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Los diez principios de la economía




Los diez principios de la economía
Economía I

LOS DIEZ PRINCIPIOS DE LA ECONOMÍA

El término economía proviene de la palabra griega que signi­fica «el que administra un hogar». Este origen tal vez parezca peculiar a primera vista, pero, en realidad, los hogares y las economías tienen mucho en común.
El hogar debe distri­buir sus recursos escasos entre sus distintos miembros, teniendo en cuenta la capacidad, los esfuerzos y los deseos de cada uno de ellos.
La sociedad ha de tomar, al igual que un hogar, numerosas decisiones. Ha de decidir qué labores se realizaran y quiénes las haran. Necesita algunas personas para trabajar la tierra, otras para hacer la ropa y otras para diseñar programas infor­maticos. Una vez que ha asignado a los individuos (así como la tierra, los edificios y las maquinas) a las diversas tareas, debe asignar también los bienes y servicios que éstos produ­cen. Debe decidir quién comera caviar y quién patatas. Ha de decidir quién conducira un Porsche y quién ira en autobús.


La gestión de los recursos de la sociedad es importante porque éstos son escasos.
La escasez significa que la socie­dad tiene unos recursos limitados y, por lo tanto, no puede producir todos los bienes y servicios que los individuos de­sean tener. De la misma manera que un hogar no puede dar a todos y cada uno de sus miembros todo lo que desean, una sociedad no puede proporcionar a todos y cada uno de los in­dividuos el maximo nivel de vida al queaspiran.
La economía es el estudio del modo en que la sociedad gestiona sus recursos escasos.
En la mayoría de las socieda­des, los recursos no son asignados por un único planificador central sino por medio de las acciones conjuntas de millones de hogares y de empresas. Los economistas estudian, pues, el modo en que toman decisiones las personas: cuanto trabajan, qué compran, cuanto ahorran y cómo invierten sus ahorros. También estudian el modo en que se interrelacionan. Por ejemplo, examinan la forma en que la multitud de comprado­res y vendedores de un bien determinan conjuntamente el precio al que se vende éste y la cantidad que se vende. Por úl­timo, los economistas analizan las fuerzas y las tendencias que afectan a la economía en su conjunto, incluido el creci­miento de la renta media, la proporción de la población que no encuentra trabajo y la tasa a la que suben los precios.


Primer principio: los individuos se enfrentan a disyuntivas

La primera lección sobre la toma de decisiones la resume el dicho «el que algo quiere, algo le cuesta». Para conseguir lo que nos gusta, normalmente tenemos que renunciar a otra co­sa que también nos gusta. Tomar decisiones es elegir entre dos objetivos.
Cuando los individuos se agrupan en sociedades, se en­frentan a tipos diferentes tipos de disyuntivas. La clasica es la disyuntiva entre «los cañones y la mantequilla». Cuanto mas gastemos en defensa nacional para proteger nuestras costas de los agresoresextranjeros (cañones),'menos podre­mos gastar en bienes de consumo para mejorar eI nivel de vi­da en nuestro país (mantequilla).
En la sociedad moderna, también es importante la disyuntiva entre un medio ambiente limpio y un elevado nivel de renta. La legislación que obliga a las empresas a reducir la contaminación eleva el coste de producir bienes y servicios. Al ser mas altos los costes, éstas acaban obteniendo menos beneficios, pagando unos salarios mas bajos, cobrando unos precios mas altos o las tres cosas a la vez. Por lo tanto aunque la legislación sobre la contamina­ción tiene la ventaja de conseguir un medio ambiente mas limpio y mejorar la salud, tiene el coste de reducir las rentas de los propietarios de las empresas, de sus trabajadores y de sus clientes.
La sociedad también se enfrenta a una disyuntiva entre la eficiencia y la equidad. La eficiencia significa que la socie­dad esta sacando el mayor provecho de sus recursos escasos.
La equidad significa que esta distribuyendo equitativamente los beneficios de esos recursos entre sus miembros.
En otras palabras, la eficiencia se refiere al tamaño de la tarta econó­mica, y la equidad a cómo se reparte ésta.
Consideremos, por ejemplo, las medidas destinadas a conseguir una distribución mas igualitaria del bienestar eco­nómico. Algunas de ellas, como el sistema de asistencia so­cial o el seguro de desempleo, tratan de ayudar a los miem­bros de la sociedad mas necesitados. Otras, como el impuesto sobre larenta de las personas, piden a los que tie­nen éxito económico que contribuyan mas que otros a finan­ciar el Estado. Aunque estas medidas tienen un beneficio, a saber, aumentan la equidad, también tienen un coste, que es una reducción de la eficiencia. Cuando el Estado redistribuye la renta de los ricos en favor de los pobres, reduce la retribu­ción que se obtiene cuando se trabaja arduamente, por lo que los individuos trabajan menos y producen menos bienes y servicios. En otras palabras, cuando el Estado trata de partir la tarta en trozos mas iguales, ésta disminuye.
Eficiencia: propiedad según la cual la sociedad aprovecha de la mejor manera posible sus recursos escasos
Equidad: propiedad según la cual la prosperidad económica se dis­tribuye equitativamente entre los miembros de la so­ciedad
El reconocimiento de que los individuos se enfrentan a disyuntivas no nos indica por sí solo qué decisiones tomaran o deberían tomar. La sociedad no debe dejar de proteger el medio ambiente simplemente porque la legislación que lo re­gula reduce nuestro nivel de vida material. Los pobres no de­ben dejarse de lado simplemente porque si se les ayuda, se distorsionan los incentivos para trabajar. No obstante, es im­portante reconocer las disyuntivas que hay en la vida porque, probablemente los individuos sólo tomaran buenas decisio­nes si comprenden cuales son las opciones que tienen.

