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Atentados 11 de septiembre - ANALISIS



HIPÓTESIS

¿Cuales fueron las causas sociales, económicas e históricas de los atentados efectuados por Osama Bin Laden, es realmente terrorismo o historias creadas por E.U.A?


Todo el mundo podemos estar percatados que los atentados del 11 de Septiembre marcaron un antes y un después en la historia de todos nosotros. Pero all momento de cuestionarme las verdaderas razones por las que sucedieron estos hechos, llego a la hipótesis que fueron la excusa perfecta para que el gobierno de los Estados Unidos tuviera la libertad para llevar a cabo todas su políticas ultraconservadoras, que he llegado a pensar fueron ideadas mucho antes de que los ataques ocurrieron y que sin ellos, no los hubieran podido efectuar y aplicar.



Tome muy en cuenta el hecho de que en los tres primeros años de mandando de Bush, se perdieron 2 millones de puestos de trabajo y que los estados que integran el país, redujeron 49 000 millones de dólares, su aportación a servicios públicos, sanidad y educación en el 2002, según un estudio del Consejo Nacional de Legislaturas Estatales 1 .

Otro dato que tome muy encuenta, fue el presupuesto solicitado por el presidente Bush al congreso para iniciar la guerra contra Osama Bin Laden que fue de 80 000 millones de dólares 2, facilmente me pude dar cuenta de la importancia que tenia para su gobierno el gasto militar, que se hacía en daño tanto en moral como material a las medidas sociales, para poder llegar al bienestar del pueblo norteamericano que en dichomomento, es lo que se estaba buscando lograr.

Así finalmente llego a la suposición de que no fue coincidencia que ocurrieran los atentados del 11 de Septiembre, sino mas bien fue algo sumamente planeado estratégicamente para posteriormente realizar acciones “justificadas”.




ANALISIS

En el momento en que se cometen los atentados del 11 de Septiembre, Estados unidos se encuentra en una situación difícil: paro elevado, economía en recesión, privatización de los servicios, retroceso de los derechos sociales, sanitaria y educativa y baja popularidad de George W. Bush. En esta coyuntura, los ataques a Estados Unidos por Osama Bin Laden representan un “giro positivo” para la política del presidente que encuentra un filón para ejecutar sus proyectos, mejorar su imagen ante la ciudadanía y recuperar la popularidad anhelada. Los 3.000 muertos en los atentados del 11 de Septiembre son un sinsentido para los americanos, difíciles de borrar de la mente de una sociedad que no comprende porque se ha visto atacada y esperan que su gobierno actúe en consecuencia. Los americanos no entienden el daño que su política exterior o sus relaciones internacionales han generado en otros países.

No logran comprender que su visión imperialista y hegemónica ha hecho que los vean como invasores y enemigos que intentan imponer su sistema de valores, y el suyo como únicamente valido. Los atentados del 11 de Septiembre del 2001 representan un nuevo desmoronamiento del“Sueño Americano”, las películas que la industria de Hollywood crea para su deleite, se convierten de repente en una pesadilla real.

Para una sociedad que no esta acostumbrada a ser atacada, que representaba hasta entonces el bastión de la seguridad y que era la superpotencia mundial que aparecía blindada ante los ojos del mundo, los atentados significan un antes y un después. Los ataques generaron un enorme sentimiento de desanimo en la población norteamericana, que veía como la “Gran América” desfallecía. La sensación inmediata era que el enemigo podía volver a atacar en cualquier momento y se agudizaron el miedo y la inseguridad. Sólo dos semanas después de los ataques, se duplicaron las ventas de artículos de seguridad: alarmas, venta de armas, etc.

El síndrome postraumatico tras los atentados pudo haber afectado, según diferentes fuentes, entre un 5 y un 10% de la población que directa o indirectamente estuvo expuesta a la tragedia 3. Los heridos o familiares de los desaparecidos tuvieron que seguir tratamiento psicológico para superar el haber visto cuerpos destrozados y carbonizados de sus compañeros de trabajo o de conocidos. Según Rojas Marcos, entonces responsable de la seguridad sanitaria de Nueva York, “el sentimiento de vulnerabilidad esta ahí. De las preguntas que la gente mas se hacía en la calle tras el 11 de Septiembre era: “¿Y por qué nos odian?' Luego vino el miedo al antrax, a abrir cartas; y los libros mas vendidos fueron los que hablaban de la cultura arabe.La gente quería aprender” 4.



