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Política e intereses. El caso libio analizado por Fernando Mires



“La ayuda internacional, incluyendo la militar, al ser política, no es ni puede ser un acto de filantropía ni de caridad. En otras palabras, la ayuda prestada a la revolución libia no es ajena a los intereses de las naciones que deciden actuar, en este caso, en contra de la dictadura de Gadafi.
Ahora, en el caso de Libia no se trata de una imposición brutal de intereses, sino de una confluencia de intereses recíprocos entre los rebeldes libios con determinados gobiernos. Esa confluencia de intereses recíprocos es precisamente lo que convierte a la intervención externa en un hecho político y no moral. O dicho así: tanto la oposición libia como las naciones interventoras tienen un interés compartido en que Gadafi abandone su trono lo mas rapido posible.” Luciérnaga Curiosa


Libia: Mas vale tarde que nunca Por Fernando Mires en Analítica
Libia no es el Kosovo, tampoco Afganistan y mucho menos Irak.
Libia es Libia, y nada mas. Y la intervención militar avalada por la ONU es legal y legítima


1. Pocas veces un proverbio tan socorrido como aquel que dice “mas vale tarde que nunca” ha probado tanta veracidad como durante la aprobación del Consejo de Seguridad destinada a conceder autorización a una mayoría de sus miembros para intervenir militarmente en Libia debido a un genocidio llevado a cabo por una sanguinaria dictadura en contra de su propio pueblo.

Acuerdo muydifícil. Difícil entre otras cosas porque si bien existe un “corpus” de reglamentos internacionales no existe un catalogo que especifique claramente, con respecto a una intervención militar externa, “en este caso sí” y “en este caso no” Luego, un acuerdo de intervención militar no puede ser jurídico, sino político. Y si debe ser político, debe pasar necesariamente por la discusión política. Eso explica por qué las decisiones políticas cuando son tomadas, llegan siempre con retraso.


En efecto, destino manifiesto de la acción política, sea nacional o internacional, sera siempre su atraso, y es lógico que así sea pues la acción política no puede ser anticipativa. Por el contrario, ella debe darse sobre la base de determinados hechos que “han tenido lugar en un lugar”. Recordando a Hannah Arendt, podemos decir que la sustancia de la política son los “eventos” (acontecimientos, hechos, sucesos). La política es y sera siempre “eventual” y, por lo mismo, existencial.
Ahora, ningún evento es igual a otro. Libia no es el Kosovo, tampoco Afganistan y mucho menos Irak. Libia es Libia, y nada mas. Y la intervención militar avalada por la ONU, representada en primer lugar por la tríada EE UU, Gran Bretaña y Francia es, desde el punto de vista de la juridicción internacional, legal, y desde el punto de vista político, legítima. O dicho al revés: porque es políticamente legítima pudo ser legal. Con esto se quiere afirmar que la legitimidad, también lainternacional, precede a la legalidad. La legalidad a su vez es legítima cuando es políticamente sustentable. Esos son puntos de la teoría política que no siempre son tomados en cuenta, lo que obliga a reiterarlos cada cierto tiempo.
En cualquier caso, y mas alla de los modos como sera llevada a cabo la operación militar en Libia, hay que señalar que la resolución del Consejo de Seguridad del día 18 de marzo de 2011 marca un momento de enorme trascendencia en las relaciones políticas internacionales.

2. Para comenzar hay que destacar el hecho de que la intervención militar fue aprobada por una amplia mayoría de diez naciones con una abstención de cinco y con ningún voto en contra. Mayoría que desmiente desde un principio la tesis de que la intervención es sólo una maniobra de USA para apoderarse del petróleo libio, la que por su inconsistencia no vale la pena discutir aquí.
La verdad es que muchos esperabamos que tanto Rusia como China harían uso de su derecho a veto, opinión que emití en un artículo anterior y que he de corregir (pues pensar es corregir) Los hechos demostraron, en cambio, que la legitimidad de la intervención era tan grande que aún las naciones menos democraticas del Consejo de Seguridad no pudieron volver las espaldas a la realidad y, si no aplaudieron la intervención, no se opusieron a ella.
