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500 años del arrasamiento de américa india y la reconstrucción de la verdadera historia




El Año Uno es, nada mas ni nada menos, el año posterior al del V Centenario. Tal vez el año que comencemos a reconstruir nuestro destino de América Latina, esa gran Patria Grande pluricultural y multiétnica avida de soluciones a sus problemas sociales y económicos. Ansiosa de libertades y participación. Con la necesidad imperiosa de transformase en un verdadero nuevo mundo, en el que la solidaridad, la soberanía, y la participación de los pueblos sean reales. Kintto Lucas (1992)

¿Qué puede haber mas duro para un pueblo que un dolor sentido y resentido a lo largo de 500 años? El vil despojo, el saqueo, la humillación que nos ha infringido el invasor por siglos. Una y otra vez la historia se repite…”La historia se repite porque se olvida la historia”, ya lo dijo un pensador…y cuando nos daremos la oportunidad de contarnos la verdadera historia del continente mas joven del planeta, para no caer en el olvido de estos siglos de ignominia?


Para contarnos las verdades requerimos desenterrar ese pasado que nos ha hecho nuestros propios verdugos, debido al constante olvido de la tortura y la violación de las que hemos sido víctimas Pero debemos valernos de estrategias efectivas para no dejar que nos mientan los medios de comunicación superficiales, que pasantangencialmente por nuestra historia diaria, a veces sin analisis de los acontecimientos y de los fenómenos que generan la movilidad del pensamiento latinoamericano; de los textos escolares que imparten la mentira y callan cada verdad para la conveniencia de los gobernantes; de los sistemas políticos a quienes les interesa tener súbditos ignorantes de la realidad y desconectados del verdadero contexto histórico.
La primera estrategia para restituirle la memoria al ser latinoamericano y con ello que él vuelva sobre su identidad, es recurrir a desenterrar la historia y contarla con la veracidad que se merecen los pueblos libres. Contadores de la historia somos todos. Los abuelos que han vivido los horrores de las guerras fratricidas, del destierro y del desplazamiento. Los padres que frecuentan las calles para hacer marchas pacíficas y resultan señalados como dueños de un terrorismo inventado por alzar la voz, por pedir mejoras a su situación laboral o un puesto para dejar la economía informal y tener un promedio en calidad de vida. Las madres que cuidan a sus hijos para ser despojadas de ellos, arrancados de sus brazos para la guerra. Los obreros que levantan en sus hombros las obras de la comunidad para construir ciudades e infraestructuras en los campos y carreteras de América. Los escritores que cargan en sus manos y en sus voces el testimonio delpueblo, los artistas que embellecen el chato trasegar de la rutina…Continente con una misma tristeza y desengaño, ahora esta masa es la que empieza a entrar definitivamente en su propia historia, la empieza a escribir con su sangre, la empieza a sufrir y a morir, porque ahora los campos y las montañas de América, por las faldas de sus sierras, por sus llanuras y sus selvas, entre la soledad o el trafico de las ciudades, en las costas de los grandes océanos y ríos, se empieza a estremecer este mundo lleno de corazones con los puños calientes de deseos de morir por lo suyo, de conquistar sus derechos casi quinientos años burlados por unos y por otros. Ahora sí la historia tendra que contar con los pobres de América, con los explotados y vilipendiados, que han decidido empezar a escribir ellos mismos, para siempre, su historia… (Guevara, E. 1964. Discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas)

Un continente de contadores y estudiosos de la verdadera historia. Con el rigor de historiadores, repensarnos e ir construyendo el presente con actos dignos. Llenar de dignidad las calles, las oficinas, las bibliotecas, los escenarios públicos y privados. Una red de vasos comunicantes por América con el testimonio de todos, compartir la información y regarla por todo el continente. Compartir el ser latinoamericano y recuperar la autoestima de la sociedadlatinoamericana a través de los actos valerosos que afirman la personalidad.
Aprender a decir no a los verdugos invasores que continúan llegando a explotar nuestra riqueza y biodiversidad. Valor es renunciar a todo el consumo superfluo y desmedido que nos imponen desde afuera y nos refuerzan las propagandas de las multinacionales. Es saber con qué productos estamos dañando la capa de ozono o como debemos tratar los deshechos para no castigar nuestra suelo fértil. Es oponernos al cultivo de palma africana para producir alcoholes que sirvan de combustibles, procesos que a la larga seran perjudiciales para la madre tierra porque le roban todos sus nutrientes, es resistirnos a las rociadas del glifosato, prohibido en los Estados Unidos y Europa y que se autoriza sobre nuestros suelos y nuestros cielos para dejar deformaciones en la tierra y en los seres vivos. Estudiosos sí, juiciosos, con el entusiasmo adolescente de estudiantes de colegio.