Segundo principio: el coste de una cosa es aquello a lo que se renuncia paraconseguirla

Como los individuos se enfrentan a disyuntivas, para tomar decisiones deben comparar los costes y los beneficios de las diferentes posibilidades. Sin embargo, en muchos casos el coste de una acción no es tan evidente como parece a primera vista.
Consideremos, por ejemplo, la decisión de estudiar en la universidad. El beneficio es el enriquecimiento intelectual y la mejora de las oportunidades de trabajo durante toda la vi­da, pero ¿cual es el coste? el coste mas alto de es­tudiar en la universidad: el tiempo. Cuando una persona pasa un año asistiendo a clase, leyendo libros de texto y escribien­do artículos, no puede dedicar ese tiempo a trabajar. Para la mayoría de los estudiantes, los salarios a los que renuncian por estudiar en la universidad constituyen el mayor coste de su educación.
El coste de oportunidad de una cosa es aquello a lo que renunciamos para conseguirla. Cuando tomamos una deci­sión, como estudiar en la universidad, debemos ser conscientes de los costes de oportunidad que acompañan a cada una de las opciones posibles. En realidad, normalmente lo somos. Los deportistas en edad universitaria que pueden ganar millones si abandonan los estudios y juegan deportes profesio­nales son muy conscientes de que para ellos el coste de opor­tunidad de los estudios universitarios es muy alto. No es sorprendente que a menudo lleguen a la conclusión de que el beneficio no merece el coste.


Tercer principio: las personas racionales piensan entérminos marginales

Los economistas utilizan el término cambios marginales para describir los pequeños ajustes adicionales de un plan que ya existía. Tenga presente el lector que «margen» significa «borde», por lo que los cambios margínales son los ajustes que realizamos en los bordes de lo que hacemos.
En muchas situaciones, los, individuos toman las mejores decisiones posibles pensando en términos marginales.
Consideremos el caso de unas líneas aéreas que tienen que decidir cuanto deben cobrar a los pasajeros que vuelan sin reserva. Supongamos que fletar un avión de 200 plazas que vuele por todo el país le cuesta a la compañía $100.000. En este caso, el coste medio de cada plaza es de $100.000/200, es decir, %500. Podríamos sentir­nos tentados a extraer la conclusión de que las líneas aéreas nunca deben vender un billete por menos de 500$. Sin em­bargo, en realidad, las líneas aéreas pueden obtener mas be­neficios pensando en términos marginales. Imaginemos que un avión esta a punto de despegar con diez asientos vacíos y que un pasajero que vuela sin reserva esta esperando en la puerta de embarque dispuesto a pagar 300$ por un asiento. ¿Deben vendérselo las líneas aéreas? Por supuesto que deben. Sí el avión tiene asientos vacíos, el coste de llevar un pa­sajero mas es minúsculo. Aunque el coste medio de llevar un pasajero sea de 500$, el coste marginal no es mas que el coste de la bolsa de cacahuetes y de la lata de bebida refrescante que consuma el pasajeroadicional. En la medida en que el pasajero que vuela sin reserva pague una cantidad superior al coste marginal, es rentable venderle un billete.
Como muestran estos ejemplos, los individuos y las em­presas pueden tomar mejores decisiones pensando en térmi­nos marginales. Una persona toma una decisión racional si y sólo si el beneficio marginal es superior al coste marginal.