Es a partir de este sentimiento cuando surge entre la población una ola de patriotismo indeleble que encontró a su musa en la viuda Lisa Beamer, y en su gesto de coraje frente a la adversidad: “Let’s roll!” (Vamos a arrollar)5. Entre otros, el colectivo de los bomberos, pasó a convertirse en el símbolo de la tragedia y la imagen de tres de ellos, George Johnson, Dan Mc Williams y Hill Eisengrein enarbolando la bandera americana los convirtió en héroes nacionales. El cuerpo de bomberos de Nueva York, unos 15.000 profesionales, lograron salvar la vida a unas 25.000 personas en los atentados, pero 343 bomberos y 60 policías murieron en las labores desescombro.

Es en este contexto, cuando el discurso del miedo abanderado por el presidente Bush cala hondo en los ciudadanos, que creen ciegamente en su gobierno para evitar nuevos ataques.

El discurso del terror permite imponer a Bush una nueva idea de libertad en el ambito privado. Ya no se trata de poner el acento en la participación política y en la justicia social, no se trata de derechos y libertades para todos, se trata de un asunto de índole personal, que tiene que ver con la relación con los demas y con el éxito en el mundo. Se entra en el período en el que los ciudadanos anteponen la seguridad a la libertad.

En el discurso de la nación de Bush en 2003 el líder afirmó:”Ahora, en este siglo, la ideología de la fuerza y la conquista aparecen de nuevo (…) Una vez masse nos llama a defender la seguridad de nuestro pueblo y las esperanzas de toda la humanidad”.

Ahora Bush tiene aún mas claro cual es su propósito después de los atentados de Osama Bin Laden. Se trata de crear un nuevo orden mundial en el que Estados Unidos sea el país supremo con “una ambiciosa estrategia que comienza con el compromiso fundamental de mantener un mundo unipolar en el que Estados Unidos no tiene ningún igual ni ningún competidor (…) ningún estado o coalición pueden discutir nunca a los Estados Unidos su papel de líder, protector y de policía mundial”6. De este modo, Bush margina de su doctrina la legalidad internacional y todas las instituciones que sean un obstaculo para llevar a cabo su política de dominio mundial y empezara por imponer una vigilancia férrea a los propios norteamericanos.

Estados Unidos ha apoyado a lo largo del siglo pasado a toda una serie de estados tiranicos con un historial cruel y sanguinario en la represión de sus pueblos y ninguno de ellos era un estado terrorista. Hay una larga lista de ejemplos por citar como Argentina, Chile, Brasil o Sudafrica.

El presidente norteamericano parte de la idea de que “todos los terroristas son unos tiranos, pero ello no implica que todos los tiranos sean terroristas y de entre todas las naciones, Estados Unidos es el que debería saberlo”7. A través del apoyo a determinados dictadores, el estado norteamericano se hacía cómplice de estos crímenes y, a su vez,desprestigiaba su papel como mediador de paz internacional. Por eso su actuación en las guerras de Irak y Afganistan bajo el argumento de acabar con la tiranía que oprimía al pueblo no puede ser valida. En septiembre de 2002, el ex presidente norteamericano, Jimmy Carter acusa a Bush en un artículo en el Washington Post “de despreciar olímpicamente a la comunidad internacional y de permitir acciones similares a las de los regímenes abusivos que ha condenado históricamente Estados Unidos”.

La estrategia de Bush después del 11 de Septiembre era defender a Estados Unidos a costa de atacar al enemigo con toda la caballería disponible y sin ningún tipo de límites legales, éticos y militares. Esta visión se pone en practica el 20 de marzo de 2003 con la invasión de Irak, después del fracaso de Afganistan. Bush continúa con sus maniobras para imponer su democracia a punta de pistola. En su delirio por dominar el mundo y acabar con el terrorismo global, Bush emprende a ojos de todos lo que denomina como una ‘guerra preventiva’. El problema es ¿a qué llamamos ‘guerra preventiva’?, ¿contra quién hay que luchar?, ¿su enemigo real es Bin Laden?.Las guerras “clasicas” tal y como las conocemos terminan en un momento determinado, porque hay un hecho decisivo que las concluye. Bien sea la rendición de uno de los combatientes, bien un armisticio y/o un tratado de paz, nos encontramos con un hito que marca el final de la guerra. Nada de esto sucedera en la llamada “guerra contra el terrorismo”. Que Osama Bin Ladensea capturado, enjuiciado y condenado no implicara necesariamente la derrota de Al Qaeda. De este modo, Bush inicia una guerra preventiva haciéndola pasar por una de anticipación, “pero las justificaciones para la guerra de anticipación, sean las que sean, no se sostienen cuando se habla de una guerra preventiva: el uso de la fuerza militar para eliminar una amenaza imaginaria o inventada, de modo que el término preventiva es demasiado caritativo. La guerra preventiva entra en la categoría de crímenes de guerra”.8

