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La formación del yo privado



Una película tan bien lograda como “El club de la pelea”, con actuaciones destacadas de Brad Pitt y Edward Norton, sin duda no sólo brinda un momento de entretención sino también pone de manifiesto a la sociedad actual y como ésta se relaciona con el individuo provocando tensiones a nivel mental que luego se expresan en acciones y en general en su conducta.


A lo largo de la historia se presentan situaciones que demuestran que el protagonista no posee una identidad en sí mismo, si no que vuelca los vacíos personales en objetos, ademas de padecer de insomnio, lo que podría considerarse como la manifestación del inconsciente del caos interno, del conflicto que se presenta en su cotidianeidad. Cotidianeidad de la cual Jack (Edward Norton) desea fuertemente escapar, escapar de lo establecido, de todo lo normado, desnormalizarse podríamos incluso atrevernos a decir, despojarse de la totalidad de los constructos sociales que pudiesen definir a una persona como “ser social” como “ciudadano ideal”, por que en primera instancia si conocemos el personaje y lo observamos desde una posición externa, podríamos considerar que éste es un hombre común, de buen vestir que vive en un departamento bien amoblado y cumple su función de trabajador. Es lo que ocurre en muchas ocasiones con los “sujetos” de la sociedad (hincapié en el concepto de “sujeto a” ya que nopueden ser inherentes a ésta y consideramos que pertenecen a tal y a las condiciones que se le imponen) ya que ante una mirada superficial pueden ser funcionales, “normales” lo que no es sinónimo necesariamente de que la persona sea ni feliz, ni sano, etc.




Y este deseo tan intenso y latente de soltar todo lo que la sociedad pudiese establecerle al protagonista como norma, hace que incluso llegue a tal punto de ser el mismo quien incendie su propio hogar, lo cual lo lleve a vivir, no por coincidencia, a un ambiente completamente contrario, opuesto al que acostumbraba, a ese ideal copiado de un catalogo el cual cambia por una vivienda abandonada, que se inunda con la lluvia, que no cumple con la norma basica de higiene, metamorfoseando desde el concepto inicial de “ciudadano común” a ser un “okupa”. Claramente este proceso en donde el verdadero estado mental, caótico se expresa a través de la conducta de Jack resulta no sólo tan distinto de su estado previo, si no que es completamente opuesto a su concepción normal de sujeto. E incluso podríamos establecer que sin duda existe con respecto a este punto un acuerdo social implícito en que cualquier ser humano dentro de una sociedad occidental que observe esta forma caótica de vida la considere “anormal” y opuesto a “como se debe vivir”. Entonces resulta tan opuesto que el sujeto necesita hacerse de unaespecie de puente en el cual apoyar su conducta, de forma inconsciente claro esta…Y en este instante es cuando aparece el mítico, seductor y anarquico Tyler Durden, el cual es producto del caos mental, es la vía de escape de Jack. Ahora bien, Tyler no sólo representa caos, o al menos no lo representa sin fundamento. Es la expresión evidente e indudable de la oposición ante cualquier conducto de control, regulador que imponga y jerarquice a los sujetos en sociedad, con la nítida intención de incluso no cumplir con lo que Foucault denomina como “vida” en su comprensión del concepto como estatalización de lo biológico, lo que queda de manifiesto uno de los reguladores bases de la sociedad que es la familia. Por esto nace ademas el “Club de la pelea” .Un mundo subterraneo, oculto que escapa a las buenas costumbres a la norma social, donde se establecen pautas propias de convivencia. Esa necesidad de escapar de la normalización creando un subgrupo social que finalmente involucra no solo la actividad competitiva de forcejeo corporal, no podría ser tan simple, sino que envuelve otras concepciones que son la base de la sociedad como la familia, ya que el club se encuentra fuera de toda norma, también se desliga de la “convivencia” tradicional y convencional y viven en comunidad trabajando conjuntamente en el objetivo principal que ya no era la lucha entre pares si no lalucha frente a la sociedad capitalista de consumo.


Dentro de esta misma sociedad de consumo también ocurren otros fenómenos. Podríamos enfatizar en el conocimiento producido por la historia patriarcal y destacar a la autora Maritza Montero quien recalca que nuestra historia como mujeres no existe, estando sumergidas en la historia de la masculinidad. Esta visión que plantea dicha autora, opera desde la historia del sistema, mas de alguna vez hemos escuchado hablar del sesgo de la ciencia, que invisibiliza a las mujeres, siendo clasista y racista ademas, encubriendo su violencia con un lenguaje objetivo, neutro y desapasionado, que, sabemos, no es tal, es patriarcal. A esto debemos sumarle la ambigüedad discursiva –ontológica- que tendemos de manera natural los sujetos a conocer, y estigmatizar sin tapujos lo “femenino” de lo “masculino”, siendo relevante mencionar a Judith Butler quien cita “El cuerpo es un mero instrumento o medio con el cual se relaciona solo externamente un conjunto de significados culturales”.