Cuarto principio: los individuos responden a los incentivos

Como los individuos toman las decisiones comparando los costes y los beneficios, su conducta puede cambiar cuando cambian los costes o los beneficios. Es decir, los individuos responden a los incentivos. Por ejemplo, cuando sube el pre­cio de una manzana, deciden comer mas peras y menos man­zanas, ya que el coste de comprar una manzana es mayor. Al mismo tiempo, los manzanales deciden contratar mas traba­jadores y cosechar mas manzanas, ya que el beneficio de vender una manzana también es mas alto. Como veremos, la influencia del precio en la conducta de los compradores y de los vendedores de un mercado en este caso, el mercado de manzanas es fundamental para comprender cómo funciona la economía.
Los poderes públicos nunca deben olvidar los incentivos, pues muchas medidas alteran los costes o los beneficios a los que se enfrentan los individuos y, por lo tanto, su conducta. Por ejemplo, un impuesto sobre la gasolina anima a la gente a utilizar automóviles mas pequeños, que consumen menos gasolina. También la anima a utilizar eltransporte público en lugar del automóvil y a vivir mas cerca del centro de trabajo. Si el impuesto es suficientemente alto, comenzara a utilizar automóviles eléctricos.
Cuando los poderes públicos no tienen en cuenta cómo influyen sus medidas en los incentivos, pueden acabar obte­niendo unos resultados que no pretendían. Consideremos, por ejemplo, la legislación sobre la seguridad de los automó­viles. Actualmente, todos los automóviles llevan cinturones de seguridad, pero eso no era así hace 40 años. A finales de los años 60, el libro de Ralph Nader, Unsafe. at Any Speed, llevó a la, opinión pública a mostrar una gran preocupación por la seguridad de los automóviles. El Congreso de Estados Unidos respondió con unas leyes que obligaban a las compa­ñías a incluir como un elemento de serie en todos los auto­móviles, nuevos varios mecanismos de seguridad, como los cinturones de seguridad. ¿Cómo afecta a la seguridad de los automóviles una ley sobre los cinturones de seguridad? El efecto directo es evi­dente. Al llevar cinturones de 'seguridad todos los automóvi­les, aumenta el número de personas que llevan cinturón de seguridad, por lo que aumenta la probabilidad de sobrevivir a un grave accidente de automóvil. En este sentido, los cinturo­nes de seguridad salvan vidas.
Pero ahí no acaba todo. Para comprender perfectamente los efectos de esta ley, debemos reconocer que los individuos cambian de conducta en respuesta a los incentivos. La con­ducta pertinente eneste caso es la velocidad y el cuidado con que conducen los automovilistas. Conducir despacio y con cuidado es costoso, porque requiere tiempo y energía del conductor. Cuando las personas racionales deciden la pru­dencia con que van a conducir, comparan el beneficio margi­nal de conducir con mas prudencia con su coste marginal. Conducen mas despacio y con mas cuidado cuando el benefi­cio de aumentar la prudencia es alto. Eso explica por qué se conduce mas despacio y con mas cuidado cuando las carrete­ras estan heladas que cuando estan secas.
Veamos ahora cómo altera una ley sobre los cinturones de seguridad el calculo coste-beneficio de un conductor racio­nal. Los cinturones de seguridad reducen los costes que tie­nen los accidentes para el conductor, ya que hacen que dis­minuya la probabilidad de sufrir una lesión o de morir. Por lo tanto, una ley sobre los cinturones de seguridad reduce los beneficios de conducir despacio y con cuidado. Los indivi­duos responden a los cinturones de segundad como respon­derían a una mejora del estado de las carreteras conduciendo mas deprisa y con menos cuidado. El resultado final de una ley sobre los cinturones de seguridad es, pues, un aumento del número de accidentes.
¿Cómo afecta la ley al número de muertes causadas por los accidentes de trafico? Los automovilistas que llevan pues­to el cinturón de seguridad tienen mas probabilidades de so­brevivir a un accidente, pero también de verse, involucrados en uno. El efectoneto es ambiguo. Por otra parte, el hecho de que se conduzca con menos prudencia tiene una consecuen­cia negativa para los peatones (y para los automovilistas que no llevan puesto el cinturón). La ley los pone en peligro por­que es mas probable que se vean inmersos en un accidente, pero no estan protegidos por un cinturón de seguridad. Por lo tanto, la ley sobre los cinturones de seguridad tiende a au­mentar el número de peatones muertos en accidente.
Este analisis de los incentivos y los cinturones de seguri­dad tal vez parezca a primera vista una especulación ociosa. Sin embargo, en un estudio publicado en 1975 el economista Sam Peltzman demostró que las leyes sobre la seguridad de los automóviles han producido, de hecho, muchos de estos efectos. Según los datos de Peltzman, estas leyes pro­ducen menos muertes por accidente, pero también mas acci­dentes. El resultado neto es una pequeña variación del número de muertes de automovilistas y un aumento del número de muertes de peatones.
El analisis de Peltzman sobre la seguridad de los automó­viles es un ejemplo del principio general de que los indivi­duos responden a los incentivos. Muchos de los incentivos que estudian los economistas son mas sencillos que los de la legislación sobre la seguridad de los automóviles. A nadie le sorprende que la gente utilice automóviles mas pequeños en Europa, donde los impuestos sobre la gasolina son altos, que en Estados Unidos, donde son bajos. Sin embargo, como muestra elejemplo de los cinturones de seguridad, las deci­siones de los poderes públicos pueden tener unas consecuen­cias que no son evidentes de antemano. Cuando se analiza una medida cualquiera, hay que considerar no sólo los efec­tos directos, sino también los Indirectos que actúan a través de los incentivos. SÍ la medida altera los incentivos, llevara a los individuos a cambiar de conducta.


