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Planificacion proyecto - la vida de Pedro



La vida de Pedro
Describiremos pequeños rasgos de la vida de Pedro, en los cuales incluiremos un pequeño resumen de las areas de su vida que necesitaban ser transformadas por el poder del Espíritu Santo; pues en su juventud tenía muchos prejuicios con respecto a su formación que desde pequeño había recibido, y ésta forma de ser era un obstaculo para desenvolverse como Dios quería de acuerdo a sus planes, esto para el servicio de Él y de las demas personas necesitadas de un cambio (Ef. 4:18)
De la misma manera necesitamos como creyentes ser transformados, porque cuando nacemos de nuevo en Cristo Jesús, Nuestro Padre nos proporciona fe y el mismo Espíritu Santo para poder cambiar y ser transformados (1P.1:14). Cuando Pedro era joven, se dejaba llevar por emociones en cada situación que se le presentaba, por tal razón necesitaba que Nuestro Señor Jesucristo obrara en ciertas areas de su vida. Pedro era un hombre que jamas iba a aceptar las situaciones de la vida con facilidad, necesitaba la gracia y el conocimiento del Señor Jesucristo. Nosotros los creyentes tenemos areas que necesitan ser transformadas por medio del poder del Espíritu Santo para que podar ser vasos limpios y servir a Nuestro Padre Celestial, ya que tenemos un llamado a ser santos como Nuestro Dios es Santo (1P. 1:16).


