EL SALTO ANGEL
El Salto Angel es sin duda el atractivo mas popular delParque
Nacional Canaima, llegar hasta él se consigue mediante excursiones que
salen desde Canaima y también se puede sobrevolar en avioneta que se
alquila allí en la ciudad de Canaima, sin embargo las condiciones
climaticas en el sector donde esta el Salto Angel son
muchas veces contrarias a nuestras intenciones de ver este portento y se
encuentra nublado o tapado por la abundante nubosidad, pero vale la pena
intentarlo. También se realizan vuelos desde Santa
Elena de Uairén.
La Conquista del Auyantepuy por Jimmy Angel
Tomado de: Líneas, Nº156, abril, 1970, pp.10 a 16
LÍNEAS considera un privilegio ofrecer a sus lectores un documento
grafico del aterrizaje del célebre piloto norteamericano Jimmy
Angel en la meseta del Auyantepuy, y un relato de su compañero de
expedición Gustavo Heny sobre la hazaña que conmovió al
mundo hace 33 años.
No podemos dejar de mencionar nuestro agradecimiento al señor Enrique
Lucca Escobar, de La Electricidad de Caracas, quien conservó durante
muchos años los negativos de las fotografías que hoy publicamos,
con la debida autorización de su autor, Gustavo Heny, y que ilustran el
relato.
Los hechos han sido narrados a Enrique Lucca por el
compañero de Jimmy Angel, y la versión periodística
ha estado a cargo de Próspero Navarro Sotillo.
Cuando celebramos jubilosos los 50 años de nuestras Fuerzas
Aéreas Nacionales, creemos que losdocumentos que ofrecemos en esta
edición vienen a integrarse a la gran Historia de los conquistadores de
los espacios infinitos.
Todas estas fotos datan de 1937. Las
'palmas llaneras' de Kamarata -por curiosidad, ver LÍNEAS,
marzo 70. No se ve la corona del Auyantepuy, como en la grafica izquierda, sólo los
chorros de agua y la niebla del
Salto Angel. .
UN TESTIGO
Se remonta al año 1920 el origen del aterrizaje de la
avioneta de Jimmy Angel en la altiplanicie del Auyantepuy, unos 17
años después. Exactamente ocurrió el 9
de octubre de 1937.
ANTECEDENTES
En 1920 mientras efectuaba un vuelo de demostración por Sur
América, Jimmy Angel se vio precisado a realizar un aterrizaje
forzoso sobre una alti-Planicie andina (3.500 metros de altura) debido a la
rotura del cuplón del magneto. El avezado piloto norteamericano
fabricó una pieza con la suela de uno de sus zapatos, y así pudo
despegar y proseguir su vuelo sin interrupción alguna. Había
llegado a Panama -Jimmy Angel- de su vuelo de
demostración, y encontrandose en el bar de un
hotel, donde a la sazón se comentaba el hecho del referido aterrizaje forzoso, cuando se
le acercó un señor norteamericano, con un planito en la mano. ¿Que deseaba? El proponía al aviador que lo
condujera a un lugar señalado al sur del río Orinoco, en Venezuela, donde era necesario un
aterrizaje y despegue similar -al ya citado arriba- pero a 2.600 metros de
altura. Jimmy no se interesó mucho, pues acababa deregresar de un largo
viaje, y tratando de deshacerse de aquel individuo, le dijo que sí,
pero, que él exigía por sus servicios, la suma de cinco mil
dólares en un cheque de gerencia de un banco de Panama, antes
de efectuar el vuelo, Con ello, Jimmy no le decía que no, aunque
exigía unos honorarios muy elevados. Y, en verdad, consideró dicha
cantidad como
difícil de satisfacer, por la persona que le hacía la
proposición. Cual no sería la sorpresa de Jimmy
Angel, cuando a las 10 de la mañana del siguiente día recibió la
visita del
extraño personaje, con el cheque por los $ 5.000 exigidos.
Hombre de palabra, Jimmy hizo los arreglos necesarios, y de acuerdo a lo
previamente establecido, se trasladó con su pasajero a Venezuela,
internandose en nuestro territorio hacia el sur, mas alla
del río Orinoco
Jimmy Angel
EL RELATO DE JIMMY
De acuerdo a lo relatado por Jimmy años después, él
ignoraba el sitio exacto, y fue guiado por el extraño aventurero, quien
le indicó un río a cuyo lado debía aterrizar. Jimmy
así lo hizo: aterrizó sobre una pequeña sabana y,
recordaba él, que el tiempo no era muy bueno y llovía bastante.
