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El profiriato - general Porfirio Díaz el Palacio Nacional



En el largo mandato del general Porfirio Díaz el Palacio Nacional sufrió grandes cambios, como nunca los había experimentado con anterioridad; la reparación y transformación de grandes areas de la antigua edificación fueron constantes a lo largo de todo este periodo. Estas transformaciones fueron de diferente naturaleza: desde cambios que implicaron la demolición y reacondicionamiento de importantes zonas, hasta modificaciones menos llamativas que sin embargo mantenían en pie la ya vetusta construcción.
Para el Palacio Nacional la prolongada conducción del país por el general Porfirio Díaz supuso la afirmación del edificio como sede del poder supremo de la nación. Sin embargo, conforme el tiempo transcurrió dejó gradualmente de albergar a muchas dependencias que en él se alojaban. La creciente complejidad de las actividades burocraticas que las diversas instituciones tenían que cumplir forzó su modernización administrativa, lo que implicó el traslado de algunas de ellas a otras instalaciones construidas fuera de Palacio mas acordes con sus nuevos requerimientos funcionales.





En los años setenta del siglo xix, unos pocos años antes de que el general Díaz llegara a la Presidencia de la República, el Palacio Nacional todavía cobijaba bajo sus muy amplias instalaciones ademas de a las oficinas de la Presidencia de la República, a los ministerios de Guerra, Hacienda, Justicia, Relaciones Exteriores, Gobernación, Fomento, a los que hay que añadir las camaras deDiputados y la de Senadores, la Tesorería General de la Nación, los Telégrafos Nacionales, sin faltar muy destacados emplazamientos militares. Para finales del porfiriato, en 1909, ya sólo quedaban en Palacio las oficinas de la Presidencia de la República, las de las Secretarías de Hacienda y de Guerra, el Senado y dos cuarteles.



Al mismo tiempo que el Palacio dejaba de acoger a las muy diversas dependencias oficiales que tenían en él su ubicación, se invertían cuantiosas sumas de dinero en la actualización de su ya desgastada obra. El gobierno de Porfirio Díaz introdujo apreciables reformas constructivas que llevaron al Palacio los avances tecnológicos mas sobresalientes de la época como la energía eléctrica, el teléfono y hasta un elevador eléctrico. En el año de 1884 el general Díaz decide abandonar también Palacio para irse a vivir a Chapultepec; esta determinación no implicó ninguna desatención del edificio sino que reafirmó su condición de “primer edificio de la Nación”. Esta posición se consolida cuando se traslada la campana que hizo sonar el cura Hidalgo de la parroquia de Dolores a la Ciudad de México y se instala en un nicho especialmente construido en el frente de Palacio para tañerla nuevamente un 15 de septiembre de 1896.


En la actualidad, el pueblo mapucheen Chile es el pueblo originario mas numeroso al interior de dicha nación, con un 87,3% del total de la población indígena del país. (aprox. 1.000.000 hab.). En las últimas décadas, las precarias condiciones de la vida rural e indígena del país, han motivado un importante fenómeno de migración hacia las ciudades, el mapuche ha debido introducirse en el núcleo de la sociedad chilena para buscar mejores condiciones de vida, enfrentando una fuerte discriminación por su condición étnica. El rechazo de la sociedad chilena a lo indígena ha sido un factor histórico de conflicto a nivel social y estatal. Desde el punto de vista cultural, ha sido un elemento mas bien “mitificado” que resaltado desde su valor intrínseco, como aquel pueblo que no se doblegó ante el colonizador, pero siendo a la vez despojado de su territorio ancestral y discriminado en términos sociales y económicos.