Es importante destacar el caso chino puesto que ninguna nación como China ha levantado en el pasado con tanta fuerza ladoctrina de la no intervención absoluta. Pero al parecer los dirigentes chinos han entendido que si quieren mantener el lugar que ya ocupan, el de ser una de las naciones hegemónicas en el mercado mundial, deben realizar algunas “adecuaciones” al nivel del standard político internacional.
Rusia, a su vez, quiere mantener todavía ciertas apariencias relativas a una hegemonía económico-militar, lugar que ya no ocupa. Tarde o temprano Rusia debera unir su destino político a Europa Occidental, siempre y cuando esta última adquiera una presencia política equivalente a la económica. Dicha presencia habría podido manifestarse con claridad en la votación del Consejo de Seguridad si no hubiera sido por la lamentable deserción alemana. De este modo, mientras para un país como China la abstención significa un enorme avance político, para un país como Alemania -que ademas aspira a ser miembro permanente del Consejo- significa una regresión a esa neutralidad a la que fue relegada en el periodo de post-guerra.


Hay, queramos o no, diferencias de actuación remarcables entre aquellas naciones en las cuales la democracia fue conquistada desde lo mas profundo de sus luchas políticas como Francia, Inglaterra y los EE UU, con aquellas como Alemania (o Rusia) en donde la democracia fue mas bien adoptada como “sistema racional de gobierno”. Lo que es una reacción casi instintiva en las primeras, aparece todavía como un dificultoso proceso en las segundas. Por eso,cuando al día siguiente de la votación algunos políticos alemanes se dieron cuenta de que habían votado junto con China y Rusia y no al lado de sus aliados naturales, comenzaron recién a salir de ese autismo político al que cada cierto tiempo – y sin que nadie se los pida- se autocondenan.
Tanto o mas lamentable que la de Alemania fue la posición de Brasil. Al parecer el gobierno de ese país no quiere salir del aislacionismo político a que lo llevó el economicista gobierno de Lula cuyo objetivo, ya logrado, fue el de convertir a Brasil en una gran nación comercial. Pero Brasil, quiera o no, esta en el Consejo representando no sólo posiciones comerciales sino, en gran medida, posiciones políticas de América Latina. ¡Que importante habría sido un claro voto brasileño a favor de la intervención en contra de la dictadura de Gadafi, justo en el momento en que un par de desvariados gobernantes del continente (Ortega y Chavez) apoyan a las matanzas cometidas en Libia!
América Latina, con la excepción de algunos países no gravitantes (Colombia, Chile, Perú) carece de política internacional. No ha definido nítidamente su opción por la democracia, ni mucho menos su alineamiento con el occidente político al cual pertenece geografica y culturalmente. Por supuesto, Brasil tiene, al igual que Alemania, el pleno derecho a no alinearse, pero también tiene el deber, como Alemania, de fundamentar de modo político los motivos de sus no alineamientos.Pero en ninguno de los dos casos, ni en el aleman ni en el brasileño, hubo el menor intento de fundamentación, razón que lleva a pensar que la abstención sólo fue un recurso demagógico en el caso brasileño, o una simple actitud electorera en el caso aleman. ¡Y después se quejan de que EE UU tome iniciativas sólo porque otros no se atreven a tomarlas! Es increíble.
Y a propósito de los EE UU. Hay, evidentemente, un cambio de línea pero no de objetivos con respecto al pasado inmediato. Obama, a diferencias de Bush –gesto muy importante- no tomó la primera iniciativa. Por el contrario, esperó que Europa se posicionara y, cuando eso no fue posible, definió su actitud en el Consejo sólo cuando estuvo seguro de que el eje que conforma su gobierno con Francia y Gran Bretaña era lo suficientemente sólido como para atraer hacia sí a diversas naciones europeas y arabes, y todo eso sin atropellar a ningún gobierno y sin lastimar ninguna sensibilidad nacional.
Cabe subrayar, en cualquier caso, que las opciones tomadas por las diversas naciones en el marco del Consejo de Seguridad no obedecen sólo a decisiones autoritarias de los respectivos gobiernos. Ellas son también resultados objetivos de una discusión colectiva sustentada, entre otros, por los medios de comunicación. Sólo así se explica que gobiernos que habían mantenido en el pasado una relación positiva con la dictadura de Gadafi, cambiaran radicalmente su posición, adoptando, como ocurriócon el gobierno francés, una actitud favorable a la intervención militar. ¿Oportunismo? Nadie lo niega. Pero el oportunismo, que es una actitud condenable en muchos aspectos de la vida privada, en política no siempre lo es.