Uno ha creído a veces, en medio de este camino sin orillas, que nada habría después; que no se podría encontrar nada al otro lado, al final de esta llanura rajada de grietas y de arroyos secos. Pero sí, hay algo. Hay un pueblo. Se oye que ladran los perros y se siente en el aire el olor del humo, y se saborea ese olor de la gente como si fuera una esperanza. Pero el pueblo esta todavía muy alla. Es el viento el quelo acerca… Así nos han dado esa tierra. Y en este comal acalorado quieren que sembremos semillas de algo, para ver si algo retoña y se levanta. Pero nada se levantara de aquí, Ni zopilotes. Uno los ve alla cada y cuando, muy arriba, volando a la carrera; tratando de salir, lo mas pronto posible de este blanco terregal endurecido, donde nada se mueve y por donde uno camina como reculando”. Juan Rulfo. (1975),

Sólo el olor de la gente se convierte en la esperanza de un pueblo no visibilizado, para volver a empezar la historia con un ser que recupere su libertad, sus derechos de ciudadano raso y su existencia real en el campo político y en el escenario social que le corresponde. Si le han arrebatado sus legítimos derechos a participar en el desarrollo de la economía y en el crecimiento de una nación y de un continente que tiene que empezar a ver la solución a su conflicto dentro de su propio organismo y no pensar en salvadores que vienen de otros continentes a explotar la situación para su propio beneficio.

¿Nos han dado la tierra? ¿Cual es la tierra que nos han restituido? Acaso no era la tierra de nuestros abuelos que la cultivaron y la cuidaron y dieron de comer a sus trabajadores y a sus peones, con justicia e igualdad? ¿Acaso no fuimos sacados sin haber nacido aún? ¿Acaso no nos mandaron al cemento frío de las grandes ciudades sin tenerherramientas para acomodarnos? ¿Cuando le devolveran la tierra a las manos trabajadoras que la consintieron con sus afectos y caricias? Las reformas agrarias a lo largo de todo el continente para devolver la tierra a sus verdaderos dueños, es otro paso revolucionario que nos puede devolver la identidad de campesinos y de trabajadores del agro que sólo sabían esa profesión del buen trato a la naturaleza. La búsqueda incansable de la justicia social, equidad e igual derecho.

Otros aspectos propios de la cultura de América nos unifican. El sentir latinoamericano desde la variedad de lenguas y dialectos vino a desembocar en la lengua que nos trajo el invasor. Y los descendientes de los negros esclavos y de los indígenas mezclados con españoles, los criollos, los señoritos españoles que se quedaron y formaron una corrientes de todas las sangres mezcladas, los apellidos que caprichosamente iban y venían por el continente y uno que otra europeización que no alcanzó a deshacer la lengua española en la que hoy escribimos, aunque nos reconocemos en el indígena orgulloso que jamas ha renunciado a hablar el quechua o cualquiera de las lenguas de la cultura Maya-Quiché o todas nuestras ciudades y caseríos marcados con la lengua indígena. Ya lo decía también nuestro gran Ernesto El Che Guevara (1967), orgullo de la lucha por la igualdad social en América:
“En estecontinente se habla practicamente una lengua, salvo el caso excepcional del Brasil, con cuyo pueblo los de habla hispana pueden entenderse, dada la similitud de ambos idiomas. Hay una identidad tan grande entre las clases de estos países que logran una identificación de tipo «internacional americano», mucho mas completa que en otros continentes. Lengua, costumbres, religión, amo común, los unen. El grado y las formas de explotación son similares en sus efectos para explotadores y explotados de una buena parte de los países de nuestra América. Y la rebelión esta madurando aceleradamente en ella. El cambio no se produce automaticamente en la conciencia, como no se produce tampoco en la economía. Las variaciones son lentas y no son rítmicas; hay períodos de aceleración, otros pausados e incluso, de retroceso. “El socialismo y el hombre en Cuba” (pagina 420)

Es lo que estamos buscando: al hombre internacional americano. Debajo de las piedras y donde quiera que esté en nuestros desiertos, en las llanuras, en los valles y en las grandes ciudades. Un sólo ideal corriendo por nuestras arterias, formas de explotación identificadas, para estar conscientes y combatirlas, crear la justicia social para los hijos de esos viejos desterrados que deambulan por la gran ciudad, con los ojos tristes y el ceño fruncido, para hacerlo hombre completo de nuevo, ser humanocon toda la fortaleza y el animo de lucha para recuperar su tierra. Si florece la rebelión, en las paginas de libros y en las calles, en la protesta pacífica, en la poesía limpia que denuncia y es un himno de unión alrededor del explotado para liberarlo.