Nosotros antes de llegar al conocimiento de Dios vivíamos en la obscuridad e ignorancia, viviendo de acuerdo a las potestades del aire (Ef. 2:2). Nuestro amado Dios desea de nosotros un cambio progresivo para que seamoslimpios y santificados de corazón; por ello debemos de tener un corazón dispuesto.
Pedro cuando era joven tenía fortaleza y decisiones propias, era un hombre que no se rendía facilmente por cualquier situación, Pedro le dijo a Jesús: “No me lavaras los pies jamas. Jesús le respondió: Si no te lavare, no tendras parte conmigo “, ¡muy extremista; porque contesta! “Bueno dame un baño completo “; Pedro no media las consecuencias (Jn. 13:8).
Pedro era un hombre que decía jamas negar a Jesucristo; sin embargo lo hizo, de la misma manera nosotros muchas veces negamos la presencia de Nuestro Salvador con nuestras acciones y actitudes en el momento no parecemos haber conocido a Cristo (Flp. 1:27) todas estas características estan en nosotros; nunca, jamas, necios, intolerantes, inmaduros, en muchas ocasiones queremos sobresalir en todo, estas formas de comportarnos tendran que ser transformadas por el poder del Espíritu Santo (Ro. 12:2), Pedro ansiosamente le pregunta a Jesús sobre el perdón: “Señor cuantas veces tengo que perdonar?, cuantas veces perdonare a mi hermano que peque contra mí?, hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, si aún hasta setenta veces siete. (Mt. 18:-21 ).
Los cristianos estamos consientes que Cristo perdonó nuestros pecados, y tomó nuestro lugar en la cruz, por lo tanto tenemos que perdonar a los que nos han ofendido (Hch. 13:38). Pidamosle misericordia a Nuestro Padre Celestial, para que nos provea de Su gracia abundante y podamos humillarnos para perdonar y pedir perdón de nuestrospecados, pues el perdón nos hace libres (Jn. 8:32). Cuando somos orgullosos nuestro corazón puede almacenar amargura y puede contaminar a otros (Heb. 3:12).
Pedro corrigió y reprendió al Señor (Mt:10:22,23), Pedro regaña a Jesús diciendo: “Señor, ten compasión de ti”, pero Él volviéndose, dijo a Pedro; quítate delante de mí, satanas!; me eres tropiezo Jesús reconoce en las palabras que estaba siendo usado por satanas, que evitaría el sufrimiento por nuestra salvación, era solo un instrumento del diablo, Pedro aún no había comprendido el sufrimiento que Nuestro Señor pasaría antes de darnos la victoria; Pedro solamente se encontraba confundido como un creyente, y por ello tenía muchas interrogantes. El corazón de Pedro solo buscaba su propio beneficio en las cosas de la tierra le cedió derechos a satanas en su propio corazón para servir de tropiezo a Cristo. En ocasiones cuando nosotros cedemos derechos a satanas, puede entrar en nuestro corazón, no le demos lugar a satanas en nuestra vida (Ef. 4:31), tenemos una lucha constante en nuestro interior, no podemos confiar en nosotros, necesitamos de la ayuda del Señor fortaleciéndonos cada día en su palabra; ahi una batalla espiritual que cada día enfrentamos, pero Nuestro Amado Padre nos ha proporcionado la armadura para enfrentar a nuestro adversario (Ef. 6:10-11). Después de la resurrección el anhelo de Jesús era restaurar a Pedro, porque la fe de Pedro tenía que ser purificada, de igual forma nuestra fe tiene que ser purificada a través de las pruebas, es necesariopasar por dificultades para ser aceptados por nuestro padre, y ver su gloria. (1P. 1:5 ). Pedro necesito que su vida fuera purificada, porque las cosas que hacía no eran del Espíritu Santo, Pedro era elegido de Dios (1P. 1:2), para una herencia incorruptible (1P. 1:4). Después de la resurrección Jesús comisiona a sus discípulos a predicar el Santo Evangelio a las naciones (Mt. 28:18) después en el día del pentecostés, Pedro tomó el liderazgo y predicó la palabra de Dios a multitudes convirtiéndose tres mil personas para la Gloria de Dios (Hch. 2:14 ).
Al ser Pedro transformado, Dios lo uso para la conversión y restauración de multitudes con poder del nuevo mover del Espíritu Santo. El crecimiento de Pedro es manifiesto siendo usado como vaso útil abriéndoles la puerta del Reino de Dios a los gentiles, pero primeramente fue transformado de prejuicios y de su corazón; cuando Pedro escribe estas dos epístolas era un hombre maduro, sin embargo, actuaba de diferente forma cuando estaba con los gentiles, cuando se encontraba con los Judíos, tenía que actuar de diferente manera a causa de la circuncisión por temor a ser descubierto, pero Pedro sabía que Nuestro Señor estaba con él. (Hch. 12:8). Viendo la vida de Pedro sabemos que nuestro crecimiento espiritual se da paulatinamente porque nuestra condición espiritual es como un recién nacido, por lo que nuestra forma de pensar es pequeña, tenemos que crecer rechazando toda obra de la carne como: hipocresía, engaño, envidias (2P. 2:1), por lo tanto como cristianostenemos que crecer en la palabra, no como niños tomando leche, anhelemos vianda espiritual para poder crecer y madurar espiritualmente a través de la Santa Palabra de Nuestro Dios, (Stg.1:18).
Cristo Jesús viene por una iglesia madura, Santa, tenemos que apartarnos del pecado y hacer obras dignas, agradando a Nuestro Señor y Salvador Jesucristo.


Podemos ver la vida del apóstol Pedro, cuando era joven, como cada uno de nosotros antes de venir a Cristo somos desenfrenados con deseos y actitudes no deseables ante Dios, pero lo mas maravilloso es saber que Nuestro Padre nos escogió para su servicio (Jer. 1:5).
El propósito de Dios es perfeccionar y restaurar nuestra vida como el apóstol Pedro, de igual manera somos sus hijos y la buena obra que empezó en nosotros la va a perfeccionar para que podamos crecer a través de la obediencia y convertirnos en vasos útiles (Is. 1-16), para su servicio, a pesar de las angustias y tribulaciones que pasemos en este mundo, pero tenemos la esperanza que un día estaremos con Nuestro Señor Jesucristo. Ël desea que tengamos un corazón abierto al cambio para ser restaurados y transformados (Ro. 12:2), tenemos que creer; ahí un nuevo crecimiento y tenemos una clave principal para poder avanzar, la luz del Señor debe crecer en nuestro interior por medio de la obediencia (1P 1:22 ). El nuevo nacimiento nos permite una pureza interior que podemos manifestar a través del amor con los hermanos cada vez que obedecemos ahí impartición de gracia a través de la purificación de nuestras almas.


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