Oportunismo en política significa reconocer el signo de los tiempos y actuar oportunamente, es decir, de acuerdo a la oportunidad. El gobierno Sarcozy –para seguir con el ejemplo- que en un momento pareció aislado en el contexto europeo frente al gobierno Merkel, reapareció muy vinculado a otras naciones en el Consejo de Seguridad, y quien quedó finalmente aislado fue el gobierno Merkel.
3. La política, también la internacional, es una actividad discursiva. El discurso, a su vez, se forma a través de la conjugación de argumentos opuestos. La definición a favor de la intervención militar en Libia es, por lo mismo, resultado y a la vez parte de un discurso que tuvo lugar en diversos lugares y entre diversas personas, no siempre políticas. Es por eso que es muy importante, habiendo llegado el momento militar de la política, pasar revista a algunos tópicos discursivos que lo precedieron.
En la discusión colectiva se mezclaron, como suele ocurrir, distintos argumentos, entre ellos, los morales, e incluso, los moralistas.
El moralismo en política -lo sabemos desde Kant- no es moral. Es una ideología destinada a sustituir la política por prescripciones morales. El problema, argumentaba Kant, no reside en el hecho de que lapolítica recurra a la moral, sino en la disociación entre política y moral. Una sustitución de la política por la moral lleva y ha llevado a cometer las mas terribles aberraciones. A la vez, una política sin sustrato moral destruye a la propia política. Ahora, la decisión tomada por el consejo de seguridad es –en el mas estricto sentido kantiano- esencialmente política y, por lo mismo, ajustada a las prescripciones de una moral universal cuyos fundamentos se encuentran inscritos en casi todas las Constituciones del mundo.
¿Vamos a intervenir después de Gadafi en contra de todas las dictaduras del mundo? ¿Vamos a incendiar Africa en nombre de la democracia? O también: ¿Por qué en contra de Gadafi sí, y no en contra del gobierno chino? ¿O vamos a dividir el mundo en dictaduras buenas y en dictaduras malas? ¿Intervenibles y no intervenibles? ¿Por qué no se intervino ayer en Ruanda y hoy sí en Libia? Esos, mas o menos, eran los argumentos morales de quienes se oponían a la intervención militar.
Vamos por partes: evidentemente, si la ONU se propusiera derribar a todas las dictaduras del mundo, el mundo ardería en llamas. ¿Cuando se hace necesaria entonces una intervención militar? ¿Cuando hay acaso una revolución como en Libia? La respuesta no puede ser sino negativa. Ni genocidios ni revoluciones son razones suficientes para avalar ninguna intervención internacional, ni política ni militar, so pena de convertir las relacionesinternacionales en un infierno. ¿Dónde reside entonces la diferencia entre el caso libio con otros similares?
Entre otras, hay, a mi entender, dos razones que bajo determinadas condiciones hacen transitable el camino de la intervención militar internacional. La primera, es que en una nación, en este caso, Libia, se forme un movimiento políticamente organizado e interlocutable cuyas reivindicaciones sean equivalentes o compatibles con los de otras naciones a las cuales ese movimiento (o gobierno paralelo) solicita expresamente ayuda. Y como sucede en otros aspectos de la vida, cada uno es libre o no de entregar ayuda cuando es solicitada por alguien. Pues la decisión de otorgar o no otorgar ayuda no esta escrita en ninguna teoría universal de la historia. Es una decisión, y en el caso de las naciones, es una decisión política.
La ayuda internacional, incluyendo la militar, al ser política, no es ni puede ser un acto de filantropía ni de caridad. En otras palabras, la ayuda prestada a la revolución libia no es ajena a los intereses de las naciones que deciden actuar, en este caso, en contra de la dictadura de Gadafi. Esa es la segunda razón que avala la intervención política externa. O para decirlo en una fórmula: no hay política sin intereses políticos. Eso significa que ninguna de las naciones interventoras esta actuando en contra de sus propios intereses. ¿Esta claro?
