Gobernador Hernando Pizarro sembró la desconfianza entre los sitiadores, quienes atacaron la ciudad. Las tropas de Almagro se dispersaron, pero con los hombres que se quedaron a sus órdenes, logró poner fin al cerco, apresando a los hermanos Hernando y Gonzalo Pizarro.
Luego de ocupar El Cuzco, Almagro derrotó a los soldados enviados por Francisco Pizarro, que estaban al mando de Alonso de Alvarado, en la Batalla de Abancay (12 de julio de 1537); mas tarde, Gonzalo Pizarro y Alvarado lograron escapar del lugar donde se les mantenía prisioneros.
Las negociaciones posteriores entre Francisco Pizarro y don Diego concluyeron en la entrega del Cuzco a Almagro, a cambio de la libertad de Hernando Pizarro. Don Francisco no cumplió con su parte, rompió el acuerdo y con un ejército que había organizado durante ese tiempo, atacó a las fuerzas almagristas. El Conquistador, ya enfermo, fue derrotado en el campo de las Salinas, cerca del Cuzco el 6 de abril de 1538. Tomado prisionero, fue condenado al garrote y su cadaver fue llevado a la plaza pública donde se lo decapitó, el 8 de julio de 1538.


Política de privacidad