Ello le preocupaba en extremo toda vez que a una de las alas del avión,
le penetraba abundante agua, y se valió de una navaja para pinchar la
tela y achicarla. Una media tarde y la noche permanecieron allí, tiempo
empleado por el pasajero en realizar una exploración a un lugar cercano,
trayendo consigo unas 60 libras depepitas de oro, dentro de sacos que,
seguramente, tenía preparados de antemano a la espera de una oportunidad
propicia, como la presente.
¿DE DONDE PROCEDÍA ESE ORO?
Parece ser que ese norteamericano, en
compañía de otro, habían realizado una expedición
desde el Perú; hasta Ciudad Bolívar, donde concluyera su
aventura, pero antes de dar feliz término al viaje, el otro murió
a consecuencia de la mordedura de una culebra. Se presume
que habían dejado ese tesoro en lugar seguro con la finalidad de
recogerlo en la primera oportunidad. Y eso hizo el hombre llevado por Jimmy
hasta la ignorada región A la mañana siguiente, Angel
y su pasajero despegaron con rumbo a Panama, donde llegarían sin
ningún contratiempo, Para Jimmy no significó nada aquel
extraño viaje, quedando como uno mas, sin prestar mayor
atención al cargamento transportado, ¿Por qué? Una firma
norteamericana estaba produciendo un avión
mayor y él sólo soñaba en pilotear y demostrarlo
En el Campamento -también conocido por '1.100'- en Guayaraca,
base de operaciones de Jimmy Angel. En aquel entonces
vemos a Gustavo Heny, al lado de una tienda de campaña.
AÑOS MAS TARDE
Coincidencialmente, Jimmy y el otro norteamericano se encontraron en un tren, y al reconocerse rememoraron aquel viaje al sur del Orinoco
hacía ya 14 años. fue durante la
conversación que el aventurero preguntó a Jimmy si se
había hecho millonario, porque suponía que éste
había retornado allugar donde, según él, se encontraba el
oro a flor de tierra. Tal aseveración produjo en Jimmy Angel un cambio en sus actividades, decidiendo mezclar dos
emociones muy diferentes al deseo de retornar aVenezuela: el placer del vuelo y la aventura hacia lo material, en vista de un
posible 'El Dorado'.
. . Desde entonces -años 1934 - 1935- Jimmy y su esposa María,
invirtieron sus ahorros en la búsqueda de aquel sitio, y lo
favoreció una negociación de compra-venta de aviones, pues le
quedó el Flamingo, que utilizaría en futuros vuelos y al cual
bautizó con el nombre de 'Río Caroní'.
VUELOS DE EXPLORACIÓN Y DESCUBRIMIENTO DEL SALTO ANGEL
Angel realizó innumerables vuelos por su propia cuenta, En uno de
ellos y llevando de acompañante a un Sargento Técnico de apellido
García, en momentos en que sobrevolaban el cerro Auyantepuy, que era la
región que mas atraía a Jimmy, observaron por primera vez
la caída de agua que hoy Lleva su nombre: Salto Angel, y quedando
impresionados por su altura. Este descubrimiento de Jimmy fue comentado a su
regreso, y la magnitud del salto, fue corroborada por otras personas,
incluyendo al señor Shorty Martín, geólogo y
topógrafo que estaba haciendo exploraciones y levantamientos en esa
zona, y quien se había hecho gran amigo de Jimmy, a quien conoció
en el Campamento de Kamarata, en el mismo Estado Bolívar. Shorty y Jimmy
decidieron levantar un mapa del
Auyantepuy y, con tal fin, sobrevolaron el borde del cerrohaciendo las anotaciones de acuerdo
al rumbo, velocidad y altura. Por el altímetro del avión estimaron que el salto
tenía casi 1.000 metros de altura, lo cual lo convertía en el
mayor del
mundo. Esto fue ratificado años después por una
expedición, al ser medido con exactitud.
¿POR QUÉ SE LE BAUTIZÓ 'SALTO
ANGEL'?
El nombre que hoy lleva -Salto Angel- surgió durante
una reunión efectuada en Caracas,
y que culminaría con el aterrizaje de Jimmy en la cima del Auyantepuy. En esa reunión, ademas de Jimmy Y Shorty, se
encontraba Gustavo Heny -a quien hoy debemos el presente recuento- pues lo
habían interesado en el proyecto. Cuando hablaron de la
caída o salto, él -Heny- preguntó qué nombre
tenía, quedandose ambos -Jimmy y Shorty- sin saber qué
responder, Pues no existía un mapa de la región, y el que ellos
levantaron tampoco le habían puesto nombre. Fue Heny
quien sugirió el nombre de Angel, utilizando el apellido de
Jimmy, su descubridor y quien lo diera a conocer.