El hombre del siglo XXI es el que debemos crear, aunque todavía es una aspiración subjetiva y no sistematizada. (Guevara, E., 1965)
Es un hombre nuevo que va creciendo en cada uno de nosotros. Es mirar hacia adentro y leernos en la obra y en el sueño que despierta y hacer como los escritores del boom que recorrían América con su libro para mostrarselo a sus colegas en cada país, al decir de José Donoso, también el esfuerzo de todos ellos que traían su palabra y la repartían para producir una revolución literaria que cuajó en la realidad de un sueño de un puñado de ensoñados escritores latinoamericanos. Y pudimos ver a Cortazar siendo el testigo y el miembro de un grupo de investigación contra las injusticias y las torturas en los países latinoamericanos y un comité vigilante para que no se siguieran violando los derechos de los ciudadanos sin apellidos ilustres y sin abolengos pero con el mismo derecho a ser protegido en su integridad contra los abusos de los dictadores que pulularon en América los años 50s y 60s. Y pudimos hablar con Sabato en Argentina, desenterrando a los muertos de la dictaduray fungiendo de juez en la comisión de la verdad. Vigías sin descanso y sin sueño físico, si es el caso, con tal de rescatar de las garras de los atropelladores de los derechos a nuestros hermanos de América.
Resumiendo, la culpabilidad de muchos de nuestros intelectuales y artistas reside en su pecado original; no son auténticamente revolucionarios. Podemos intentar injertar el olmo para que dé peras, pero simultaneamente hay que sembrar perales. Las nuevas generaciones vendran libres del pecado original. Las posibilidades de que surjan artistas excepcionales seran tanto mayores cuanto mas se haya ensanchado el campo de la cultura y la posibilidad de expresión. Nuestra tarea consiste en impedir que la generación actual, dislocada por sus conflictos, se pervierta y pervierta a las nuevas. No debemos crear asalariados dóciles al pensamiento oficial ni «becarios» que vivan al amparo del presupuesto, ejerciendo una libertad entre comillas. Ya vendran los revolucionarios que entonen el canto del hombre nuevo con la auténtica voz del pueblo. Es un proceso que requiere tiempo (Ernesto Guevara, 1965) 11 de diciembre de 1964
¿Habremos invertido todo el tiempo que requiere esta labor. Habremos formado en la conciencia y en el cerebro de nuestros hijos todo el ideal de ser Americanos, de seguir a los artistas, a los obreros y a los intelectuales en sutesonera lucha de auto liberación?
América adolescente sacara sus uñas y sus dientes y después de la violación y el arrasamiento enderezara su espalda para decir un himno nuevo. El himno que sus hijos escriben a mil manos, el himno de la rebelión definitiva. Un movimiento social con posturas políticas definidas: el servicio a los necesitados, la justa distribución de la tierra, calmar el hambre del trabajador dandole su trabajo “la única riqueza del pobre”, reconstruyendo la historia mal contada, contando la verdadera historia para hacer crecer y germinar al nuevo ser humano de América: un ser dueño de una conciencia súper-desarrollada para salvar al continente, precisamente en el año en que los Mayas predijeron las irradiaciones mas poderosas del sol para hacernos sujetos de conciencia o perecer: Conciencia Latino americana que quisieron mantener en el subdesarrollo los intereses oscuros del esclavismo moderno para lograr la dominación.
Referencias bibliograficas
GUEVARA, E. Discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas 11 de diciembre de 1964.

GUEVARA E. El socialismo y el hombre en Cuba. La Habana, Cuba.1967.

KINTTO, L. Rebeliones Indígenas y Negras en América Latina. Ediciones Abya Yala. Quito, Ecuador. 1992.

RULFO, J. (1975),”Nos han dado la tierra” en El llano en llamas. México, Fondo de Cultura Económica, pp.13-16.


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