Absurdo sería que una nación intente imponer sus intereses a contracorrientede los que priman en otras. Pero mas absurdo sería que las naciones actuaran en política internacional en contra de sus propios intereses Ahora, en el caso de Libia no se trata de una imposición brutal de intereses, sino de una confluencia de intereses recíprocos entre los rebeldes libios con determinados gobiernos. Esa confluencia de intereses recíprocos es precisamente lo que convierte a la intervención externa en un hecho político y no moral. O dicho así: tanto la oposición libia como las naciones interventoras tienen un interés compartido en que Gadafi abandone su trono lo mas rapido posible.
En el caso libio, los intereses de Europa, incluyendo los petrolíferos, son mas decisivos que para los EE UU. En ese sentido es mucho mas viable comerciar con una nación estable que con una nación en llamas. Pero ademas de las económicas inmediatas, hay otras razones que llevan a Europa a apoyar a las fuerzas insurreccionales. A nadie escapa por ejemplo que esas fuerzas de hoy seran los gobiernos de mañana, y mejores seran las relaciones con esos gobiernos mientras mas temprano e intensas hayan sido las relaciones contraídas en el pasado (es decir, en el actual presente). A la vez, tanto Europa como los EE UU estan interesados en que en la región surjan, si no democracias, por lo menos gobiernos estables. Y esa estabilidad no puede estar asegurada por ninguna dictadura, menos si se trata de dinastías corruptas, como son las que imperan en laregión. De la misma manera, Europa tiene mucho interés en que las migraciones no sigan aumentando en dirección de sus países. Y ya esta visto que bajo la égida de las dictaduras, las migraciones seguiran aumentando. Y no por último, tanto Europa como los EE UU, estan interesados en derrotar a las organizaciones terroristas islamistas de la región las que proliferan de modo mucho mas facil bajo el amparo de regímenes dictatoriales.
Nadie tiene, por cierto, las llaves del futuro. Nadie puede asegurar que de esas revoluciones no emergeran dictaduras tan feroces como son las que hoy asolan la región. No obstante, algo es obvio. Si la comunidad internacional, sobre todo la occidental, mezquina hoy su apoyo a los movimientos insurreccionales, téngase por seguro que mañana el “cercano oriente” sera mas lejano que nunca.
Que la intervención conlleva múltiples riesgos, no es un misterio para nadie. Pero vivir sin riesgo es imposible.
Los movimientos insurreccionales han dado, por su parte, muy buenas señales, y habría que ser ciego para no verlas. Hasta ahora ninguno se manifiesta de un modo anti-occidental. No son, como los movimientos del pasado, anti-norteamericanos; y ni siquiera son –hasta ahora- anti-israelíes. Tampoco se trata de movimientos ideológicos como han sido la mayoría de los movimientos revolucionarios de la modernidad. No luchan en fin, por un determinado tipo de sociedad teleológica, ni siquiera por “un mundo mejor”. Pero síparecen saber que bajo las dictaduras que hoy sufren, ese mundo sólo puede ser peor. En breve: los libios luchan por la libertad; por su libertad. Y la libertad es “un bien común”.
La ayuda llega tarde a los revolucionarios libios. Quizas demasiado tarde: ya han muerto muchos. Pero, al fin, digamos otra vez lo que se dice siempre en estos casos: mas vale tarde que nunca.
https://cubaout.wordpress.com/2011/03/24/politica-e-intereses-el-caso-libio-analizado-por-fernando-mires/
El Estado Feroz: Caso Libia
Mientras la aviación libia en algunos sectores del país bombardea a los manifestantes, el gobierno de Muamar Gadafi corta todas las comunicaciones telefónicas, redes de comunicación por internet, confina a la sociedad libia al desamparo frente a hombres armados presentados como mercenarios para abrir fuego contra los manifestantes e infinidad de enfrentamientos con artillería pesada que ha dejado un saldo de mas de 300 muertos, que según algunas cifras extra oficiales superan los 500 muertos y 1300 desaparecidos.
El caso Libia representa dentro de esta oleada de cambios en el Medio Oriente, Golfo Pérsico y Magreb, una diferencia notable con respecto a Túnez, Egipto y las reformas de forma-pero no de fondo-que se estan generando en países como Bahrein, Yemen, Jordania, Siria, Argelia y Marruecos. El politólogo egipcio Nazih Ayubi, autor del libro Política y Sociedad en Oriente Próximo: la hipertrofia del estado arabe (1998), hace unaadvertencia que parece bastante útil para estudiar las reacciones y protestas sociales que estan ocurriendo en el 2011 en los países de estas regiones.