Tal y como
quedara el avión tras su aterrizaje sobre el Auyantepuy. Jimmy
Angel con sombrero conversando con María. Fue la mañana del
día 9 de octubre de 1937
ATERRIZAJE EN EL AUYANTEPUY
Este nuevo grupo, con la inclusión de Gustavo Heny y de Miguel Delgado,
se trasladó en compañía de Jimmy y su esposa María,
al sur del Auyantepuy. En una sabana, donde
Angel solía aterrizar, se levantó un campamento que les
serviría de base de operaciones, toda vez que Jimmy insistíaque,
en ese cerro o muy cerca de él, se encontraba el tan buscado sitio.
Vuelos y mas vuelos de reconocimiento, y las investigaciones por tierra
a cargo de Heny y Delgado, proseguían sin descanso, Gustavo
escaló la meseta del Auyantepuy en dos ocasiones, adentrandose
cada vez mas hacia el lugar que Jimmy parecía ahora reconocer,
pero no le fue posible llegarse hasta él por la dificultad de bajar por
un farallón de unos 1.200 pies de altura que divide la meseta del
Auyantepuy. Al divisar la sabana y aun cuando su conformación era igual
a la otra, llegó al convencimiento de no haber
dado con el sitio. ¿Por qué? El terreno
era extremadamente suave, cubierto en su mayoría por capas vegetales,
aún no asentadas, y entre las que crecían helechos y maticas
'en forma de mogoticos', sobre los cuales había que pisar
forzosamente, so pena de hundirse hasta la rodilla en el fango.
Cuando Heny bajó de la segunda exploración, en cuyo viaje
invirtió 15 días, recibió una sorpresa: Jimmy había
regresado de un vuelo a Ciudad Bolívar y, con el avión cargado de
bastimento, había sobrevolado la meseta y hecho un toque de ruedas,
mostrandose satisfecho de haber hallado terreno firme. Sólo
esperaba el retorno de Gustavo para informarle de ello y proceder de inmediato
a realizar el proyectado aterrizaje Gustavo Heny, al conocer la nueva,
trató de disuadir a Jimmy de iniciar el vuelo inmediatamente, y le
pidió un prudencial lapso de espera de unos 12 días, a fin
desubir nuevamente a pie y demarcarle el lugar de aterrizaje, Pero Jimmy
Angel le respondió que de lugares de aterrizaje él
sabía mas que Gustavo; ademas, todo estaba bien y era el
momento tan esperado de despejar la incógnita del sitio, en cuya
búsqueda llevaba unos tres años y sus ahorros ya estaban
totalmente invertidos
Pese a todo, la insistencia de Heny logró su propósito, pero
sólo en cuestión de horas, y convinieron partir al día
siguiente en la mañana. En aquel decisivo momento el reloj marcaba las 2
p.m. del
8 de octubre de 1937, y cargar el avión les llevaría algún
tiempo. ¿Era lógico todo aquello? Entre
Gustavo y Jimmy existía una ilimitada confianza en lo que cada quien
había tomado bajo su responsabilidad, y en esa ocasión Jimmy le
dijo: estoy seguro de que puedo aterrizar y, de que si algo pasa tú
nos traeras al campamento. Gustavo, por su parte, confiaba en la pericia
y conocimientos del
arriesgado piloto. Aquello, aparentemente, reducía los riesgos de la aventura
Se aligeró el avión de todo aquello que no era
imprescindible, incluyendo la gasolina, de la cual sólo se dejó
en los tanques la suficiente para ida y vuelta -vuelos que no tomarían
mas de un cuarto de hora en cada sentido-, se colocó una tiendita
de campaña, un rollo de mecate de 80 -metros de largo y suficiente
comida para 15 días, tiempo éste que, en carta a su hermano en
Caracas, había estimado Gustavo para cualquier eventualidad. Desde
hacía un mes sevenía considerando la
posibilidad de un aterrizaje en el Auyantepuy.
De acuerdo a las indicaciones de Jimmy se colocó el
mayor peso hacia la cola, inclusive el correspondiente a cada pasajero.
Así la distribución recayó en: Gustavo, en el
último asiento, y luego Miguel, María y Jimmy
'All ok' (todos bien) y la flecha indicadora del rumbo: sobre las alas del avión NC-9487, que aparece con el
'morro' enterrado.