Quinto principio: el comercio puede mejorar el bienestar de todo el mundo

Probablemente habra oído el lector en las noticias que los ja­poneses son competidores de Estados Unidos en la economía mundial. Eso es cierto en algunos aspectos, pues las empre­sas americanas y las japonesas producen muchos de los mis­mos bienes. Ford y Toyota compiten por los mismos clientes en el mercado de automóviles.
Sin embargo, es facil equivocarse cuando se analiza la competencia entre los países. El comercio entre Estados Uni­dos y Japón no es como una competición deportiva, en la que un equipo gana y otro pierde. En realidad, ocurre lo contra­rio: el comercio entre dos países puede mejorar el bienestar de los dos.
Para ver por qué, observemos cómo afecta el comercio a nuestra familia. Cuando un miembro de nuestra familia bus­ca trabajo, compite con los miembros de otras que estan bus­cando trabajo. Las familias también compiten entre sí cuando van
de compras, ya que cada una quiere comprar los mejores bienes al mejor precio posible. Por lo tanto, cada una compité en cierto sentido contodas a pesar de esta competencia una familia no mejoraría su bienestar aislandose del resto. Si se aislara, necesitaría cultivar sus propios alimentos, hacerse su propia ropa y construirse su propia casa. Es evidente que gana mucho si aprovecha la posibilidad de comerciar con otras. El comercio permite a cada persona especializarse en las actividades que mejor realiza, ya sea cultivar el campo, coser o construir viviendas. Comerciando con otras personas, puede comprar variedad mayor de bienes y de servicios con un coste
Los países, así como las familias, se benefician de la posibilidad.de comerciar entre sí. El comercio permite a los países especializarse en lo que hacen mejor y disfrutar de una variedad de bienes y de servicios. Los japoneses, así comoo los franceses y los egipcios y los brasileños, son tanto nuestros socios en la economía mundial como nuestros competidores

Sexto principio: los mercados normalmente constituyen un buen mecanismo para organizar Inactividad económica