Es apropiado mencionar a Jack quien en esta ocasión podría tender a personalizar lo femenino, y a su vez lo normalizado, ese sujeto tan sutil, creado a merced de lo moralmente correcto –paradójicamente: desconociendo realmente lo “correcto”-, y tenemos a Tyler quien es participe de demarcar ese masculino; del que tanto nos cuestadesprendernos y tendemos a categorizar de una u otra forma, tal vez con el fin de generar un orden impuesto y arbitrario por la historia en la cual estamos sumergidos.
Con esta omnipotencia de definir al “otro” –como masculino/femenino-, podríamos tender a creer que la diversidad es posible dentro de nuestra cultura, no basada en el dominio, sino donde la pluralidad se dé por ideas, explicitadas desde nuestras particularidades –sin importancia del género- siendo femenino o masculino, siendo Jack o Tyler; y de esta forma despojarnos de los propósitos del patriarcado.


Al barajar nuestros discursos, en el lenguaje engañoso de las ciencias sociales, con otra cómoda categoría conceptual con la que se hace la diferencia de la política y lo político, siendo que las restricciones de acciones, procesos, instituciones vinculados con el acceso y ejercicio del poder estatal, siguen dominados por este “patriarcalismo”, dónde vemos algo tan simple como las diferencias intergrupales, la competencia por posicionamiento económico, social, político etc, nos obligan a entrar en una jerarquización establecida.
Es por esto que el trabajo debe consistir en la redefinición del concepto de lo masculino y lo femenino, y lo que engloba el ser seres sociales; en una sociedad donde se homologa lo femenino con lo débil, y se desacredita a la mujer, no por el hecho de ser mujer, sino que porel hecho de ser otro, sin la inclusión del genero, ya que es aquí es donde surgen las principales diferencias, y al hablar de otras, sería algo como feminizar al hombre patriarcal, es por esto que podemos hablar deliberadamente de un Jack, quien es y al mismo tiempo no es un sujeto femenino, sino que es femenino y a su vez masculino (Tyler).
La historia es un tributo a la demarcación de lo masculino y lo femenino planteado en la personificación del (o los) protagonista (s), quien por una parte nos muestra un sujeto agotado del consumismo, débil, quien conlleva una vida muy normalizada, por la rutina, quien sumisamente se aferra a los patrones de exigencia establecidos por la sociedad, y en contraparte vendría este sujeto quien posee una actitud de liderazgo, formativo respecto a su caracter, agresivo, de ideas firmes, apasionado, deliberado, irresponsable, que rompe a la regla normativa de la sociedad.


La otredad de la que todos hacemos omisión, pero que yace paralelo en lo automaticidad de sobrellevar la vida. Ese “otro” externo, puente necesario para mostrar(nos) realmente frente al espejismo de la esencia, creando de esta forma alguien que requiere, desesperadamente, enfrentarse con esa otredad –personificada en Tyler-, en un intento de liberación que vivencia Jack.


El proceso en que Jack es dominado por su mente y por la existencia de un Tyler-quien rompe sus propios esquemas-, apoderandose de una lucha contra sí, y la tentativa de conectarse con el otro real; a modo de romper con esta subjetividad capitalista, sujeta en un personaje aislado, quien cansado, tiene las ansias de liberarse, sin importancia de los riesgos en que esto incurra; finalmente es un proceso para comprender que realmente el responsable, dueño y creador de los miedos, es uno.
El sujeto normalizado, es expuesto en la dualidad, que se autentifica en la necedad de transgredir la ley, es por eso que el club de la pelea, le permite a Jack una escapatoria del poder que estaba ejerciendo el capitalismo sobre él, permitiendo segmentar a un grupo de individuos, quienes absorbidos por la inconformidad de lo establecido crean códigos, y de forma utópica logran aislarse del sistema, creando un movimiento revolucionario, que los satisface y les permite acortar distancias en esta separación con esa otredad, donde son ellos, sin caretas, eliminando por completo su calidad de marionetas, y entes maquinizados por el sistema, siendo ellos quienes logran un apoderamiento de sus ideas, de explosar su creatividad, en ser, es ser en el aliento de lo que les da la gana.
Jack-Tyler es la imagen monstruosa de como acciona la humanidad en sociedad, sumida en el silencio, el miedo, y en esa pasividad de envolvernos en la ceguera de la rutina.


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