EL AMANECER DEL 9 DE OCTUBRE DE 1937
Aclaró el día 9 de octubre de 1937 y todo estaba dispuesto.
El despegue se efectuó sin tropiezos, a las 11 y 20 a.m., llegando a los
15 minutos a la meseta, la cual sobrevolaron por escasos minutos antes de
proceder al aterrizaje, No podía ocultarse la emoción que
embargaba a los osados presentes ante la gran incógnita de posarse sin
dificultades en el Auyantepuy. Tan dispuesto iba Jimmy a efectuarlo, que una
vez alineado el avión con la supuesta pista y de que el terreno
lucía propicio, cortó motor, magnetos, y todos los switchs fueron
pasados a off; la suerte estaba echada El 'Flamingo'
dócilmente comenzó a rozar la superficie con sus tres ruedas -en
posición perfecta de un aterrizaje de tres
puntos- y dejando una huella con sus cauchos entre los mogoticos de hierba,
pero cada vez mas profundas a medida que decrecía la velocidad y
las alas perdían su sustentación. Todos guardaban un elocuente silencio hasta que se oyó una voz. Era
la de Gustavo Heny, quien desde el fondo de la cabinagritaba:
Pull-out Jimmy pull-out
Coincidió la alerta con un pequeño salto del avión antes
de caer en un terreno mas blando aún, y esto trabó su tren
delantero y con la inercia levantó la cola hundiéndose el morro
hasta el eje del motor y quedando en esa posición, como si dijera:
Auyantepuy, ante ti me rindo
Eran las 11 y 45 a.m.
Dentro de la cabina se produjo cierta confusión, pues se rompió
el 'cinturón de seguridad' de Gustavo Heny que era de mecate o
cabuya. Su larga humanidad
-1,90 metros- Pasó entre Miguel y María,
yendo a caer a horcajadas sobre Jimmy, donde, con el volante y el panel de
instrumentos, quedaron incómodamente trabados,
A instancias de Jimmy, María y Miguel saltaron del avión,
mientras él y Gustavo salían -practicamente gateando- por
la puertecita delantera, pues, aunque con poca gasolina, ésta se
filtraba por una de las alas que servía de apoyo al avión en tan
incómoda posición. Afortunadamente no se produjo fuego en el
avión, debido a las precauciones tomadas por Jimmy, y aparte del
susto al ocurrir el accidente, los cuatro pasajeros se encontraban sanos y
salvos. Constatado esto, su primera labor fue enderezar el avión
utilizando el mecate que llevaban, lo ataron a la cola y tiraron de él.
El examen preliminar de la nave reveló la rotura de una tubería del radiador del
aceite del
motor y una pequeña abolladura en el ala izquierda, lo cual hubiese sido
facil de reparar. Donde estribaba la mayordificultad, y que no estaba
entre sus posibilidades, era el sacar el avión del atolladero,
pues se encontraba asentado sobre el fuselaje con su tren de aterrizaje
completamente enterrado en la blanda superficie.
EL CAMPAMENTO SILENTE Y UNA GRAN DESILUSIÓN
A la hora convenida con el campamento, se iniciaron las llamadas a
través del
equipo de radio del
avión, pero desafortunadamente no obtuvieron respuesta alguna, Se
repitió luego en cada oportunidad y hora señalada para los
contactos. Y la misma mala suerte que en otras ocasiones Fue precisamente
entre llamadas y llamadas cuando Jimmy Angel sufrió la mayor
desilusión; se trasladó a la orilla del río que,
según él, era lugar de su aterrizaje en 1920. Y
comprobó su error al notar la diferencia de una apreciación hecha
desde el aire y la cruda realidad de hacerlo, en tierra. ¡No era
el sitio! Esto, naturalmente, produjo un gran pesar en
el grupo, pero el temple de aquellos expedicionarios no cedió ante la adversidad
y, de inmediato, se dedicaron a planear el descenso.
En las alas del
avión, se escribieron con tela y adhesivo, las palabras 'all
ok' (todos bien), y con una flecha se indicó el rumbo que
seguirían. Jimmy también dejó una nota en el avión,
con la hora y resultado del
aterrizaje, así como la nómina de
los integrantes del
pasaje; ademas, se dejarían abordo los aparatos y bultos no
imprescindibles, a fin de evitar estorbos en el descenso.
GENTE DE AIRE, GENTE DE TIERRA
AJimmy, hombre mas de aire que de tierra y, a María, por su
condición de mujer, se les asignaron los bultos mas
pequeños y livianos, mientras que Miguel y Gustavo llevarían los
morrales y el mecate. Al clarear el día 10 de octubre
de 1937 se pondrían en camino. O sea, el día siguiente.