La caída del comunismo en la Unión Soviética y en el este de Europa posiblemente sea el cambio mas importante que ha ocurrido en el mundo en los últimos cincuenta años. Los países comunistas se basaban en la premisa de que los planificadores centrales del gobierno eran los que estaban en mejores condiciones para dirigir la actividad económica. Estos planificadores decidían los bienes y servicios que se producían, la cantidad que se producía y quiénes las producían y loscon­sumían. La planificación central se basaba en la teoría de que el gobierno era el único que podía organizar la actividad eco­nómica de una forma que promoviera el bienestar económico del país en su conjunto.
Actualmente la mayoría de los países que tenían econo­mías basadas en un sistema de planificación central han abandonado este sistema y estan tratando de desarrollar eco­nomías de mercado. En una economía de mercado, las deci­siones del planificador central son sustituidas por las decisio­nes de millones de empresas y de hogares. Las empresas deciden a quién van a contratar y qué van a producir. Los hogares deciden en qué empresas van a trabajar y qué van a comprar con su renta. Estas empresas y hogares interactúan en el mercado, en el cual los precios y el interés personal orientan sus decisiones.
Economía de mercado: economía que asigna los recursos por medio de las decisiones descentralizadas de muchas empresas y hogares cuando interactúan en los mercados de bienes y servicios.
El éxito de las economías de mercado es enigmatico a pri­mera vista. Al fin y al cabo, en una economía de mercado, nadie busca el bienestar económico de la sociedad en su con­junto. En los libres mercados hay muchos compradores y vendedores de numerosos bienes y servicios, y todos estan in­teresados principalmente en su propio bienestar. Sin embargo, a pesar de que la toma de decisiones esta descentralizada y de que los que toman las decisiones buscan su propio provecho, laseconomías de mercado han demostrado tener un éxito notable en la organización de la actividad económica de una forma que promueva el bienestar económico general.

PSI
Adam Smith y la mano invisible
¿Por qué funcionan tan bien las economías de mercado descentralizadas? ¿Es porque se puede confiar en que la gente, se tratara con afecto y amabilidad? En absoluto. He aquí cómo describe Adam Smith la forma en que interactúan los individuos en una economía de mercado:
El hombre casi siempre tiene la ocasión de recibir la ayuda de sus semejantes, y es inútil que la espere de su bene­volencia solamente. Es mas probable que lo consiga si puede iinclinar en su favor el egoísmo de ellos demostrandoles que les interesa hacer lo que él les pide. No es la benevolencia del carnicero, del cervecero o del panadero la que nos procu­ra el alimento, sino la consideración de su propio interés.
Todo individuo ni pretende promover el interés públi­co ni sabe cuanto lo esta promoviendo .Lo único que busca es su propio provecho, y en éste, como en otros muchos casos, una mano invisible lo lleva a promover un fin que no entraba en sus intenciones. Tampoco es siempre malo para la sociedad que no entrara en sus intenciones. Al buscar su propio interés, promueve el de la sociedad mas eficazmente que si realmente no pretendiera promoverlo.
Smith afirma que los participantes en la economía son movi­dos por el interés personal y que la 'mano invisible' del mer­cado lleva a este interés personala promover el bienestar eco­nómico general.
Los precios reflejan tanto el valor que tiene un bien para la sociedad co­mo el coste social de producirlo. Como los hogares y las em­presas observan los precios cuando deciden lo que van a comprar y a vender, tienen en consideración sin darse cuenta los beneficios y los costes sociales de sus actos. Como consecuencia, los precios llevan a cada uno a obtener unos resulta­dos que en muchos casos maximizan el bienestar de la socie­dad en su conjunto.
La habilidad de la mano invisible para guiar la actividad económica tiene un importante corolario: cuando un gobierno impide que los precios se ajusten a las condiciones naturales de la oferta y la demanda, impide que la mano invisible coor­dine a los millones de hogares y empresas que constituyen la economía.
Los impuestos afec­tan negativamente a la asignación de los recursos: los impuestos distorsionan los precios y, por lo tanto, las decisiones de los hogares y de las empresas. También explica el daño aún mayor que causan las medidas que controlan directamen­te los precios, como el control de los alquileres. Y explica el fracaso del comunismo. En los países comunistas, los precios no se determinaban en el mercado, sino que eran dictados por los planificadores centrales. Estos carecían de la información que se refleja en los precios cuando éstos responden libre­mente a las fuerzas del mercado. Los planificadores centrales fracasaban porque trataban de dirigir laeconomía con una mano atada a la espalda: la mano invisible del mercado.