La guerra preventiva que Bush tenía en mente cumplía con los tres elementos que las caracterizan: el país al que se dirige el ataque debe estar practicamente indefenso, la invasión debe ser lo suficientemente importante para que valga la pena y debe haber alguna manera de retratarlo como el mal extremo y como una amenaza inminente para nuestra supervivencia. El Irak de Saddam Hussein cumplía todas las condiciones. Las dos primeras, según Chomsky, son obvias y la tercera es facil de comprobar. Sólo hace faltar repetir los discursos de Bush y Blair y sus colegas: “el dictador esta reuniendo las armas mas peligrosas del mundo para dominar, intimidar o atacar, y ya las ha utilizado sobre poblaciones enteras, con el resultado de miles de sus propios ciudadanos muertos.


CONCLUSION

Estados Unidos siempre se ha enorgullecido siempre de su compromiso con el Estado de Derecho, la independencia de su poder judicial, su política democratica y su sistema constitucionalbasado en un equilibrio de poderes. Pero los atentados de Osama Bin Laden en Estados Unidos, cambiaron estos parametros y generaron un dilema a nivel mundial entre la seguridad y la libertad. A partir de esta fecha, Estados Unidos tiene carta blanca en materia de seguridad, en la vulneración de derechos humanos y de leyes internacionales y en el recorte de estandares democraticos. Se antepone la soberanía a los derechos humanos y se ponen en cuestión valores democraticos. Todas estas medidas del terror son aceptadas en la mayoría de los casos por la comunidad internacional, que bien las adopta sin cuestionarlas o hace la vista gorda, en lugar de poner freno a este ataque a la libertad.

Si no se frena esta escalada del terror, cada nuevo atentado contribuira a incrementar aún mas los medios policiales y militares a la lucha antiterrorista y a la aprobación de nuevas medidas represivas y, en la gran mayoría de los casos, los mas afectados son los civiles. Por ello es necesaria, una revitalización de los derechos humanos y de los valores democraticos que tiene que venir de la mano de Europa. Ésta debe tener de igual manera el valor moral de denunciar de igual forma sus abusos, para que puedan ir a mas y se perpetúen. En esta misma línea debe retornar el prestigio a organismos internacionales como las Naciones Unidas o el Tribunal Penal Internacional, que velan por el cumplimiento de los Derechos Humanos, porque si cuestiona su función y no les da apoyo todo el trabajo que se ha hecho hastaahora habra sido en vano.

Con este fin, debe plantar cara a Estados Unidos, no aceptar sus medidas al margen de la ley y garantizar la seguridad de los ciudadanos sin recortar sus derechos. Debe pues, evitar copiar un modelo que discrimina, abusa, condena y legitima y debe hacer que se cumpla la legalidad internacional en todas sus ramas. Ademas, debe tener en cuenta los derechos mas basicos de los ciudadanos para que sean respetados a nivel global y debe establecer puentes de entendimiento y dialogo con todos los países para generar un clima de estabilidad mundial.











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1 Arundhati Roy. Democracia imperial instantanea. Art. Publicado en “El Mundo”. 3 de Junio del 2003.
2 Norman Mailer. ¿Por qué estamos en guerra? Editorial Anagrama. Barcelona,
2003, pag. 55.





3 Naomi Klein. La doctrina del Shock. El auge del capitalismo del desastre. Editorial Empúries, Barcelona, 2007, pag. 382.
4 Fermín Apezteguía. Entrevista a Luis Rojas Marcos, psiquiatra y director de Sistema de Salud de Nueva York en el 11/S. Diario Sur, Madrid, 2007.





7Orlando Patterson (prof. Sociología Universidad de Harvard). El discurso de Bush que el mundo no entendió. Opinión. Tribuna Libre El Mundo, enero 2005.
8 Noam Chomsky. Hegemonia o supervivència. Estats Units a la recerca del domini global. Biblioteca Universal Empúries. Barcelona, abril 2004, pag. 20.






6 John Ikenberry, America’s Imperial Ambition, Foreign Affaire 81, Septiembre 2002.


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