Antes se agotaría el último recurso: ¡intentar el hacer
contacto con el campamento! Al atardecer, una nota insignificante vino a alterar el animo de aquel grupo: una zorra con sus
cachorritos. Tan poco visitado era aquello -incluso por otros animales- que la
zorra no opuso resistencia,
ni se tornó agresiva, cuando Heny tomó en sus manos a dos de
dichos cachorros. Con estos pasaron un rato y hasta
compartieron su primera comida.
A la mañana siguiente, y ya agotada la batería del avión
tras los fallidos contactos radiales, el grupo inició su caminata hacia
el farallón, el cual tendrían que escalar luego y atravesarlo, a
fin de pasar al otro lado. Esto constituía la
preocupación de los expedicionarios, Pues fue allí donde Gustavo
se vió detenido hacia 15 días y se había devuelto, al no
encontrar la forma de bajarlo por el lado que ahora precisaban escalar.
La marcha se hacía lenta, pues tenían que ir abriendo picas, unas
veces por grandes helechales, otras por ramazones trabadas, y otras para vadear
los ríos. Hubo días en que escasamente pudieron avanzar unos 150
metros, y en una ocasión, debido a que al llegar a la orilla de uno de
los ríos que cruzan la meseta,se dieron cuenta de que era muy profundo y
sólo podía atravesarse tumbando una mata para hacer una especie
de puente. Otro día, la vegetación de helechos era tan tupida,
que la pobre María salió con la cara
rasguñada e hinchada debido al roce de las hojas.
Pese al lento andar en ocasiones, al llegar a los claros se
ganaba tiempo, y pronto estuvieron frente a la mole de cuarcita, llena de
grietas, y la que debían subir y bajar. Tras a1gunos fallidos
intentos encontraron una grieta que les facilitó el paso y con la ayuda del mecate, nuestros cuatro personajes
pasaron con éxito al otro lado. Ya en este
lugar, la situación cambiaba favorablemente, pues el terreno era
familiar para Gustavo y todo se reducía a una buena caminata, que si
bien no era facil, al menos ya estaba trillado por uno de ellos. Conociendo el tiempo que invertirían en llegar al campamento,
parte de las provisiones fueron dejadas en el camino para aligerar la marcha.
Una vez que llegaron al borde del cerro, divisaron el campamento y un
avión que llegaba, el cual, dijo Jimmy, debía ser piloteado por
Josué López Henríquez, quien le había prometido
visitarlo en esos días. Precisamente se realizaban los preparativos -con
la llegada de Josué- para vuelos de reconocimiento, a fin de localizar a
los viajeros extraviados, cuando éstos se presentaron, por sus propios
medios, al campamento. Erróneamente se cree que
todos llegaron en malas condiciones físicas. Pero no
fue así. Lasprevisiones tomadas antes del vuelo les
permitió llevar a cabo el agotador retorno. Habían transcurrido
11 días desde el despegue Arriba, en el cerro, cual monumento histórico
quedaba el avión 'Río Caroní', compañero
inseparable de Jimmy, y como
un hecho fehaciente de la osadía e intrepidez del piloto y sus acompañantes. Como lo había prometido a Jimmy, de revisar toda la meseta,
Gustavo retornó al lugar donde había quedado el avión, a
fin de traer todas aquellas pertenencias dejadas, incluso los aparatos de cine
y fotografía. Por cierto, la película
tomada comenzó a pasar de mano en mano y hoy se desconoce su paradero.
No así las fotos -que ilustran este reportaje-
que también han sido suministradas, igual que la narración de los
hechos, por el señor Gustavo Heny.
ruta del descenso
EPÍLOGO DE UNA ODISEA
Después de la odisea, Jimmy pasó algunos sinsabores en Venezuela y,
apesadumbrado, se retiró a vivir en Panama, donde murió en
1956. Fue su último deseo el que sus cenizas fueran traídas a Venezuela y
esparcidas sobre la región, que tantas aventuras le deparó y de
la que siempre guardaba un profundo recuerdo. Sus deseos fueron cumplidos. María, su hijo y
Gustavo, en sencilla pero emotiva ceremonia, esparcieron desde un avión
y sobre el Salto Angel, el contenido de aquel cofre que, como
diafana nube, se abrazó al Salto, y con él regó
para siempre la tierra que Jimmy tanto amó
Tomado de: Líneas, Nº156, abril, 1970, pp.10 a 16