Séptimo principio: el Estado puede mejorar a veces los resultados del mercado

Aunque los mercados suelen ser un buen mecanismo para or­ganizar la actividad económica, esta regla tiene algunas ex­cepciones importantes. Hay dos grandes razones por las que el Estado interviene en la economía: para fomentar la eficiencia y la equidad. Es decir, la mayoría de las medidas aspiran a aumentar la tarta económica o a cambiar la forma en que se reparte.
La mano invisible lleva normalmente a los mercados a asignar los recursos eficientemente. No obstante, a veces no funciona por varias razones. Los economistas utilizan el térmi­no fallo del mercado para referirse a las situaciones en las que el mercado no asigna por sí solo los recursos eficientemente.
fallo del mercado.
Una de las causas posibles de un fallo del mercado es una externalidad. Una externalidad es la influencia de las accio­nes de una persona en el bienestar de otra. La contaminación es el ejemplo clasico de coste externo. Si una fabrica de productos químicos no asume todo el coste del humo que emite, probablemente emitira demasiado. En este caso, el gobierno puede mejorar el bienestar económico legislando sobre el medio ambiente. La creación de saber es el ejemplo clasico de beneficio externo. Cuando un científico realiza un impor­tante descubrimiento, produce un valioso recurso que puede ser utilizado por otras personas. En estecaso, el gobierno puede mejorar el bienestar económico subvencionando la in­vestigación basica, como hace en realidad.
Otra de las causas posibles de un fallo del mercado es el poder de mercado. El poder de mercado se refiere a la capa­cidad de una persona (o de un pequeño grupo de personas) para influir indebidamente en los precios de mercado. Su­pongamos, por ejemplo, que todos los habitantes de un pue­blo necesitan agua, pero sólo hay un pozo. Su propietario tie­ne poder de mercado en este caso, un monopolio, sobre la venta de agua. No esta sujeto a la rigurosa competencia con la que la mano invisible frena normalmente el interés perso­nal. El lector vera que en este caso la regulación del precio que cobra el monopolista puede mejorar la eficiencia econó­mica.
La mano invisible es aún menos capaz de garantizar la distribución equitativa de la prosperidad económica. Una economía de mercado retribuye a los individuos de acuerdo con su capacidad para producir cosas que otros estan dis­puestos a pagar. El mejor jugador de baloncesto del mundo gana mas que el mejor jugador de ajedrez del mundo simple­mente porque la gente esta dispuesta a pagar mas por ver un partido de baloncesto que por ver una partida de ajedrez. La mano invisible no garantiza que todo el mundo tendra sufi­ciente comida, una ropa digna y una asistencia sanitaria ade­cuada. Uno de los objetivos de muchas de las medidas que toman los poderes públicos, como el impuesto sobre la renta y el sistemade asistencia social, es conseguir una distribu­ción mas equitativa del bienestar económico.
Decir que el Estado puede mejorar los resultados del mer­cado algunas veces no significa que siempre los mejore. Las medidas no son tomadas por angeles, sino por medio de un proceso político que dista de ser perfecto. Algunas veces las medidas adoptadas tienen únicamente por objeto recompen­sar a los que tienen poder político. Otras son tomadas por di­rigentes bien intencionados que no estan totalmente informa­dos. Uno de los objetivos del estudio de la economía es ayudar a! lector a juzgar cuando es justificable la política de un gobierno para fomentar la eficiencia o la equidad y cuan­do no.

Octavo principio: el nivel de vida de un país depende de su capacidad para producir bienes y servicios