En la descripción que menciona Ayubi sobre los estados arabes, señala dos tipos: el primero de ellos considerado como Estado fuerte en el cual existe una relación de complementariedad entre el Estado y la sociedad, donde su fortaleza radica en el trabajo que realiza con y a través de los centros de poder presentes en ella. En el segundo caso se puede hablar del Estado feroz, el cual se encuentra en oposición tal a la sociedad que sólo logra tratar con ella a través de la coerción. La ferocidad convierte a la larga a este tipo de estados en débiles y cuya supervivencia se hace insostenible.
Libia es atípica en cuanto a estructura política, si lo comparamos con el resto de los países que poco a poco se han visto impactados por las revueltas de cambio. Se sostiene sobre la base de una estructura tribal no solo en la rama política, sino también en la económica y militar, orientada según el Libro Verde de Gadafi hacia una democracia directa, en donde no existen intermediarios en el poder, aniquilando con ello, la idea de formar un sistema de partidos en el país. La estructura política tribal cuenta teóricamente con congresos populares basicos que eligen a su vez al congreso general del pueblo.
La salud económica libia se soporta en el mercado petrolero, en donde la industria de hidrocarburosrepresenta alrededor de la mitad del producto interno bruto. Los petrodólares le han conferido a Muamar Gadafi la compra de apoyo extranjero pero ello no refleja la economía real de sus habitantes, donde alrededor de la mitad de la población queda fuera del sector impulsado por el petróleo. La tasa de desempleo en los jóvenes se estima entre un 40-50%, siendo una de las mas altas en el norte de Africa. 20% de los libios son analfabetos y el tema de una vivienda digna no esta al alcance de la población desfavorecida, paralelo a una situación país que la convierte en uno de los mayores receptores de refugiados provenientes del sur de Africa.
El caso de Túnez, Egipto y Libia ejemplifican perfectamente la condición de Estado feroz-con sus claras diferencias internas- que a la larga terminan debilitandose, tal como lo hemos visto en las revueltas de este año 2011, en donde la población demanda una transición hacia un Estado fuerte, tras largos años de opresión, empobrecimiento, asfixia y ferocidad del régimen.
La actual posición del gobierno de Libia en reprimir las protestas en el país responde a las dos salidas que les quedan a los gobiernos de los países del Magreb, dar el todo por el todo (Estado feroz) sin importar la masacre al pueblo, o constituir un Estado fuerte en donde el poder sea compartido con otras fuerzas políticas y económicas. Libia ha escogido el primero de ellos, haciéndose de un aparato de seguridad que le hagarantizado hasta ahora su permanencia en el poder, frente a unas Fuerzas Armadas libias marginadas por Gadafi, sustentado en la posibilidad de un Golpe de Estado a manos de los militares.
https://runrun.es/diploos/12634/el-estado-feroz-caso-libia.html
OTAN considera medidas militares en caso Libia: Obama
Muammar Gaddafi ataca terminal exportadora de petróleo Ras Lanuf en manos de rebeldes
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aseguró este lunes que la OTAN esta considerando opciones militares en respuesta a la crisis político-social que presenta Libia, ante la negativa del presidente Muammar Gaddafi por dejar el poder, sus medidas represoras anti humanistas y el creciente precio internacional del petróleo.
Tras su reunión con el primer ministro australiano, Julia Gallard, en Washington, el mandatario estadounidense envió un mensaje a los seguidores de Gaddafi a quienes advirtió que tendran que responder ante los actos represores del dictador y los actos de violencia en contra de los rebeldes en el país.
RATE: Barack Obama aseguró que ambos mandatarios comparten el mismo enfoque en relación al conflicto en Oriente Medio, indicando que la OTAN esta efectuando consultas en Bruselas con líderes de alto rango para tomar medidas, incluyendo opciones militares, y responder a la violencia imperante en Libia.