El (re)nacimiento del concepto de Nación Mapuche, se trata de un fenómeno político que cuestiona la soberanía de los estados nacionales de Chile y Argentina, agregando un elemento de suspicacia sobre la reafirmación de la identidad nacional en base a métodos violentos y la creación de símbolos patrios, como ha sido tradicional en la historia de los países latinoamericanos. Hoy, la violencia de estado esta presente en la región de la Araucanía, pese a no configurarse un escenario de guerra, por diversos motivos, se trata de un antagonismo declarado entre un pueblo que busca preservar su cultura y suforma de vida, y un estado que busca, por una parte, refirmar su autoridad “ordenadora” de una nación, y por otra, alcanzar una integración “políticamente correcta”, aunque con serias contradicciones y no menos dificultades y carencias culturales que hacen que la paz real sea, hasta el momento, una meta difícil de alcanzar.
El territorio ancestral de los mapuches, al oriente y occidente de los Andes, el MelWixan Mapu o Wallmapu,tuvo històricaente un reconocimiento como territorio autónomo,como en en efecto sucediò el 6 de enero de 1641 cuando españoles y mapuche se reunieron, por primera vez en un Parlamento con Wingka (“Winka Kollog”) del cual surge lo que sería la Nación Mapuche, establecíendo el Río Bío-Bío como frontera entre dos naciones soberanas. Así, el “el territorio comprendido entre el Bío-Bío y el Toltén se constituyó en una jurisdicción no perteneciente a la Gobernación de Chile, “relacionado directamente -como nación independiente- con la colonia” (Bengoa 1985: 3), espacio que fue finalmente invadido a partir de 1870 con la dominación del Ejército que no culminó sino hasta 1883. Desde ese momento, el pueblo mapuche empieza a quedar sin su mas preciado valor, aquello que les da sentido de existencia, y hasta su nombre, la tierra. (mapu: tierra che: hombre). Aún así, las comunidades que aún resisten en el Sur, y que se han hecho visibles desde 1997 en su conflicto con las forestales y las hidroeléctricas, han tenido la fuerza suficiente para reclamaraquello que les perteneció durante siglos. Hoy piden justicia y se les niega sistematicamente de forma mas cruenta aún por el hecho de ser indígenas. El Estado de Chile nunca ha tenido la intención real de reconocer el derecho de los pueblos a ejercer su propia forma de vida, con su cultura y sus tradiciones en un territorio, ante el temor del surgimiento de “un estado dentro de un estado”, como un temor político pues la ratificación del protocolo de acuerdo nº 169 de la OIT por parte del senado de Chile, sólo constituye una acción simbólica hasta el momento, y por otra parte el deseo de explotación económica de un lugar tan rico


Las mejoras llevadas a cabo en el gobierno de Porfirio Díaz fueron muchas y muy variadas; sin embargo, estuvieron orientadas primordialmente a la reforma de las areas destinadas a las oficinas de la Presidencia y a lasSecretarías de Hacienda y Guerra. El 21 de marzo de 1891, a propósito de la inauguración de la importante renovación que habían tenido las areas de Hacienda y la Tesorería General de la Nación, se develó una imponente estatua sedente del presidente Benito Juarez localizada entre el primer y segundo patios Marianos. La obra fue encomendada al escultor Miguel Noreña y el fundido a T. Garadente Tantaglio; los artistas utilizaron para su hechura el bronce de los cañones que pertenecieron al ejército conservador durante la Guerra de los Tres Años (1858-1860) y los fragmentos de los proyectiles del ejército francés disparados durante el sitio de Puebla en 1863.



Hacia el final del mandato de Porfirio Díaz se festejó el Centenario de la Independencia Nacional; para entonces el Palacio Nacional alcanza el maximo de los esplendores. Se pinta la totalidad del edificio y se coloca una vistosa y novedosa iluminación eléctrica que lo hara lucir magnífico. Ya para entonces el Palacio ha pasado por una remodelación muy profunda. Entre otras muchas mejoras introducidas en este periodo hay que subrayar la reformulación de la enorme Galería Iturbide. Ésta se subdivide en varios salones destinados al servicio de las actividades gubernamentales de la Presidencia de la República y todos ellos se redecoran en su totalidad y suntuosamente. Entonces, el interior de Palacio se transforma bajo la fórmula de una fuerte estética que se inclina declaradamente por una sensibilidad europeizante.




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