Las diferencias entre los niveles de vida de los distintos países son asombrosas. En 1997, el americano medio tenía una renta de 29 000$ aproximadamente. Ese mismo año, el mexi­cano medio ganaba 8.000$ y el nigeriano medio ganaba Como cabría esperar, estas grandes diferencias entre les medios de renta se reflejan en los indicadores de la calidad de vida. Los ciudadanos de los países de renta alta tienen mas televisores, mas automóviles, una nutrición mejor asistencia sanitaria mejor y una esperanza de vida lejos de ciudadanos de los países de renta baja. Los cambios que experimentan los niveles de vida con el tiempo también son grandes. En Estados Unidos, las rentas hancrecido históricamente alrededor de un 2 por ciento al año (una vez descontados los cambios del coste de la vida) A esta tasa, la renta media se duplica cada 35 años. En los últimos cien años, la renta media se ha multiplicado apro­ximadamente por ocho.
¿A qué se deben estas grandes diferencias entre los nive­les de vida de los distintos países y de distintas épocas? La respuesta es sorprendentemente sencilla. Casi todas las dife­rencias entre los niveles de vida son atribuibles a las diferen­cias existentes entre los niveles de productividad de los paí­ses que es la cantidad de bienes y servicios producidos con cada hora de trabajo. En los países en los que los trabajadores pueden producir una gran cantidad de bienes y servicios por unidad de tiempo, la mayoría de las personas disfrutan de un elevado nivel de vida; en los países cuyos trabajadores son menos productivos, la mayoría de las personas llevan una existencia mas precaria. Asimismo, la tasa de crecimiento de la productividad de un país determina la tasa de crecimiento de su renta media.
Productividad: cantidad de bienes y servicios producidos con cada hora de trabajo
La relación fundamental entre la productividad y los nive­les de vida es sencilla, pero sus implicaciones son transcen­dentales Si la productividad es el principal determinante de los niveles de vida, otras explicaciones deben tener una importancia secundaria. Por ejemplo, podría ser tentador atri­buir a los sindicatos o a la legislaciónsobre el salario mínimo el aumento que ha experimentado el nivel de vida de los tra­bajadores americanos en los últimos cien años. Sin embargo, el verdadero héroe de los trabajadores americanos es su cre­ciente productividad. Por poner otro ejemplo, algunos obser­vadores han afirmado que el aumento de la competencia procedente de Japón y dé otros países explica el lento crecimiento que han experimentado las rentas en Estados Unidos 'durante los últimos 30 años. Sin embargo, el verdadero vi­llano es la competencia del extranjero, sino el crecimiento cada vez menor de la productividad en Estados Unidos.
La relación entre la productividad y los niveles de vida también tiene profundas implicaciones para la política eco­nómica. Cuando nos preguntamos cómo afectara una medida cualquiera a los niveles de vida, la pregunta clave es cómo afectara a nuestra capacidad de producir bienes y servicios. Para elevar los niveles de vida, los responsables de la política económica tienen que elevar la productividad asegurandose de que los trabajadores tienen un buen nivel de estudios, po­seen las herramientas necesarias para producir bienes y ser­vicios y tienen acceso a la mejor tecnología existente.
Por ejemplo, durante las décadas de 1980 y 1990 se deba­tió mucho en Estados Unidos el déficit presupuestario públi­co, es decir, el exceso de gasto público sobre los ingresos del Estado. Como veremos, la preocupación por el déficit presupuestario se debe en gran medida a surepercusión negativa en la productividad. Cuando el gobierno necesita financiar un déficit presupuestario, pide préstamos en los mercados fi­nancieros, de la misma manera que un estudiante puede pedir un préstamo para financiar los estudios universitarios o una empresa puede pedir préstamos para financiar una nueva fa­brica. Cuando el Estado se endeuda para financiar su déficit reduce, pues, la cantidad de fondos de que pueden disponer otros prestatarios. Por lo tanto, el déficit presupuestario redu­ce la inversión tanto en capital humano (la educación del es­tudiante) como en capital físico (la fabrica de la empresa). Como una reducción de la inversión hoy significa una pro­ductividad menor en el futuro, generalmente se considera que los déficits presupuestarios reducen el crecimiento de los niveles de vida.