Mientras tanto, este lunes fuerzas del gobierno libio intentaron sofocar las revueltas en costas petroleras del país lanzandobombardeos a una localidad calve en manos de rebeldes. El avió atacó la terminal exportadora de petróleo en Ras Lanuf.
https://mx.ibtimes.com/articles/10710/20110307/oba-amgadafi-intervension-militar-otan-guerra-petroleo-libia.htm
Tuve en mente ideas para un título como “El caso Libia desdobla a la 'Izquierda'”, pero opté por obviar el silencio cómplice de los que sistematicamente arremeten contra la Revolución Cubana —prueba inequívoca de la gran inmoralidad—, y centrar la atención en lo fundamental: sumar a todas las personas que en diversas latitudes abogan por cerrarle el paso al imperialismo liderado por la Casa Blanca.
Tras darle seguimiento al escenario medio-oriental de las últimas semanas, he podido constatar cómo la gran prensa de Occidente, a diferencia de lo que inicialmente hizo ante la sublevación popular en Egipto, difundió a los cuatro vientos lo que acontecía/acontece en Libia —mentiras, incluso. Así, supe por la gestión del periodista Raúl Bracho que el Ejército ruso afirma que las imagenes satelitales tomadas desde el espacio sugieren que los supuestos ataques aéreos que se llevaron a cabo el 22 de febrero sobre Benghazi y Trípoli, fueron un artificio usado como pretexto para una intervención militar “humanitaria” (www.kaosenlared.net/noticia/y-si-todo-es-mentira).
Por suerte, todo parece indicar que el Plan Chavez a favor de Libia esta surtiendo efectos positivos, toda vez que la propuesta del Presidente de Venezuelafue aceptada por el líder libio, Muamar Gadafi, y el secretario general de la Liga Arabe, Amr Musa, en el sentido de crear una comisión internacional para solucionar la crisis en la nación nor-africana —con muchísimo petróleo, dicho sea de paso. Se trata de enviar una misión internacional conformada por representantes de países de América Latina, Europa y Oriente Medio en aras de sostener conversaciones con el gobierno y los líderes de la oposición a fin de encontrar una solución a la crisis (www.kaosenlared.net/noticia/gadafi-liga-arabe-aceptan-plan-chavez-para-solucionar-crisis-libia).
Entretanto, es diafana la posición de Cuba al respecto; al tiempo que vale significar las preguntas contenidas en la Declaración de su Ministerio de Relaciones Exteriores el pasado día 1ro., a saber
Si el derecho humano esencial es el derecho a la vida, ¿estara listo el Consejo [de Derechos Humanos —el mismo que por consenso condenó a Libia, a pesar de las advertencias de Venezuela, Cuba, Nicaragua, Ecuador y Bolivia] para suspender la membresía de los Estados que desaten una guerra?
¿Se propone el Consejo dar alguna contribución sustancial para eliminar la principal amenaza a la vida de la especie humana que es la existencia de enormes arsenales de armas nucleares, cuya ínfima parte, la explosión de 100 ojivas, provocaría el invierno nuclear, según evidencia científica irrefutable?
¿Establecera un procedimiento tematico sobre el impacto del cambioclimatico en el ejercicio de los derechos humanos y proclamara el derecho a un ambiente sano?
¿Suspendera a los Estados que financien y suministren ayuda militar empleada por el Estado receptor en violaciones masivas, flagrantes y sistematicas de los derechos humanos y en ataques contra la población civil, como las que ocurren en Palestina?
¿Aplicara esa medida contra países poderosos que realicen ejecuciones extrajudiciales en territorio de otros Estados con empleo de alta tecnología, como municiones inteligentes y aviones no tripulados?
¿Qué ocurrira con Estados que acepten en sus territorios carceles ilegales secretas, faciliten el transito de vuelos secretos con personas secuestradas o participen de actos de tortura?
¿Podra el Consejo adoptar una Declaración sobre el derecho de los pueblos a la paz?
¿Adoptara un Programa de Acción, que incluya compromisos concretos para garantizar el derecho a la alimentación en momentos de crisis alimentaria, espiral de precios de los alimentos y utilización de cereales para producir biocombustibles? (https://www.granma.cubaweb.cu/2011/03/02/interna/artic01.html).
Con estos elementos de juicio, puede comprenderse mejor por qué la comunidad internacional debe esforzrse cada vez mas para levantar un muro que impida un nuevo Irak en Libia, y de hecho tributar a que se mitigue la tragedia universal que anda a galope.

https://www.kaosenlared.net/noticia/caso-libia-tragedia-anda-galope




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