Noveno principio: los precios suben cuando el gobierno imprime demasiado dinero

En Alemania, un periódico costaba 0,30 marcos en enero de 1921. Menos de dos años mas tarde, en noviembre de 1922, ese mismo periódico costaba 70.000.000 marcos. Todos los demas precios de la economía subieron en una cuantía simi­lar. Este episodio es uno de los ejemplos mas espectaculares de inflación, que es un aumento del nivel general de precios de la economía.
Aunque Estados Unidos nunca ha experimentado una in­flación ni siquiera cercana a la que sufrió Alemania en la dé­cada de los 20, ésta ha sido a veces un problema económico. Por ejemplo, durante la década de los 70el nivel general de precios se duplicó con creces y el presidente Gerald Ford de­claró que la inflación era el «enemigo público número uno». En cambio, en la década de los 90 la inflación fue del orden de un 3 por ciento al año; a esta tasa, los precios tardarían mas de 20 años en duplicarse. Como una elevada inflación imprime algunos costes a la sociedad, mantenerla en un bajo nivel es un objetivo de los responsables de la política econó­mica de todo el mundo. ¿A qué se debe la inflación? En casi todos los casos en los que es alta o persistente, él culpable resulta ser siempre el mismo: el crecimiento de la cantidad de dinero. Cuando un gobierno crea grandes cantidades de dinero, su valor dismi­nuye. En Alemania, a principios de los años 20 en que los precios se triplicaban, en promedio, todos los meses, la canti­dad de dinero también se triplicaba todos los meses. La his­toria económica de Estados Unidos, aunque es menos espec­tacular, también apunta a una conclusión similar: la elevada inflación de los años 70 fue unida a un rapido crecimiento de la cantidad de dinero, y la baja inflación de los años 90 ha ido unida a un lento crecimiento de la cantidad de dinero.

Décimo principio: la sociedad se enfrenta a una disyuntiva a corto plazo entre la inflación y el desempleo.

Si es tan facil explicar la inflación, ¿por qué a veces tienen dificultades los responsables de la política económica para li­brar a la economía de ella? Una de las razones se halla enque a menudo se piensa que la reducción de la inflación provoca un aumento temporal del desempleo. La curva que muestra esta disyuntiva o intercambio entre la inflación y el desem­pleo se denomina curva de Phillips, en honor al economista que examinó por primera vez esta relación.
La curva de Phillips sigue siendo un tema controvertido para los economistas, pero actualmente la mayoría acepta la idea de que existe una disyuntiva a corto plazo entre la infla­ción y el desempleo. Eso significa simplemente que en un periodo de uno o dos años, muchas medidas económicas in­fluyen en la inflación y en el desempleo en sentido contrario. Las autoridades económicas se enfrentan a esta disyuntiva independientemente de que los niveles de inflación y de de­sempleo sean altos (como ocurrió en Estados Unidos a prin­cipios de los años 80), bajos (como a finales de los años 90) o se encuentren en una situación intermedia.
¿A qué se debe esta disyuntiva a corto plazo? Según una explicación habitual, a que algunos precios se ajustan lenta­mente. Supongamos, por ejemplo, que el gobierno reduce la cantidad de dinero que hay en la economía. A largo plazo, la única consecuencia de este cambio de política es un descenso del nivel general de precios. Sin embargo, no todos los precios se ajustan inmediatamente. Pueden pasar varios años an­tes de que todas las empresas publiquen nuevos catalogos, todos los sindicatos hagan concesiones salariales y todos los restaurantes impriman nuevosmenús. Es decir, se dice que los precios son rígidos a corto plazo.
Como son rígidos, algunos tipos de medidas producen efectos a corto plazo diferentes de sus efectos a largo plazo. Cuando el gobierno reduce, por ejemplo, la cantidad de dine­ro, reduce la cantidad que gastan los individuos. Una dismi­nución del gasto, junto con unos precios demasiado altos, re­duce la cantidad de bienes y servicios que venden las empresas. Una disminución de las ventas lleva, a su vez, a las empresas a despedir trabajadores. Por lo tanto, la reducción de la cantidad de dinero eleva el desempleo temporalmente hasta que los precios se ajustan totalmente en respuesta al cambio.
La disyuntiva entre la inflación y el desempleo sólo es temporal, pero puede durar varios años, por lo que la curva de Phillips es fundamental para comprender muchos aconte­cimientos que ocurren en la economía. En particular, los res­ponsables de la política económica pueden explotar esta dis­yuntiva utilizando diversos instrumentos. Alterando la cantidad que gasta el Estado, la cantidad que recauda en im­puestos y la cantidad de dinero que imprime, los responsa­bles de la política económica pueden influir a corto plazo en la combinación de inflación y desempleo que experimenta la economía. Como estos instrumentos de la política monetaria y fiscal pueden ser muy poderosos, el modo en que deben utilizarse para controlar la economía, en caso de que deban utilizarse, es objeto de continuos debates.


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